Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 9

Capitulo 2: Mercancía Caliente sobre La Musica

Parte 2

Cuando Kiku Yakumo regresó a su casa, había una visita de una chica mágica.

“¡Hola! ¡Encantada de conocerte! ¡La buena chica mágica llamada Tot Pop ha llegado!”

“¿Eh? Um, ¿eh? ¿Q-Qué?”

Cuando una mano se extendió hacia ella, Kiku devolvió distraídamente el apretón de manos. Estaba confundida. Por supuesto que estaba confundida. Había ido a clase en la universidad, luego había transportado un montón de paquetes superpesados de comida seca en su trabajo a tiempo parcial en la fábrica, y luego apenas había llegado al baño público justo antes de cerrar para lavarse el sudor antes de transformarse finalmente en una chica mágica para proteger el orden público local —específicamente, recoger la basura alrededor del parque infantil—.

Después de llegar a casa completamente agotada, había pensado que ahora se desplomaría en su futón y dormiría, pero entonces, por alguna razón, la puerta de su destartalado apartamento había quedado sin cerrar. No podría haber salido sin cerrarla… pero, de nuevo,

¿tengo algo aquí que merezca la pena robar? Se preguntó, y cuando abrió la puerta, sentada de rodillas en la alfombra de tatami con su guitarra al lado estaba lo que parecía un miembro de alguna banda punk.

Por supuesto, esto confundiría a Kiku.

“¿Eh? ¿Una chica mágica? ¿Cómo has entrado aquí?”

“Conseguí que la división de gestión me dijera su dirección.”

“No, no me refiero a eso. La puerta estaba cerrada, ¿no?”

“Hablé con la dueña y no tuvo problema en abrirme. No hice nada violento, así que no te preocupes.”

“¿Qué no me preocupe? No seas ridi—” “Así que eres Magical Daisy, ¿verdad?” “Oh, sí.”

Kiku cerró la puerta tras ella y se transformó. En su mano derecha tenía su vara mágica; en su cintura, un adorno floral; y con una falda que caía diez centímetros por encima de la rodilla, la chica que antes se había transformado en un personaje de anime—

“¡Oooh! ¡Realmente eres Magical Daisy! ¡That’s crazy! Y oye, ¡eso rima!”

La chica tomó la mano de Daisy y la estrechó con fuerza de arriba abajo. Daisy sonrió suavemente aunque era consciente de que la chica se estaba dejando llevar por su emoción. Decían que había un impuesto para la fama. Si te hacen un anime, tienes fans. Si tenías muchos fans, también tendrías muchos más bichos raros entre ellos. De todos modos, probablemente debería estar bien darle un autógrafo o tomarse una foto juntas y luego enviarla rápidamente a casa.

“Entonces, um… ¿Tot Pop, cierto? ¿Para qué has venido hoy aquí?”

Tot Pop soltó la mano de Daisy y luego se postró en el tatami. Se movió con tanta suavidad que Daisy no pudo detenerla, y a pesar de los extravagantes gestos de la chica, podría ser realmente una japonesa pura. Si no lo fuera, ¿sería capaz de hacer una reverencia tan fina en el suelo?

“¡Por favor! Quiero que te unas a mí para formar una banda.”

“… ¿Eh?”

Todavía postrada en el suelo, Tot Pop levantó la cabeza. Tenía una huella del tatami en la frente y sus mejillas estaban sonrojadas. “El otro día tuve la suerte de ver los DVD de Magical Daisy.”

“Oh, gracias.”

“¡El tema de apertura me dejó boquiabierta! ¡No podía creer que hubiera un tema musical tan increíble! ¡Una canción de anime revolucionaria! ¡Milagrosa! ¡Lógica! Y junto con Magical Daisy, su creadora, ¡seguro que podré hacer una canción maravillosa! ¡Estoy segura de ello!”

Magical Daisy se llevó una mano a la nuca torpemente y miró a Tot Pop disculpándose. “Pero no fui yo quien hizo el tema de apertura.”

“¿Eh? ¿De verdad?” “Sí, de verdad.”

“Entonces me gustaría que me presentaras a quien lo hizo.”

“No es que eso esté bajo mi discreción… Por favor, intenta volver a preguntar a la división de gestión.”

“Si vuelvo al Reino Mágico para que investigue esa clase de cosas, entonces sí que voy a molestar a ese viejo, sin duda.”

“Aun así, no puedo…”

Treinta minutos después…

“¡Y luego el mortal Daisy Beam!” “¡Qué bien! ¡Eres la mejor, Daisy!”

“¡Oh, pero aunque lo llame mortal, no apunto a la gente, ya sabes!”

“¡Eres tan amable, Daisy! ¡Qué humanitaria! ¡La moderna Madre Teresa!”

“Y así resolví de alguna manera el incidente.”

“Vaya, eso es sorprendente. Nunca hubiera imaginado que hubiera secretos así detrás de las escenas del episodio diecisiete de Magical Daisy.”

“Sin embargo, no es un asunto tan importante como para llamarlo secretos detrás de las escenas.” Magical Daisy se secó la frente con el dorso de la mano. En el pequeño apartamento, incluso había representado algunos acontecimientos para su historia, así que ahora estaba sudando. Si los vecinos no hubieran estado fuera, seguramente habrían estado golpeando las paredes.

Con Tot Pop aplaudiéndola, Magical Daisy estaba envuelta en una cómoda sensación de agotamiento cuando de repente recordó. “Ah, sí,

¿por qué es que habías venido a verme, Tot Pop?”

“Quiero que me digas quién hizo el tema de apertura de Magical Daisy.”

Ahora recordaba haber hablado de algo así. Se había metido tanto en la historia que lo había olvidado.

Miró a Tot Pop, sentada correctamente sobre sus rodillas en el tatami. Sus ojos brillaban bajo la barata iluminación fluorescente. Y no era sólo su aspecto lo que brillaba: de ninguna manera parecía una mala persona.

Si no es una mala persona, ¿por qué no? 

Magical Daisy arrancó una página de su cuaderno universitario y escribió un número en ella. “Por favor, no les pidas nada demasiado descabellado.”

“¡Whoo! ¡Gracias! ¡Eres la mejor, Daisy! ¡Te quiero!”

En el momento en que Tot Pop recibió el papel, salió corriendo por la puerta como un vendaval. Daisy cerró la puerta y sonrió un poco. Seguramente Palette también se sorprendería por la repentina visita de Tot Pop. Mientras iba a ponerse en contacto con Palette para informarle de la inminente llegada de Tot Pop, se le ocurrió que ella también intentaría llamarle por primera vez en mucho tiempo.

***

“Entonces, ¿por qué has venido aquí?”

“Bueno, eh, he estado yendo de un sitio a otro, y ahora estoy aquí” Dijo la chica mágica Tot Pop mientras empezaba a contar con una mano, sacando un dedo tras otro. Probablemente intentaba parecer perfectamente lógica.

“Primero, en la división de gestión, pedí la dirección de Daisy y fui a su casa. Luego fui a ver a su mascota, Palette, a quien Daisy me presentó. Pero Palette me dijo que la melodía se había encargado a un amigo de la mascota que parecía que podía componer algo. Y a quien se la habían encargado era a una mascota hada digital llamada Fav, que supuse que debía ser una especie de cantante tipo Vocaloid, pero también dijo que no. Dijo que le había pedido a una chica mágica llamada Músico del Bosque, Cranberry, que compusiera la canción.”

“Y ahora estás aquí.” La chica golpeó el tacón de su bota en el suelo. Estaban en un edificio abandonado sin nadie más que las dos chicas mágicas, por lo que el sonido era particularmente resonante.

Cranberry pudo ver claramente por qué Fav le había enviado a esta chica. El hada digital gestionaba los proyectos que le gustaban, pero evitaba las molestias con extremo prejuicio.

“Puedes apostar a que Fav me dijo que el que compuso el tema de apertura de Magical Daisy fuiste tú, Músico del Bosque, Cranberry. Dijo que aunque se hizo para decir que lo había hecho él, sólo puso su nombre, y te hizo hacer todo el trabajo.”

Cranberry sonrió y la rosa de su hombro se balanceó. El polen dorado se dispersó y luego desapareció. “En efecto, emprendí un trabajo así.”

“¡Ohhh! ¡Eso es genial! ¡Así que no te llaman músico por nada!”

Al mirar por la ventana, Cranberry vio que la nieve salpicaba el paisaje. Las copas de los altos cedros estaban débilmente blancas. El interminable bosque de cedros se cubriría de un manto de nieve en poco tiempo.

No le gustaban los huéspedes ruidosos. No había nadie más que ellas dos en este edificio abandonado en medio de la fría naturaleza. Cranberry empezó a pensar que sería más rápido silenciarla utilizando los métodos violentos que se le daban tan bien, pero inmediatamente lo reconsideró. Si esta chica había venido desde la división de gestión, su desaparición sería bastante llamativa.

En otras palabras, aunque era lamentable, no había nada que hacer sino tener una discusión con ella para que se fuera.

Aunque se supone que este tipo de cosas es el trabajo de Fav. 

Cranberry apartó la mirada de la ventana. Ocultando sus pensamientos internos, sin dejar que su brillante sonrisa se desmoronara, se volvió hacia Tot Pop, ligeramente intimidada por la mirada de la chica, como si su corazón se hinchara de expectación.

Treinta minutos después…

“Oh-ho. No sabía que existían estas chicas mágicas.”

“Mi profesora es una experta a la hora de explorar, así que tengo muchas historias de chicas mágicas raras.”

“Hablando de eso, una vez convertí a toda una familia en chicas mágicas.”

“¡Wow, eso es increíble! ¿Cómo fue eso?”

Otros treinta minutos después…

“Me dijeron que no sería exagerado decir que había perfeccionado una especie de tipo a distancia.”

“Pero entonces, ¿no significa que un ‘aprendiz de todo’ es aún mejor, al final?”

“Parece que llegaron a la conclusión de que cuando se evalúa partiendo de la base de que van a funcionar como un equipo, hay que fijarse en algo más que en la capacidad individual. Sin embargo, mi opinión al respecto difiere un poco.”

“Entonces, ¿exactamente qué quieres decir con eso?”

Una hora después…

“Entonces, en teoría, esa versatilidad se traduce en omnipotencia.” “¿Quééééé? No estoy totalmente convencida.”

“¿Qué parte no es convincente?”

“Quiero decir, luchar contra eso sería súper aburrido, ¿verdad?” “Sí, razón no te falta. Así que en resumen, lo que estamos buscando…”

“Espera ahí, pon.”

No es que su teléfono mágico haya hablado. Fue la esfera en blanco y negro que había surgido de su pantalla: Fav, el hada digital. Cranberry conocía a Fav desde hacía mucho tiempo, así que podía saber si estaba de buen o mal humor por su voz sintética. Y ahora mismo, Fav estaba de mal humor.

“¿Qué pasa, Fav? ¿Hay algún problema?” Preguntó Cranberry. “¿Cuánto tiempo vas a estar charlando, pon?”

“Esto no es algo a lo que se le pueda asignar una longitud determinada.”

“¡Sí, sí!” Tot Pop estuvo de acuerdo. “Cuanto más te enfrasques en hablar, más tiempo necesitas, ¿verdad?”

“Realmente es desesperante cuando las mujeres hablan sin parar, pon…”

Cambiando de tema de una cosa a otra, ya que todos y cada uno de esos temas habían sido profundamente interesantes, Cranberry se había perdido en la conversación. Si la hora que aparecía en su teléfono mágico era correcta, habían pasado dos horas desde que empezaron a charlar.

A pesar de ese desprecio por las mujeres que hablan o lo que sea, Cranberry no era de las que disfrutaban con las charlas. Prefería levantarse y moverse. Sin embargo, sin darse cuenta, se había visto arrastrada a esta conversación. La chica había conducido la discusión en una dirección que agradaba a Cranberry, a la vez que ella misma estaba muy bien informada sobre el tema.

“Entonces no hay nada que hacer, ¿verdad?” Dijo Cranberry. “¿No hay nada que hacer acerca de qué, pon?”

“Sí, sí. No hay nada que hacer, de ninguna manera.”

“Cállate un momento, pon. Vamos, date prisa y saca tu teléfono mágico.” La luz roja parpadeó, y Fav completó rápidamente la transferencia de datos. “Cranberry está ocupada, así que no puede estar en una banda o hacer actividades musicales, pon. Te he transferido información sobre chicas mágicas que parece que podrían unirse a ti en lo que sea que quieras hacer, así que ve a visitarlas en su lugar, pon.”

“Pero creo que sería bueno hacer música con la Srta. Cranberry.” “¡Qué peste, pon! ¡Te digo que te pierdas ya, pon!”

Mientras observaba de reojo a los dos que se peleaban, Cranberry se tocó la barbilla con el dedo y trató de imaginarse cantando y bailando con Tot Pop. Pensó que eso no sería tan malo, lo que la sorprendió por completo.

***

Cuando se tiene una conversación secreta, naturalmente, la gente baja la voz. El lugar era un apartamento en ruinas en las afueras de Ciudad S, y dentro había miembros de un grupo antiestablishment. Estaban discutiendo sobre el robo de un banco para adquirir fondos y demás, por lo que sus voces se volvieron aún más bajas y silenciosas.

“Robamos el dinero, y luego corremos inmediatamente.” “Eso es simple y fácil de conseguir, ¿eh?”

“¿Utilizamos un vehículo?”

“Somos chicas mágicas, así que lo mejor sería correr, ¿no?”

En el pequeño apartamento repleto de efectos personales, las cuatro chicas mágicas apoyaron sus frentes alrededor de una pequeña mesa de madera para conversar en voz baja. Estas chicas buscaban la sensación de estar fuera de la ley de una facción antiestablishment, pero como todas llevaban disfraces de chicas mágicas, no acertaron en la ejecución. Tampoco lo hizo con el entorno: la losa de madera cuadrada apoyada en la pared y el casco que colgaba de ella parecían extrañamente fuera de lugar.

Pero lo único que encajaba con su intención de estar fuera de la ley eran las máscaras de gas que todas llevaban. Esto hacía difícil hablar y oír, y la sala no estaba amueblada con nada apropiado para una discusión confidencial, pero una facción antiestablishment valoraría más la atmósfera.

“Sabemos que hay una conexión entre ese banco y el Reino Mágico, ¿verdad?”

“Por supuesto que sí. He hecho toda la investigación adecuada.” “Es bueno que esto no sea sólo para conseguirnos fondos, ¿eh?” “Entonces, sobre cómo vamos a hacer esto exactamente…”

Justo cuando estaban a punto de entrar en materia, sonó el timbre de la puerta. Todas las miradas se dirigieron al monitor de la pared de la sala para ver a una chica de pie. A primera vista, parecía una rockera punk o algo así con la guitarra que llevaba en la mano.

“… ¿Quién es esa?”

“Una chica mágica, ¿verdad?” “¿Es alguien que conoces?”

“No la conozco.”

“¿Tal vez el Reino Mágico envió un investigador… o algo así?” “O un asesino para acabar con nosotras.”

Todas se quedaron en silencio, mirando la pantalla. Sin saber que era sospechosa de ser una asesina o una investigadora, la chica de la pantalla sonreía tranquilamente.

Las chicas de las máscaras de gas se volvieron unas a otras. “Sospechosa…”

“Como mínimo curioso, eh.”

“¿No deberíamos dar la vuelta, por ahora?” “Todas las que están de acuerdo…”

De repente se oyeron dos sonidos lo suficientemente fuertes como para que cualquiera quisiera taparse los oídos. El primero era el del impacto de una puerta que se abría violentamente, y el segundo, el del rebote de la puerta contra la pared al abrirse con tanta violencia.

Presas del pánico y poniéndose en posición de lucha, todas se enfrentaron a la chica que estaba de pie, sosteniendo su guitarra.

“¡Holaaaaaaa! ¡Soy la amiga de todos, la linda Tot Pop! ¡Hagamos una banda juntas! ¡Hey!”

Treinta minutos después…

Tot Pop, de pie en la cama, levantó un puño en el aire, y las cuatro chicas con máscaras de gas siguieron su ejemplo.

“¡Vamos a hacer que esto sea un éxito! ¡Robo al banco!

¡Revolución para el Reino Mágico!” “¡Whoo!”

“¡Vamos a hacerlo!”

“¡Te seguiré a cualquier parte, jefa!”

“¡Hurra por Tot Pop! ¡Gloria a la resistencia!”