Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 21

Capítulo 4: No soy un Mesías – Batalla_por_Escocia.

Parte 3

La cuenta regresiva estaba completa.

El pecador había ascendido.

Para reiterar, el número de lesiones aparentes era irrelevante.

Inundar ese espacio con energía obstruiría la transferencia de poder de las líneas ley al grimorio. Eso haría que la forma y la mente humanas temporales se dispersaran y borraran su existencia como individuo.

Entonces, para alguien que había tratado de juzgar el progreso de la batalla por el daño físico, el final llegó rápidamente, de repente y sin previo aviso.

Pero para alguien que miraba el panorama general centrándose en la energía total del mundo, este resultado puede haber sido el final de un viaje vertiginosamente largo. Al igual que apilar piedras pequeñas para finalmente construir una torre gigante, esa batalla mágica puede haber requerido un esfuerzo increíble y un equilibrio preciso.

Mirando hacia atrás, el mago Aleister Crowley había sido alguien que tomó un punto de vista más amplio para evitar que el retroceso de su magia golpeara a un completo extraño.

-…

Aleister se había transformado en una masa de luz blanca pura y Mathers solo podía arder sin llama ya que no tenía contramedidas para esto.

Entonces, en ese momento final, el líder dorado solo miró fijamente la luz blanca que se acercaba.

El Mathers de aquí era un grimorio original creado a partir de las cartas del tarot. Los otros miembros de Golden eran iguales. Por eso su objetivo había sido superar a Coronzon para liberarlos a todos.

Pero, ¿realmente había sido ese el único método para salvarlos?

¿El Dorado? ¿La cábala mágica más grande del mundo?

¿Qué valor tiene eso?

Esas sabias palabras habían llegado tan fácilmente.

Y esa humana solo podía pronunciarlas porque había vivido esa era y había expresado su objeción durante la Batalla de Blythe Road.

-Ya veo.

En verdad, pudo haber querido liberar su alma con esas dos palabras.

Era conocido como el líder dorado, pero era una persona diferente del hombre que vivió un siglo antes.

Y dijo más con una sonrisa definida.

-Así que este es el verdadero destructor del orden: Aleister Crowley.