The Tutorial Is Too Hard

Capítulo 267: Tutorial piso 59 (Parte 4)

“¡Ofrezco mi alma!”

No la necesito. Casi dije mis pensamientos en voz alta sin pensar. ¿Por qué me ofrecerias tu alma en primer lugar?

Las almas humanas ordinarias no eran muy útiles, incluso si recolectabas miles de millones de ellas. Podrían ser considerados un juguete en el mejor de los casos. Si tuvieras el poder de manejar almas, las almas humanas serían un combustible eficiente. Yo, por mi parte, pude hacer y usar el poder del alma y la espada del alma, pero usar almas no tuvo mucho efecto y no era tan eficiente.

El único poder útil que involucra almas es la explotación del alma que me dio el dios de la muerte. El resto solo me lo otorgaron con título, y su valor de utilidad era bajo. Comparado con el poder otorgado por otros dioses, era seriamente inútil.

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[El dios de la Muerte está perplejo.] 

[El dios de la aventura está muy animado.] 

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La cantidad de almas que fueron selladas en la espada del alma en este momento… Espera, espera.

[¿Qué te pasa?] Ahbooboo preguntó cuando dejé de pensar. Había una cosa que me había perdido: nunca había extraído un alma de un ser humano vivo.

[¿De verdad quieres ser un demonio? ¿Por qué no sigues adelante y firmas un contrato?]

¿Un contrato? Eso no suena tan mal. Si se estableciera un contrato, podría sacrificar algo para cosechar almas.

El Rey Demonio, a quien conocí en los pisos 25 y 34, había sido convocado más allá de la dimensión debido a la solicitud personal de la gente. Fue traído ofreciendo algo al Dios de la Siembra.

Si de alguna manera pudiera hacer un contrato con un alma como un demonio, esta podría ser una nueva dirección de desarrollo.

[Uf…]

Por supuesto, no sabía cómo hacerlo. No sabía cómo hacer un contrato con un alma, o qué sacrificar en el contrato.

Debería preguntarle a Kirikiri sobre esto más tarde. ¿Había alguna manera de que pudiera obtener ese tipo de poder?

“Oh, demonio.” Me llamó Jengent con una mirada ligeramente inquieta. Durante la conversación, me había aturdido, dejándolo perplejo.

Puse una cara seria y dije: “Oh, sí. Contrato. ¿Estás apostando tu alma en ello? ¿Puedes garantizar eso?”

Jengent parecía rígido, pero asintió con la cabeza. Su determinación es grande. Parecía tan satisfecho, que las comisuras de sus labios se estiraban en una sonrisa. Si tuviera algo de tiempo antes del final de este escenario, no sería una mala idea llevarlo de regreso para experimentar con poderes relacionados con el alma.

[Señor, por favor no actúe como un verdadero demonio. Soy una Espada Sagrada…]

¿Y? ¿Y qué si eres una espada sagrada? No vendas drogas en nombre de la santidad. [Nota de Imagine: La razón por la que Hojae dijo eso es porque, por lo general, si una persona normal usara a ahbooboo, eventualmente corrompería tu mente con su poder hasta el punto de convertirte en su muñeca.]

[….]

“Sé muy bien que tienes el coraje de apostar tu alma. Entonces es hora de escuchar lo que quieres.”

Cualquier cosa que Jengent quisiera, yo tenía la capacidad de lograrlo. Por supuesto, había una limitación de escenario, por lo que no podría escucharlo todo. Sólo podía asegurarle que su deseo se cumpliría.

Hice mi voz más baja, para que pareciera un poco más malvado. Aumentando la presión sobre él, lentamente dejé escapar un poco de mi poder. Para Jengent, esto no se sentiría solo como una presión de maná, sino como un elemento sobrenatural.

“Jengent. Di lo que quieras a cambio de tu alma.”

Al escuchar mis palabras, Jengent tragó saliva y dijo con voz decidida: “Lo que quiero es la destrucción de los dioses que han destruido el reino de Rossina. Me gustaría vengarme de los dioses crueles que han empujado a sus adoradores y los han tirado como si fueran malas hierbas en los campos. ¡Quiero su aniquilación!”

Lo que me pidió Jengent no era ni riqueza, ni honor, ni fuerza. Quería la caída de estos dioses nativos. Por suerte para él, compartíamos el mismo deseo.

Por lo tanto, grité con alegría: “El contrato se ha hecho. ¡Tus deseos se harán realidad!”

***

El objetivo del escenario del piso 59 era proteger al Origen de las numerosas personas que codiciaban el poder de el Origen. Si esto era todo, el escenario era demasiado fácil. En este caso, no se habría llamado piso 59 por nada, y muy bien podría haber sido un escenario que podría aparecer en el piso 9.

Pero el escenario tenía un nivel de dificultad que coincidía con el piso 59 debido a la existencia de dos dioses nativos que aparecerían al final.

Los dos dioses claramente apuntaban al poder de el Origen, y estaban en desacuerdo entre sí. Si uno se interpusiera en el camino de este evento, barrerían todo con fuerza.

El retador debe proteger al Origen de los dos dioses nativos de los dioses que, si es necesario, no dudarían en ejercer sus poderes e incluso podrían pisar a sus propios creyentes sin pensarlo dos veces.

De esta manera, pensé que el nivel de dificultad era demasiado alto. Todos los dioses que habían aparecido en el escenario Tutorial me habían recompensado después de que terminó el escenario. Pero esta vez los dioses estaban directamente relacionados con el escenario, y tenía que chocar con ellos de frente.

Tal vez podría utilizar el tiempo antes de que vinieran los dioses para persuadir a las personas que buscaban al Origen más rápido que los dioses. Podría encontrar una manera de esconderme de ellos o persuadirlos. De todos modos, la mayoría de las personas que se reunieron aquí eran seguidores de los dioses nativos, pero no intenté encontrar esa manera aunque lo pensaba.

Esta era una oportunidad. Una oportunidad de matar a un dios al menos una vez.

[¿Qué tipo de oportunidad es esa?] Ahbooboo se quejó.

Es una gran oportunidad. La presencia de los dioses nativos, que estan en mala relación con los dioses del templo, era definitivamente un mensaje que sugería un choque con los dioses, una deliciosa oportunidad.

[No había ningún mensaje en ninguna parte que te dijera que mataras a los dioses, Guerrero. Es realmente peligroso. Podrías morir aquí, de verdad.]

No moriré.Incluso en medio de mi conversación con Ahbooboo, Jengent estaba hablando de sí mismo. Ni siquiera se dio cuenta de que no lo estaba escuchando, y parecía estar absorto en la narración de la historia.

“Fue entonces cuando aparecieron los dioses. Todos vitoreamos. El archimago, que se enfrentaba al demonio, estaba en un estado extraño, y pensé que los dioses finalmente se habían presentado. Pensé que era para bendecir la lucha del archimago. Pero los dos dioses chocaron sobre la capital y, como consecuencia, la capital fue literalmente arrasada.”

Jengent continuó su historia. Dijo que estaba en la capital del Reino de Rosina cuando fue destruida.

“Me di cuenta de que la situación era extraña y traté de evacuar a la gente de alguna manera. Pero evacuar a la gente abarrotada de la capital sin ninguna preparación… Todavía recuerdo claramente la escena cada vez que cierro los ojos. La gente se pisoteaba y corría como vacas locas. Las bolas de fuego que cayeron sobre sus cabezas… Y aquellos que rezaron a los dioses que los estaban matando… Y-”

Jengent hizo una pausa por un momento y su voz se ahogó por una razón obvia.

Si fueras un dios que se preocupa por sus creyentes, no te pelearías en la capital de la gente. Por mucho que rezaras en el desorden, a los dioses no les importaría. La gente de la capital seguía muriendo, y la miseria no haría más que volverse más y más horrenda.

Fue un trágico accidente, pero también fue una traición: traición a un hombre que creía en dios. Dios no tenía ningún interés en él, y el hombre no podía maldecir a dios porque dios siempre podía cortarle la cabeza al hombre. Se podría decir que los dioses realmente no amaban a sus creyentes y que solo querían el poder de la fe. Esa es la realidad.

“Las doctrinas eran todas mentiras. Todo en lo que había creído había sido un engaño. A los dioses no les importaban en absoluto sus creyentes.”

Sentí que este comandante, Jengent, era originalmente un hombre muy fiel. Cuando fue decepcionado por los dioses, no sólo se sintió devastado. El pensamiento de venganza ardía en él. Era inusual. Ver a dios como objeto de venganza era tan temerario como blandir una espada para detener un tifón. De hecho, puede que Jengent no quisiera destrozar a los dioses, sino que sólo quería derribar su pasado.

“No puedo tolerar ni perdonar a los dioses. Quiero venganza, demonio. Lo lograré incluso si tengo que quemar mi alma.”

Sí, sí. Había oído eso antes. Ahora que lo escuché, era mi turno de hablar.

“¿Cómo?”

“¿Qué?” Jengent hizo una mueca ante mi pregunta. Él no era tan inteligente. Jaah. E incluso pensé en firmar un contrato con él.

“¿Cómo pretendías matar dioses? Tu plan no era solo preguntarle al demonio, ¿verdad?”

“Los soldados bajo mi mando.”

¿Soldados? No pretendía ordenar a los soldados que atacaran a los dioses, ¿verdad?

“Todos son seres humanos ordinarios.”

“Hay alrededor de 40.000 de ellos. Y algunos de ellos estaban conmigo en la capital. Lo más importante es que tenemos una gran flota de artillería.”

¿Armas? ¿Vas a disparar cañones a los dioses?

“El disparo en sí no significa nada, pero ya hemos hechizado los proyectiles. Habrá daño. Definitivamente.” Dijo Jengent con una mirada seria.

“¿Puede la magia hacer daño a los dioses?” Le pregunté a Jengent.

Respondió que tenía confianza, lo cual era ridículo. Hasta donde yo sabía, la hechicería de este mundo provenía del poder de los dioses nativos, pero ¿él estaba diciendo que los dioses nativos serían dañados? Eso era otra cosa para estudiar más tarde.

[¿Qué vas a hacer ahora?] Preguntó Ahbooboo.

De alguna manera, no podía dejar que este idiota corriera contra los dioses. No tenía sentido. Tenía que decirle que se rindiera.

“Mirarte me recuerda a un hombre que conocí hace mucho tiempo.” Le dije.

“¿Te refieres al rey fundador?”

“Bueno, ¿llamas a ese hombre el rey del lugar donde fui sellado?”

El cazarecompesas a quien conocí el primer día me había contado la historia detrás del reino. De hecho, el reino fue fundado por el poder del antiguo demonio, y la familia real lo había sellado por generaciones. No sabía si era cierto, pero el mero hecho de que circulara tal teoría era suficiente. En realidad, Jengent era un idiota al creer que yo era un demonio antiguo.

“¿No quieres ser como él? ¿No quieres ser un nuevo rey?”

“Pero vengarse de los dioses…”

“Oh, por supuesto que estarás allí también. Yo me encargaré de la venganza, así que no tienes que preocuparte. Es una historia para el futuro.”

“Entonces…”

No era como si no fuera codicioso. Era un ser humano bastante interesante.

Hay algo que tienes que hacer.

“¿Qué cosa?” Preguntó Jengent, tenso.

Le dije, mirando su cara que parecía preocupada, “Recolecta fe.”

***

Conduje a Jengent de vuelta a la sala de la torre donde los comandantes aún susurraban y los hechiceros aún estaban ocupados escribiendo. Primero junté a los comandantes.

“¿Todavía hay algún miedo persistente de ese monstruo?” Pregunté, señalando al Origen que colgaba de la pared.

No hubo respuesta.

“Tengo una sugerencia para ustedes.” Cuando dije eso, la esperanza brilló en los rostros de los comandantes, que antes estaban aterrorizados. ¿Negociarán un rescate?

“Huyan”

“¡Sálvame!”

Un comandante de repente se arrodilló y gritó con voz desesperada. Ese era el príncipe con el que había hablado.

“¡Sálvame!” Después del príncipe, todos los demás comandantes se arrodillaron y me gritaron. Fue absurdo. Iba a dejarlos escapar, pero querían que los salvara.

“No. Huyan por tu cuenta.”

“Sé que no importa cuántas veces huya, nunca me alejaré de ti. Por favor, por favor. Solo mi vida. O los soldados…”

¿De qué estás hablando?

“Oye, te dejaré ir. Huye.” Dije.

“Por favor, por favor.”

[Guerrero, el demonio les dice a su enemigo más odiado que huyan. Después de que lo diga, pronto los seguirá y los matará de la manera más terrible, por lo que están asustados.]