The Tutorial Is Too Hard

Capítulo 269: Tutorial piso 59 (Parte 6)

En el momento del último Torneo, supe que Ahbooboo estaba directamente relacionado con el dios del Cielo. Además, el dios del Cielo y Ahbooboo podrían comunicarse entre sí. Resultó que el dios del Cielo trató de averiguar sobre mí a través de Ahbooboo. Después de que me enteré, él mismo me habló.

No era muy agradable ni para mí ni para Ahbooboo, cuya amistad había sido explotada para recopilar información sobre mí. El dios del Cielo lo reconoció y prometió pagar un buen precio. Era una deidad que hablaba bastante bien.

╔═══════════════╗

 [El dios del Cielo designo a su nuevo objeto, Aubutz, como un apóstol.] 

[El resultado de la votación será anulado ya que el dios del Cielo ha designado a Aubutz como apóstol.] 

╚═══════════════╝

En el Tutorial, los apóstoles cubrían una base muy grande. Puede haber muchas razones por las que este era el caso, pero creo que la razón principal es que los apóstoles estan algo libres de restricciones.

Incluso los dioses del Templo no podían hacer lo que querían a menos que votaran. La única excepción sería el nivel de eventos dentro de la nueva área de uno, como lo hizo el dios de la Esperanza.

Pero los apóstoles que habían hecho un contrato con un dios eran relativamente libres de moverse. Fue revelado varias veces a través de escenarios. Cuando los dioses tenían que intervenir, el retador siempre actuaba como un apóstol, o se convocaba a un apóstol real.

Quizás las restricciones no se aplicaban a los dioses en su propio dominio, o a sus propios creyentes y sus subordinados directos. Desde el punto de vista de un dios, los apóstoles no estaban restringidos y, al mismo tiempo, se podía desplegar mucho poder en cualquier lugar. Era lo que querían los dioses. Deseaban que los apóstoles intervinieran en lo que sucedía fuera de su esfera de influencia: erradicar el monstruo Origen y recolectar su núcleo.

Entonces, uno de los objetivos del Tutorial era fomentar a los apóstoles. Estuve mirando a los retadores que los dioses pueden estar usando como apóstoles durante mucho tiempo.

[¡Ay dios mío! ¡Ahora me llamaré Apóstol Aubutz del Cielo!] Ahbooboo gritó de emoción.

Debe estar de buen humor. Bueno, no parecía sincero, pero tenía opiniones positivas sobre el dios del Cielo, la Orden, y estaba bastante orgulloso de sí mismo. A pesar de que su nombramiento como apóstol fue un ascenso a regañadientes.

“Sabes que todo es gracias a mí, ¿verdad?”

[Por supuesto, por supuesto. ¿Quieres que actúe lindo? ¿Mmm?]

Estuve a punto de maldecir en voz alta, pero me aguanté. Ahora que acababa de convertirse en apóstol, hasta el dios del Cielo se le quedaba mirando. Era un poco vergonzoso insultarle y darle una bofetada en la cara.

“Entonces pasemos al siguiente trabajo.”

En este momento, 200.000 humanos estaban siendo pisoteados como hormigas, y la mitad de ellos ya estaban muertos.

La batalla entre los dos dioses nativos, que no podían verse bien, fue feroz. Me preocupaba que el mundo se derrumbara de verdad. La mitad de los humanos aún sobrevivían porque los dioses no tenían ningún interés en ellos. Si decidían lidiar limpiamente con los humanos y seguir luchando, todos los humanos restantes tardarían menos de un minuto en ser aniquilados.

[Por cierto, ¿realmente vas a hacer eso? Está bien mantenerlo así. Puedo ayudarte.]

¿Cómo podría llamarse a eso una ayuda? Si saltaba a la batalla con los dioses, era obvio que solo podía ayudar a Ahbooboo y no al revés. ¿Se pueden cambiar los términos?

[Pero sigue siendo un desperdicio. De nuevo, esto es un trato. Tu brazo no se recuperará no importa cuantas veces uses elixires.]

“Esta bien.”

[Aún así…]

“Esta bien.” Dije que estaba bien repetidamente, pero Ahbooboo dudaba. Estaba pensando en cómo persuadirlo, cuando Seregia, que había estado en silencio, intervino.

[Rápido. No quiero esperar más.]

 [Pero Lady Seregia, este es el brazo del Guerrero. Su brazo es importante…]

[No es mi brazo, no importa.] Seregia se mostró indiferente, lo cual era un poco decepcionante. [Y como dijo Guerrero, vale la pena perder un brazo.]

Así es.

Evidentemente, Seregia tenía una forma de pensar similar a la mía. El coste del consumo era elevado, pero el resultado era más que suficiente.

¿Dolor? No me importaba el dolor. ¿Inconveniencia? Sería soportable.

[Sí. Pues bien.] Ahbooboo endureció su mente, murmuró el hechizo y prestó atención a sus palabras. Todavía no entendía, pero ese era el orden del hechizo. Era un hechizo que podría aprender algún día.

[ Entonces, gracias por la comida.]

Estaba preocupado por mí mismo, pero no pensé mucho. Al final de las palabras de Ahbooboo, líneas rojas continuas como telarañas se extendieron por mi brazo izquierdo. Mi brazo rápidamente se puso rojo, seguido por líneas rojas cada vez más apretadas. Una fuerza que parecía consumir la carne por dentro, seguida de un dolor infernal consumió gradualmente mi brazo, que rápidamente se desvaneció en el aire. Mi brazo izquierdo había sido sacrificado en el poco tiempo que uno tardaría en conseguir un vaso de agua.

[¡¡Gracias por la comida!!]

Estás muy emocionado.

Mi brazo había sido cortado en la parte adyacente al hombro. La sangre brotó de la sección transversal, pero gracias a la resistencia acumulada hasta el momento, el sangrado se detuvo y la carne sanó rápidamente. Mi brazo no se regeneró, pero la herida no causó más daño.

Una vez pensé que si crecía así, me convertiría en un troll. Cuando me dirigía al primer y segundo piso, no dejaba de pensar en estirarme y romperme cada vez. Pero antes de darme cuenta, me había convertido en un monstruo difícil de comparar con un troll. Fue una apreciación interesante.

El núcleo de Ahbooboo, que solía ser azul, ahora era rojo. Además de ser nombrado apóstol, su poder había crecido sin comparación, tal vez por haber consumido mi brazo. Más importante aún, Ahbooboo, yo y el dios del Cielo estábamos conectados.

Un gran grito de los dioses nativos vino desde lejos. No había visto a los dioses nativos antes. Las secuelas del poder que ejercieron fue lo único que vi, pero ahora, se estaban mostrando.

La imágen de los dos dioses me recordaba al dragón de Oriente y al dragón de Occidente, sólo que con menos poder y la mitad de su tamaño. Ahora, podía verlos claramente luchando.

Los dioses nativos ni siquiera estaban interesados ​​en mí. Para ellos, yo era igual que todos los demás humanos que estaban muriendo rápidamente. Incluso si explotara un Zit Pop o convirtiera esta área en un mar de fuego, no les haría daño.

Había una gran diferencia entre tener prestigio y estar por debajo de él. Si alguien me disparara ahora, sería capaz de detener la bala sin mucho daño. Sin embargo, el valor de consumo no era un cero completo. Era un número muy pequeño, alrededor de 0,001, si tuviera que cuantificarlo, pero era seguro redondearlo a cero.

Pero esos dioses podrían hacer que el golpe fuera completamente cero. Podrían interferir con las balas y torcer la ley. Por lo tanto, para atacar a un ser divino, primero era necesario alcanzar el mismo nivel.

[Retador, el contrato se ha hecho.] el dios del Cielo me dijo a través de Ahbooboo. Ahora, solo estaba esperando el maná.

A través de Ahbooboo, el poder divino fluyó hacia mi cuerpo y sentí un placer abrumador e inimaginable. Poder que vino de afuera; no es mio. Esto había elevado mi estándar al siguiente nivel.

En el momento en que sentí el poder que había fluido, olvidé lo que tenía que hacer. Ahora, pude entender por qué los Orígenes se perdieron y se convirtieron en monstruos tan pronto como obtuvieron su poder. Esto era lo que era el verdadero poder. Uno podría dejar de lado todas las misiones, angustias, alegrías y penas que tenían antes. La cortina de poder sobre la cabeza de uno era tan hermosa que les hizo abandonar sus vidas anteriores sin dudarlo.

No importa qué, el pasado era inútil.

Como tal, el pasado estaba destinado a ser abandonado y erosionado en el presente. Así fueron devorados en el presente. Renunciaron al pasado y se abandonaron a sí mismos, y por lo tanto, se entregaron al poder. La fuerza siempre era prioridad. El poder, no la propia fuerza, se convierte en uno mismo. Los Orígenes eran monstruos que fueron consumidos por tal poder.

[No confundas el propósito y tus medios.] 

[No deberías dejarte llevar por un arma si no quieres convertirte en una.]

Era el consejo de los dos dioses que había escuchado en circunstancias completamente diferentes. De alguna manera, sin embargo, sonaba como un consejo considerando esta situación. Las dos frases seguían resonando en mi cabeza, con el sonido de una fuerte campana sonando en la distancia, una y otra vez.

No debes caer en esta tentación, debes despertar. Esto… ¿Dejé un mensaje en mi cabeza por si pasaba esto?

Me reí. No debería preocuparme por eso.

[¿Guerrero?]

“¿Sí?”

[No estabas respondiendo. ¿Estás bien?]

“Por supuesto.” No tenía la intención de ser devorado por el poder, y no era una cuestión de fuerza mental. Lo consumiría y lo tiraría si fuera necesario, sin importar cuán precioso, poderoso y grande sea el poder. Estaba preparado para eso. El poder era mi arma, y ​​no al revés. Mi objetivo era demasiado precioso para ser devorado por el poder.

[¡gracioso, divertido! Como dijiste, nunca serás devorado por el poder. ¡Ya has sido devorado por tu objetivo!] Exclamó el dios del Cielo.

De cualquier manera, volví mi atención a los dioses nativos.

Los dos dioses todavía estaban peleando entre sí, pero ahora me reconocieron debido a la repentina aparición de poder. Estaba seguro de que lo encontrarían vergonzoso, pero en lugar de prestarme atención, los dos dioses continuaron peleando y no me gustaba.

[Ve, Contratista. El poder del cielo está contigo.]

Con mi brazo derecho, agarré la espada del alma y la balanceé hacia un lado. Mi poder se extendió a lo largo de la espada y brilló, formando una esfera para proteger a los humanos de la lucha. Las bolas de fuego y el hielo que caían del cielo estaban bloqueados. La distorsión del espacio y el tiempo que ocurrió también desapareció.

Esta vez, usando una espada ligera, arrojé la espada al cielo. Un fuego delgado pero extremadamente caliente penetró el cielo, aterrizando precisamente entre los dos dioses nativos. Los dioses finalmente dejaron de luchar por el pilar luminoso que se interponía entre ellos y me miraron.

Sí es cierto.

Este no era un momento para que pelearan entre ellos. Hice esta oportunidad para mí a expensas de mi brazo. Los dos dioses tenían que venir hacia mí con toda su fuerza.

[¿Humano?] 

[¿Es un humano?] 

[Suena como uno.]

Los dos dioses hablaron con voces desconcertadas. Había un gran eco, pero no había ni dignidad ni presión en su voz.

[Demonio, no uses el poder innecesariamente. Si me lo entregas, te daré todo en este continente.] 

[Humano, no lo escuches. Seguramente te matará tan pronto como gane fuerza. No soy yo en quien no se puede confiar.]

Los dioses nativos comenzaron a decir algo. De alguna manera, me sentí como una dama que estaba siendo cortejada desesperadamente por dos personas. Me trataron como un trofeo. Por supuesto, el cortejo de los dos dioses no me molestó en absoluto.

“Claro. Zit Pop”. En lugar de responderles, utilicé la técnica. Enormes columnas de luz atravesaron el cielo, e hicieron explotar todo, iluminando el mundo.