Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 10

Capitulo 1: La Batalla Solitaria de la Dama Caballero: Corte del Director

Parte 1

Esta historia se sitúa poco antes de que empezara el concurso de los caramelos magicos.

Spoilometro= 1 Lee esto despues del primero episodio del anime.

***

✰   La Pucelle

Desde hace un mes, La Pucelle se esfuerza por entrenarse mentalmente.

Exhalaba todo el aire de sus pulmones y luego inspiraba largamente para volver a llenarlos y así sucesivamente. Antes de comenzar las actividades de chica mágica, aprovechaba los diez minutos previos a la llegada de Snow White para subir a la torre de acero, cruzar las piernas sobre una viga y sumergirse en su propio mundo. La forma es el vacío, el vacío es la forma… la forma es el vacío, el vacío es la forma, cantaba sin cesar, intentando que su mente estuviera tan en blanco como lo que veía bajo sus párpados.

La razón por la que La Pucelle se había interesado tanto en la meditación era, como no, Snow White.

La magia de Snow White le permitía escuchar las voces interiores de las personas con problemas. Al igual que los oídos y los tímpanos captan sonidos que no querían oír, la magia de Snow White siempre escuchaba los gritos de un corazón atribulado. Y su magia no sólo funcionaba con los humanos, sino también con las chicas mágicas.

Y lo que es peor, La Pucelle era el alter ego transformado del adolescente Souta Kishibe. Y no hay miembro del Homo sapiens más impúdico que un chico de escuela media. Ya sea un representante de la clase de conducta irreprochable, un miembro encantador del equipo de tenis o un estudiante sobresaliente que aspira a la más prestigiosa de las instituciones educativas, en su corazón se podía encontrar un vórtice de pensamientos intrusivos y lascivos… No es que Souta se hubiera asomado nunca al corazón de nadie más, pero seguía convencido de que eso era cierto.

Si La Pucelle tuviera algún pensamiento dudoso en torno a Snow White, aunque fuera por un instante… y si Snow White captara esos pensamientos… Souta tenía que evitar esa situación a toda costa.

Cuando le gustaba el anime, Souta no lo había visto como un gran problema, pero las chicas mágicas a menudo revelaban mucha piel.

Esto era cierto para Snow White, la compañera habitual de La Pucelle. A pesar de todas las carreras y saltos que daba, su falda era muy corta. La Pucelle encontraba sus ojos viajando a las secciones de color melocotón entre sus botas y su falda.

Y las otras chicas mágicas también tenían una gran falta de conciencia de sí mismas. Souta había oído que las alumnas de los colegios sólo para chicas eran menos precavidas y más atrevidas porque no había chicos vigilándolas. Seguramente las chicas mágicas tampoco pensaban que hubiera un chico entre ellas.

Por ejemplo, Top Speed. Volar por el aire significaba inevitablemente que la gente te viera desde abajo. Pero su falda era corta. Cuando volaba en su escoba, el dobladillo de su falda se agitaba, y cuando disparaba sus propulsores, el dobladillo se levantaba, y cuando aterrizaba, la falda volaba por todas partes; hiciera lo que hiciera, siempre se podía echar un vistazo, y eso hacía que La Pucelle se excitara y se pusiera nerviosa. Para empeorar las cosas, Top Speed era muy simpática, así que quizá por eso era especialmente susceptible. Golpeaba a La Pucelle en la espalda, o le daba palmaditas en el hombro, y a veces incluso le daba un golpe en el trasero. Cada vez, se acercaba mucho, traspasando los límites del espacio personal. Incluso abrazaba a La Pucelle para expresarle su alegría, y enlazaba los brazos con ella en para intentar acercarse, y cuando estaban totalmente apretadas de esa manera, la mente de La Pucelle se quedaba en blanco.

Y Ripple, que a menudo trabajaba con Top Speed, estaba bastante mal en lo que respecta a la piel expuesta. Tenía los hombros, el vientre y los muslos al descubierto. Sin embargo, siempre parecía estar muy nerviosa, así que, por supuesto, no había oportunidades para mirarla. Pero justo el otro día, Top Speed había venido con Ripple. El tema había girado en torno a los disfraces de las chicas mágicas, y Top Speed había dicho: “Eso me hace preguntarme, ¿esta cosa siente cosas?” y había agarrado la cola de La Pucelle. La Pucelle se había asustado y casi se había caído hacia atrás, y cuando por reflejo sacó un brazo, allí mismo había estado el estómago de Ripple… La Pucelle aún no había olvidado cómo se había sentido, incluso ahora. Había sido suave y liso. Como eso había sido culpa de Top Speed, Ripple se había enfadado con Top Speed y no con ella, pero La Pucelle se había sentido bastante mal por todo el asunto.

El grupo de Ruler tenía comparativamente menos chicas mágicas que causaban estrés a La Pucelle en ese sentido. Los ángeles gemelos eran más bien personajes mascota que chicas humanas. Hacían que La Pucelle pensara: ¡Están muy ocupadas para ser tan pequeñas! Lo mismo ocurría con Tama. Sus acciones y reacciones en el chat a menudo recordaban a las de un perro, y era menos una chica y más cercana a una mascota inteligente y adorable. En cuanto a Ruler—La Pucelle no podía decir esto delante de la propia chica, pero en comparación con otras chicas mágicas, era más bien recta de arriba abajo, y su traje no era demasiado revelador. En cuanto a la apariencia, desprendía un aura ligeramente encantadora, y eso era todo lo que realmente se podía decir de ella. Aquellas cuatro chicas mágicas eran seguras, no tenían nada de rompecorazones. Dicho esto, dado que La Pucelle rara vez interactuaba con ellas en la vida real, no importaba mucho que fueran “seguras”, pero Souta seguía agradeciendo no tener nada de lo que sentirse culpable allí.

Sin embargo, no todos los miembros del Equipo Ruler eran inofensivas para él. También estaba Swim Swim. La primera vez que Souta había visto su avatar en el chat, no había pensado en su traje de baño escolar. Los veía a menudo en la clase de gimnasia en verano; que el suyo fuera blanco era inusual, pero no era una visión particularmente nueva. Sin embargo, algún tiempo después, cuando La Pucelle había estado guiando a una abuelita perdida en Monzenmachi, su suerte se acabó. Ruler la había visto y le espetó: “¡No entres en nuestro territorio sin permiso!” Mientras Ruler reprendía a La Pucelle con dureza, como una profesora quisquillosa, los ojos de La Pucelle habían estado fijos en Swim Swim, de pie junto a Ruler, todo el tiempo. Eran grandes. Súper, súper grandes. La enormidad que Souta nunca podría ver en la escuela hizo que la cabeza de La Pucelle diera vueltas por razones no relacionadas con el calor, y no escuchó ninguna de las quejas de Ruler en absoluto.

También estaba Calamity Mary, de quien La Pucelle había oído que era enemiga del grupo de Ruler. Sólo la había visto una vez de lejos, cuando Calamity Mary aparentemente tenía algún negocio en el puerto, donde estaba flanqueada por varios hombres de aspecto impreciso. Preguntándose si Mary iba a participar en algún negocio turbio y si debía desafiarla, La Pucelle se había asomado para verla con un atuendo extremadamente provocativo: un escaso top de bikini con estampado de leopardo y una fina y corta minifalda que parecía que se levantaría a la menor brisa. Sobre todo, su figura: era tan voluptuosa como Swim Swim o incluso más. Parecía una competición reñida. Y a causa de esos pensamientos, para cuando La Pucelle se espabiló, Mary y los hombres ya se habían ido.

En esta categoría, la infravalorada y subestimada era Nemurin. La Pucelle nunca la había conocido en la vida real, pero Nemurin había aparecido en uno de los sueños de Souta. A pesar de que ella aparecía en su sueño, él había encontrado a Nemurin en un sueño profundo y de aspecto placentero, y La Pucelle se habría sentido mal al despertarla, por lo que se había limitado a observarla así durante un rato.

Sin embargo, ese atuendo… En el chat todos tenían avatares de dibujos animados, así que Souta sólo había pensado que el atuendo de Nemurin, con pijama y calcetines, era bonito. Pero al verla con proporciones realistas, se dio cuenta de que esa combinación era bastante poderosa. Las piernas desnudas que se extendían desde el dobladillo de su pijama eran seductoras, y para empeorar las cosas, Nemurin se revolvía de vez en cuando, y cada vez, parecía que iba a ser un desastre, y La Pucelle se preguntaba, ¿Qué hago? ¿Debo despertarla? ¿O debo…? Y, presa del pánico, Souta se había despertado.

La Pucelle no estaba en condiciones de quejarse de los trajes de otras chicas en primer lugar. Se suponía que la armadura era para proteger, así que ¿por qué la armadura de la parte inferior de su cuerpo era básicamente como un traje de baño, o ropa interior? Cuando La Pucelle conoció a Sister Nana, su profesora, supuso que Sister Nana le preguntaría por qué sólo la parte inferior de su cuerpo estaba tan expuesta, y se sintió bastante abatida por ello. Pero eso nunca ocurrió. La propia Sister Nana también estaba escasamente vestida por alguna extraña razón.

El supuesto traje de monja de Sister Nana no tenía mangas, su falda tenía una larga abertura, su pecho lleno se destacaba con un cinturón y las ligas sostenían sus medias blancas. Era un verdadero sacrilegio. Uno suponía que la propia Sister Nana había elegido el traje. ¿En qué estaría pensando…? La Pucelle no podía ni quería preguntar. Sin embargo, cada vez que La Pucelle se encontraba con ella y veía aquel traje tan favorecedor, se ponía más nerviosa.

Weiss Winterprison, la compañera de Sister Nana, era la excepción a la regla: su traje no era revelador. En invierno podía mezclarse entre la gente normal y hacer que la gente pensara: “Qué persona más guapa” sin parecer fuera de lugar.

Pero un traje que no es revelador puede dar lugar a un contraste seductor. Hace aproximadamente un mes, Sister Nana, Weiss Winterprison y La Pucelle habían estado charlando en la azotea de un edificio. De repente, el cielo se había nublado y las tres se habían empapado de una lluvia torrencial. Winterprison se había quitado el abrigo y lo había utilizado para cubrir la cabeza de Sister Nana. Incluso a través de su fino jersey, La Pucelle pudo ver la figura que normalmente se ocultaba bajo el abrigo, su equilibrada complexión, y al notar que la región del pecho era especialmente torneada, La Pucelle había apartado la mirada.

Esto era lo que hacía que las chicas mágicas fueran criaturas tan peligrosas. Le daban a La Pucelle pensamientos muy sucios.

Aunque no tenía mucho sentido insistir en voz alta en que la esencia del problema estaba en las propias chicas mágicas. Lo importante era la relación entre Snow White y La Pucelle.

La magia de Snow White era bastante imprecisa. Parecía que sólo podía captar la idea general de lo que ocurría en los corazones de los demás. Sin embargo, si por casualidad captara los pensamientos malvados, eso significaría el fin de las actividades de chica mágica de La Pucelle. La Pucelle quería evitarlo. Y para ello, tenía que vaciar su mente.

A este ritmo, incluso su propio pecho sacudiéndose hizo que su cerebro dijera, Ohhh. Esto no era bueno. Cuando se levantó y se dio una palmadita en el trasero, se sorprendió de lo suave que se sentía al tacto, y sin pensarlo tocó la palma de su mano, embelesada por la agradable sensación del tacto de su piel. Se quedaba completamente distraída hasta que Snow White la llamaba, lo que no era bueno en absoluto.