Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Piscina Extraescolar Y Coletas Descubierta

Parte 1

Cuando estábamos a punto de entrar en el verano, aparecieron algunas señales.

Este pensamiento me vino de repente en el primer gimnasio después del clases.

Probablemente era algo así como un pequeño secreto del mundo, del que los niños con mochilas escolares a la espalda se darían cuenta enseguida, mientras que los adultos trajeados apenas se percatarían.

Puede ser, por ejemplo, el sonido de las campanillas de viento tintineando en tus oídos, el olor penetrante de las piscinas de los niños que pasan por allí, un espejismo balanceándose en el asfalto a lo lejos, una pegatina de cara genial recién estrenada o una marcas rojas en el brazo y la pantorrilla acompañadas de dedos que vacilan su calmar su picazón.

Estas señales parecían decirnos que…

—Ha llegado el verano.

Siempre había señales del cambio de estación, pero por alguna razón, este periodo parecía tener más de ellas.

Tal vez nos habíamos quedado estancados en el verano desde que contábamos con los dedos de las manos la espera de las vacaciones más largas del año.

Pensar en qué encuentros, aventuras y viajes increíbles nos esperan…

Con ese sentimiento en el rincón del corazón, tendemos a captar cada pequeño acto de nuestra vida cotidiana como una señal, diciendo: “Ya es verano” o “¡Mira, es verano!”

Mientras pensaba eso, mi pensamiento se vio interrumpido por el sonido de unas zapatillas de baloncesto corriendo.

Así es.

Por ejemplo, ahora, en este momento.

El sudor de las chicas estalló como burbujas de gaseosa, trayendo el aliento del verano de este año.

* * *

1 de julio.

Los días húmedos y nublados de la región de Hokuriku desaparecieron sin dejar rastro, y los cielos azules siguieron lavando los deprimidos corazones y mentes de la gente.

El examen final, que se celebró una semana antes que el año anterior, terminó sin incidentes. Después de las clases, justo cuando pensaba que hacía mucho tiempo que no iba a la azotea y planeaba ir allí a leer algunas novelas, me detuvo Aomi Haru.

Me dijo que hoy el club sólo tenía un entrenamiento ligero, así que quería que después jugara con ella a la pelota en un parque cercano.

Le dije que estaría en la azotea y le pedí que me llamara después del entrenamiento, pero entonces Nanase Yuzuki, que estaba a su lado, me sugirió que las viera entrenar ya que estaba libre. La idea de encontrarme con la consejera del club, Misaki-sensei, me resultaba algo incómoda, pero esa sola razón no era suficiente para rechazar la invitación.

Así que al final las dos me arrastraron hasta el gimnasio, donde las vi desde el segundo piso del auditorio.

Después de comprar un refresco frío en la máquina expendedora, volví y me encontré con un grupo de chicas con camisetas holgadas y pantalones cortos corriendo por la pista debajo de mí. La mitad de las jugadoras llevaban petos azules de entrenamiento con números, como si estuvieran practicando para un partido.

Squeak, squeak, thud, thud.

El sonido rítmico y único del equipo de baloncesto continuó. “¡Sen, vigila a Nana (Yuzuki)! ¡Te estás moviendo demasiado

lento!”

Haru, que parecía ser el centro del equipo sin dorsal, gritó a sus compañeras.

La chica que recibió la instrucción se apresuró a proteger a Nanase, pero Nanase realizó un tiro a una mano desde lo alto y el triple se coló por el aro sin problemas.

“¡Cambien a formación ofensiva, rápido!”

Tras recibir el pase de su compañera de equipo, Haru impulsó sus pies y empezó a correr como una bala.

Con una postura baja, ligeramente inclinada hacia delante, cargó contra el aro contrario, pero su defensa parecía ser más sólida de lo que ella pensaba, así que se detuvo bruscamente y se paró en seco.

Como si estuviera a punto de reorganizar sus pasos, de repente relajó sus fuerzas y levantó la parte superior de su cuerpo—

“¡Ahí va!”

Cuando Nanase gritó eso, sin mirar, Haru pasó el balón por detrás de su cuerpo a su compañera de equipo que corría por su lado izquierdo.

“¡Cubre a Umi (Haru)!”

Nanase daba instrucciones una tras otra.

Sin embargo, Haru aprovechó el hueco momentáneo y rompió la defensa, atrapando el balón de su compañera en dirección hacia delante. Balanceó ligeramente el cuerpo, esquivando al rival que venía tras ella, y empezó a correr hacia el aro como si se deslizara por la pista, dando un gran paso con la pierna izquierda.

Su coleta se balanceaba…

—Snap, snap.

El refrescante sudor estalló como las burbujas de un refresco y se esparció por la cancha.

—Ah, el verano ha comenzado.

En ese momento, por alguna razón, lo sentí con fuerza.

La central más alta de los dos equipos saltó, estirando los brazos para bloquear a Haru.

Sin embargo, Haru giró en el aire, dando la espalda a su oponente, antes de lanzar la pelota hacia atrás.

La canasta, que parecía hecha a la desesperada, apenas pasó la punta de los dedos del central, y luego atravesó el aro casi directamente desde arriba.

Bip, bip, el cronómetro digital anunció el final del partido.

El marcador mostraba que había ganado el equipo de Nanase.

Las jugadoras de la cancha se apoyaban las manos en las rodillas o miraban al cielo, cada una de ellas jadeaba y respiraba con dificultad.

En medio de todo esto, Haru caminó rápidamente hacia una de sus compañeras. Recordaba que era la chica encargada de vigilar a Nanase.

“¡Sen!” Ella gritó en voz alta.

Debe ser el mismo nombre de la corte que Umi y Nana. La aludida tembló ligeramente y levantó la cabeza asustada.

“¡Tu defensa no es lo suficientemente férrea! Si juegas así contra un rival conocido, ¡no serás capaz de defender en un partido oficial! Además, ¡tú velocidad de ataque también es demasiado lenta! ¿Quieres llorar otra vez?”

“… Lo siento, Umi.”

Sen, una chica de aspecto algo tímido y con un corte de cabello corto, agachó la cabeza con gesto hosco.

El último comentario se refería probablemente a la eliminatoria del campeonato interuniversitario que tuvo lugar el mes pasado.

El equipo de baloncesto femenino del Instituto Fuji estaba en racha y consiguió situarse entre los cuatro mejores de la prefectura, pero fue derrotado por un estrecho margen en semifinales por el Instituto Ashiba, participante habitual en el campeonato Inter-Escolar.

Después de que los estudiantes de tercer año se retiraran, Haru fue nombrada nueva capitana del equipo.

La alta central se acercó a las dos y dijo algo. No podía oírla con claridad desde aquí, pero por el ambiente, podría ser algo así como “Bueno, no hace mucho que nos convertimos en un nuevo equipo…”

“¡Lo mismo va para ti, Yō!” Gritó Haru. “En el último bloqueo, simplemente saltaste casualmente. No hubo presión en absoluto y ni siquiera bloqueaste la trayectoria de tiro del oponente. Si no fuera por mi altura, ¡podría haber anotado incluso con sólo un tiro normal!”

Se secó el sudor de las mejillas con la manga de la camiseta y continuó.

“No les pido que de repente jueguen mejor de lo que son capaces, no importa si no pueden hacerlo, ¡pero al menos deberían intentarlo! De lo contrario, ¡llegar al Campeonato Inter-Escolar será sólo un sueño por nuestra parte cuando no tenemos tanto tiempo de práctica como otras escuelas!”

Este no era sólo el caso del club de baloncesto. Aunque la Escuela Secundaria Fuji hacía hincapié tanto en los estudios como en los deportes para los alumnos, al final era una escuela centrada en las universidades. Las clases se llenaban hasta el séptimo periodo, y no se permitía practicar después de las 7 de la noche. Y antes de los exámenes, todas las actividades de clubes debían suspenderse.

En comparación con las escuelas fuertes que se concentraban en las actividades de los clubes y competían regularmente en el campeonato Inter-Escolar o en el Koshien, el tiempo disponible para practicar tiende a ser menor en la Escuela Secundaria Fuji.

Al final, la única forma de competir con semejantes oponentes en igualdad de condiciones era mejorar su rendimiento, como decía Haru.

Verla actuar ya como una capitana a pesar de que hacía poco tiempo que había sido nombrada me hizo sonreír.

“Está bien, está bien~.”

Nanase, que estaba de pie a poca distancia de Haru y las demás, aplaudió.

Antes había estado bebiendo un refrescante Pocari con una toalla deportiva colgada del cuello, pero ahora se le veía una mirada traviesa.

Por cierto, Nanase era la vice capitana.

“Podemos tomarnos nuestro tiempo y celebrar una reunión de revisión más tarde…”

Sonrió y sacó del bolsillo de su pantalón corto un silbato con una cuerda.

“Las que perdieron, fuera ♪.”

Piiiiii.

Como por reflejo, en el momento en que los miembros del equipo Haru oyeron el sonido, empezaron a correr hacia la línea de meta.

Piiiiii.

Nanase hizo otro leve silbatazo y el grupo cambió rápidamente de dirección y esprintó hacia el otro lado de la línea de fondo. Aparentemente este era el castigo del equipo perdedor.

Piiiiii. Piiiiii.

Piiiiii, piiiiii, piiiii.

A intervalos que ya no se asemejan a un sprint de ida y vuelta, sino más bien a un salto horizontal repetitivo, Nanase mantuvo alegremente el ritmo.