Dungeon Busters (NL)

Volumen 1

Prologo: Alguien, Por Favor, Detenga Este Ciclo.

El sonido de las explosiones resonaba con fuerza. El humo negro ondeaba, y el olor a carne quemada llenaba el aire. Los muros de piedra se derrumbaron cuando la ciudad castillo se vio envuelta en un mar de llamas. Dentro del cielo manchado de rojo flotaban varios puntos negros. Uno de ellos descendió abruptamente a una velocidad increíble, sacudiendo el suelo mientras se estrellaba. Lo que se reveló como un monstruo abrió una gigantesca boca con dientes afilados y respiró una corriente de llamas a su alrededor. Los hombres y mujeres que corrían gritando de pánico se redujeron a meras cenizas en un abrir y cerrar de ojos. Un niño que lloraba por su madre se encontró de repente cogido por una mano enorme. El dueño de la mano, un gigante que se alzaba sobre todas las casas cercanas, abrió la boca para morderle la cabeza. Justo a tiempo, alguien le cortó la mano que sostenía al niño.

“¡Todo va a estar bien! ¡Ahora que he llegado, no permitiré que los monstruos hagan lo que quieran por más tiempo!”

“¡Es el Héroe! ¡Es el Héroe, Takayuki!”

La esperanza se reavivó en los ojos de la gente que estaba simplemente corriendo sin rumbo hace un momento. Inmediatamente después, la magia de fuego se estrelló en la cara del gigante. El gigante se llevó las manos a la cara y rugió, incluso cuando se convirtió en humo. Una hermosa mujer con un bastón incrustado de gemas apareció detrás del Héroe, seguida de una mujer rubia que llevaba una enorme espada.

“¡La Doncella Santa y la Dama Santa también están aquí! ¡Estamos salvados!”

La multitud reunida levantó sus puños en el aire. Este hombre — que había sido convocado desde otro mundo usando todos los recursos a disposición del reino — y sus compañeras, la Doncella Santa y la Dama Santa, seguramente iban a salvar este país, no, este mundo entero. Todos los presentes creyeron esto con todo su corazón, y se alegraron de expresarlo. Un rugido de desafío se elevó desde el interior de las bailarinas llamas carmesíes.

Splat.

“¿Eh?”

Sin embargo, ese rugido fue cortado casi tan pronto como comenzó. Sobre las cabezas del Héroe y sus compañeros, que saludaban en respuesta a los vítores, cayeron varias rocas del doble del tamaño de un carruaje. Estos tres, sobre cuyos hombros cabalgaba la esperanza de represalias, fueron aplastados como insectos intrascendentes.

Todo había sucedido tan repentinamente que los espectadores se quedaron boquiabiertos, con las mandíbulas abiertas y los puños aún en el aire. El grupo del Héroe no debía morir. En cualquier momento la roca se iba a romper en pedazos y ellos saldrían ilesos… era seguramente lo que muchos de los presentes habían estado pensando. Sin embargo, un líquido rojo rezumaba por debajo de la roca. Esta era la cruel realidad.

“El héroe… El gran héroe ha…”

“Nosotros… ¡estamos condenados!”

Todo lo que quedó después del silencio fue una tragedia. Cada persona — ya sea hombre o mujer, viejo o joven — cayó en los estómagos de los monstruos uno por uno. Todo lo que vivía y respiraba era masacrado sin piedad.

Desde su punto de vista en la cima de una colina que dominaba la ciudad, una mujer suspiró. En sus ojos se reflejaba la farsa que acababa de tener lugar. Por otra parte, todos los demás que estaban con ella en la colina también habían estado observando, así que no era como si fuera la única.

“¿Así que ahora mismo era el autoproclamado ‘Héroe’ que había sido llamado desde otro mundo usando un gran hechizo de invocación? Para alguien que afirmaba que ‘puedo salvaros a todos porque se me concedió un poder especial cuando vine a este mundo’, no luchó mucho.”

“Son unos tontos, todos y cada uno de ellos. ¿Cuál sería el punto del trabajo duro si fuera tan fácil hacerse fuerte? Incluso el más mínimo trozo de crecimiento se logra sólo con un esfuerzo incremental, ingenio, dedicación y una cantidad asombrosa de tiempo. ¿Por qué no entienden eso?”

“Estoy de acuerdo. Los humanos son realmente estúpidos. Sólo porque saben cómo cooperar entre ellos y usar herramientas e idear estrategias, se creen cosas muy buenas. Incluso los monstruos tienen la capacidad de pensar por sí mismos y hacer descubrimientos e inventar cosas.”

Sintiéndose resignada, la mujer escuchó las burlas que se hacían detrás de ella con sólo media oreja. Aunque no lo recordaba, estaba segura de que había visto estas dos cosas muchas veces antes: estúpidos humanos empujando sus problemas a extraños sin relación en vez de intentar resolver las cosas con su propia fuerza y luego pagando el precio de tal inanidad, y los llamados “Héroes” dejándose llevar por toda la adulación y muriendo como un perro. Los recuerdos de la mujer ya no se conservaban, pero sus sentimientos sí.

“Bueno, entonces… supongo que deberíamos irnos también. Probablemente hemos tenido esta misma conversación innumerables veces antes, pero aún así, no podemos seguir viendo esta tragedia sin hacer nada”, dijo un anciano con un cuerpo musculoso, que se adelantó mientras se frotaba la perilla.

Las figuras detrás de él, que eran algo más de cien, le siguieron. Todos los presentes venían del mismo lugar y estaban en la misma posición que la mujer. Cuando los monstruos aparecieron por primera vez en este mundo, ellos también habían aparecido al mismo tiempo. La tarea que se les había encomendado era simple: luchar, hasta la última persona, para que sólo un residente más de este mundo pudiera vivir un segundo más. A pesar de saber que todo y todos estaban destinados a morir, estos individuos aún tenían que cumplir con su deber.

Después de todo, parece que este mundo va por el mismo camino. Una vez más, seremos reabsorbidos, purificados y manifestados. Una y otra vez y otra vez… el mismo ciclo que se prolonga durante lo que probablemente sea la eternidad. ¿Nunca podremos descansar…?

La mujer sacudió la cabeza para salir de sus pensamientos. Sacó el kunai en su cintura, y luego se fue junto con el resto de la multitud. Mientras movía sus piernas, levantó una oración que probablemente había hecho incontables veces antes.
Alguien, por favor, detenga este ciclo. Probablemente he puesto mis esperanzas en la próxima iteración una y otra vez. Aún así, rezo. Rezo para que la próxima vez, un verdadero Héroe aparezca finalmente que detenga esta pesadilla de repetirse una vez más…