The Tutorial Is Too Hard

Capítulo 266: Tutorial piso 59 (Parte 3)

Era tan ruidoso afuera. Mirando desde la pequeña ventana, pude ver que el alboroto aún no se había calmado.

Al igual que el cazarrecompensas, innumerables personas habían venido a visitar la torre en busca de el Origen. Los primeros en llegar fueron cazadores y mercenarios, pero no importaban mucho. Era suficiente sólo regañarlos y mandarlos a casa.

La unidad militar que vino después era el problema. Siguiendo al equipo, el número de tropas alcanzó las 100.000 unidades. En lugar de matarlos a golpes sin sentido o quemarlos, elegí secuestrar solo a los comandantes.

El secuestro no fue difícil. Podríamos ir y capturarlos. Fue efectivo y pude obtener información de los comandantes secuestrados.

Por supuesto, los soldados que ocasionalmente abrían fuego o intentaban recuperar a sus comandantes eran muy molestos, pero aun así era tolerable. Además, pudimos extraer información de ellos.

Si mirabas dentro de la habitación, tus ojos caerían sobre los hechiceros arrodillados ante el Origen. Era una vista que realmente me consoló.

Parecía como si estuvieran tomando una prueba sobre el pasado de la dinastía Joseon, mientras escribían furiosamente en un papel.

[Todo el mundo escribe mucho.]

Por supuesto.

El comandante, que había sido capturado primero, dijo que no había tal cosa como un hechicero en la unidad, pero no era cierto. Cuando el número de tropas reunidas cerca de la torre superó los 200.000, pudimos encontrar un buen hechicero del ejército. Además, reuní cazadores, mercenarios y hechiceros que deambulaban para investigar, y pude adquirir hasta cien hechiceros.

Después de atrapar a unos cien hechiceros uno por uno, tenía una simple petición: escribir todo lo que sabían sobre hechicería en un papel.

[Pero si es así, en realidad no habrá ningún hecho importante de hechicería.]

No sabía cómo responder a eso. Si supiera un poco sobre hechicería, podría pedir algo de información, pero no sabía nada sobre hechicería, y era en vano pedir solo información importante. No tenía la capacidad de distinguir entre lo que era importante y lo que no lo era.

Miré por encima de los hombros de algunos hechiceros para ver lo que estaban escribiendo. Me sentí como si fuera un investigador en un sitio de prueba. Mientras caminaba despacio, asegurándome de que escribieran bien, un hechicero me hizo detener.

“Realmente me vas a dejar ir cuando llene este papel, ¿verdad?” Me preguntó el hechicero tembloroso que llenaba su papel.

Era el único hechicero joven entre los otros hechiceros de aspecto anciano.

“Por su puesto que lo hare. Ya has terminado de escribir. ¿No es así?”

Pregunté en voz baja, pero el hechicero primero sacudió la cabeza como un árbol de Aspen, luego procedió a asentir con la cabeza hacia arriba y hacia abajo. Al principio me habló con valentía, pero cuando le hablaba del papel, parecía asustado. Eché un vistazo a la hoja de papel que el pequeño hechicero asustado estaba escribiendo. Parecía impecable, pero una mirada más cercana mostró que había una diferencia de tamaño de letra entre las letras de arriba y las de abajo.

“Pero si haces el tamaño de la letra así… ¿De verdad pensaste que no me daría cuenta?”

“¡Lo reduciré! ¡Lo reduciré!”

“Sí. Las letras deben ser lo más pequeñas posible. El menor espaciado posible. Haz las líneas más cortas. No repitas las mismas cosas en las treinta y cinco páginas. ¿De acuerdo?”

El pequeño hechicero comenzó a llenar el papel nuevamente, respondiendo apresuradamente: “¡Sí, sí!”

Negué con la cabeza y seguí caminando. Algo era un poco extraño. Pensé que me tenían demasiado miedo.

Por supuesto, hice algunas amenazas, los arresté y los castigué por resistirse, pero incluso considerando eso, estos hechiceros me tenían demasiado miedo.

[¿Es eso una broma? Has hecho todo tipo de cosas y ¿no sabes por qué están asustados?] Ahbooboo reprendió.

No, escucha. No era la primera vez que amenazaba a alguien.

[Muy orgulloso, ¿no?]

De todos modos, soy un artista, si no es que un especialista de la intimidación. Con este punto de vista mío, estos hechiceros me tenían demasiado miedo. Hasta tal punto que no creí necesario amenazarlos.

[Tal vez sea por eso.]

‘Eso’ se refería a el Origen que estaba clavado a la pared de la habitación de invitados. Seguramente la condición de el Origen era bastante espantosa. Su parte superior del cuerpo estaba abierta y sus interiores eran visibles. La sangre brotaba de los pequeños cortes e incisiones realizadas, y un charco de sangre se acumulaba bajo sus pies. Mirándolo, me sentí un poco enfermo. A veces dejaba escapar gemidos débiles, como si todavía estuviera vivo.

La opinión de Ahbooboo era plausible. Como sujeto de experimentos, había sido un hechicero importante que era capaz y lo suficientemente famoso como para ser un Origen. Para la gente, puede haber sido un monstruo que hizo estallar la capital de un país, pero puede sentirse diferente a otros hechiceros.

[No… Creo que solo tienen miedo de ver algo horrible frente a ellos.]

¿Es eso así? Bueno quizás.

Miré a los hechiceros y seguí caminando hacia adelante. Un centenar de hechiceros estaban arrodillados frente a la pared en la que colgaba el Origen. Más allá de eso, los comandantes de cada unidad estaban arrodillados en un área estrecha.

Debido a que fueron cuidadosamente secuestrados sin ninguna resistencia, no hubo signos de lesiones. Sin embargo, el miedo era evidente en sus rostros. Los comandantes, que cuchicheaban entre ellos, cerraron la boca como si nada, en cuanto me acerqué. Era obvio de lo que estaban hablando.

Estaban hablando en secreto sobre quién era yo y cómo escapar. O tal vez estaban buscando una oportunidad para contraatacar. Me preguntaba qué hacer con ellos, cuando uno de ellos me preguntó con voz ligeramente temblorosa: “¿Qué quieres de nosotros?”

“¿Qué quiero?”

La razón principal para capturarlos era reunir hechiceros. Quería obtener alguna información antes de que terminara este escenario. Sería mejor si pudiera escuchar acerca de este mundo.

Ahora que lo pienso, eso era todo lo que quería. Había capturado a comandantes que dirigían a 200.000 soldados a sus órdenes, pero no me importaban mucho. Todos eran seres humanos ordinarios, incluso si eran soldados. Que el número fuera 100.000 o un millón tenía poco que ver conmigo. No importa cuántos fueran en número, no eran ni útiles ni peligrosos para mí.

“No es como si hubieras secuestrado a todos los comandantes de las fuerzas armadas de cada país por nada en absoluto. Dilo. Estoy en el ejército, pero también soy miembro de la familia real.” Dijo el comandante.

“¿La familia real? ¿Así que eres un príncipe?”

“Lo soy. Como rescate, puedo darte todo lo que quieras, incluso más que eso. Ya sea oro o algo más.”

¿Algo más? ¿No es oro? Me pregunté qué estaría pensando en dar.

“Parece que no tienes ninguna afiliación. Puedo proporcionarte un título, territorio, riqueza y honor, un estatus completamente nuevo. Puedo darte cualquier cosa. Mientras nos liberes.” Explicó el príncipe frenéticamente, pensando que estaba interesado en sus palabras, pero no era una oferta tentadora para mí. Ni un poco. Sin darse cuenta de si estaba complacido o no, el príncipe continuó rápidamente.

“Por supuesto que si quieres algo más, puedo dártelo. Ahora que lo pienso, sé tan poco sobre ti. Esta es la única manera de hacer una propuesta adecuada. ¿No puedes decirme lo que eres y lo que quieres? Para poder hacer una mejor oferta.”

Era interesante. El príncipe obviamente tenía miedo, pero en medio de eso, todavía tenía un poco de esperanza y compostura. Me preguntaba cuál era esta extraña razón.

¿Era confianza? La confianza en su noble estatus y poder, eso le hizo asumir que no lo lastimaría precipitadamente.

¿O era optimismo? Es posible que no pueda juzgar una crisis porque nunca había estado realmente en una situación tan jodida en su vida, por lo que estaba negociando con la idea de que funcionaría de alguna manera.

“Bueno, ¿te importaría decirme lo que sabes sobre mí?” Le pregunté.

“Sí. Lo que sé de ti es que tienes en tus manos al monstruo que voló la capital del Reino de Rossina. Y eres un muy, muy poderoso hechicero, guerrero y asesino.”

Bueno… podrías pensar que sí.

Solo había secuestrado comandantes y hechiceros sin pelear.

Me preguntaba qué decirle al príncipe cuando escuché una fuerte carcajada detrás de mí. Era una risa burlona, ​​que sonaba medio maníaca.

“¿Hechicero fuerte? ¿Quieres que te diga quién es? ¡Jajajaja!”

El hombre que habló fue uno de los comandantes que habían sido atados en silencio. El príncipe, que estaba hablando conmigo, miró al tercero con una mirada desagradable y preguntó: “¿Puedes decirme qué es tan gracioso? ¿Lord Jengent?”

El comandante, que se reía como un loco, parecía llamarse Jengent. Jengent una vez más se rió del príncipe y de repente dijo: “¿Quién es él? ¿Quieres que te diga quién es? ¿Le vas a dar un título? ¡Idiota! ¡No puedes reconocer al antiguo demonio justo delante de ti!”

El antiguo demonio. Qué absurdo malentendido.

“¿¡No puedes ver la terrible vista del archimago colgando de la pared!? Vea esos instrumentos quirúrgicos y herramientas experimentales grotescas que nunca antes habíamos visto. Quiere adquirir conocimientos de hechicería y, en menos de un día, nos secuestró a todos. Estaba rodeado por 200.000 soldados, pero habló pacíficamente sin ningún signo de pánico. Sin tensión, sin miedo, sin sentido de logro. Tan natural como siempre. Siento que mi nariz se torcerá por el miedo en cualquier momento. ¿Crees que los humanos pueden hacer eso? ¡Ese hombre es el antiguo demonio malvado que había sido sellado bajo el castillo real!”

[Tienes toda la razón, no puedo discutir contigo.]

Le dije al bromista Ahbooboo que se callara. Inconscientemente, hice contacto visual con el príncipe, quien retrocedió con una cara asustada al ver mi mirada. Parecía que no había nada más que hablar con el príncipe. Volví la cabeza hacia Jengent, que seguía gritando.

“Bueno, digamos que lo soy.”

No pensé que me creería si decía que yo no era el diablo. Realmente no me importaba si él me creía o no.

Los comandantes estuvieron momentáneamente tensos, tensando sus rostros mientras yo parecía aceptar que yo era el demonio. También hubo un débil rugido proveniente de el Origen detrás de mí.

“Si yo fuera el demonio, ¿qué harías?” Cuestioné

¿Qué vas a hacer, emocionarte y hablar de ello?

Era fácil de ver por la forma en que Jengent estaba hablando de eso. Aún así, pregunté de una manera medio curiosa, medio aburrida. “¿Qué vas a hacer? ¿Anunciar que soy el diablo?”

Lentamente me acerqué a él y le pregunté, haciéndolo retroceder nerviosamente. Jengent, aunque angustiado por mi pregunta, lentamente dio su respuesta. “He venido… he venido a verte.”

“¿Viniste a verme?”

“Sí… Vine aquí para encontrarte, antiguo demonio.”

Lo que salió de la boca de Jengent fue una respuesta totalmente inesperada. ¿Así que pensó que yo era un demonio antiguo? ¿Él vino a mí a pesar de que sabía eso?

“Quiero hacer un trato. A cambio de mi alma.”

Qué chiflado.

[Realmente tiene buen ojo para la gente. Oh, espera, no, tiene buen ojo para los demonios.] Ahbooboo se rió.