Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 5

Capítulo 2: Fuegos Artificiales En La Corta Noche

Parte 2

¡Fue conmigo!

Chitose-kun continuó con una sonrisa algo turbada.

“Siento interrumpir, pero acabamos de matricularnos y aún no nos conocemos muy bien, así que ¿no sería extraño recomendar a alguien en esta situación? Personalmente, me sentiría más cómodo si lo echamos a suertes.”

No entendí lo que quiso decir con eso. ¿No estaban todos de acuerdo?

“¿Por qué? Es culpa mía por recomendarla sin antes preguntar, pero ella misma ya aceptó, ¿no?”

Miré a Uchida-san, que parecía un poco inquieta. Y como yo pensaba, ella estaba sonriendo.

“Bueno, es verdad, pero no me parece bien. ¿No sería más interesante jugar a un juego y caldear el ambiente?”

… ¿Qué demonios?

Oh no, sentí que iba a perder un poco los estribos.

¿Qué pretendía? ¿Podría ser que estuviera presumiendo de su presencia? Si es así, ¿por qué no se presentó él mismo a representante de clase?

Mirando a mi alrededor, vi que todos los demás de la clase también se mostraban un poco reticentes. Por supuesto, nadie quería echarlo a suertes y arriesgarse a ser el representante de clase.

“Elegir al representante de clase no tiene nada que ver con si es interesante o no, ¿verdad? Si tienes alguna queja, dilo.”

Hablé un poco más enérgicamente.

“¡Oh, vamos!” Chitose-kun se rascó la cabeza y sonrió amargamente. “Sabes, Hiiragi, deberías ser un poco más consciente de tu posición e influencia.”

¿Qué acaba de decir? ¡¿No debería ser yo la que estuviera frustrada?!

Montar un espectáculo y decir tonterías, ¡era tan desconcertante!

Incluso después de empezar la secundaria, los cambios que esperaba no se produjeron fácilmente; todo el mundo seguía tratándome de forma diferente. Sobre todo, el hecho de que el chico que estaba en el centro me pusiera en un aprieto me enfurecía. Mi voz se agitó.

“Espera, ¿qué quieres decir con eso?”

“Digo que gente como tú debería pensárselo dos veces antes de meter a otros en esto.”

“¿Gente como yo? No entiendo lo que quieres decir.” “… ¿Eres estúpida?”

“¡Qué molesto! ¡Bien, acepto tu provocación!” “Vaya.”

Chitose-kun caminó hacia mí. Estaba un poco asustada, pero le miré fijamente sin retroceder. No se intimidó en absoluto y me miró directamente.

Tenía unos ojos sorprendentemente bonitos, pensé al azar.

“Escucha, cuando alguien tan popular como tú hace una sugerencia como ésta, todo el mundo a su alrededor estará inmediatamente de acuerdo. ¿Crees que podría decir algo como: No quiero ser el representante de clase después de que todo el mundo aplaudiera?”

Por eso, le pregunte a qué se refería—¿huh?

“¡¡¡——!!”

Al oír eso, me di cuenta de lo que Chitose-kun había intentado decirme de forma indirecta.

¿La obligué a aceptar el papel que nadie quería y la puse en una posición en la que no podía decir que no desde el principio? ¿Algo por el estilo?

Por supuesto, nadie quería echarlo a suertes y arriesgarse a ser el representante de clase.

Mi mente se quedó en blanco cuando entendí lo que quería decir, y toda mi cara se puso roja.

No, espera, ¡esto es malo! Estaba tan avergonzada de mí misma por alegrarme de los aplausos. ¿Podría ser que yo hubiera hecho algo parecido en el pasado…?

Di un paso adelante.

“¡Lo siento! ¡Estaba siendo egoísta!”

Agarré las manos de Uchida-san, que estaba sentada y confusa. “No, no es nada…”

Uf, ¿por qué no me di cuenta antes? Sus ojos vacilaban, y sus manos estaban fuertemente apretadas que incluso su voz temblaba un poco.

“Uchida-san…”

Mientras me preguntaba qué debía decir a continuación, Chitose- kun abrió la boca.

“Esto fue un accidente, pero si algo no te gusta, al menos muéstralo en tu cara; si sigues mostrando una sonrisa amable, se convertirá en un hábito.”

Cuando Uchida-san oyó esas palabras, miró con odio a Chitose- kun, sus manos se relajaron de repente, dejando muy claro su punto de vista.

“—No creo que tengas derecho a decir eso de mí.”

Y sin embargo, ese chico sólo respondió con un “Lo siento~” con una sonrisa.

En ese momento, una sensación de adormecimiento se extendió por mi abdomen. La sensación no era desagradable ni dolorosa. Pero era incómoda y frustrante porque no podía hacer nada al respecto.

Había vuelto a ocurrir.

¿Me acaban de regañar? ¿Hemos discutido?

—Crack. Se oyó un hermoso sonido en alguna parte, y en mi interior estallaron emociones indescriptibles.

¿Qué significaba “tan molesto”?

¿Qué significaba exactamente “aceptar sus provocaciones”?

¡Nunca había dicho algo así en mi vida!

—Drip, drip.

Y cuando quise darme cuenta, las lágrimas corrían por mis mejillas.

Cuando por fin me di cuenta de que estaba llorando, no pude evitarlo.

¿Por qué?

¿Por qué lloraba así…?

¿Me sentía triste? ¿Enfadada? ¿Deprimida?

No, un momento, ¡ninguno de esos debería ser el motivo de mis lágrimas!

Mientras yo entraba en pánico, Iwanami-sensei sonreía.

“Oooh, la-la-la ♪ estás en problemas, estás en problemas ♪. Vamos a decirle al profesor~.”

“¡Nunca pensé que oiría cantar eso a un profesor!” Chitose-kun chasqueó la lengua y suspiró.

“Hey Hiiragi, mis palabras probablemente no sonaron muy agradables, pero ¿no eres demasiado astuta para llorar en este momento?”

Me volvieron a regañar. Lloré más y más.

“¡Maldita sea, dame un respiro! Te compraré algún dulce alguna vez.”

Qué cosa tan terrible. ¿De verdad creía que una chica tan complicada como yo podía dejarse convencer por unos dulces?

Cuando pensé que su forma de consolarme era demasiado grosera, berreé. Lloré tanto que mis sentimientos se hundieron en un charco.

Clang.

Ah, ya veo.

Ahora estoy muy, muy feliz. Kaito fue el primero en gritar.

“Oi, Saku, tienes mis condolencias porque Yuuko te odia. Pero eso te pasa por robarte la marcha.”

“¡No quiero que digas eso!” Kazuki siguió con un tono bajo.

“… Chitose Saku de la Clase 5 es una escoria de mierda.”

“Así que fuiste tú quien lo publicó en el foro anónimo de la escuela.

¡¡Ven aquí!!”

“¡Qué horror!”

“¿Cómo puedes hacer eso, Chitose-kun?” “¡No hagas llorar a Hiiragi-san!”

“No te fuerces, Uchida-san.” “¡Escoria de mierda!”

“—GAAAAAAAAAAHH, ¡QUÉ MÁS DA!”

Chitose-kun subió al podio y apartó a Iwanami-sensei.

BAM.

Golpeó la pizarra y gritó.

“Hiiragi Yuuko, ¡la ídolo indiscutible de nuestro año escolar! Uchida Yua, que parece una chica normal pero en la noche del viaje escolar habrá muchos chicos que admitirán estar interesados en ella. Para asumir la responsabilidad de hacerles daño a ambas, seré el representante de la clase. ¡Si tienen alguna maldita queja, vengan a mí!”

¿Qué fue eso? Era un idiota.

Al pensar en su estúpida acción, las lágrimas volvieron a caer como una lluvia torrencial.

Porque eso es lo que era, ¿verdad?

Podría haber fingido no darse cuenta, pero no podía callarse a pesar de saber que sus compañeros se molestarían si interrumpía el flujo de esa manera.

Aunque su comportamiento se volvió arrogante en el medio, se hizo el malo para que ni yo, que sugerí, ni Uchida-san, que en realidad quería negarse, nos quedáramos con un nudo en el corazón.

De alguna manera, sabía vagamente la respuesta.

Estaba acostumbrada a que la gente se me quedara mirando desde niña, así que entendí la sensación. En ese momento, todos se habían olvidado de mí y se quejaban a Chitose-kun.

Al final, asumiría toda la responsabilidad sobre sus hombros.

—Su acción fue como la de un héroe.

En ese momento, el mundo empezó a brillar como el reflejo de un cristal.

Me regañaba, discutía conmigo y me trataba con despreocupación.

¿Por qué algo así me hacía tan feliz?

Chitose-kun gritó.

“¡Oh, cállense! Si tienen más quejas, nombraré a alguno de ustedes vice representante.”

Seguía haciendo el papel de villano y, en todo caso, había empeorado.

No era el momento de seguir llorando. Me enjugué bruscamente las lágrimas.

Hey, la yo de hasta ahora. Hey, la yo de aquí en adelante. Está aquí mismo.

La encontré, la encontré, la encontré. Mi juventud, mi—

Levanté la mano y me puse en pie enérgicamente.

“¡Yo, yo, yo! Si Saku va a ser representante, ¡¡yo tengo que ser la vice representante!!”

“¿Eh? ¿Por qué?”

“¡No te preocupes! ¡Cuidé mucho de los conejos y los peces medaka en la escuela primaria! Yo me encargo.”

“… ¿Qué tiene que ver cuidar un animal con esto?”

Volvía a tratarme con tanta despreocupación que no pude evitar levantar las comisuras de los labios.

¿Por qué? ¿No era obvio? Era tan sencillo, tan ordinario que me hizo reír—

Encontré al chico que me gusta. Sin embargo, era muy extraño.

Aunque siempre había despreciado que me trataran de forma especial, ahora pensaba lo contrario.

—Quiero ser esa persona especial en tu corazón.

* * *

“—Así fue como ocurrió.”

Eran las vacaciones de verano de mi segundo año de secundaria cuando hablé con Nazuna Ayase durante nuestro paseo por la zona comercial frente a la estación.

Desde que la conocí el otro día en una cita con Saku, habíamos estado en contacto bastante a menudo. Habíamos hablado antes de comprar ropa de verano, así que hoy acordamos ir de compras.

Era la primera vez que estaba a solas con una chica que no fuera Uchi desde que empecé la secundaria, así que estaba un poco nerviosa.

Al no ver ninguna reacción en particular, continué. “Entonces, ¿qué piensas?”

Me sorprendió que Nazuna me preguntara de repente por qué me gustaba Saku. Puede que haya hablado demasiado.

“Creo que… es molesto.” “¿Eso es todo?”

“Hay más, es incluso peor de lo que imaginaba.” “¡Eso es duro!”

Todo empezó cuando dejamos a Saku y Atomu para ir a tomar algo.

“—Te diré una cosa, si de verdad quieres salir con Chitose-kun, tienes que hacer algo o a este ritmo se te adelantaran.”

Eso fue lo que me dijo entonces. Para ser sincera, dio en el clavo porque hasta yo me había dado cuenta.

“… Como pensaba, esta razón no es suficiente.” Murmuré. De hecho, llevaba tiempo dándole vueltas.

Salvó a Yuzuki del incidente con los alumnos de la Secundaria Yan y de un acosador. Y, aunque no había oído hablar mucho de Nishino- senpai, era evidente que existía una profunda conexión entre ambos en la que no podía insertarme. Además, fue Haru quien le inspiró para volver a jugar al béisbol…

No sabía si sus sentimientos eran románticos, pero definitivamente les gustaba Saku.

Nazuna me dijo que este tipo de relación no duraría para siempre. Llevaba mucho tiempo huyendo de ella, pero probablemente tenía razón.

Solía pensar que las únicas chicas más cercanas a Saku éramos Uchi y yo, aunque él no sintiera nada por mí.

Pero ahora… no, tal vez había sido diferente desde hacía mucho tiempo; no éramos las únicas chicas a su alrededor.

Lo que hizo que mi pecho se apretara aún más fue que cada una tenía sus propias razones especiales para que le gustara Saku.

Y por “razones especiales” me refería a “vínculos especiales”.

No se me daba muy bien explicarlo, pero había historias entre ellos y Saku que sólo les pertenecían a ellos, y el vínculo se fue estrechando poco a poco, profundizándose, lo que se convirtió en la razón por la que les gustaba Saku.

No pude evitar pensar que mis motivos para que me gustara no eran nada comparados con los suyos. Casi podría decirse que para mí fue amor a primera vista.

Mientras le daba vueltas, Nazuna me miró impaciente. “¿Qué quieres decir?”

“Como salvarse de una crisis, de un encuentro fatídico o superar juntos las dificultades. Un amor sin tal razón se siente débil…”

“Huh, de ninguna manera, ahora me estás asustando.” “¿Es tan grave?”

Se oyó un fuerte suspiro.

A pesar de lo brusca que era conmigo, me di cuenta de por qué no me disgustaba Nazuna.

Gracias a Saku, las actitudes de Kaito y Kazuki hacia mí también se habían vuelto más informales, así que hacía tiempo que no pensaba en esas cosas, pero desde el principio Nazuna nunca me había tratado de forma diferente.

“Escucha.” Nazuna volvió a hablar. “¿Por qué importa la razón por la que te gusta alguien? Si te parece guapo, elegante o te gusta porque a menudo haces contacto visual, ¿a quién le importa? ¿No es normal?”

“Siento que no puedo llegar a él si la razón era demasiado normal.”

“¿Eh? Quieres tener una juventud normal, ¿no? Entonces, ¿no bastará con un romance típico?”

Me sorprendió su afirmación. Sin duda era cierto; hacía tiempo que deseaba ese tipo de vida, pero…

Volví a agachar la cabeza, inquieta.

“Supón que fueras un chico y estuviéramos en la misma clase en primer año…”

“¿Qué estás diciendo?”

“… Y Saku no estaba en la misma clase que nosotras. Si me hubieras regañado como hiciste antes, habrías sido tú la persona que me hubiera gustado en lugar de Saku. Dio la casualidad de que fue la primera persona en hacerlo.”

“Por favor, no me arrastres a tu extraña fantasía.”

Vaya, murmuró Nazuna y luego continuó.

“Si quieres decirlo así, supón que conociste a alguien aún más genial, más hombre, más simpático y más de tu agrado que Chitose- kun, pero que no te dio el trato especial que mencionas. ¿Cómo te sentirías?”

“¿Pero no existe tal persona?”

“¡No, escúchame!” Me dio una palmada en el brazo como un cómico. “¡Eso es! Esa es la respuesta, ¿verdad? Si crees que él es el único, ¿qué otra razón necesitas para enamorarte?!” Nazuna continuó. “Después de todo, es entonces cuando tu vida se llenó de color, ¿no? Tienes que valorar lo especial que sólo tú tienes, aunque no lo entienda del todo.”

Mi corazón dio un pequeño salto. La sensación que tenía en aquel momento era, sin duda, algo especial que sólo me pertenecía a mí. En comparación con los demás, mi especialidad no era en absoluto inferior.

Desde aquel día, había descubierto sentimientos nuevos cada día y, a pesar de las razones triviales, había mucho amor que seguía amontonándose en mi corazón incluso ahora.

Asentí para mis adentros. “Gracias, Nazuna.”