Hazure Skill Kage Ga Usui (NL)

Volumen 2

Capítulo 10: El Hombre Que Aprendió Demasiado Y Las Esclavas

Parte 2

 

 

Fue un poco presuntuoso por mi parte decir que se harían aventurer a s. Después de todo, aún quedaba el asunto de la prueba.

—Puedes vivir aquí durante un tiempo. De todas formas no te sobra el dinero. ¿Te parece bien?— Me volví hacia Rila.

Publicidad M-AR-2

—Mm-hmm. No me importa. Como soy tu esposa, no puedo ser tacaña… Hee-hee.

Ella estaba realmente insistiendo en ese punto.

—Sir Roland… es usted muy amable— comentó la enan a , Sanz.

La mujer bestia Lyan asintió con la cabeza. —Sir Roland es una persona muy buena. Especialmente con nosotros, los esclavos…

—No, no sois esclavos. Me estáis ayudando, lo que significa que somos aliados. Y cuidar de los camaradas es algo natural.

Publicidad M-M3

—Puedes estar tranquil a — añadió Rila con una sonrisa. Al oír esto, Eelu rompió a llorar, seguida por las otras tres.

—Las cosas eran tan terribles… hasta ahora…

Al poco tiempo, Rila lloraba con el la s.


Publicidad G-M2



A pesar de que yo era el supervisor, no pensaba ser permisivo con ell a s. Existía la posibilidad de que suspendieran el examen. Aunque eso me preocupaba, mi inquietud resultó ser innecesaria.

—Hee-hee-hee, parece que todos son igual de increíbles. Eso es muy interesante.

Milia había echado un vistazo al papel que tenía en la mano, que mostraba los resultados.

—Sí. Me preocupaba lo que pudiera pasar.

Las cuatro mujeres tenían un aspecto tan diferente al de ayer que nadie se dio cuenta de que eran las que Lenny había estado arrastrando.

Les entregué a cada uno un permiso de aventurero.

—Así que esto es lo que parece…— observó la humano.

Publicidad M-M1

—Estoy muy emocionada— dijo la mujer bestia.

—Estos… no se doblan ni siquiera cuando intentas doblarlos— añadió la enan a .

—Así que ahora somos aventurer a s… Tenemos una ocupación— declaró el elfo.

Normalmente, enseñaba a los aventureros individualmente, pero como hoy había pasado un cuarteto, tomé prestada la sala de recepción para entrenarlos.

—Primero, Eelu— comencé.

—¿Si?

—Fuiste un espectáculo terrible durante la práctica… pero tu medida de maná estaba por encima del estándar.

—¿Qué significa…?

—Tienes aptitudes para la magia. Te presentaré a alguien que sepa más de hechizos en el futuro. Estoy seguro de que te enseñarán muchas cosas.

—¡Sí, señor!

Lyan resopló mientras movía la cola, llena de emoción. —Eelu, eso es increíble… ¿Y yo? ¿Qué pasa conmigo?

—Espera, espera, uno a la vez. Lyan, tú eras todo lo contrario. No tenías aptitudes para la magia.

La luz desapareció inmediatamente de los ojos de la mujer con orejas de zorro.

—Entonces …… no soy… buen a …

—Sin embargo, eres más poderos a que la persona bestia promedio. Eres rápid a , tienes un amplio campo de visión y un buen oído, todos ellos rasgos excelentes.

L a s cuatro eran bastante capaces físicamente, pero como esclavos nunca habían tenido la oportunidad de hacer ejercicio, así que no tenían resistencia. Sin embargo, eso cambiaría en poco tiempo. Si no hubiera ayudado a est a s cuatro, se habrían convertido en mucho más que sus juguetes.

—Creo que tienes suficiente en tu arsenal para ser un explorador.

—¡Ya!

Tan rápido como había caído, la actitud de Lyan se recuperó.

La enan a , Sanz, me miraba fijamente.

—Eres igual que Lyan. Como enan a , ya eres poderos a , y tienes mucho potencial para crecer a partir de la práctica. Tu baja estatura es una ventaja en sí misma, también. Serás un gran berserker al atacar.

—…Ya veo… Me alegro— No tenía mucho que decir, pero rompió a sonreír.

—Ejem— La elfa, Su, me miró, tratando de ganarme.

—Su, no creo que sea necesario decirlo, pero tienes aptitudes para la magia y eres hábil con el arco. No esperaría nada más de un elfo.

Su giró con confianza la cabeza hacia los otros tres como si dijera: ” ¿Lo veis ?”

—Hmph…

—¡Sir Roland, Su es en realidad la más promiscua de nosotros!

Asiente, asiente.

—¡Oye! ¿Qué relevancia tiene eso?

Tod a s ell a s emitieron mucho más que ayer. La esperanza había vuelto a sus rostros.

—No me importa que vay an sol as para empezar, pero creo que l a s cuatro haríais un buen equipo— dije.

—En ese caso… como la que más elogios recibió de usted, yo sería el líder, ¿no?— Preguntó Su, lo que provocó que la s demás protestaran y afirmaran sus propias cualidades que los hacían más apt a s para el puesto.

La batalla por el título hizo que la sala de recepción estuviera muy animada. Mientras observaba, algo me vino a la mente de repente. La mayoría de los esclavos eran utilizados para el trabajo manual. Pero, mujeres como estas a veces eran compradas por predilecciones sexuales. Existían sólo para complacer a su amo. Me parecía un derroche increíble.

Publicidad M-M2

Al final, el cuarteto de aventurer a s recién acuñados decidió arreglar las cosas a base de piedra, papel y tijera.

—Bueno, lo sabía. Soy el líder.

Eelu miraba con orgullo sus tijeras.

L a s otr a s tres agacharon la cabeza en señal de derrota.

Un mago suele luchar desde la retaguardia de la formación. Era un punto de vista donde se podía ver a todos los demás. En ese sentido, Eelu encajaba bien.

—Sir Roland, esperamos su futura orientación.

—Sí. Si alguna vez tiene n problemas, házmelo saber.

Salían a la aventura por su cuenta, ahorraban y vivían cada día a su aire. No era un empleo estable, pero por decirlo de otra manera, cuanto más trabajasen, más dinero ahorrarían. Si lo hacían, eso les motivaba. Con ese incentivo, trabajarían más.

Tal vez lo dejaran en algún momento, pero eso no sería hasta dentro de un tiempo.

Los cuatro dieron una buena muestra en su primer día, cumpliendo varias misiones.

—Señor Roland, si alguna vez tiene problemas, me gustaría ayudarle— afirmó Lyan con una expresión seria en su rostro.

Le di una palmadita en la cabeza, lo que le hizo entrecerrar los ojos y soltar un sonido extraño. —Unhhgh…

Parecía que tod a s ell a s pensaban lo mismo. No lo dijeron, pero me dieron esa sensación. Aceptaron voluntariamente misiones baratas de rango F.

Alguien les llamó el escuadrón de las chicas guapas, y eso se acabó pegando.

Tod a s l a s miembros del grupo fueron elogiados por su motivación. Eso era bueno para los aventureros, pero no tanto para los esclavos. Realmente dependía de quién fuera su dueño, pero tener esa motivación era típicamente indeseable para un amo.

Decidí que si alguien era forzado a la esclavitud, lo más productivo era liberarlo.

Al cabo de un tiempo, el escuadrón de chicas guapas dejó de aceptar las misiones que querían y, en su lugar, preguntó qué trabajos había que hacer, que solían ser aburridos y de poca monta.

—Como tod a s vosotr a s sois de rango E, ahora podéis hacer algunas misiones un poco más duras— le dije a Eelu, la humana, que se sentaba en el lado opuesto del mostrador.

—No. Está bien. Estamos más interesados en ayudarte.

Lyan apareció por detrás del hombro de Eelu. —Maestro Roland, ¿qué podemos hacer por usted hoy?

—Vigilar los campos… estaría bien— Sanz se puso delante de los otros dos.

Proteger los campos no implicaba ningún combate. Sólo acababan ahuyentando a los animales. Era habitual que pasara un día entero sin incidentes. Eso dejaba a la gente con tiempo libre -aparentemente demasiado tiempo- lo que hacía que fuera un trabajo difícil… supuestamente.

Y, como los clientes eran campesinos, la recompensa era pequeña. Por eso las chicas se alojaban en una posada muy barata y no iban demasiado bien vestidas.

—Está bien si no quieres hacer esto, Su— le dije al elfo, que estaba a un paso de l a s otr a s tres.

—No, yo sí.

—…Ya veo.

Recogí sus permisos y busqué algo adecuado.

—¿Lo llaman Maestro Roland?— susurró un aventurero.

—Definitivamente, yo también escuché eso. ¿Qué son esas chicas para ese empleado del gremio?

—No son como, esclav a s sexuales, ¿verdad? Hee-hee.

—Discúlpame. Argan nunca haría algo así. Deja de difundir rumores extraños.

—Así es. Esto es por lo que os odio, chicos.

Los aventureros y las aventureras intercambiaron púas en voz alta.

¿Realmente suena tan sugerente cuando me llamaron “Maestro”?

—Me gustaría pedirte que hicieras esta— Después de decidirme por una misión, coloqué su talón sobre el mostrador.

Las cuatro chicas lo miraron al mismo tiempo.

—Colección de hierbas antídoto— leyó Eelu.

—¿Y está en medio del bosque?— Lyan parecía satisfecho.

—Y el pago es de cien rins cada un a … Eso es una tonelada— dejó caer Sanz, aunque seguía con su habitual expresión inexpresiva.

—Y si es de buena calidad, puede que eso no sea todo… Conozco un buen lugar para buscar— añadió Su alegremente.

No parecían tener ninguna objeción, así que hice los trámites.

El cliente era un boticario, y como regularmente necesitábamos antídotos, si recogían demasiado para el cliente, podíamos llevar el resto a otro boticario.

—Se pueden fabricar antídotos con esas plantas, pero pierden su eficacia con bastante rapidez, por lo que hay una demanda constante. Cuento con ustedes.

Tod a s se miraron e inclinaron la cabeza.

— ¡¡¡¡ Muchas gracias !!!!

L a s cuatro salieron del gremio, llen a s de alegría.

—Hoy no están vigilando los campos ni limpiando las cunetas, ¿verdad?— preguntó Milia con una sonrisa cuando volví a mi asiento en el mostrador.

—…No. Y estoy seguro de que se aburrirían de hacer siempre el mismo tipo de misiones.


—Aunque juraría que nos quedaban algunos trabajos así— Milia pareció entender lo que pretendía.

—Creo que esta misión les vendrá bien.

—Probablemente tengas razón— respondió Milia, radiante.

—¡Buenos días, jefe!

Neal y Roger entraron y se inclinaron animadamente.

—¡Por favor, danos una gran misión hoy!— dijo Neal, sentándose mientras yo hacía lo mismo.

—De hecho, tengo uno que es perfecto para ustedes — respondí.

—¿Qué es? Incluso lucharía con un monstruo o bestia de rango B— Los ojos de Roger brillaron.

Desde que se arreglaron las cosas, el dúo había hecho un trabajo fantástico. Habían demostrado ser unos aventureros útiles de rango medio a los que podía confiar muchos trabajos variados.

—Esto es todo.

Cuando les mostré a Neal y a Roger el talón de la misión, inclinaron la cabeza hacia un lado, dudosos.

—¿Eh? ¿Te refieres a esto…?

—Jefe, ¿no crees que deberías darle esto a alguien que sea más principiante…

Me subí las gafas de forma muy señalada.

—…¿Estás diciendo que una misión de limpieza de canal es de rango F no es de tu agrado?

Neal empezó a sudar frío.

—No es que no me guste… Lo entiendes, ¿verdad?

—N-no, ¡lo tomaré con gusto! Puedes rechazar a Roland, pero estás por tu cuenta, Neal.

—Oye, ahora estás siendo injusto, tirándome debajo del carro.

—Mira, no puedo decir que una misión de rango F sea realmente apropiada para vosotros dos, viendo que Roger es ahora de rango C y tú, Neal, eres de rango B.

—¿Entonces por qué estás…?

Levanté el dedo índice.

—Para que no olvides tus intenciones originales.

¡ZWOOSH! Una sacudida recorrió a la pareja.

—¿Nuestras intenciones?

—¿Para no olvidarl a s, dices?

—Ciertamente. Luchar y matar a poderosos monstruos y aventurarse en zonas peligrosas para conseguir valiosos recursos son tareas ciertamente importantes. Sin embargo, no puedes olvidar la verdadera esencia de la aventura.

Publicidad G-M3



—¿La verdadera esencia…?

—Una misión es el dilema de un cliente que nos confía para que lo resolvamos. Los problemas vienen en todos los tamaños, pero eso no hace que ninguno sea inferior a otro, o menos importante.

— ¡¡ Eso es tan genial… !!

Solemnemente, Neal se puso la mano en el pecho y cerró los ojos. —Recuerdo la sensación de limpiar aquellas cunetas y que me dieran las gracias por mi servicio… Realmente había olvidado cómo me sentía entonces…

—Yo también… Cuando vi cómo quedaban después de las lluvias, sentí que extrañamente valía la pena hacerlo. Gracias a mis esfuerzos, las calles estaban a salvo de las inundaciones…

Asentí con la cabeza.

—Últimamente has abordado muchas misiones de rango medio. Pensé que era importante recordarte tus raíces. Si el agua de las cunetas no puede fluir, la ciudad se inundará cuando llueva.

—Cuando era nuevo, hice toneladas de trabajo como este… ¡Por favor, déjame tomar esta misión!— Roger insistió.

—Yo también— añadió Neal

Publicidad M-M4

—Muchas gracias— respondí mientras los despedía.

—Señor Roland, es usted taaaan bueno con sus palabras. Tiene una forma de convencer a la gente— me susurró Milia desde el mostrador de al lado mientras hacía su trabajo de recepción.

Publicidad M-M5

—¿De qué estás hablando?— Fingí inocencia.

—Bueno, si lo intentara con alguien de rango B o C, se quejaría y nunca aceptaría.

—Motivar a los aventureros es parte del trabajo. Hazlo y aceptarán la misión de inmediato.

—Hmm… no es tan fácil para mí. Creo que es increíble que puedas tomar las misiones mal pagadas que la mayoría no quiere y dárselas a los de rango medio en vez de a las chicas.

Los trabajos más baratos, como la limpieza de cana les , eran en realidad más urgentes. Iris solía recordarnos que esos trabajos debían aceptarse durante las reuniones de la mañana.

Al caer la noche, el grupo de chicas guapas regresó, cada una de ellas con una bolsa llena hasta los topes.

—¡Maestro Roland, hemos recogido toneladas de ellas!— exclamó Eelu.

Llevé la entrega a los empleados del gremio encargados de la inspección. No hubo ningún problema con la cosecha.

La recompensa total del escuadrón de chicas guapas era de ciento veinte mil rins.

—No puedo creer que tengamos tanto…

—Deberíamos tener una buena comida para celebrar…

—Necesito conseguirme… ropa y equipo.

—Maestro Roland, ¿qué le parece cenar con nosotros?

Ante la propuesta de Su, sus compañeros asintieron unánimemente.

—Primero, conseguiremos ropa. Necesitamos algo para las aventuras y algunos trajes bonitos para arreglarnos…— murmuró Eelu.

—Maestro Roland, quiero que coma con nosotr a s…— suplicó Lyan.

Sanz se limitó a asentir con la cabeza.

No pude evitar que una sonrisa tensa se deslizara por mi rostro. —Sin embargo, si vas a un lugar demasiado lujoso, te cargarás todo el dinero que te ha costado ganar.

La sorpresa y la decepción se reflejaron en todos los rostros.

— C-Cierto— De todos modos, ¡vendremos a buscarte más tarde! Por favor, espéranos, ¿vale?— instruyó Eelu antes de salir. Lyan y Sanz se unieron a ella, hablando entre ell a s mientras se marchaban. Sin embargo, Su se quedó.

—¿No vas a ir con ellos?— Pregunté.

—Maestro Roland… gracias.

—¿De qué estás hablando?

—La misión de hoy. Hoy nos has dado una muy buena, ¿no? ¿Una mejor que la normal?

—Era una misión de rango E, nada fuera de lo común para aventureros de tu nivel.

—Lo sé, pero… No importa. Qué grosero a soy. Gracias— La elfa inclinó ligeramente la cabeza antes de correr tras l a s demás miembros de su grupo.

Mientras limpiaba cerca de la hora de cierre, Milia se acercó a mí con una sonrisa en la cara. —Parece que lo han descubierto. Siempre vienen llamándote Maestro Roland y aceptan las misiones peor pagadas que nadie quiere. Es una gran ayuda para nosotros, pero los dejaba sin dinero para gastar. Aunque les ofrecieras una paga, no creo que la aceptaran. Así que en lugar de eso, los engañaste para que tomaran una mejor misión. ¿Estoy en lo cierto?

—Quién sabe. Posiblemente— respondí.

—Supongo que debería haber esperado eso. Tal vez fue grosero de mi parte preguntar, pero quería saber— Milia se rió, pareciendo satisfecha de sí misma.

Mis oídos captaron un pequeño alboroto frente a la oficina. Parecía que el equipo de chicas guapas había terminado de prepararse.

Una vez terminada la reunión de clausura, Milia me dijo que me divirtiera y me hizo salir por la puerta trasera. Me dirigí a reunirme con el equipo de chicas guapas.

—Quiero sentarme al lado del Maestro Roland— se quejó Lyan.

—Entonces me toca sentarme a su derecha— afirmó Su.

—Entonces quiero… sentarme en su regazo— murmuró Sanz.

—Espera ahí. Yo soy el líder, así que yo decido la distribución de los asientos. En primer lugar, tengo que sentarme a su lado para servir el alcohol…— afirmó Eelu.


—¡Nu-uh, eso es injusto, injusto, te digo!

—Eelu, estás abusando de tu autoridad.

Asiente n , asiente n .

L a s cuatro se enzarzaron en un ruidoso tira y afloja, optando de nuevo por resolver las cosas con una batalla de piedra, papel y tijera.

—Realmente no importa. Démonos prisa y pongámonos en marcha— Empecé a caminar hacia la taberna. Pagué sus comidas en agradecimiento a sus esfuerzos.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios