Dungeon Busters (NL)

Volumen 3

Capítulo 4: El Mundo Entra en Crisis

Parte 3

[Estados Unidos de Gamerica — Departamento de Defensa]

<¡¡TÚ!!! ¿Quieres salvar el mundo? ¿Estás dispuesto a tomar las armas para unirte a esta gran batalla interminable? ¿Tienes la voluntad de luchar incansablemente durante diez horas cada día? ¿Sacrificar tu vida por el bien del mundo y de tus seres queridos? ¡¡¡Si tu respuesta es SÍ, únete a nosotros en Dungeon Commando (Comando Mazmorra)!!!>

Rebecca, la secretaria, leyó el panfleto antes de soltar un suspiro exasperado. Para conseguir aventureros de rango C, no había más remedio que pisotear por completo los derechos de los trabajadores, ignorando las normas sobre horas extras o vacaciones pagadas. Está claro que la gente de Dungeon Busters no pensó en la conciliación de la vida laboral y familiar cuando escribió su guía. Después de 180 días de espantosa lucha sin parar, la puerta del Rango C puede o no abrirse… Qué tontería más absurda.

Cuando leyó la guía, al principio incluso se preguntó si se trataba de una especie de estratagema japonesa.

“Comparado con eso, las guerras de Vietnam e Irak fueron un juego de niños. Así que… ¿alguien se molestó en presentarse después de leer un panfleto como éste?” Preguntó Rebecca, mirando al hombre sentado con las piernas cruzadas frente a ella, que no dejaba de dar vueltas en su lujoso sillón de cuero.

Isaac Roland, el hombre encargado de manejar la respuesta de las mazmorras de Gamerican como Jefe de Comando, se abanicó con el panfleto mientras se reía de su propia situación.

“Sé que lo que pido es una locura, pero que la gente sobrepase los límites del cuerpo humano ya es una locura de por sí. No puedo dar órdenes a la gente y obligarla a pasar por esto. Por eso estoy tratando de reclutar voluntarios. Si alguien que no está realmente preparado para esto es forzado a hacerlo, definitivamente desarrollará un TEPT, como señaló el Señor Ezoe. Por eso estoy comprobando los motivos de cada candidato mediante entrevistas.”

Desde que los aventureros de rango C habían aparecido en Japón, en la UE e incluso en la República Oriental del Sina, Gamerica no tuvo más remedio que empezar a tomarse en serio la limpieza de mazmorras también. Por ello, el gobierno había emitido una orden directa para limpiar mazmorras, diciendo que debían asegurarse de limpiar una mazmorra, como mínimo.

“Necesitamos gente que no esté en esto por la fama o el dinero, gente que quiera enfrentarse a las mazmorras por el bien de sus familias. Tampoco podemos tener gente que luche por el propio país. Un motivo tan abstracto no sirve. Tienen que hacerlo por alguien o por algo concreto. Si no, no podrán resistir”, dijo Isaac.

“Eres consciente de que vamos a recibir quejas del NCLU y de otras organizaciones de derechos humanos, ¿verdad?”

“Que se quejen. Estamos al borde de la extinción. ¿A quién demonios le importan los derechos humanos? Si no hacemos nada, todos mueren. La gente como ellos no admitirá que se equivocaron hasta que los goblins empiecen a hincarles el diente.”

“Si se me permite sacar a colación algo que podría estar relacionado con esto…” Rebecca comenzó. “Se trata de Joker. Algunos grupos de aquí han declarado que lo seguirían, incluyendo sectas radicales, grupos de extrema izquierda Antifa y grupúsculos satanistas.”

“Los idiotas vuelven a hacer de las suyas”, respondió Isaac al cabo de un rato, suspirando.

La expresión de Rebecca también se ensombreció. Gamerica era un país libre. Poder decir que la humanidad debía extinguirse y que las mazmorras no debían limpiarse también formaba parte de la libertad. Sin embargo, el auge de Internet había hecho que fuera demasiado fácil para cualquier individuo defender su opinión. No era una situación ideal desde el punto de vista de un legislador. El uso de los medios de comunicación para influir en la opinión pública era una herramienta popular que se había utilizado ampliamente durante todo el siglo XX, y aunque todavía se utilizaba en la actualidad, estaba perdiendo gradualmente su eficacia. Las opiniones extremistas y la demagogia tienden a ganar adeptos con facilidad, lo que a su vez ha provocado el auge del populismo en los países avanzados.

“Aunque la mayoría sigue estando en contra, cada vez más gente empieza a declararse a favor de apoyar a Venisuela si eso significa que se puede detener la Estampida de los Monstruos. Incluso se ha creado un ‘Fondo del Bromista’. Si cada uno de los trescientos millones de personas de la Tierra que ganan más de veinte mil dólares al año da cien dólares, eso ya supondría treinta mil millones de dólares, incluso sin llegar a ofrecer el veinte por ciento de nuestro PIB. Eso es más que suficiente para dar un giro a la situación económica de Venisuela. No es de extrañar que algunos empiecen a pensar que es un precio aceptable para asegurar la supervivencia.”

“Estamos ante un ataque terrorista contra toda la humanidad y no contra un solo país. No es de extrañar que los más sensibles ya estén pensando en pagar. Sin embargo, si se salen con la suya una vez, no veremos el final. Lo que dice Joker no está mal. Para que la gente de Gamerican pueda disfrutar de gruesos filetes a gusto, también tiene que haber gente que apenas pueda alimentarse con gachas baratas. Llevamos a otras personas a la miseria para que nosotros podamos disfrutar de una vida feliz. Eso es el capitalismo al final. Tal vez la igualdad que viene con el fin del mundo es lo mejor que puede esperar la gente a la que se le ha dado el extremo corto del palo repetidamente.”

“Me pregunto cómo acabará todo…” Dijo Rebecca al cabo de un rato, con el rostro pálido.

Isaac permaneció en silencio.

***

[Sede de Dungeon Busters]

Me llamo Okajima Takashi y tengo veinticinco años. Me gradué en la universidad y desde entonces trabajo en mi prefectura natal, Nagano. Mi familia no es muy acomodada, así que conseguí un préstamo estudiantil para pagar la universidad. Después de graduarme, me quedé con una deuda que tuve que pagar en cuotas mensuales durante unos veinte años. Sin embargo, después de tres años de trabajo, tuve que enfrentarme a un gran problema. Mi novia se quedó embarazada.

Mis ingresos netos eran de unos ciento cincuenta mil yenes al mes, y tenía que devolver veintiséis mil yenes. Si encima tenía que mantener a un niño, mi situación económica se iba a complicar bastante. Mi novia me dijo que iba a abortar, pero yo no iba a obligarla a renunciar al bebé sólo por el dinero. Eso me convertiría en un fracaso como hombre, y estaba seguro de que lo lamentaría el resto de mi vida. Necesitaba ganar dinero de alguna manera por el bien de mi bebé, así que decidí seguir el camino de un aventurero.

“Toma, Okajima-san. Esta es su paga por hoy, quinientos mil yenes.”

Me dieron un grueso sobre lleno de crujientes billetes. Mis manos temblaron. Acababa de unirme a Dungeon Busters, el mayor clan de aventureros del mundo, cuyo objetivo era acabar con las mazmorras. Después de pasar por un campamento de entrenamiento, me había ganado la licencia de aventurero e inmediatamente conseguí una entrevista con el personal de Dungeon Busters. Decidí ser sincero con ellos y les dije que necesitaba ganar dinero para mi hijo, que aún no había nacido.

Después de esa primera entrevista, me hicieron esperar quince minutos antes de reunirme con el jefe, Ezoe Kazuhiko-shi, para la última entrevista. Ezoe-shi me preguntó por qué quería unirme a ellos.

“Después de todo, ser minero debería ser más que suficiente si es sólo por el dinero”, había dicho.

Le dije que quería proteger a mi hijo. Hizo una pausa y estudió mi rostro durante un rato antes de sonreír.

Y ahora, aquí estaba, en los dormitorios de la sede de los Busters. “Rie, he vuelto.”

Entré en la habitación, y Rie, que ahora estaba embarazada de seis meses, me recibió con una sonrisa. Ya había alcanzado el rango E y esperaba llegar al rango D antes del final de la Semana Dorada. Después, aspiraría al rango C, luego al B, y trabajaría junto a los Busters para salvar el mundo. Un día, cuando mi hijo fuera lo suficientemente mayor, podría presumir de que papá era uno de los héroes que habían salvado el mundo.

“¿Cómo te sientes?” Le pregunté.

“Estoy bien. Tengo mucha gente pendiente de mi estado, y mis senpai también me apoyan. Me han dicho qué esperar y a qué debo prestar atención.”

Dungeon Busters contrató a amas de casa del barrio para que se encargaran de la cafetería. Podíamos comer comida que había sido cuidadosamente preparada — teniendo en cuenta el tamaño de las porciones, el sabor y el equilibrio nutricional — de forma gratuita. Sinceramente, estuve tentado de quedarme en los dormitorios para siempre. Pero era imposible. Nos casaríamos después de que naciera el bebé y también tendríamos que dejar este lugar.

Una vez que alcanzara el rango D, me uniría al equipo Kirihara. Nuestro trabajo consistiría en ocuparnos de los aventureros convertidos en criminales que acabarían apareciendo, en lugar de limpiar mazmorras.

Ezoe-shi me había dirigido a este equipo él mismo, diciendo que sería mejor para una recién casada como yo.

“Por lo visto, los Busters han comprado un terreno cerca de aquí y van a construir allí un complejo de apartamentos. Vamos a mudarnos allí cuando esté hecho.”

“Claro. Pero cuídate, ¿de acuerdo? No exageres. Si crees que la situación pinta mal, tienes que huir.”

“Sí…”

Ser un aventurero significaba arriesgar tu vida. Dungeon Busters tenía un fuerte incentivo en la seguridad, pero aún así acabábamos siendo heridos de forma regular. Por supuesto, teníamos una reserva interminable de pociones a mano, por lo que los pequeños cortes y contusiones no eran un problema en absoluto.

Mañana era la mitad de la Semana Dorada, y yo había conseguido un día libre . Había oído que las embarazadas debían hacer algo de ejercicio, así que tal vez debería llevar a Rie al parque Shinozaki para dar un pequeño paseo.

***

[Abismo Mazmorra de Rango A — Ezoe Kazuhiko]

Ya habían pasado trescientos días en la mazmorra, y habíamos matado a más de doscientos cincuenta mil magos antiguos. Sin embargo, no habíamos conseguido subir de rango en absoluto. Habíamos terminado de explorar la planta 5, pero tampoco podíamos avanzar, como si estuviéramos atascados aquí. Estábamos descansando en la Zona de Seguridad de la Planta 5, y mi irritación estaba alcanzando un nuevo nivel.

“¡¿Por qué?! ¿Por qué no podemos subir de rango?” Pregunté.

“Aniki, volvamos a la superficie. Deberíamos parar y recomponernos por ahora.”

“Estoy de acuerdo”, añadió Akane, “puede que me esté extralimitando al decir esto, pero también creo que necesitas tomarte un tiempo para calmarte. Es posible que el método actual de aumentar el peso y luchar continuamente no funcione para los rangos superiores. Por favor, vuelve a la superficie.”

Aplasté mi copa de titanio en la mano y ambos dejaron de hablar. Dejé escapar un fuerte suspiro antes de sonreír.

“Lo siento. Me he irritado un poco porque las cosas no han progresado como esperaba. Akira, Akane, los dos tienen razón. Volvamos por ahora. Hemos conseguido reunir bastantes cartas. Si tiramos el gacha con cartas de monstruos de rango B, deberíamos conseguir muchas cartas SR.”

“También deberíamos pedirle consejo a Shifu Liu. Tal vez luchar contra monstruos de rango B no sea suficiente para llegar al rango A. Podría ser más efectivo ir por monstruos de rango A con un equipo de cinco o más jugadores de rango B.”

“Tienes razón”, admití. “Se me ocurren muchas posibilidades, en realidad. Deberíamos ver el panorama general e intentar pensar en la mejor estrategia a medio y largo plazo.”

Decidimos volver a la superficie. Era temprano en la noche cuando salimos de la mazmorra, y un apetitoso olor provenía de la cafetería. Quizá debería emborracharme y pasar la noche con Akane. Ya ha pasado un tiempo.

El tercer piso del edificio principal de la sede era mi hogar. En medio de la noche, me escabullí del dormitorio a mi oficina y miré los registros anteriores que había hecho. Los esfuerzos necesarios para pasar del Rango F al Rango E no eran nada en comparación con lo que se necesitaba para pasar del Rango C al Rango B. Esperaba que la cantidad necesaria para alcanzar el Rango A también siguiera una progresión exponencial, pero no esperaba que fuera tan difícil. Cuando estaba en el rango C, podía sentir que me hacía más fuerte en pequeños incrementos hasta alcanzar el siguiente rango. No había tenido esa sensación desde que alcancé el rango B. En todo caso, sentía que tanto mi cuerpo como mi estado mental se estaban desgastando por el constante desgaste.

Lo sentí un poco por Akane, ya que esta noche me había desquitado con ella. Ahora mismo estaba dormida, completamente agotada.

“Demos un paso atrás y pensemos. Hasta ahora, he estado luchando contra monstruos del mismo rango mientras aumentaba gradualmente los pesos que llevaba. Si este método no funciona, tengo que pensar en otra cosa.”

Todavía había muchas cosas que no sabía sobre las mazmorras. Hacía tiempo que me habían hecho un examen médico y me habían dicho que tanto mi densidad muscular como mi densidad ósea estaban muy por encima de lo normal. Mi velocidad de división celular, la velocidad de regeneración de la piel y la función cardiopulmonar también eran completamente inhumanas. Al parecer, en el mundo de la medicina habían empezado a llamar a la gente como yo “altos humanos”.

“Es un poco pronto para asumir que el aumento de las cargas de combate y de peso no va a funcionar. En todo caso, tal vez el problema sea que nuestros cuerpos son incapaces de seguir el ritmo de los cambios. El entrenamiento, el elemento de mejora y las altas cantidades de nutrientes son necesarios para fortalecer el cuerpo. Sin embargo, no estamos en un juego. El proceso no es instantáneo. Sin embargo, mantener este estilo de vida durante mucho tiempo es difícil desde el punto de vista mental. El método más rápido debería ser…”

Si el problema fuera la velocidad a la que nuestros cuerpos se hacen más fuertes, cambiar las condiciones de entrenamiento podría ser la respuesta. Aumentar los pesos o el tiempo de lucha sería casi imposible. En ese caso, lo que habría que aumentar era la cantidad de elemento de mejora que absorbíamos.

“Es un poco arriesgado, pero quizá debamos intentar luchar contra monstruos de rango A…”

Tendría que discutirlo con Akira y los demás antes de tomar una decisión, y también quería escuchar la opinión de Liu Fengguang. Decidí pensarlo un poco más mientras esperaba que Rinko y los demás alcanzaran el Rango B.

***

[Venisuela — Joker]

La pálida luz resplandeciente desapareció mientras nacía un nuevo monstruo. Era un soldado goblin, un monstruo de Rango C. Gimió antes de inclinarse para saludarme. Asentí con calma mientras daba una calada a mi cigarrillo. Vamos a entrenar a este también. Lo llevaré al rango B. Pronto, mi legión estará lista y estaré un paso más cerca de mi ideal.

Síntesis de Monstruos.

Ese era el nombre de la habilidad que tenía la carta de personaje Mifa de Leyenda Rara. Los Cazadores de Mazmorras y los Cruzados se esforzaban por limpiar las mazmorras ellos solos. Qué idiotas. No había necesidad de que los humanos sudaran. Era mejor dejar que el monstruo lo hiciera.

Aunque, supuse que la Síntesis de Monstruos podría ser un prerrequisito para esta estrategia.

“La República Oriental de Sina y Gamerica han conseguido algunos Rangos C propios. Mifa, ¿estás segura de que llegarán pronto a su límite?”

“Lo harán. En la situación actual, nadie puede alcanzar el rango A. Las restricciones del sistema de mazmorras no lo permiten. Cualquiera puede llegar fácilmente al rango B, pero para alcanzar el rango A, es absolutamente necesario superar primero una mazmorra de rango B. Lo mismo ocurre con el rango S…”

“Ya que lo sabes, asumo que los otros personajes de Leyenda Rara también lo saben, ¿verdad?”

“No estoy segura”, admitió Mifa. “Los 108 pilares se quedaron con diferentes recuerdos, y todos tenemos nuestras propias fortalezas y debilidades. Nuestras habilidades de lucha también están en niveles muy diferentes. Yo no puedo luchar, pero puedo cubrirlo con mis conocimientos.”

Asentí con la cabeza tras escuchar las palabras de Mifa. Los Dungeon Busters y los Cruzados tuvieron la amabilidad de enumerar abiertamente las mazmorras que habían despejado. Al parecer, todas eran mazmorras de rango D o rango C. No sabía qué hacían los Sineses, pero dudaba que pudieran ser más rápidos que los Dungeon Busters. Eso significaba que todos ellos permanecerían perplejos durante un tiempo. Ahora era el momento de dejarlos en el polvo y adelantarse. Además, tenían que superar todas las mazmorras. Nosotros no. La situación estaba muy a nuestro favor.

“Arnold y Josef han alcanzado el rango C, jefe.”

“Bien. Empecemos entonces con el siguiente paso. Trabajaremos lentamente hacia el Rango B aquí, dentro de Gula la Mazmorra de Rango S.”

“¡Sí, jefe!” Los subordinados de Joker exclamaron al unísono.

Con una veintena de monstruos de Rango B, ahora debería ser capaz de aplastar a las tropas en un solo país. Les daré una lección a esos bastardos que remodelan la justicia a su antojo para satisfacer sus intereses. ¡Haré que sepan que yo soy la justicia!

***

[Abismo — Planta 6 — Ezoe Kazuhiko]

En el último día de la Semana Dorada, entramos en la Planta 6 de Abismo. Rinko, Masayoshi, Amane y Hisato habían subido con éxito al Rango B. Sin embargo, todo el mundo había llegado a un punto muerto, incluyendo a Akane y los otros personajes de Leyenda Rara. Incluso Liu Fengguang, nuestro especialista en entrenamiento, estaba perdido.

“Lo siento. Yo tampoco tengo la menor idea de por qué está pasando esto. Los Pilares no deberíamos tener problemas para alcanzar el Rango A, y sin embargo…” Shifu Liu admitió.

Mi suposición actual era que luchar contra monstruos de rango B no nos acercaría al rango A, así que había decidido pasar al siguiente piso para luchar contra monstruos de rango A, a pesar de los riesgos. En la planta 6, nos encontramos con los trolls de las cuevas, monstruos de rango B. Eran gigantes de un solo ojo y no parecían tan brillantes a primera vista, pero tenían el cerebro necesario para idear tácticas mientras hacían uso de su fuerza titánica. Incluso se movían sorprendentemente rápido. Tuvimos suerte de que sólo aparecieran de uno en uno.

“Aniki, esta mazmorra es realmente diferente a las demás”, señaló Akira mientras nos abríamos paso por la planta 6.

Me había dado cuenta antes de que dijera nada. Los caminos eran amplios, y el techo inusualmente alto. Nos permitía tener una visión clara en todo momento y reducía el riesgo de ser emboscados, pero un entorno así también daba ventaja a los gigantes, como los trolls de las cavernas.

“Sí, este lugar es totalmente diferente a las mazmorras de rango B e inferiores. Las mazmorras de rango A no son ninguna broma…” Susurré, empezando a sentirme algo incómodo.

Las mazmorras de rango A y superior tenían un nombre específico. Sólo por ese hecho ya destacaban. No era de extrañar que la estructura también fuera diferente. Aun así, no podía evitar tener un mal presentimiento, como si me estuviera perdiendo algo realmente importante…

“¡Ya viene!”

Otro trol de las cavernas se acercó a nosotros. Detuve mi hilo de pensamiento y me centré en el enemigo que tenía delante. Era un monstruo bastante peligroso, pero los nueve éramos de rango B. No perderíamos.

“Pronto deberíamos ver las escaleras del siguiente piso”, dijo Shifu Liu.

“Lo he encontrado. Kazuhiko-sama, ¿deberíamos bajar? Es muy probable que los monstruos de rango A nos esperen abajo”, añadió Akane.

“¡Yo… Tengo hambre!” N’gie también tenía algo que decir.

Habíamos encontrado las escaleras que bajaban a la Planta 7, pero no había necesidad de apresurarse. Nos tomamos un descanso en la planta 6, revisamos el equipo de todos y comimos carne motsunabe. Nuestro equipo de amas de casa, apasionado por la cocina, se había tomado la molestia de preparar este magistral plato con dashi de hueso de pollo casero, y no pude evitar tararear. Siempre preparaban más que suficiente para que comiéramos, a pesar de que hacíamos cinco comidas al día. Era imposible que la falta de nutrición fuera la razón por la que no pudiéramos clasificarnos.

“Por cierto, Kazu-san, antes parecías muy pensativo. ¿Pasa algo?”, preguntó Hisato.

“¿Ah, sí?” pregunté, tratando de recordar.

Aunque recordaba que me sentía inquieto, no podía recordar la razón. ¿En qué había estado pensando?

“No lo recuerdo. Tenía la sensación de que nos habíamos perdido algo, pero…”

“Kazuhiko-sama, realmente creo que deberíamos abstenernos de intentar luchar contra monstruos de rango A. Incluso con nueve Rangos B, no estoy segura de que tengamos éxito…” Akane comenzó.

“En efecto, es peligroso. La diferencia de fuerza entre los de rango B y los de rango A es tremenda. Si te preocupa lo más mínimo, te recomiendo que te retires. Si te equivocas, puedes acabar perdiendo la vida de un solo golpe”, continuó Shifu Liu.

“Eso es cierto, pero… Luchar contra monstruos de rango B no nos lleva a ninguna parte. He estado pensando que tal vez luchar contra monstruos de rango A sea la única forma de alcanzar el rango A.”

Tanto Akane como Shifu Liu intentaron hacerme cambiar de opinión, lo cual tenía sentido. No era un movimiento seguro. Pero si no hacíamos nada, no se sabía cuándo podríamos llegar al Rango A. Aceptar el riesgo era necesario para salir de este atolladero, ¿no? Para ser sincero, yo también tenía algunas dudas. Sin embargo, no podía dejar que se notara como líder.

Akane soltó una risita. “Vuelves a ser tú mismo, Kazuhiko-sama”, susurró en voz baja, con una sonrisa en el rostro.