Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 12

Capitulo 12: Proyecto Asesinato de Chicas Magicas

Parte 2

Junto con las ganas de vomitar llegó la comprensión de lo efectivo que era utilizar a alguien que le importaba a su oponente como herramienta para sacudir su corazón. Sólo con escuchar la voz de su corazón y sacar a relucir su nombre, había hecho que el enemigo perdiera su presencia de ánimo. Ahora era una oscura coalescencia de intenciones asesinas en busca de Snow White.

Esa voz del corazón estaba cerca. Ahora era el momento. Saltando desde un tanque de agua redondo, Snow White se deslizó por un canalón de lluvia hasta caer en un tejado, quedando en el suelo como una rana. Un instante después, un rayo de luz pasó, y Snow White rodó hacia la derecha. La guerrera acorazada lanzó su naginata, pero Snow White la esquivó por un estrecho margen, y su cabello sólo quedó ligeramente chamuscado por el rayo de luz, sin sufrir ningún daño real.

Una burla voló hacia ella. Saltando desde un edificio, pasando por encima de dos vallas metálicas, había una chica mágica que sostenía una esfera brillante del tamaño de una cabeza humana. Cuando aterrizó, las esferas semitransparentes que decoraban todo su traje tintinearon y sonaron. En contraste con los sonidos ligeros y acampanados de las esferas, su expresión se torció en una expresión de absoluta irritación. Lo que Snow White podía oír de la voz de su corazón no era muy diferente de lo que se desprendía de su expresión y burla. No era agradable de escuchar, pero fue gracias a escuchar claramente la voz de su corazón que Snow White había podido conducirla a este lugar.

Bajo su brazo izquierdo, sostenía una gran esfera tres veces mayor que los adornos de su traje mientras hacía un exagerado encogimiento de hombros. Las pequeñas esferas tintinearon con el movimiento, sonando de nuevo. El traje que llevaba debajo de las pequeñas esferas era de color púrpura, y la cinta que llevaba en la cabeza era verde. Parecía un racimo de uvas. “¿Qué clase de reflejos tienes que tener para evitar eso?”

La samurái con armadura recuperó su naginata, enviando trozos de hormigón que volaron hacia la chica mágica de las uvas. Una sucesión de rayos de luz se disparó desde la gran esfera para encontrarse con los trozos en el aire, convirtiéndolos en una línea de humo. La chica de las uvas resopló, y la samurái con armadura le apuntó indignada con la punta de su naginata. “Maldita viciosa.”

“¿Qué?” Respondió la chica de las uvas. “No interfieras. Este es mi objetivo.”

“Oh, mierda. Obviamente es el primero que llega, el primero que se sirve.”

“En ese caso, quien la encontró primero tiene prioridad.”

“¡Idiota! Obviamente, el que la mate primero se lo lleva todo,

¡cerebrito!”

“Este objetivo sabe demasiado, y abrió su gran bocaza.”

“A nadie le importan tus estúpidas razones, pieza de museo oxidada.”

La samurái con armadura empujó su naginata hacia delante, con la hoja apuntando hacia arriba. La esfera se elevó, balanceándose frente a la chica de las uvas, como si estuviera bloqueando el camino. Formaba un triángulo equilátero de cinco metros de lado que incluía a Snow White, pero tanto la atención de la samurái como la de la chica de las uvas se habían desviado de ella.

Aunque Snow White intentó sofocar su miedo, eso tenía un límite. Vertiendo más miedo sobre él ya existente, diciéndose a sí misma que tenía que moverse o moriría sin convertirse en la chica mágica que deseaba ser, lo convirtió en combustible para impulsarse. Utilizando las voces de sus corazones, las miradas, los movimientos de brazos y piernas, todo como material, buscó la estrecha ruta que la llevaría a la victoria.

… Está aquí.

Un pelo antes de que la elevada tensión entre las otras dos chicas mágicas estuviera a punto de explotar, Snow White saltó hacia atrás. Su mano izquierda estaba en la empuñadura de su arma, mientras que la derecha se introducía en su bolsa.

La samurái con armadura corrió hacia Snow White y, al mismo tiempo, la gran esfera voló por el aire.

Mientras volaba, cambió de forma. La esfera se hinchó y se retorció, y su punta se volvió puntiaguda y afilada. Se convirtió en una forma de corazón de aspecto suave. Mientras se transformaba, acumulaba luz. En el aire, la samurái con armadura se giró hacia el otro lado, girando su cuerpo. Snow White sacó la clavija del extintor que había sacado de su bolsa.

“¡Rayo de Amor Ardiente!” Gritó la chica de las uvas. Le siguió un destello de luz.

Snow White roció con polvo blanco toda la zona. Sintió el sonido de una colisión. Hubo un grito ahogado, seguido de un grito agudo. Luego, un creciente olor a quemado.

Todo sonido desapareció, como si el tiempo se hubiera detenido. Snow White silenció su respiración y esperó pacientemente. El polvo se dispersó. Luego se despejó.

El polvo blanco que había llenado todo su campo de visión se diluyó y aparecieron dos chicas mágicas.

Una había caído al suelo. Había una espada yoroi-doshi clavada en su estómago. Estaba gimiendo, con las manos apretadas contra el lugar donde había sido apuñalada, tratando de detener la hemorragia. Era la chica de las uvas. El objeto que había tenido forma de corazón volvió a su forma original de esfera para rodar débilmente por el suelo. Ahora era de un color gris apagado.

La otra chica estaba de pie. Estaba inclinada en diagonal, al borde del colapso, pero seguía en pie. De su cuerpo salía humo negro, su armadura estaba llena de hollín y la protección de su hombro derecho, en particular, estaba derretida. Por supuesto, la carne que había debajo no estaba indemne, e incluso las partes visibles parecían bastante quemadas. La voz de su corazón estaba a punto de gritar.

Pero aun así, apretó los dientes y no se dejó caer. La samurái con armadura trató de levantar su naginata para apuntar a Snow White, con las cejas juntas. Estaba confundida. Por supuesto que lo estaba. Snow White estaba dentro de la nube de polvo blanco de extintor con una capa de invisibilidad sobre los hombros.

Y había una cosa más.

De debajo de la capa, Snow White había levantado un arma negra y redondeada. Con el arma apuntando al enemigo, sus dedos estaban sobre la decoración de la serpiente para apoyarla. Apretó el gatillo. Casi al mismo tiempo que el disparo, la samurái acorazada se movió, agachándose para poner su mano izquierda delante de su cara. Bloqueó las cinco balas con el dorso de su guantelete y su coraza.

Los disparos habían sido efectuados por un enemigo invisible, y ella se había movido, reaccionando al sonido, pero de todos modos había llegado a tiempo. Ese era el tipo de enemigo que era. Incluso podía soportar que le dispararan, y precisamente porque Snow White había comprendido que no la mataría, su dedo había podido apretar el gatillo. Tiró el arma y volvió a tomar a Ruler en la mano con un movimiento suave.

La samurái con armadura aplastó el hormigón bajo sus pies cuando dio un paso adelante, balanceándose hacia abajo con toda su fuerza.

Pero la armadura que cubría su torso se había petrificado y, al no poder seguir sus movimientos, se hizo añicos. Las escamas de piedra se dispersaron. Sus guanteletes se desprendieron. Su coraza se abrió. Al cambiar repentinamente su centro de gravedad, perdió el equilibrio, pero no soltó el arma. Tomó aire y luego blandió su naginata.

Mirando la naginata que bajaba hacia la parte superior de su cabeza, Snow White dio medio paso atrás. Sólo la fuerza del aire procedente de la hoja hizo un corte vertical en su capa de invisibilidad, y la sangre brotó de su frente, con unos cuantos cabellos destrozados bailando en el cielo. Si el enemigo se hubiera acercado siquiera unos centímetros, la cara de Snow White habría sido rebanada. Pero la samurái acorazada estaba demasiado desequilibrada como para avanzar esos pocos centímetros.

Snow White dejó que su oponente se balanceara a través de su golpe facial fallido, apartando su arma durante su movimiento evasivo, cortando al enemigo en su posición delantera para golpear su espinilla. Cortó a través de la espinillera, que estaba agotada por el calor, y con ese golpe alcanzó el hueso.

Anticiparse a un empujón hacia dentro y usarlo para cortar las espinillas del oponente de era un movimiento que había aprendido de la voz del corazón del enemigo. Normalmente, una técnica que acababa de aprender sin practicar antes no habría tenido éxito. Después de lanzar todo contra ella —la chica mágica que usaba la esfera y que había estado al acecho, la capa de invisibilidad, el arma mágica, su habilidad para escuchar las voces de los corazones y su entrenamiento con Ripple para luchar contra Frederica—, sólo entonces había conseguido finalmente esos pocos centímetros y había conseguido un golpe.

Girando la hoja de su arma hacia atrás cuando la enemiga se lanzó hacia delante, Snow White la golpeó una, dos, tres veces en la nuca y siguió golpeándola en el casco. Una vez que Snow White ya no pudo oír la voz de su corazón, dejó por fin de golpear, retiró su arma, la clavó en el suelo y se apoyó en ella. Estaba luchando para solo mantenerse en pie. Pero aún no podía caer.

Pudo oír la voz de un corazón. Se dirigía hacia ella a gran velocidad. Se giró en dirección a la voz. Cuando vio a la chica mágica saltando hacia ella desde lo alto del edificio, ya estaba justo delante de ella. Era terriblemente rápida.

La chica mágica llevaba un par de abanicos de acero colgando de la cintura. Sus ojos eran tan fríos que no se percibía calor alguno en ellos. Incluso con sólo mirarla, Snow White sintió un frío penetrante en su corazón, y un escalofrío surgió de sus pies. No había absolutamente ninguna debilidad en su forma de moverse. De un vistazo, Snow White tuvo la certeza de que si luchaban ahora, no había forma de que ella ganara.

La chica mágica de los abanicos se acercó un paso, dos, y al tercer paso, a dos metros, se detuvo. Ya sea corriendo o caminando, siempre mantenía el equilibrio con todo su cuerpo. La voz de su corazón también era tranquila. “Soy Fan Lit Fan, del Departamento de Inspección. Supongo que te están atacando.”

Snow White pudo saber por la voz de su corazón que se trataba de la persona que había acudido a toda prisa porque una conexión de Ripple había hecho un informe a ese lugar llamado Departamento de Inspección. Snow White dejó escapar un profundo suspiro.

Deslizando la mirada hacia la chica mágica que tenía clavaba la espada en el estómago y gemía, y luego hacia la chica mágica a la que le habían hecho una abolladura en el casco, Snow White bajó los ojos a la bolsa que llevaba en la cintura y la palmeó. “Esas dos no son las únicas. Hay otras cuatro.”

Le hubiera gustado que esa chica mágica del Departamento de Inspección hubiera llegado un poco más rápido, pero se guardó ese pensamiento para sí misma. Esto era mil o diez mil veces mejor que la época Cranberry, cuando ni siquiera había sabido a quién presentarse.

Sacó a varias chicas mágicas más des transformadas: la chica que se convertía en conos, la chica que podía controlar a la gente, y la chica de la pistola, y luego, finalmente, una chica en chándal. Esta última — la chica mágica con orejas de oso— había sido el comienzo de todo.

Había atacado a Snow White como un oso gigante. Snow White, de alguna manera, había luchado contra ella, y luego, al escuchar la voz de su corazón, se había enterado de que había una recompensa por su cabeza, por lo que había contactado con Ripple, fuera de la prefectura.

“Antes de arrestarlas, hay que tratarlas con primeros auxilios, por lo menos, o tendrán problemas.” Dijo Snow White. “¿Tienes ese tipo de magia?”

“No, pero tengo un botiquín mágico.” Respondió Fan. “Ayudaré.”

“Vamos a tratarte primero.”

“Estaré bien. La que fue apuñalada en el estómago es la peor herida. Empieza con ella.” Un pequeño suspiro se deslizó de los labios de Snow White. Había dado prioridad a alguien más herido que ella. Se sintió como si fuera la primera cosa de chica mágica que había dicho ese día.

Golpear a alguien por detrás, saber que un vehículo iba a chocar allí mismo y no hacer nada al respecto, saber que había gente dentro de un edificio cuando lo seleccionó como lugar de la batalla, atacar las ilusiones de La Pucelle y Hardgore Alice, utilizar a alguien que le importaba a un oponente para molestarlo, cortar la carne y los huesos de las chicas mágicas con su arma, y participar en una batalla sangrienta eran todas cosas que no quería hacer. Ella no creía que las chicas mágicas debieran hacer cosas así. Pero aun así, tenía que hacerlas. Y también tendría que hacerlas en el futuro.

Incluso antes de luchar con Pythie Frederica, Snow White había tenido la sensación de que después de luchar, se hacía más fuerte. Y también sintió que era más fuerte después de la pelea de hoy de lo que había sido antes. Tal vez era su imaginación. Pero si tal vez no era su imaginación, entonces tendría que seguir luchando.

Al oír un grito de sorpresa, miró a su lado. La expresión de Fan Lit Fan no había cambiado, pero no pudo reprimir su voz interior.

Mientras Snow White sujetaba los miembros de la gimiente chica mágica, ladeó la cabeza. “¿Hay algo sorprendente?”

Aunque Fan estaba un poco avergonzada por el repentino comentario de Snow White, no dejó que eso se viera en su cara. Manteniendo su pose de “no es nada del otro mundo”, respondió en voz baja: “Bueno… hay algunas forajidas famosos aquí, así que un poco.”

“¿Famosas? ¿De verdad?”

Con los ojos puestos en las chicas mágicas caídas, Fan asintió. “Lycanis, Head Shokko, Merun, Muleina… Lady Kajin, A-Grade Grillette. Cualquiera del Departamento de Inspección pensaría: Ésa,

¿eh? sólo con oír cualquiera de sus nombres. Algunas son incluso miembros de facciones antiestablishment o desertoras de la Escuela de Preparación Archfiend. Cuando me enteré de que eras la Cazadora de Chicas Mágicas, aún era bastante escéptica al respecto, pero…”

“¿La Cazadora de Chicas Mágicas?”

El ceño de Fan se arrugó durante un instante antes de volver rápidamente a su máscara inexpresiva original. Pero por mucho que intentara suavizarla, Snow White podía oír la voz de su corazón. También pudo escuchar cómo el término “Cazadora de Chicas Mágicas”, que había sido utilizado por Pythie Frederica, que estaba siendo investigada, estaba siendo utilizado en el Departamento de Inspección.

Si era así, aclaraba algunas cosas. Cuando Snow White pensó en quién podría alegrarse de ver una recompensa por su cabeza, incluir a Pythie Frederica era lo más lógico. Hacerla luchar y hacerla más fuerte. Hacer que se llamara Snow White, la Cazadora de Chicas Mágicas, la que acababa con las chicas mágicas, y hacerla aparecer como alguien a quien los malvados debían temer.

Snow White había pensado antes que, si había un culpable, resultaría ser un simpatizante de Cranberry resentido con ella, pero parecía que ahora no era así. Snow White no sabía si Frederica había conseguido extender su influencia a pesar de su captura, o si lo había arreglado antes de su detención, pero supuso que Frederica lo había hecho.

A-Grade Grillette, la chica mágica a la que se le estaba deteniendo la hemorragia, gimió de dolor, pero Fan no le prestó ninguna atención mientras vertía medicina líquida sobre la herida. Incluso sin oír la voz de su corazón, Snow White pudo darse cuenta de que Fan pensaba que debía sufrir un poco. Parecía que se podía confiar un poco en Fan Lit Fan.

Snow White retiró su mano derecha de la chica y con la izquierda utilizó su teléfono mágico. Después de enviar a Ripple el breve mensaje Estoy a salvo, la persona del Departamento de Inspección ha llegado, cerró el teléfono. “Fan.”

“… ¿Qué es?”

“La chica mágica que fue la agente de la petición de mi asesinato… Me refiero a la persona que ha estado gestionando una de esas páginas web ilegales para ganar dinero.”

Había un sitio web de ayuda al empleo que funcionaba con el pretexto de ayudar a las chicas mágicas que se habían quedado sin trabajo y que incluso había sido creado con el apoyo financiero de los aristócratas del Reino Mágico. Bajo la superficie, también era un sitio web oscuro ilegal para miembros de pago que hacían contratos mágicos con los operadores. Ese sitio se había convertido en un centro social para aquellas chicas mágicas que aceptaban trabajos sucios por dinero, o eso había oído ella.

“La hemos identificado.” Respondió Fan. “Hemos reunido todas las fuerzas del Departamento de Inspección y la estamos persiguiendo.”

“Parece que aún no la has encontrado.”

“… No estoy en libertad de hablar de ello con alguien ajeno al departamento.”

Aunque no fuera capaz de decirlo, Snow White seguía escuchando la voz de su corazón. Un problemático criminal había estado burlando continuamente al Reino Mágico. Los rumores decían que tenía una especie de mecenas que la ayudaba, y que no había nadie mejor cuando se trataba de huir y esconderse. Había dado problemas al Departamento de Inspección muchas veces.

“Snow White.” Dijo Fan.

“¿Qué es?” Respondió  Snow White, con la cara todavía baja. Estaba pensando en lo que debía hacer a continuación. No trató de ocultar que su mente estaba en otra parte.

Eso debe haberle llegado a Fan, pero su tono no cambió mientras continuaba: “En definitiva…”

“Sí.”

“Si una chica mágica se considera capaz, se le impondrán misiones peligrosas y tropezará en algún momento. Si no quiere tropezar, no debe hacer alarde de su competencia. Ser modesta y tranquila es fundamental para ser una chica mágica profesional.”

Snow White levantó la vista. Fan no miró hacia ella, empujando con fuerza la gasa sobre la herida. Snow White siguió mirando la cara de Fan durante un rato antes de bajar la cabeza en silencio. “Muchas gracias por el aviso.”

“No te estoy advirtiendo por amabilidad, así que cualquier agradecimiento es innecesario. Si te digo que te calmes, entonces si haces algo imprudente, al menos puedo decir que te reprendí.”

Snow White no respondió. Sentía que decir algo más en respuesta a la amabilidad de Fan sería burdo. El hecho de no expresarlo con palabras la hizo apretar con más fuerza el brazo que sujetaba, haciendo que A-Grade Grillette gimiera de dolor.

El consejo de Fan era razonable, pero Snow White actuaría como quisiera. Si no se podía confiar en el Departamento de Inspección del Reino Mágico, no tenía más remedio que arreglárselas por su cuenta. Sólo le disgustaba el apodo de Cazadora de Chicas Mágicas, pero si nadie más quería cazar, Snow White no tenía más remedio que ser ella quien lo hiciera. Ella no iba a dejar que este culpable continuara escapando, bajo la protección de algún aristócrata.

Después de considerar todo esto, Snow White levantó de repente la cabeza. En la distancia, pudo escuchar la voz de un corazón. Era Ripple. Estaba muy preocupada por Snow White. Mientras Snow White se sentía apenada, las comisuras de sus labios también se relajaron ligeramente hacia arriba.