Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 193: Llegando al Fin

El artículo que cubría lo que le sucedió a Qilangos no era largo, y todo lo que decía era la hora, el lugar, las personas involucradas y el resultado. Como decía el refrán, cuanto más sucinto es el contenido, más grave es la situación.

Algo que sucedió en Backlund a las ocho o nueve de la noche ya se está informando en Tingen esta mañana. La difusión de información en este mundo no es demasiado lenta debido a las contribuciones excepcionales del Emperador Roselle. Debe haber sido uno de los nobles o ministros que asistieron al baile quien filtró esta información a algún reportero, luego ese reportero usó el telégrafo para enviar esta sensacional noticia a las compañías de noticias en varios condados…

Los periódicos matutinos generalmente se redactan por la noche y se imprimen después de la medianoche antes de distribuirse por la mañana. Hubo tiempo suficiente para hacer cambios y publicar este artículo…

Solo con base en esta noticia, el Noticiero Matutino podría vender mil copias adicionales. Y eso solo considerando esta ciudad…

Los pensamientos de Klein se distrajeron más y más antes de finalmente calmarse.

Dado que el contralmirante Huracán Qilangos está muerto, eso significa que incluso si el Sr. Azik resultó herido, no sería demasiado grave…

Si fuera en serio, definitivamente habría sido capturado por los Castigadores Imperativos o los guardaespaldas Beyonder del Duque Negan que perseguían a Qilangos. Y al enfrentarse a tal situación, la Señorita Justicia y el Sr. Colgado definitivamente harían todo lo posible para informarme. El hecho de que esto último no sucedió es suficiente para indicar que todo está bajo control…

Sí, si el Sr. Azik no me da una respuesta, o si la Señorita Justicia y el Sr. Colgado no me rezan esta noche, haré sonar el silbato de cobre una vez más para llamar al mensajero y enviar una carta de consulta…

Relajándose, Klein desvió su atención del periódico y luego inspeccionó el vagón público.

La mayoría de las personas que podían pagar un transporte como este sabían leer, y bajo la influencia del término “extra”, muchos habían comprado el Noticiero Matutino. Ahora, algunos de ellos discutían en voz baja el incidente.

“El Rey de los Piratas y los Almirantes llevan mucho tiempo aterrorizando las rutas marítimas. Retroceden cuando ven los acorazados de los distintos países, pero no prestan mucha atención a los barcos mercantes… Aunque Qilangos apenas había sido incluido como uno de los Siete Almirantes Piratas durante menos de una década, él es el primero en ser asesinado por el gobierno…”

“Francamente, tengo curiosidad por saber qué estaba haciendo en Backlund. Cuando un pirata abandona el océano, la muerte es un resultado previsible”.

“Esperemos que haya un informe más detallado en el futuro”.

“Santo Señor de las Tormentas, deseo saber cuál de los guardaespaldas del Duque Negan mató a Qilangos. ¡Su recompensa fue de 10,000 libras completas!”

“10.000 libras… Si tuviera 10.000 libras, dejaría inmediatamente mi trabajo y compraría dos o tres viveros. Invertiría en las acciones de algunas empresas colonizadoras y ferroviarias, y recibiría un dividendo estable todos los años…”

“Esa es solo la generosidad de este reino. Intis, Feysac, Feynapotter y algunas organizaciones comerciales también ofrecen recompensas por el contralmirante Huracán Qilangos. Espero que haya un periódico que proporcione una lista completa de las recompensas”.

¿10.000 libras? Klein se sorprendió al escuchar eso.

Con su salario ya impresionante, le tomaría veinte años para poder ahorrar tanto dinero incluso sin comer ni beber.

Si tan solo…Olvidalo, yo tampoco puedo hacer nada. Sería imposible para mí reclamar la recompensa…  Dobló el periódico un poco abatido y miró por la ventana del carruaje.

En este punto, finalmente concluyó que el incidente con el Contraalmirante Huracán Qilangos había llegado a su fin. Solo quedaba atar los cabos sueltos, como el lote del diario de Roselle que le había prometido el Colgado.

***

Backlund, distrito de Cherwood.

Fors Wall y Xio Derecha caminaban por la calle hacia la sucursal más cercana del Banco  Varvat.

“Mi dinero parece desaparecer sin que me dé cuenta”. Fors suspiró.

Xio sintió lo mismo.

“Así es.”

“Afortunadamente, mi libro es bastante popular, y todavía se envían regalías a mi cuenta. De lo contrario, tendría que encontrar una clínica u hospital y volver a ser médico”. Fors dejó escapar un suspiro, tanto de satisfacción como de preocupación.

Xio se quedó en silencio por un momento antes de preguntar cuidadosamente: “¿La investigación de Qilangos afectará tu estatus como autora? Después de todo, podríamos estar bajo la atención de los Castigadores Imperativos, los Halcones Nocturnos y el resto…”

“No, la único en la que se centrarían eres tú”. Fors se rió. “Tú fuiste quien envió a alguien a hacer un informe policial. Lo mismo para el que envió la carta y eres famosa entre los callejones y pandillas del Distrito Este. En cuanto a mí, Fors Wall, sigo siendo una autora de bestsellers”.

Xio dijo aturdida: “¿Entonces me has estado acompañando todo este tiempo?”

Fors le acarició el pelo y se rió.

“¿No encuentras que esta fue una experiencia interesante? Esta experiencia me ha proporcionado la inspiración que tanto necesitaba para mi trabajo. Mi próxima novela será sobre un asesinato repentino y brutal”.

Xio hizo una pausa, sin saber cómo continuar la conversación. Todo lo que pudo hacer fue seguir caminando amargamente, olvidándose de girar hasta que Fors la arrastró hacia atrás.

En ese momento, escucharon un grito del repartidor de periódicos.

“¡Extra! ¡Extra! ¡El contralmirante Huracán Qilangos ha muerto en Backlund!”

…

¿Ah? ¿Qué? Xio y Fors se miraron confundidas.

Solo recobraron el sentido después de que el repartidor de periódicos lo repitiera varias veces.

“¿Qué? ¿Qilangos está muerto?” Fors no podía creer lo que estaba escuchando.

“¡Él está muerto! ¡Cómo murió tan repentinamente!” Xio, que estaba tratando de esconderse de la persecución de este pirata despiadado, estaba conmocionada y aturdida.

Esto… ¿no tiene que seguir un procedimiento normal? Primero, encuentran pistas para confirmar el motivo de Qilangos, luego reunirían a poderosos Beyonders y lo emboscarían. Matar al pirata era el último paso… Pero, Qilangos fue asesinado a pesar de que el primer paso aún no se había completado… Murió así…  Fors y Xio intercambiaron miradas como si fueran dos estatuas de mármol.

Casi un minuto después, Xio cargó contra el repartidor de periódicos y compró una copia del Clarín de Tussock.

Este era uno de los tres periódicos más distribuidos en el Reino Loen.

“Oh… Qilangos está realmente muerto, asesinado por el guardaespaldas del Duque Negan. Oh Diosa, el guardaespaldas de Negan es…” Xio jadeó, dejando de lado el ‘poderoso Beyonder’, que había querido decir.

Fors miró a su buena amiga con pena.

“Pensar que creerías todo lo que dicen los periódicos…”

“Muy bien, tal vez alguien se dio cuenta de antemano del motivo de Qilangos, y los Castigadores Imperativos, Halcones Nocturnos, La Maquinaria Mente Colectiva y los militares cooperaron y ejecutaron una emboscada exitosa…” Xio se congeló y exhaló. “Ya no tenemos que preocuparnos por eso. Podemos volver a nuestras vidas normales, pero tenemos que evitar la esfera de influencia de esa comisaría de antes”.

Miró a Fors y preguntó, un poco preocupada: “¿Cuánto crees que nos pagará ahora la señorita Audrey? Sé que unos cientos de libras no serían demasiado para ella, pero realmente no hemos completado lo que nos pidió…”

“No, al menos hicimos que Qilangos apareciera por su propia voluntad. La razón por la que se apresuró a tomar medidas y caer en la emboscada definitivamente se debió en parte a nuestras contribuciones”, la consoló Fors. “Con la generosidad de la señorita Audrey, nos dará la mitad de la recompensa aunque no nos la dé toda”.

“Esperemos que sí…” Xio respiró hondo y tenía una mirada expectante. “Me pregunto quién reclamará esa recompensa de 10,000 libras…”

“Seguro que invita a la envidia de los demás. Si tuviera tanto dinero, me habría convertido en una Secuencia 7 o 6 hace mucho tiempo, ¡pero perdí la oportunidad una y otra vez!” Fors también sintió un poco de pena, pero le recordó a su amiga: “Xio, no nos comuniquemos con la señorita Audrey por el momento. Que se ponga en contacto con nosotros por su propia voluntad. Hay demasiados detalles ocultos en torno a la muerte de Qilangos. Buscar a la señorita Audrey abruptamente podría ponernos en una situación peligrosa”.

Xio primero asintió antes de decir sorprendida: “¿Cómo supiste que estaba pensando en dirigirme al Distrito de la Emperatriz?”

“Intenta adivinar” Fors se rió en respuesta.

***

Después de una mañana ajetreada, Klein regresó a la Compañía de Seguridad Blackthorn. Informó a Dunn Smith: “Capitán, las personas conectadas con Lanevus que investigué no tienen problemas. Eran simplemente víctimas, no asociadas con ningún incidente de Beyonder”.

Dunn apoyó ambos codos en su escritorio.

“Entonces detén eso por el momento. Nos centraremos en los sospechosos más probables después de que el resto de los miembros hayan terminado con sus investigaciones. No podemos dirigir toda nuestra mano de obra a este incidente. Tenemos que protegernos contra otros incidentes repentinos”.

“Está bien.” Klein estaba a punto de ponerse de pie y dirigirse a almorzar cuando escuchó que llamaban a la puerta.

“Por favor, entre”, dijo Dunn con su voz suave.

El picaporte se movió y Rozanne se asomó al interior.

“Capitán, alguien está aquí con una misión”.

Una misión… Esto parece estar dirigido a la Compañía de Seguridad Blackthorn y no al Escuadrón de Halcones Nocturnos. Entonces, ¿quién vino a nosotros por error esta vez? Klein se preguntó a sí mismo.

Dunn pensó por un momento antes de decir: “Podemos ir a escuchar la solicitud y rechazarla si es demasiado problemática”.

Se arregló la camisa y el chaleco mientras salía de la oficina. Se abrió paso a través de la partición y hacia el sofá en el área de recepción. Klein y Rozanne lo siguieron con curiosidad.

Había dos señoras en el sofá, ambas con sombreros negros y vestidos sin ningún color extra.

Una de las damas era regordeta y tenía la piel clara. Su rostro estaba completamente oscurecido por el velo negro de su sombrero.

Klein sintió una sensación de familiaridad cuando la vio, como si la hubiera visto en alguna parte antes.

Justo cuando estaba recordando, escuchó hablar a la dama más delgada a su lado.

“La misión que nos gustaría encomendar es que rastreen y vigilen a la señora Sharon y encuentren pruebas de sus crímenes”.

Señora Sharon…  De repente, Klein tuvo una epifanía y recordó de dónde procedía la sensación de familiaridad.

La señora que permaneció en silencio era la esposa del miembro del parlamento Maynard, la hija del líder del Partido Nuevo.

Le resulta difícil aceptar la muerte de su esposo y no está dispuesta a aceptar la conclusión a la que llegó el departamento de policía, ¿entonces acudió a una empresa de seguridad en privado para hacer otra investigación?

Y pensar que vino directamente a nosotros…  Klein negó con la cabeza y se rió para sí mismo.

(Mr Insomne: Qué coincidencia.. (͠≖ ʖ͠≖))