Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 9

Capitulo 1: Ella Ha Estado Ganándose la Reputación de Ser una Irresponsable, Pero Ahora Que Recuerdo, Se Supone Que es una Contadora

Eran finales de febrero cuando la asesora fiscal Ashley Ono se acercaba al apartamento de Itsuki Hashima, ya que sólo había una razón por la que una asesora visitara a un escritor independiente en esa época del año. Era el momento de presentar su declaración de impuestos.

Itsuki había solicitado su ayuda por primera vez el año pasado, con lo cual consiguió un reintegro mucho mayor que cuando lo hacía él mismo. Al principio dudó, preocupado por la posibilidad de exponerse a la desgracia de volver a explicar toda su colección de juegos y DVD porno, pero de todos modos la contrató. Al fin y al cabo, no había duda de su talento.

“Gracias por venir hoy. Um… ¿puedes ser amable conmigo?”

“¡Jee-jee-jee! Totalmente”.

Ashley sonrió dulcemente hacia Itsuki mientras entraba. Y entonces:

“Oh, es Ashley, mi aficionada favorita a los masajes.

¡Hola!”

El saludo vino acompañado de una sonrisa, pero también de una pizca de veneno que sólo Ashley sabía detectar. Ella se puso rígida al instante.

La voz pertenecía a Chihiro, quien estaba sentada en el kotatsu, sosteniendo una carpeta con todas las facturas y recibos de sueldo de la editorial.

“Eh… je-je-je-je-je… Buenas, Chihiro”, dijo Ashley, tratando de disipar su propia alteración.

“¿También te diste un masaje anoche?”. “Um, sí… algo así…”.

Al darse cuenta de que Chihiro no sonreía de verdad, Ashley se sintió cada vez más incómoda y sus ojos empezaron a moverse de un lado a otro.

Chihiro había descubierto el vibrador de Ashley bajo el mueble del televisor mientras limpiaba su despacho la semana pasada. Mientras intentaba explicárselo, Ashley tomó una decisión improvisada y mintió, llamándolo masajeador. Ya había comprado uno nuevo, por lo que Chihiro se llevó el viejo a casa, pero…

“… ¿Significa que descubriste la verdad?”. “ ”.

Ashley se estremeció bajo la gélida mirada de Chihiro. “ ¿Lo probaste?”, preguntó tímidamente.

“¡Por supuesto que no!”

Chihiro se sonrojó de ira y vergüenza, pero luego su rostro volvió a quedar en blanco.

“…Cada cosa con moderación, incluyendo tus masajes,

¿de acuerdo?”.

“Um, de acuerdo…”.

Ni se molestó en ocultar su desprecio por Ashley, quien sudaba frío.

“¿De qué tipo de masaje estás hablando, Chihiro?”, preguntó Itsuki con curiosidad.

“¡Últimamente me interesan los masajes, ¿está bien?!

¡Ahora, Itsuki, liquidemos tus impuestos!”.

“Uh, bien”, asintió Itsuki, sin saber qué pensar del rápido cambio de tema de su sonrojada contadora.

***

Hermanita

Chihiro ya se había encargado de organizar las facturas y los recibos de sueldo detalladamente por tipos, lo que evitó que Ashley disfrutara preguntándole a Itsuki con el fin de que describiera con detalle sus compras de contenido erótico, así que no tardó mucho en terminar el trabajo.

Dándose un respiro con el pastel mochi con mermelada de frijoles y el té verde que Chihiro le proporcionó, Ashley decidió sacar el tema.

“Con esto ya tienes resuelta la declaración de impuestos… pero, ¿qué harás con la del año que viene?”.

“¿A qué te refieres?”, Itsuki levantó una ceja.

“El anime basado en tu obra se estrena en julio,

¿verdad? Si eso supone un aumento significativo de tus ingresos, no seremos capaces de trabajar teniendo una pila de recibos de este tipo”.

“Oh… ¿Y qué deberíamos hacer?”.

“La mayoría de las personas recurre a la tributación media”.

“¿Tributación media…? Creo haber oído del tema”.

“Es un sistema que en realidad sólo pueden utilizar las personas con fluctuaciones extremas en sus ingresos anuales, como los deportistas profesionales, pescadores, escritores o músicos. Puedes promediar los ingresos del año con los de los dos años anteriores para reducir la cantidad de impuesto sobre la renta que debes pagar”.

“Ujum…”.

Ashley sonrió satisfecha ante la evidente incapacidad de Itsuki para entenderla. “En fin, es un enfoque eficaz si este año ganas mucho más de lo habitual”.

“Bien, ¿entonces usaremos eso para el impuesto sobre la renta del año que viene?”.

“Eso es lo que estoy pensando ahora mismo… pero también hay otra medida fiscal común”.

“¿Oh?”.

“Constitución… En otras palabras, crear una empresa”. Esto pareció detener en seco a Itsuki.

“¿Crear una empresa…?”.

“Básicamente”, Ashley explicó claramente, “Creas una empresa y contabilizas los derechos de autor y los honorarios de las publicaciones como ingresos de la empresa. Si declaras como empresario individual, la imposición progresiva implica que cuanto más ganes, mayor será la tasa de impuestos, pero el impuesto a las empresas tiene una tasa fija. Por lo tanto, una vez que ganes más de cierta cantidad, pagarás una tasa impositiva más baja si declaras tus ingresos como ganancias de la empresa”.

“Ya veo…”.

“Pero si tus ingresos caen por debajo de cierta línea— en otras palabras, si tu tasa impositiva es inferior a la del impuesto a las empresas—acabarás pagando más impuestos. Crear una empresa requiere cierto papeleo y no es como si pudieras cerrarla si bajan tus ingresos y volver a montarla cuando suban. De modo que crear una empresa es una estrategia inteligente sólo si esperas ganar suficiente dinero no sólo el año que viene, sino al menos durante varios años, de forma regular. Como regla general… Bueno, yo diría que la línea está en unos diez millones de yenes [aproximadamente 95.000 dólares]. Si crees que puedes ganar de forma estable al menos diez millones de yenes al año, en lugar de beneficiarte de la tributación media sólo durante ese año, ahorrarás dinero si constituyes una empresa”.

“Al menos diez millones al año a largo plazo…”.

Itsuki hizo una pausa. Con la emisión del anime este año, diez millones en ingresos parecían bastante probables. Pero, ¿podría seguir ganando lo mismo el año siguiente? Eso no podía calcularlo. Por supuesto, si quería ser un autor del mismo nivel que Nayuta Kani, diez millones tendrían que ser pan comido para él.

Él quería gritar “¡No hay problema! ¡Armemos una empresa ahora mismo!”, pero en esta industria no había garantías de que un trabajo bueno y constante te hiciera rico. Las tendencias van y vienen, y los autores entran y salen de moda. En los últimos años, el éxito de un anime no estaba estrictamente vinculado a la venta de las novelas—a veces un anime popular no impulsaba mucho los libros, y otras veces, un anime mediocre iba seguido de un gran éxito de ventas. Era difícil de predecir.

“Hmmm…”.

Itsuki permaneció sentado, preocupado, mientras Ashley seguía explicando con calma.

“Sé lo difícil que es para un autor predecir su futuro, de modo que no hace falta que me des una respuesta ahora mismo. Volvamos a hablar del tema cuando tengas una idea de cuántos ejemplares de tu nuevo volumen saldrán a la venta antes del lanzamiento del anime—y cuántas reimpresiones veremos más adelante. Personalmente, espero que puedas convertirte en un vendedor lo suficientemente estable como para que no te arrepientas de haber creado una empresa, pero…”.

“…De acuerdo. Lo pensaré detenidamente”. Itsuki asintió decidido, mientras Ashley le dedicaba una suave sonrisa.

“Vaya, Ashley, supongo que después de todo no eras sólo una aficionada a los masajes diurnos”, añadió Chihiro con malicia, y una gota de sudor corrió por la mejilla de Ashley.