Dungeon Busters (NL)

Volumen 3

Capítulo 3: Caos en Sud-Gamérica

Parte 1

Venisuela era un país sudgamericano con una superficie total de unos novecientos mil kilómetros cuadrados y una población de treinta millones de personas. Contaba con abundantes recursos subterráneos, como petróleo, gas natural, bauxita, mineral de hierro y níquel, e incluso fue calificado como el país más rico de Sudgamérica en la década de 1970. Sin embargo, los dos mayores partidos políticos del país se confabularon en secreto y, bajo la pretensión del Pacto de Puntofijo, asestaron un gran golpe a la democracia del país, inmovilizando su capacidad para depurarse de la corrupción. Como resultado, la corrupción se convirtió en un fenómeno desenfrenado, y el gobierno cayó en un estado de privación. La situación económica del país empeoró a pesar de sus enormes beneficios comerciales, y la brecha de riqueza se amplió.

A finales del siglo XX, Hugo Chávas, un comunista que también formaba parte del ejército, asumió el cargo y llevó a cabo reformas estructurales de forma acelerada. Esto se conoció como la Revolución Bolivariana, tomada del nombre del héroe sudgamericano Simón Bolívar. Sus políticas incluyeron la creación de un sistema de salud gratuito para los pobres, así como la división y redistribución de las tierras de los grandes terratenientes. Las personas ricas y las empresas internacionales, entre otras, acabaron sufriendo las tensiones de estas políticas. Como reacción, los Estados Unidos de Gamerica encargaron a la CIA la misión de orquestar un golpe de estado. No tuvo éxito, y el gobierno de Chávas perduró, volviéndose cada vez más antigamericano y anticapitalista. Finalmente, Chávas decidió reforzar su control sobre los medios de comunicación, ignorando la constitución para llevar a cabo unas elecciones para un tercer mandato, antes de modificar simplemente la constitución para eliminar los límites de los mandatos. El país había empezado a convertirse en una dictadura.

Al final, Chávas el revolucionario pudo triunfar sobre muchas cosas, pero no sobre su enfermedad. Cuando se revisó la constitución para permitir las reelecciones ilimitadas, su cuerpo ya estaba plagado de cáncer. Había intentado mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora, pero en realidad había hecho que la pobreza se extendiera y que el orden público de su país empeorara al proponer ideologías antiliberales e impedir el libre mercado.

Tras el fallecimiento de Chávas, el vicepresidente Carlos Madura se convirtió en el nuevo presidente. Formó un gobierno comunista y heredó las ideologías antigamericanas y antimercado de Chávas. Sin embargo, el desplome del precio del petróleo y su incapacidad para controlar la inflación hicieron que el país atravesara una sombría crisis económica que impulsó al partido opositor a una posición de liderazgo tras las elecciones.

A diferencia de los conservadores, que hacían hincapié en la ley y el orden, el grupo reformista esperaba que se implantara un sistema totalmente nuevo y se negaba a ceder el poder tan fácilmente. Madura perdió entonces dos tercios de los escaños del parlamento y, como tal, sorprendió a todos y decidió recurrir al Tribunal Supremo para frenar el poder del propio parlamento. Otorgó el poder legislativo al Tribunal Supremo y pisoteó por completo una de las bases de los gobiernos modernos: la separación de los tres poderes.

Por supuesto, el parlamento Venisuelano pidió su destitución y estallaron protestas en Caracas, la capital del país. El Parlamento nombró a su presidente, Nicolai Clyde, como presidente temporal, y los países del G7 acordaron reconocer a Nicolai como presidente. Por otro lado, la Federación Rushi, la República Oriental de Sina y el Reino de Ko se negaron a reconocer a nadie más que a Madura como presidente de Venisuela. El país acabó con dos cabezas y cayó en un estado de malestar aún más profundo, que no hizo sino acelerar su declive.

***

[República de Venisuela — Capital, Caracas]

Las balas volaban y los gritos de innumerables personas resonaban en las calles. Caracas, la capital de Venisuela, se había convertido en un infierno donde el ejército, la policía y los monstruos se enzarzaban en una lucha a tres bandas. Un pierrot caminaba en medio de este infierno, tarareando alegremente, una chica de pelo azul le seguía.

“Hmm. Qué bonita vista. Magnífico, magnífico… Oh, vaya.”

Mientras paseaba por la calle principal, el pierrot suspiró ante una joven que parecía tener unos diez años. Bailó y se pavoneó, dirigiéndose alegremente hacia ella.

“Hola, pequeña. ¿Te has perdido?”, le preguntó. “Este es un lugar un poco peligroso, ya sabes.”

“Ah… Pero… Las flores…”, dijo ella.

El pierrot inclinó la cabeza para ver mejor. Dentro de una pequeña cesta había unos cuantos ramos de flores. Parecía que la chica los había vendido. El pierrot entrecerró los ojos por un instante antes de volver a sonreír ampliamente.

“¡Esto es exactamente lo que necesitaba! ¡Sabes, el Sr. Pierrot tiene que ir a ver a algunas personas, y un regalo sería un buen detalle! Te compraré todas las flores. ¿Cuánto es?”

“Yo… Algo de comida…”, respondió la chica con dudas.

Debido a la hiperinflación, los billetes no valían mucho más que trozos de papel en Venisuela hoy en día. El pierrot asintió y empezó a rebuscar en sus bolsillos. Y entonces…

“¡TA-DAH! ¿Te gusta mi magia?”

Sacó una baguette que medía casi un metro, así como un poco de mantequilla envuelta en aluminio. Recogió los ramos y puso la mantequilla dentro de la pequeña cesta, ahora vacía, antes de entregar el pan a la chica.

***

[Ministerio de Defensa — Oficina Administrativa de Aventureros de Mazmorras — Ezoe Kazuhiko]

Estábamos viendo el vídeo del hombre con aspecto de pierrot que se hacía llamar Joker y que se pensaba que era el cerebro de los disturbios en Venisuela. Joker acababa de revelar casualmente el tiempo que faltaba para la Estampida de Monstruos, y simplemente continuó su discurso después de reírse un rato.

<¿Por qué las altas esferas de los países ricos ocultaban que el plazo era de diez años? Sencillamente porque temían no poder vender sus cosas si la verdad salía a la luz. Temían que sus industrias se hundieran. Por sus pequeños beneficios, la paz actual les conviene más. Así es como piensan,

¿saben?>

“Esto es malo. Contacta con el Viceministro Nishida lo antes posible. ¡Y al Kantei también!”

Los empleados comenzaron a moverse después de recibir la orden de Ishihara. En cuanto a mí, mantuve la boca cerrada y miré fijamente al pierrot.

<He oído que, tuvieron una buena sesión de terapia juntos en la ONU y decidieron unir fuerzas para limpiar las mazmorras. Un gran objetivo. Después de todo, la humanidad está condenada a terminar en diez años. Por supuesto, estarían desesperados por hacer algo al respecto. Pero deténganse y piensen por un segundo. Incluso si las mazmorras pueden ser despejadas… ¿Cómo será el mundo dentro de diez años? ¿Cómo será su vida?>

<¿Y ustedes, el pueblo africano? Por fin han conseguido reunir naciones, pero Gamerica sigue intimidándolos, llevándolos, a los fundamentalistas, al borde de la extinción. A pesar de que cada centímetro de su sufrimiento fue causado por los blancos, no pueden criticarles en la cara y se ven obligados a luchar y a conformarse con los suministros de asistencia que les envían.>

<¿Qué hay de ustedes, el pobre pueblo venisolano? Fueron arrastrados a diestrao y siniestra por las superpotencias durante la Guerra Fría, y ni siquiera sabén cómo será su mañana en estos tiempos revueltos. ¿Seguirán aquí dentro de diez años? ¿Pueden imaginar tu vida entonces?>

<Si las cosas siguen como están, el futuro al que nos dirigimos es uno en el que una pequeña porción de países ricos controla las mazmorras mientras el resto del mundo se ve obligado a actuar como una mina de piedra mágica para su beneficio. La única razón por la que están tan ansiosos por despejar las mazmorras es porque velan por sus intereses actuales e intentan ampliarlos como sea. ¿Pero qué pasa con nosotros? Ya somos pobres y sufrimos. Dentro de diez años, seremos igual de indigentes. Despejar las mazmorras sólo servirá a sus intereses. No beneficiará a nadie más que a ellos. ¿Por qué nosotros, que luchamos por encontrar comida suficiente para llenar nuestros estómagos durante un solo día, debemos cooperar para que esta gente pueda mantener su lujoso estilo de vida, jugando con concursos de comer hamburguesas y ridículas dietas sin gluten?>

<La humanidad se está moviendo en la dirección equivocada. Nuestro camino es sombrío… ¿Así que no podemos darle la vuelta a la tortilla a esta gente que nos ha mantenido sufriendo durante años? Tenemos que nacionalizar las mazmorras, y tenemos que mantener la Estampida de Monstruos encendida después de despejar el último piso de cada mazmorra. Eso es todo. Si seguimos este plan, podremos obligarles a acompañarnos al infierno dentro de diez años. Nuestra situación sólo se ha degradado con los años. ¡Ha llegado el momento de tomar nuestra venganza después de cientos de años!>

“Maldito destructor. ¡Esto no es una broma!” escupió Ishihara al terminar el vídeo.

Sus jóvenes empleados estuvieron inmediatamente de acuerdo. Al final, el plan de Joker era que todos murieran juntos, la cúspide de la igualdad y el filantropismo.

“¡Si tienes tantas ganas de morir, hazlo solo! ¡No involucres a los demás!”, exclamó un empleado.

“Deberíamos presionar a Gamerica y lanzar una ofensiva sobre Venisuela con tropas de la ONU. Este país es demasiado peligroso”, añadió otro.

“Tenemos que conseguir que nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores refuerce también la unidad del IDAO. No creo que ningún país se pronuncie después de escuchar esto, pero algunos pueden empezar a desconfiar de nosotros porque ocultamos el momento de la Estampida de los Monstruos.”

Todo el mundo lanzaba ideas, pero a mí me pareció que intentaban tranquilizarse más que otra cosa. Ahora que se había revelado el momento de la Estampida de los Monstruos, la situación de la administración de Urabe sería precaria. Incluso la comunidad internacional empezaría a atacar al gobierno, alegando que había sido engañado, y mucho menos la oposición.

“Lo primero que hay que hacer es ponerse en contacto con el primer ministro. Al fin y al cabo, algunos de los locos del movimiento ‘NO URABE’ pueden intentar respaldar a Joker”, dijo Ishihara antes de dar algunas órdenes más en rápida sucesión.

Tenían razón. La oposición culparía a la administración de Urabe, pero no dudaba de que la mayoría de los ciudadanos lo entenderían una vez explicada la situación. Al fin y al cabo, anunciar públicamente que el mundo se iba a acabar dentro de diez años estaba destinado a sumir al mundo en el caos. No sería demasiado difícil convencer a la gente y cambiar la opinión pública si la administración de Urabe dijera que pensaba que ocultar esta información era lo mejor, al menos hasta que se encontraran y contabilizaran todas las mazmorras.

“Ezoe-san, ¿qué piensas de la situación después de ver el discurso de este criminal?”, preguntó el director general.

Supe exactamente lo que Ishihara esperaba de mí al ver su expresión. No tenía sentido actuar con pesimismo ahora. Quería que diera un pequeño empujón a su personal.

“Ja, ja, ja… ¿Morir juntos felizmente? No creí que los venisuelanos tuvieran la capacidad de actuar como kamikazes.”

Solté un chiste a propósito, tratando de aligerar el ambiente antes de apuntalar.

“Entre nosotros, que intentamos salvar a la humanidad, y Joker, que intenta destruirla… Bueno… Creo que hasta un niño de cinco años sería capaz de ver qué lado es el correcto. Directora General Ishihara, todo el mundo, las cosas seguramente se pondrán difíciles a partir de ahora, pero por favor hagan lo mejor que puedan. Si es necesario, iré a testificar a la Dieta tantas veces como sea necesario.”

Ishihara asintió y aplaudió una vez. Todos sus empleados se apresuraron a salir inmediatamente.

***

“Entonces, ¿qué piensas realmente de la situación?”

Ishihara y yo entramos en su despacho para discutir a solas ahora que los empleados corrían frenéticamente por la Oficina. Había tratado de levantar la moral de todos y había dado una declaración fuerte, rechazando por completo a Joker antes, pero tenía que admitir que, efectivamente, me sentía ansioso en el fondo. Puede que Ishihara también lo percibiera, porque continuó sin esperar respuesta.

“Si este crimen hubiera sido cometido por algún lunático tratando de lucirse, habría sido más fácil de manejar, pero…”

“Sí. Intenta hacerse pasar por loco, pero está perfectamente cuerdo. No sé qué le pasó, pero seguramente habría llevado una vida tranquila si hubiera nacido en un país pacífico.”

“El hecho de que esté cuerdo pero sea imprudente lo hace aún más peligroso. Es serio. Creo que lo pensó mucho antes de seguir este camino. Tiró todo por la borda para desafiar a las mazmorras, como tú… Y llegó a esta conclusión. Esto significa que no podremos convencerlo de que se detenga. Nosotros pensamos que limpiar las mazmorras y salvar a la humanidad es lo correcto, mientras que él piensa que dejar que ocurra la Estampida de Monstruos y condenar a la humanidad es lo correcto… No hay manera de que nos pongamos de acuerdo. Tiene que morir.”

Dejé escapar un suspiro y asentí. No importaba cuántos monstruos tuviera que matar en las mazmorras, no pestañearía. Lo mismo ocurría con cualquier monstruo que se escapara de las mazmorras. Sin embargo, Joker era un hombre, igual que yo. Matar monstruos y matar personas eran cosas totalmente diferentes. Si era posible, quería evitar convertirme en un asesino.

Sin embargo, no había forma de que este hombre y yo lográramos entendernos. Podría hablar con él. Podíamos discutir nuestras creencias e intercambiar nuestros puntos de vista, pero nunca aceptaríamos los pensamientos del otro. No había ningún punto en común.

“No hay justicia absoluta en este mundo”, dije. “Probablemente por eso nunca nos libraremos de las guerras.”

“Dentro de varios miles de años, la gente seguirá haciendo guerras. Entre hombres y mujeres. Entre vecinos. Entre empresas. Entre países…” Ishihara se interrumpió. “Probablemente sea la naturaleza humana.”

“Eventualmente tendremos que enfrentar al Joker. Cuando eso ocurra, sólo alguien del mismo rango que él o superior puede esperar matarlo. Yo seré quien mate a ese hombre.”

Ishihara iba a estar ocupada, así que probablemente no nos veríamos durante un tiempo. Le informé de que comprobaría las nuevas mazmorras que habían aparecido y me sumergiría en la mazmorra Funabashi para despejarla. Me aseguré de transmitirle mi determinación antes de teletransportarme.

***

En el lapso de unos días, el vídeo de Joker se extendió por todo el mundo como un reguero de pólvora. Los periodistas pululaban también por la sede de Dungeon Busters.

“Ezoe-san, el hombre que se hace llamar Joker ha proclamado que la Estampida de Monstruos ocurriría en diez años. ¿Es cierto?”

“¡Ya que has limpiado mazmorras en el pasado, debes saberlo! ¡¿Has mentido a los ciudadanos a propósito?!”

Yo tenía una opinión muy baja de los periodistas y de los medios de comunicación en general. Para mí, eran bastante irredimibles. No parecían tener ninguna conciencia de sí mismos y no se daban cuenta de que debían actuar como una institución pública. Se limitaban a informar de cualquier noticia que pareciera comercializable de forma interesante sin pensar en el daño que causaban. Además, se escondían inmediatamente detrás de excusas si alguien se atrevía a criticar su forma de informar, invocando “la libertad de prensa” o tratando de decir que tenían un “deber con la sociedad”. No eran más que hienas que pretendían trabajar por el bien de la sociedad.

“Si quieren saberlo, ¿qué tal si se sumergen en una mazmorra y lo comprueban ustedes mismos? ¿Por qué nunca informan de la situación desde dentro de la mazmorra? Dicen que son periodistas, así que deberían estar preparados para arriesgar sus vidas y apuntar al piso inferior, ¿no creen?”

Me cabrearon sus métodos y acabé dejando escapar estas palabras. Por supuesto, lo discutieron y criticaron en los programas de televisión.

<La Estampida de Monstruos es un tema que nos concierne a todos. Parece que a él le cuesta entender esto.>

<Debe estar en esto por el dinero. La sociedad se sumiría en el caos si se revelara el límite de diez años, tal y como dijo Joker. Por eso no comenta nada. Qué comportamiento tan codicioso.>

Los comentaristas aprovecharon la ocasión para criticarme a su antojo. No podía pensar en ellos más que como tontos. Aunque confirmara la historia de los diez años, ¿cómo iba a demostrarlo? Tal vez debería haberles dicho que pasaría dentro de cien años. No era como si tuvieran medios para saber cuál era la verdad de todos modos…

“Eso es molesto. Ahora ya ni siquiera puedo ir a tomar una copa”, dije.

“Aniki, has estado destacando demasiado. No es malo pasar desapercibido por una vez”, respondió Akira.

Me quejaba con Akira mientras tomábamos algo en la cafetería de la sede de los Dungeon Busters. Este alboroto había comenzado justo cuando esperaba ampliar los Busters. Parecía que la opinión pública en Internet estaba perfectamente dividida entre los que nos destrozaban por mantener el límite de tiempo antes de la Estampida y los que aprobaban nuestra postura.

“Ezoe-shi, he seguido tus instrucciones y no he intentado inmiscuirme en absoluto en lo que ocurre en Internet, pero parece que las cosas ya se están calmando en Europa. Como era de esperar, la influencia de los cruzados es enorme allí.”

“Tienen el respaldo de la iglesia después de todo. El Vaticano es un símbolo importante, especialmente en la Europa continental. El Papa y los cardenales ciertamente han estado trabajando para calmar a sus creyentes.”

“En cuanto a nosotros, no podemos pedir ayuda a Su Majestad el emperador, ¿verdad?”

La familia imperial nunca comentaba la política en Japón, o mejor dicho, no podía hacerlo. Eran figuras poderosas que encarnaban el espíritu del pueblo japonés y actuaban como guardianes de la sabiduría histórica transmitida en el país. Dicho esto, se habían inmiscuido en la política en el pasado, aunque sólo había sido un puñado de veces en los casi 2700 años de historia de los que se jacta Japón. Puede que sea una falta de respeto esperar eso, pero en cierto modo esperaba que también dieran un paso adelante esta vez.

“Aquí. Está recién salido del horno.”

Kinouchi Shiori, que acababa de empezar a trabajar con los Busters, se acercó con un plato de pizza Margarita que olía divinamente y que había preparado. Puede que se debiera al tiempo que había dedicado a arreglárselas con un presupuesto extremadamente bajo, pero era realmente buena cocinando. Por otra parte, nunca fuimos tacaños con los gastos de comida aquí en Dungeon Busters. En todo caso, parecía que se esforzaba por agotar el abundante presupuesto que yo le había dado. Incluso la salsa estaba hecha a mano.

“Ezoe-san, tengo buenas noticias. Esto se ve delicioso.”

El director general Mukai me trajo un papel. Miré al expedidor e inconscientemente levanté las cejas. Era una invitación del Director General de la Agencia de la Casa Imperial.