Lord of Mysteries (NW)

Volumen 1

Capitulo 166: Examen

Había una brisa fría que soplaba desde el sótano, proporcionando un indicio de alivio para las emociones tensas de Klein.

Finalmente ha llegado.

Una vez que pase esta etapa, no tendré que preocuparme por ser examinado así durante al menos medio año…

Una vez que avance a la Secuencia 8 y me convierta en un llamado ‘Payaso’, poseeré una fuerza de combate real. Con la ayuda de la adivinación y mis amuletos de Sol Ardiente como respaldo, tendré una oportunidad de sobrevivir a situaciones relativamente peligrosas…

Como estaba esperando el examen de la Santa Catedral, ni siquiera me atreví a retirar las trescientas libras que la señorita Justicia transfirió a la cuenta anónima. Por si acaso auditan mi situación financiera y descubren que estoy en posesión de una gran suma de dinero de una fuente desconocida…

…

Justo cuando los pensamientos de Klein pasaban por su mente sin control, Dunn Smith alisó su manga y dijo en voz baja: “La persona a cargo del examen es uno de los nueve diáconos de alto rango de los Halcones Nocturnos, Crestet Cesimir. La Santa Catedral te da gran importancia”.

“¿Un diácono de alto rango?” Klein exclamó sorprendido.

En términos generales, los trece arzobispos y nueve diáconos de alto rango conformaban la cúpula de la iglesia. ¡Se decía que no faltaban Beyonders de Secuencia Alta entre ellos!

Las veintidós señoras y señores eran iguales en cuanto a sus rangos. Solo seguían las órdenes de la Diosa y solo respondían ante el Papa.

Dunn inhaló el viento frío del sótano antes de asentir levemente.

“Sí, es un diácono de alto rango. Pero no tienes que estar nervioso. Crestet es solo una Secuencia 5 y aún no ha entrado en un estado semidios. Entonces, no tienes que tener demasiado miedo o reverencia.

“Oh, su título en el mundo Beyonder es ‘La Espada de la Diosa’. Como posee un objeto sagrado, su fuerza de combate es similar a la de un Beyonder recién avanzado en Secuencia 4.

“Acabo de charlar con él. Fue muy amable”.

Si leo entre líneas, el Capitán me está diciendo que solo dijo lo necesario. No quiere que esté nervioso y siga según el plan… Klein asintió pensativo y preguntó: “¿Dónde debería conocer al diácono de alto rango?”

“La sala de alquimia donde preparamos pociones”, respondió Dunn simplemente, mientras un atisbo de tristeza cruzaba su rostro.

¿La sala de alquimia donde preparamos pociones? ¿El laboratorio donde el viejo Neil hizo mi poción de Vidente? Klein soltó lentamente un suspiro y regresó al salón de descanso y tomó su abrigo del perchero.

Se puso el rompevientos negro, metió las manos en los bolsillos y bajó por las escaleras sinuosas que conectaban con el sótano. Luego giró a la izquierda en el cruce.

Muy rápidamente, Klein vio una puerta secreta bajo la luz de las elegantes lámparas de gas que bordeaban las paredes. Vio que las mesas largas en la habitación habían sido movidas para abrir un gran espacio en el centro del cuarto.

Había dos sillas clásicas altas enfrentadas entre sí con menos de un metro entre ellas.

Había un hombre en sus treinta años con un rompevientos negro y una camisa blanca sentado en la silla que estaba frente a la puerta.

Su cabello castaño dorado estaba cortado muy corto y sus ojos verdes oscuros eran tan oscuros como un bosque en una noche sin luna. Los cuellos de su camisa y rompevientos estaban levantados y toda su barbilla estaba oculta dentro de las sombras.

“Hola, Su Gracia”. Klein se inclinó.

Crestet Cesimir tenía su pierna derecha cruzada sobre la izquierda mientras se recostaba cómodamente en su silla. Sonrió y respondió: “Hola, Klein. Puedes sentarte allí”.

Señaló la silla alta frente a él.

Al lado de su pierna había una maleta hecha de plata. Era del tamaño de un estuche de violín.

Puede llevar una espada con una longitud adecuada… Klein caminó hacia adelante y se sentó en su asiento asignado.

Crestet apoyó su dedo índice derecho en su labio superior mientras pensaba durante unos segundos.

“Planeo examinar primero qué tan bien has dominado tu poción. Eso no es un problema, ¿verdad?”

“En absoluto”. Klein negó con la cabeza con la máxima confianza.

“Muy seguro”. Crestet sonrió, pero mantuvo su postura anterior. Todo lo que hizo fue mirar atentamente a Klein.

Klein de repente sintió que la luz de las lámparas de gas circundantes desaparecía, como si fueran tragadas por la rica oscuridad.

De repente se sintió agotado, como si su reloj biológico hubiera marcado la hora de dormir.

Pero su mente estaba extremadamente tensa, lo que hacía imposible relajarse. Era como cuando no podía dormir en paz debido al exceso de agotamiento.

La “noche” silenciosa llenó sus alrededores mientras Klein escuchaba el ruido del agua goteando de un grifo que no estaba cerrado correctamente. Luego escuchó las conversaciones en la Compañía de Seguridad Blackthorn y el movimiento del viento soplando por la escalera.

Además de eso, no vio nada que no debería ver, ni escuchó ningún ruido que no debería poder escuchar.

“Excelente”. La voz hipnótica de Crestet dispersó la oscuridad y la luz de las lámparas de gas dentro y fuera de la sala de alquimia volvió a la vista de Klein.

Klein sacudió repentinamente su agotamiento y volvió a su yo enérgico anterior.

Me afectó sin darme cuenta… ¿Es eso lo que un Beyonder de Secuencia 5 es capaz de hacer? ¿Este es el horror de un diácono de alto rango? Recordó lo que había sucedido y se sintió un poco asustado.

Crestet Cesimir juntó sus manos y las puso sobre sus rodillas. Se inclinó ligeramente y sus labios fueron bloqueados por su cuello.

“Aprobaste el examen. Lograste un nivel más allá de sobresaliente en el dominio de tu poción.

“Necesitaré observar para ver si hay peligros ocultos en tu mente, para asegurarme de que el espíritu restante de la poción no haya cambiado tu carácter subconscientemente o dejado algunos problemas atrás.

“Tienes tres minutos para prepararte”.

Klein asintió inmediatamente y dijo: “De acuerdo”.

Secretamente tomó un respiro y se permitió entrar en Cogitación para eliminar varios pensamientos negativos.

Crestet no volvió a hablar. Sacó un reloj de bolsillo plateado del bolsillo interior de su rompevientos negro y lo abrió.

Luego, observó atentamente el movimiento del segundero.

Tres minutos después, Crestet cerró su reloj de bolsillo y dijo con una sonrisa: “Comenzaré a cantar”.

¿Cantar? Klein tenía una expresión confusa.

Antes de que Klein pudiera responder, Crestet comenzó a tararear una melodía encantadora.

La melodía reverberaba en la sala de alquimia y gradualmente perdía su armonía y se desafinaba.

*¡Chirrido! ¡Rasguño!* Klein escuchó el ruido similar al rasguño de pizarras con uñas, el sonido del plástico burbuja frotándose entre sí, taladros eléctricos perforando y varios otros ruidos molestos.

Los ruidos se intensificaron y se volvieron cada vez más caóticos. Le hicieron querer desahogar sus frustraciones y causar destrucción.

Pero Klein, quien frecuentemente experimentaba los delirios y los gritos aterradores, reprimió sus impulsos muy rápidamente.

Mostró molestia, tensión, frustración e inseguridad en momentos apropiados.

¡Estar en un estado demasiado perfecto terminaría siendo un problema!

No se sabía cuándo Crestet Cesimir había dejado de cantar. Los ruidos en la sala de alquimia desaparecieron y la habitación estaba bañada de tranquilidad y silencio.

¡El silencio es genial! Klein exclamó en su cabeza.

“Muy bien, excelente. No hay problemas latentes en tu alma. Por supuesto, si quisieras golpearme o meterme algo en la boca, eso es solo normal”. La boca de Crestet estaba bloqueada por su cuello, por lo que Klein solo pudo determinar sus emociones a través de su tono.

“No, no me atrevería”, admitió Klein honestamente.

Crestet sonrió y dijo: “Felicidades, has pasado todas las pruebas. Ahora es el momento de la sesión de preguntas y respuestas”.

Sus ojos verdes de repente se oscurecieron. Su mirada era profunda, como si pudiera ver a través de la carne y mirar directamente al espíritu.

“Adelante”, respondió Klein, sentándose derecho.

Crestet mantuvo su postura anterior y preguntó casualmente: “¿Dijiste que tu experiencia en el Club de Adivinación te permitió dominar rápidamente la poción?”

“Sí”, respondió Klein francamente pero no describió más.

Crestet asintió ligeramente y dijo: “¿Y dijiste que tu inspiración vino del lema de los Inquisidores Misteriosos y también del ejemplo de Daly?”

“Sí”. Klein confirmó esto primero antes de explicar en detalle: “Descubrí por uno de mis compañeros de equipo que era un Inquisidor Misterioso que aquellos que siguen el lema de los Inquisidores Misteriosos tienen una probabilidad más baja de perder el control de lo normal. Después de eso, escuché que la señora Daly dijo una vez que quería ser una verdadera médium espiritual y que es una genio que subió a la secuencia 7 en dos años.

“Después de notar ambas situaciones, pensé que podría intentarlo, intenté ser un verdadero vidente y esbocé algunos principios para un vidente. El resultado fue mejor de lo que esperaba. Dominé la poción muy rápidamente. Su Gracia, no estoy seguro si ha tenido una experiencia similar. Cuando dominé completamente la poción, hubo una sensación muy especial, muy mágica …” Klein describió su experiencia como si solo entendiera vagamente el “método de actuación”.

El hombre en el que había sido cuando estaba en la tierra habría estado nervioso y avergonzado de hablar tantas medias mentiras ante un Halcón Nocturno  tan poderoso. Pero desde que transmigró al mundo actual, había mentido tanto que estaba acostumbrado. Podía hacerlo sin problemas.

La oscuridad en los ojos de Crestet desapareció y su mirada volvió a la normalidad. Sonrió y dijo: “No te preocupes, no es una ilusión”.

A partir de su respuesta, Klein no pudo ver ninguna duda o escrutinio, por lo que se sintió tranquilo.

“Dunn respaldó tu experiencia. Creo que realmente eres un genio, con una mente lógica y sentidos agudos”, elogió Crestet. Luego preguntó: “¿Compartiste tu experiencia con tus compañeros de equipo?”

“Por supuesto”, admitió Klein francamente. “Espero poder ayudarles a reducir el riesgo de perder el control. Somos compañeros de equipo, camaradas que enfrentan peligros juntos. No tengo ninguna razón para ocultar la verdad. Pero por la misma razón, no se lo dije a los empleados”.

Crestet descruzó su pierna derecha y se sentó derecho. Sus labios delgados quedaron expuestos desde la sombra de su cuello.

Levantó la esquina de sus labios y dijo: “Aunque ni siquiera has estado con los Halcones Nocturnos durante dos meses, creo que tu comprensión hacia los compañeros es mucho mejor que muchos otros.

“Hmm, planeo compartir más información contigo, pero según las reglas de la Santa Catedral, tienes que jurar a la Diosa que no revelarás el contenido de nuestra conversación a nadie que no sepa sobre esto.

“Eso debería estar bien, ¿verdad?”

¿Pasé la prueba? Klein estaba encantado. Asintió sin dudarlo.

“¡No hay problema!”

Aunque no podré enseñar a otros el “método de actuación”, puedo dejar que Justicia y El Colgado lo hagan indirectamente.