Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 205: Acuerdo Urgente

Klein instintivamente buscó en sus bolsillos. Sostuvo el encantamiento del sol Ardiente en una mano y el silbato de cobre de Azik en la otra.

Se dio cuenta agudamente de que el aura fría y etérea de Beyonder de este último se había desvanecido como si estuviera siendo suprimida por un poder invisible. Sin embargo, el primero todavía era cálido y reconfortante.

Haciendo uso de este sentimiento reconfortante, Klein entró en un estado de meditación. Bloqueó sus sentimientos de preocupación y no dejó que nada se filtrara.

Se volvió y lanzó una mirada a Leonard Mitchell, luego inclinó la barbilla hacia Megose.

Luego controló su expresión con sus habilidades de Payaso y le sonrió a Megose.

“¿Desea café, té negro o nada en absoluto?”

Megose se acarició el estómago como si estuviera escuchando algo.

“Una taza de agua tibia. De repente pensé en hablar con ustedes sobre Lanevus. Tengo la sensación de que saben mucho.”

“¿Quién le dijo eso?” Leonard ya no era el tipo frívolo que solía ser. Su sonrisa se había vuelto bastante rígida.

Megose de repente se rió.

“Mi hijo me dijo. Él sabe mucho. ¡Es muy inteligente!”

Klein luchó contra el impulso de maldecir. Se volvió hacia el tabique y le indicó a Leonard que mantuviera la conversación con Megose.

Leonard forzó una sonrisa y señaló hacia el sofá.

“Eso es exactamente de lo que me gustaría hablar. Queremos tener una charla con usted sobre Lanevus”.

Detrás del escritorio de la recepcionista, Rozanne miraba confundida. De repente se dio cuenta de que no necesitaba hacer nada.

Klein pasó rápidamente por la partición y abrió directamente la puerta de la oficina de Dunn Smith, luego cerró la puerta con un golpe.

Vio que Dunn parecía sorprendido antes de ponerse serio y decir con voz grave: “Capitán, ha sucedido algo grave. ¡Sé lo que Lanevus quiso decir con bomba!”

Dunn se levantó y señaló afuera.

“¿Megose?”

Obviamente había escuchado la exclamación de sorpresa de Leonard, pero no pudo ver las miradas de miedo y sudor frío en los rostros de sus compañeros de equipo.

Klein asintió y explicó rápidamente: “Traté de activar mi Visión Espiritual para observar a Megose y determinar su estado mental, pero mi intuición me impidió hacerlo. ¡Seguía ‘ ‘advirtiéndome’ que no mirara, que moriría si lo hacía!

“Eso me hizo recordar un dicho: ‘No puedes mirar directamente a Dios’. Incluso si el feto en el estómago de Megose no es un dios malvado que intenta descender sobre este mundo, o el engendro de un dios malvado, definitivamente es una criatura Mítica.”

“Capitán, conectando eso con el altar negro en los recuerdos de Hood Eugen, con sus habilidades de psiquiatra, con el peor de los tiempos como se describe en la carta de Lanevus, creo que mi conjetura está bastante cerca de la verdad: Lanevus obtuvo una magia ritual vinculada al Verdadera Creador, con ayuda de la Orden Aurora. Con la ayuda de Hood Eugen, convirtió a Megose en un recipiente para gestar cierto poder. Entonces, este poder hará uso del resentimiento, la opresión y la tristeza que rodea a las fábricas para crecer rápidamente hasta la madurez. En otras palabras, ¡el ritual mismo necesita este resentimiento, opresión y tristeza para tener éxito!”

Dunn consideró seriamente las palabras de Klein durante casi veinte segundos antes de asentir con expresión solemne.

“Pediré ayuda a la Santa Catedral de inmediato. ¡Esperemos que el bebé en el estómago de Megose todavía pueda esperar!

“Por supuesto, no podemos quedarnos sentados y no hacer nada. Dile a Leonard que mantenga a Megose tranquila y que le haga compañía. Notifica a la Sra. Orianna, Rozanne y el resto. ¡Haz que todos los no combatientes evacuen!. Me dirigiré a la parte trasera de las Puertas de Chanis después de enviar el telegrama. Tenemos que prepararnos para lo peor, que es si el bebé de Megose nace antes de la llegada de refuerzos de la Santa Catedral.”

“Como Capitán de los Halcones Nocturnos de Tingen, tengo la autoridad para usar las cenizas de Santa Selena durante una emergencia.”

Las cenizas de santa Selena… Las cenizas de un Beyonder de alta secuencia… Los sellos centrales dentro de las Puertas de Chanis Las  preocupaciones de Klein se aliviaron un poco. Rápidamente pensó en otras cosas.

“Capitán, también podemos pedir refuerzos a los Castigadores Imperativos y a la Maquinaria Mente Colectiva; ¡Deberían tener objetos sagrados similares!”

Klein tuvo un golpe de inspiración mientras murmuraba para sí mismo: “El caso de Lanevus estaba originalmente bajo el control de los Castigadores Imperativos. El viejo Neil y yo estuvimos allí para ayudar cuando uno de sus miembros mayores perdió el control…”

Mientras hablaba en voz baja, su voz creció a un crescendo.

“Capitán, ¿puede preguntar a los Castigadores Imperativos si el miembro que perdió el control estaba rastreando o manteniendo a Megose bajo vigilancia?”

“¿Sospechas que perdió el control porque fue corrompido por el bebé en el estómago de Megose? Eran responsables de Megose cuando se estaba llevando a cabo la investigación…” Respondió Dunn con seriedad. “No podemos tardarnos más. Ve con la Sra. Orianna y el resto. Aprovecharé este momento para enviar un telegrama y pedir ayuda primero a la Catedral Santa, luego informaré a los Castigadores y a la mAquinaria Mente Colectiva. Sí, también enviaré un telegrama al departamento de policía y veré si pueden encontrar una excusa para evacuar a los ciudadanos cercanos”.

“Está bien.” Klein había dado unos pasos fuera de la habitación cuando recordó algo. Pensó en la coincidencia de la repentina visita de Megose.

La imagen del edificio con la chimenea roja apareció en su mente. Se dio la vuelta rápidamente y le dijo a Dunn: “Capitán, una cosa más. ¿Recuerdas las coincidencias de las que te hablé? La pista del cuaderno de notas de la familia Antigonus estando en la casa frente al secuestro, Ray Bieber no logrando salir de Tingen a tiempo, Hanass Vincent exponiéndose por una coincidencia, y cómo un miembro de la Orden Aurora perdió la vida porque se me cruzó por casualidad, etc.

“Todas esas coincidencias son muy sutiles y difíciles de detectar, pero el hecho de que Megose viniera a buscarnos de repente justo después de que descubrimos la carta de Lanevus es demasiado obvio y directo. ¡Esta coincidencia ya fue descubierta ante nosotros, ya no está oculta! ¡Creo que la persona detrás de esto pronto hará un movimiento!

“Además, ¿por qué la señora Sharon se arriesgaría a matar al miembro del parlamento Maynard? ¿No es eso también una coincidencia?”

Dunn lo pensó y dio una respuesta solemne: “Incluiré este punto en el telegrama”.

Klein no perdió más tiempo. Salió de la oficina y se dirigió directamente a la oficina del contador en el lado opuesto.

La Sra. Orianna estaba preparando el presupuesto para los últimos tres meses del año. Quería completarlo con anticipación en caso de que el Capitán lo olvidara nuevamente. Cuando vio entrar a Klein, lo saludó con una sonrisa.

“Muchacho, ¿qué reclamos tienes para presentar hoy?”

Klein exhaló.

“Señora Orianna, hoy tendrá el día libre. Vuelva a casa inmediatamente.”

Orianna se congeló por un momento, mirando a la cara seria frente a ella, aturdida.

Unos segundos más tarde, se puso de pie nerviosa.

“Está bien.”

Klein agregó apresuradamente: “Ayúdeme a informar al resto de los empleados de la oficina y la armería. Informaré a Rozanne.”

“¡Sí!” Orianna ni siquiera empacó. Agarró su bolso y salió corriendo de la oficina de contabilidad.

Se volvió y miró a Klein después de entrar al corredor. Dibujó una luna carmesí cerca de su pecho y dijo: “¡Que todos ustedes sean bendecidos por la Diosa!”

Gracias…  Klein respondió en silencio. Pasó la partición hacia el área de recepción sólo para ver a Leonard charlando con Megose sobre Lanevus, su expresión rígida.

Klein se inclinó hacia Rozanne mientras llenaba una taza de agua tibia. Luego susurró: “Vete a casa, es peligroso aquí. Vuelve mañana.”

Rozanne abrió la boca en estado de shock, pero la volvió a cerrar después de ver la expresión severa de Klein.

Bajó la cabeza y empacó durante unos diez segundos antes de recoger su bolso y salir del área de recepción.

Justo cuando pasaba junto a Klein, se mordió el labio y susurró: “Para ser honesta, respeto a los Halcones Nocturnos tanto como odio a otras personas que se convierten en Beyonders…”.

…

Después de ver a los empleados evacuar el edificio, Klein le llevó agua tibia a Megose, dobló la espalda y la colocó sobre la mesa frente a ella.

“Tengo algo que resolver, volveré pronto”.

Mientras se ponía de pie, aprovechó la oportunidad para inclinarse hacia el oído de Leonard y susurró: “Mantenla aquí”.

Leonard apretó los dientes y abrió la boca con una sonrisa. Continuó su conversación con Megose y notó que Megose estaba un poco inquieta, como si estuviera perdiendo la concentración.

Klein regresó a la oficina del Capitán, solo para darse cuenta de que Dunn ya no estaba. Sobre la mesa había un telegrama. Era la respuesta de los Castigadores Imperativos.

“Entendido. Estaremos allí de inmediato.”

Sí… El Castigador Imperativo perdió el control por culpa de Megose…  Klein no podía calmarse mientras se dirigía al pasillo. No sabía si estaba esperando a que el Capitán recuperara las cenizas sagradas o a que llegaran refuerzos.

Me pregunto si los Beyonders de Alta Secuencia pueden teletransportarse… No lo creo…  Paseó un par de veces, de repente sintiéndose en paz. Vio que las lámparas de gas a ambos lados del corredor ahora estaban teñidas de un azul tenue.

En medio de la oscuridad, Dunn siguió las escaleras hasta el pasillo. En su palma había una caja de cenizas cuadrada, del tamaño de la palma de una mano.

Esta caja parecía hecha de plata pura, pero también se sentía como si fueran huesos humanos. Estaba tallada con muchos patrones misteriosos. Klein sintió más frío cuanto más cerca estaba de la caja, era como si el frío se filtrara rápidamente en su sangre.

El rostro de Dunn estaba bañado en una luz azul helada. Le dijo a Klein: “Ve a las puertas de Chanis y elige un artefacto sellado con la mayor capacidad ofensiva. Decide exactamente cuál con tu propio juicio. Ya se lo he dicho a Seeka y a los Guardianes del interior. Toma nota de las amenazas ocultas. De esos, hay tres Artefactos Sellados de Grado 2, que son…”

“Oh, ahora que he sacado las cenizas de Santa Selena, Seeka y los Guardianes no pueden dejar sus posiciones”.

En ese momento, Frye y Royale estaban en la casa de Kenley para los preparativos del funeral. Coincidentemente, el arzobispo de la catedral de Santa Selena se había ido al campo a predicar.

“Está bien.” Klein no dudó, y de inmediato se volvió hacia el sótano.

Cuando se acercaba a la intersección, Klein se detuvo. Sabía que la mayoría de los Artefactos Sellados detrás de las Puertas de Chanis en la ciudad de Tingen eran de Grado 3 y no tendrían mucho efecto en el bebé en el estómago de Megose. Era, como mínimo, una criatura legendaria.

El Emblema Sagrado del Sol Mutado podría funcionar, pero tarda demasiado en surtir efecto. No es adecuado para esto… Solo hay tres artefactos sellados de grado 2 en ciudad Tingen, y todos son artefactos muy peligrosos que fácilmente pueden resultar en mi muerte… Estimo que sus poderes son casi los mismos que mi Encantamiento de sol Ardiente, así que no se pueden tener demasiadas reservas más tarde. ¡Usaré el Encantamiento del Sol Ardiente sin dudarlo! Definitivamente sería tan poderoso como un Artefacto Sellado de Grado 2; después de todo, tiene el poder de la sangre divina…  La mente de Klein dio vueltas mientras asentía imperceptiblemente.

Buscó el Encantamiento del Sol Ardiente y el silbato de cobre de Azik en su bolsillo, pero se sorprendió al descubrir que la sensación de este último había regresado.

Independientemente de si era útil o no, Klein sacó un juego de bolígrafo y papel que se usaba para la adivinación y escribió un mensaje corto.

“Ha aparecido la persona que hizo que mi destino fuera inarmónico y robó el cráneo de tu hijo. Ha hecho arreglos para que Megose ingrese a la Compañía de Seguridad Blackthorn en el número 36 de la Calle Zouteland. Es muy probable que Megose esté albergando al hijo de un dios malvado.

“La situación es muy urgente”.

Guardó la pluma y dobló el papel. Klein sacó el silbato de cobre en la intersección y sopló, luego vio aparecer ante él al mensajero esquelético gigante.