Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 12

Capitulo 9: La Princesa de la Playa

Parte 2

◇   Princess Quake

La hora del traje de baño—una parte indispensable de la condición de chica mágica, según los rumores.

Princess Quake paseaba por la playa con un cuaderno de dibujo en una mano. Incluso caminando por la arena caliente con los pies descalzos, no se quemó. Podía ir elegantemente por la orilla sin ninguna preparación.

Y no sólo no necesitaba sandalias, sino que tampoco necesitaba protección solar. No se quemaba con el sol. La Sra. Tanaka les había asegurado que la piel de las chicas mágicas no se dañaba con los rayos

1. Así que, aunque llevara un traje con una proporción de exposición de la piel espantosa, no tendría ningún problema.

Pero como Chiko Satou, no habría tenido más que problemas. Mientras expresaba mentalmente su gratitud con un Gracias, chicas mágicas, abrió su cuaderno de dibujo. Buscando su objetivos entre las nadadoras, encontró una. Con la visión de una chica mágica, tanto si la que buscaba estaba montada en una barca hinchable en el agua como si estaba enterrada en la arena al final de la playa, Quake pudo encontrarla. Una vez más, expresó mentalmente su gratitud: Gracias, chicas mágicas.

Empezó a dibujar: un niño jugando al borde del agua, un niño agarrando un aro hinchable mientras nadaba, un niño con los ojos vendados golpeando una sandía con un bate. Los niños en traje de baño recordaban a los ángeles que aparecían en las pinturas religiosas.

Mientras dibujaba diligentemente, Quake oyó que alguien la llamaba: “Oiga, señorita, usted.” La voz estaba cerca, así que levantó la vista de su cuaderno para ver a un joven con el cabello entre castaño y naranja justo delante de su cara. Miró ansiosamente a su alrededor, pero no había nadie más. En otras palabras, este joven estaba hablando con ella.

Oh no, pensó. No estaba haciendo algo de lo que pudiera sentirse orgullosa. Cerrando su cuaderno de dibujo y poniendo cara de no estar haciendo nada malo, respondió: “¿Sí?”

El hombre sonreía ampliamente. Ella le devolvió la mirada vacía durante un rato antes de comprender lo que buscaba, y entonces se puso ansiosa por diferentes razones. Pensaba que algún socorrista la iba a llamar la atención por su comportamiento sospechoso, pero este tipo estaba intentando ligar con ella, ¿no es así? Como Quake nunca había pensado que sería el objetivo de algo así, no tenía ni idea de cómo responder, y se limitó a agachar la cabeza un montón diciendo “Perdón, lo siento”, como si hubiera hecho algo malo, antes de emprender la huida de alguna manera en un revoloteo.

Nunca había imaginado que le ocurriría un desastre semejante. El mundo es realmente un lugar aterrador, pensó mientras miraba al frente para ver más hombres con caras sonrientes.

Después de eso, los hombres se le insinuaban en casi todas las esquinas. No podía rechazarlos con tacto, pero tampoco podía aceptar sus invitaciones, así que se aferró a su cuaderno de dibujo mientras se alejaba por aquí y por allá, una y otra vez. Corriendo así, no tenía tiempo para dibujar. Incluso cuando utilizaba las técnicas de ocultación que había aprendido como Chiko Satou e intentaba pasar de sombra en sombra, la encontraban fácilmente, y los chicos se acercaban a ella diciendo: “¿Qué pasa?”

A Princess Quake no le convenía en absoluto esconderse.

Confundida, ansiosa y alarmada, también se sintió arrepentida de que le hablaran cuando originalmente era Chiko, y también un poco contenta, y además se sintió incluso avergonzada por estar en traje de baño: ¿por qué era tan escaso, mostrando su ombligo, muslos e incluso escote a un número indeterminado de personas? Intentó hacerse lo más pequeña posible, pero su pecho suave y torneado y su seductora figura no se lo permitían. Era un dilema: si intentaba torpemente hacerse pequeña y ocultar su pecho con su cuaderno de dibujo, el acto enfatizaba su busto y la hacía parecer aún más sexual. Quake corría confundida, conteniendo el impulso de cavar un agujero en el lugar y meterse en él, cuando descubrió a Tempest, su propio deus ex machina.

Empezó a correr hacia Tempest pero luego se detuvo. A Tempest le hablaba un tipo que parecía frívolo, y parecía que intentaba ligar con ella, pero ella lo apartó con una sonrisa y se alejó con paso ligero. Estaba tan serena y digna, muy por encima de Quake en términos de madurez femenina. Con una indescriptible sensación de derrota, Quake fue incapaz de llamar a Tempest mientras la veía alejarse con tanta elegancia y seguridad.

***

◇   Princess Tempest

Princess Tempest había tenido otros motivos para convertirse en una chica mágica. Se había convertido en miembro de The Pure Elements porque quería poder adoptar una forma apropiada para Shou, su enamorado, que estaba en la escuela media. Era el tipo de chica mágica que pensaba desafiantemente que, aunque sus motivos fueran impuros, ya que estaba luchando contra los malos Disruptores y protegiendo la justicia cada día, no había ningún problema.

No tenía nada de divertido pasear por la playa en traje de baño si estaba en su forma humana, la de la niña de segundo grado Mei Higashionna. Pero si Princess Tempest se paseaba por la playa con un traje de baño arriesgado… ¿qué pasa con eso?

Princess Tempest era encantadora y hermosa. Su traje era provocativo, e incluso Inferno había bromeado al respecto: “Creo que tienes el traje más sexy de The Pures Elements. Ten cuidado de no infringir ninguna ley, Tempest.”

Y esa misma Princess Tempest… ¡estaba caminando por la playa!

Dio un paso adelante con sus largas y delgadas piernas blancas, haciendo crujir la arena bajo sus pies. Con ese único movimiento, sintió los ojos a su alrededor. Sintió la conmoción. Sus oídos de chica mágica no se perdieron ninguno de los pequeños susurros.

“¿Es una celebridad de la televisión? ¿O una estrella del pop?” “No, nunca la he visto en la televisión.”

Excelente, esto era genial. Pensando en lucirse un poco más, se apretó los tirantes del bañador, subiendo y juntando el pecho. Había oído que las mujeres adultas lo hacían.

Cuando Tempest empujó sus pechos hacia arriba para que se apretujaran, la gente de alrededor se revolvió.

“Whoa…”

“Ve a hablar con ella.”

“Sin embargo, tengo la sensación de que es demasiado joven…

¿Crees que es mayor de edad?”

A diferencia de los adultos, que estaban a cierta distancia parloteando de esa manera, un chico de alrededor de la edad de la escuela media, que parecía que se había armado de valor para acercarse, se acercó a hablar con ella. Cuando él le preguntó: “¿Quieres pasar el rato?” y ella le respondió: “¿Para hacer qué?”, él dijo: “Tengo un barco.” Cuando ella preguntó: “¿Qué otra cosa?”, él respondió: “Si nos cansamos de la playa, podríamos ir al karaoke o jugar a los bolos o algo así”, así que ella lo rechazó. Luchar era más divertido que un barco, y las normas del colegio decían que había que estar con un adulto para ir al karaoke o a los bolos. Si él la hubiera retado a una partida de Magical Battlers, el juego de cartas que era muy popular en su escuela primaria, se habría visto obligada a aceptar, y pensó que si al menos hubiera jugado al balón prisionero o a diferentes tipos de juego de pillar, o a romper sandías, ya que estaban en la playa, habría sido otra cosa.

Pero hoy, Princess Tempest preferiría estar haciendo esto. Estaba recibiendo mucha atención sólo por caminar. Era divertido.

Decidió recorrer la playa de punta a punta y se perdió en su felicidad. Para ese día había visto aquellos DVD de desfiles de moda. Iba caminando con un lento y deslumbrante pavoneo, utilizando el método que había investigado, y la atención y los cumplidos la extasiaban aún más, cuando el olor a yakisoba le hizo cosquillas en la nariz.

¡Yakisoba!

Había salido de casa diciendo que se iba a la playa con sus amigas. También había recibido un buen dinero por ello. Inferno había dicho que el yakisoba de la playa era realmente bueno. Para que fuera aún mejor que el yakisoba que comía normalmente, Tempest no podía imaginar lo delicioso que sería.

Tempest dio un giro repentino hacia la yakisoba, pero entonces captó algo que se movía rápidamente por el rabillo del ojo. Era Quake. Parecía que se estaba escabullendo, escondiéndose detrás del puesto.

¿Quake? ¿Por qué está aquí?

Quake la miraba fijamente. ¿Pero por qué? Quake era miembro de The Pure Elements, igual que ella, así que no había razón para que estuviera mirando a Tempest ahora. Y definitivamente no había razón para que se escondiera.

Frente al puesto de yakisoba, Tempest reflexionó sobre esto. Quake era la líder. El líder tenía una posición de responsabilidad. Ella tenía que estar pensando en los otros miembros. ¿Se estaba preocupando por Tempest? Pero Tempest no estaba haciendo nada que la hiciera preocuparse. Ella sólo estaba caminando. Incluso si un tipo intentaba ligar con ella, era fácil huir, así que no había ningún problema.

Pensó mucho en lo que tenía a Quake tan preocupada, y cuando dio con ello, gritó. Ignorando al hombre de mediana edad del puesto de yakisoba que le dijo con preocupación: “¿Se encuentra bien, señorita?” Tempest comprendió qué era lo que preocupaba a Quake.

Tempest se había convertido en una chica mágica por Shou. Pero caminar de un extremo a otro de la playa para llamar la atención de este número indeterminado de personas era básicamente una traición a él.

Tempest le había insinuado a Quake que estaba enamorada de alguien. También había pensado que pronto intentaría pedir consejo al respecto. Por eso Quake estaba preocupada. Tenía que estar pensando:

¿Está bien que Tempest haga algo así cuando tiene a alguien que le gusta?

Tempest agachó la cabeza. Se sentía avergonzada, arrepentida. No se había convertido en una chica mágica para ir a pasear por la playa. Había olvidado para qué se había convertido en una chica mágica y se había dejado llevar.

“Dos yakisobas, señor.” Le dijo Tempest al tipo del puesto. “Aquí tienes.”

Llevando un plato de plástico de yakisoba en cada mano, Tempest fue a hablar con Quake, que se escondía detrás del puesto. “Quake, vamos a comer yakisoba juntas.”

“¡¿Eh?! Oh, ¿Tempest? ¡Wow! Qué coincidencia, encontrarme contigo en un lugar como éste.”

El bocado de yakisoba que sorbió tenía un ligero sabor salado, y no era sólo la salsa.

***

Cuando Quake y Tempest regresaron al aparcamiento, Inferno estaba sentada con las rodillas recogidas hasta el pecho, y Deluge le estaba diciendo algo. Era evidente que estaba consolando a Inferno.

“¿Ha pasado algo?” Preguntó Quake.

“Um, bueno… el torneo de voleibol de playa fue un poco más difícil de lo que había pensado.” Explicó Deluge.

“¿No lo ganaron?”

“Perdimos en la primera ronda.”

“¡Maldita sea!” Gritó Inferno, levantando un puño cerrado en alto. “¡Deberíamos haber usado la Explosión Definitiva de Princesas!”

“No, no, no podríamos hacer eso.” Dijo Deluge.

“Espera… si ustedes dos no pudieron ganar, ¿entonces cómo de difícil fue este torneo?” Preguntó Quake.

“Las cosplayers y la gente disfrazada de mascota eran increíbles.

Tenían esas explosiones y luces.” Dijo Inferno. “Es cierto, eran increíbles.” Coincidió Deluge.

“Por mucho que sus rivales lo intentaran, ese equipo no les dejaba entrar en la cancha. Utilizaban la hipnosis y esas cosas.”

“Umm, eso suena más como…”

Inferno se puso en pie. Sus ojos estaban prácticamente encendidos. “¡Por lo visto, hacen ese torneo todos los años! Así que el año que viene… el año que viene, pasaremos la primera ronda… ¡No, lo ganaremos! ¡Apuntemos a la victoria y empecemos a entrenar ya!

¡Vamos a correr directamente a casa!”

Deluge sonrió, agotada, y luego se volvió hacia Tempest y Quake. “¿Qué les pasa, chicas?”

“Estoy atormentada por la culpa.” “Me siento derrotada…”

“No lo entiendo, pero… han pasado muchas cosas…”

“¡Vamos! ¡Vamos! ¡Quien llegue de último le compra al ganador una lata de jugo!” Inferno salió corriendo delante de las demás. Quake y luego Tempest le siguieron, esta última abucheando.

Volviendo sus pensamientos hacia el torneo de vóleibol de playa del próximo año, Deluge también se lanzó tras ellas.