Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 9

Capitulo 11: Las Chicas Magicas Azules Estan Ocupadas

Parte 2

Cada golpe de los tacones en el suelo hacía que los pasos resonaran en el almacén. Tal vez fuera su tensión lo que hacía que el mero sonido de los pasos fuera tan particularmente chirriante para el oído. Y Panas no era la única persona que estaba tensa. El hombre del traje negro con el maletín de metal plateado, así como la chica mágica con un traje completamente negro que estaba a su lado, llevaban expresiones tensas, alerta y en guardia. Sólo Lazuline, de la que tanto desconfiaban, sonreía con displicencia, lo que no hacía sino aumentar la tensión.

La situación de estar en un almacén del muelle y recibir un maletín metálico de un hombre con traje negro pondría tenso a cualquiera. Panas no preguntó exactamente qué era lo que estaban haciendo. No creyó que entrometerse en ello resultara en algo agradable.

Con pasos cautelosos, el hombre del traje negro se acercó a Lazuline y le entregó el maletín. Lazuline lo sujetó despreocupadamente y lo metió bajo su capa.

El hombre suspiró profundamente, y la chica mágica a su lado lanzó una mirada a Lazuline. “¿Traer un guardaespaldas? Parece que no confías en nosotros.”

Un guardaespaldas—eso parecía referirse a Panas. Tenía muchas ganas de corregirlos, pero no quería involucrarse, si era posible.

Cuando Panas no dijo nada, Lazuline abrió la boca. “No es mi guardaespaldas. Es una amiga.”

“¿Una amiga? No me hagas reír. Los dragones en tus manos… Eres Dragones Gemelos Panas, ¿no? Trayendo a una graduada de la Escuela de Preparación Archfiend, ¿crees que con decir ‘es una amiga’ funcionará?”

“No soy Dragones Gemelos Panas.”

Panas se cruzó de brazos, respondiendo con valentía sin mostrar un ápice de la ansiedad que sentía. La pareja de negro cerró la boca, mirándola fijamente. Parecían sospechar.

“Me confunden mucho con ella, nos parecemos mucho.”

“… Huh, ¿eso es cierto? Bueno, en realidad tampoco importa quién eres.”

Si este intercambio, que a simple vista parecía ilegal, lo era en realidad, y si los dos de negro eran detenidos y decían algo así como que “Dragones Gemelos Panas estaban allí cuando se hizo el trato”, entonces incluso Panas, que no era parte de esto, sería investigada. No sabía si insistir en que no tenía nada que ver funcionaría o no.

Soy otra persona, no soy Panas, se dijo a sí misma. Las miradas dubitativas del par vestido de negro hacia ella no cambiaron. Lazuline les ofreció una caja de madera de paulownia negra de treinta centímetros, y ellos la tomaron y salieron del almacén del muelle. El sonido chirriante de los pasos se desvaneció y, tras pasar un rato, Panas desplegó los brazos y se ató la corbata.

“Bien, ¿entonces has terminado con tus asuntos? Entonces es hora de batirse en duelo.”

“Lo siento. Todavía hay algo más.” Lazuline levantó una mano en señal de disculpa, y Panas le dirigió una mirada de sincera exasperación.

***

Una vez que terminaron con el negocio del almacén, se dirigieron a unas decenas de kilómetros al noroeste, esta vez, entrando en la ciudad. Cuando Panas se preguntó qué iban a hacer, Lazuline la arrastró a un edificio al final de un callejón que parecía una guardería o un preescolar. Al parecer, era una especie de hogar para huérfanos.

“Bien, derrite la mantequilla con el agua caliente. Ah, cuidado de no meterla directamente en el agua.”

“¡Okaaay!”

“Separas las claras de las yemas. Hazlo con cuidado, para no mezclarlas.”

Lazuline dio instrucciones, y los niños hicieron lo que se les dijo. Mientras todos allí hacían correctamente su trabajo, sólo Panas estaba confundida, de pie. Lazuline entregó el maletín de antes a la mujer mayor que parecía estar a cargo de esta instalación, y a cambio recibió una gran caja de cartón.

“Gracias.” Dijo Lazuline.

“Oh no, gracias. Los niños trabajaron duro haciendo esto.” “No, gracias de verdad. Tener esto será de gran ayuda.”

Panas había supuesto que se trataría de otro tipo de trato, pero no fue así. Rodeada de niños con delantales y tocados, Lazuline también se puso un delantal y un tocado, y le entregó a Panas una bolsa de papel, y dentro había otro delantal y otro tocado. Aunque Panas se los puso, no entendió nada.

“Hey, ¿de qué va esto?” Preguntó Panas.

“Aparentemente, mi profesora le da mucho dinero a este lugar. Es como Tiger Mask, ¿eh?”

“No me refería a eso.”

“Hoy es una clase de repostería. Vamos a hacer un pastel tan bueno que hará que se te caigan las mejillas.”

“¿Por qué iba a ayudar con algo así?”

“Entonces te voy a pedir que te encargues de esto, Panacchi. Quiero que batas esto hasta que haga picos.” Lazuline le entregó un cuenco con las claras recién separadas de las yemas y un batidor de huevos.

Panas reflexionó por un momento. No sabía a qué se refería Lazuline con todo esto, pero si Panas no terminaba esto, el encargo de Lazuline tampoco se llevaría a cabo.

Decidida, con el batidor de huevos en la mano derecha y la izquierda sujetando el bol, batió las claras con fuerza. Batidas con la fuerza de una chica mágica, sin importar que se convirtieran en merengue, las claras salpicaron por todas partes, y los niños chillaron.

“¡Panacchi! ¿Qué estás haciendo?” “L-Lo siento.”

“¡Se supone que hay que batirlas con suavidad y ligereza!”

Los niños se apresuraron a limpiar el enorme lío que había montado Panas, diciendo cosas alentadoras como “Estas cosas pasan” y “¡No se desanime, señorita!” y “Echemos todos una mano”, antes de volver a sus propias tareas. Qué mocosos tan maduros… eh, niños. Panas les dio las gracias mentalmente y luego reanudó su tarea.

***

Una vez que terminaron de hornear el pastel, cruzaron cuatro fronteras prefecturales para llegar al siguiente lugar.

En una zona en la que no hay más que campos de arroz, había un gimnasio nuevo. Si hubiera habido un analista allí, tal vez les hubieran dicho algo sobre los perjuicios de una política gubernamental excesivamente centrada en la construcción de edificios comunitarios. El aparcamiento estaba bastante lleno, chocando fuertemente con el desértico paisaje circundante.

Panas fue conducida a una amplia sala que, según le dijeron, era un vestuario, y estaba llena de mujeres jóvenes que estaban ocupadas maquillándose y vistiéndose.

Dentro de la bolsa de papel que le entregaron había un disfraz de chica mágica. La tela parecía barata.

“¿Qué es esto?” Preguntó Panas.

“Es un disfraz de Cutie Altair. Oh, ¿habrías preferido a Cutie Vega, Panacchi? Pero tú te pareces más a Altair, en cuanto a la figura.”

“Eso no es lo que estoy preguntando. ¿Qué clase de reunión es esta?”

“Es un evento local de cosplay.”

“¿Y por qué debo participar en tal cosa?”

“Mi profesora dijo que la cooperación de las chicas mágicas profesionales es esencial para el desarrollo de la cultura regional de las chicas mágicas. Francamente, no lo entiendo, pero probablemente tenga razón.”

Panas tuvo la sensación de que la estaban engatusando con una lógica plausible pero falsa. Pero si ahora decía que no y Lazuline se alejaba de ella, todos sus esfuerzos hasta ahora habrían sido en vano. Salir al almacén del muelle y hacer de guardaespaldas, así como hacer pasteles con los niños y que se rieran de ella por la nata montada que tenía en la mejilla, todo ello carecería de sentido.

Ella no podía aceptar eso. Panas suspiró y aceptó la bolsa de papel.

“Lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer está escrito aquí.” Dijo Lazuline. “Quiero que lo leas. De veeeeez en cuando, algunas plagas aparecen en este tipo de eventos. Por supuesto, tú tampoco puedes causar problemas.”

“No me insultes. Soy una chica mágica veterana desde hace mucho tiempo. Sé cómo tratar con los fans de las chicas mágicas. No me tomes por una idiota.”

Cinco minutos después de comenzar el evento, Panas ya estaba agotada.

Cuando la gente le pedía que posara, estaba obligada a hacerlo, y siempre tenía que sonreír y parecer que estaba disfrutando. Sentía tantas miradas groseras por todo su cuerpo que le dolía físicamente. Afortunadamente, no había un contacto físico excesivo ni fotografías de ángulo bajo ni nada por el estilo, pero estaba tan poco acostumbrada a ser modelo que eso le agotaba el cuerpo y el alma.

Aunque no podían darse cuenta de que las dos eran chicas mágicas de verdad, una multitud especialmente numerosa se reunía en torno a Panas y Lazuline, y apenas podían ver lo que ocurría en otros lugares, lo que sólo hacía que Panas se sintiera más incómoda. También era bastante humillante llevar el traje de Cutie Altair. Conocía a Altair de la Escuela de Preparación Archfiend, una persona realmente hosca. Si Panas tuviera que representar a la propia mujer, tendría que ser hosca y melancólica en lugar de sonreír. Cuando habían ido de campamento, Altair había quemado su pescado fresco hasta dejarlo prácticamente en cenizas, insistiendo: “Así es como lo hacen en mi casa”, y no había ofrecido ni una palabra de disculpa. Aquello enfadó a Panas hasta el día de hoy.

De espaldas a Lazuline, que llevaba el traje de la compañera de Cutie Altair en el anime, Cutie Vega, posaron, y Lazuline susurró en voz baja: “¡Ves, sabía que serías genial! Tienes una sonrisa deslumbrante, Panacchi.”

Pensó que se sentiría muy bien al golpear a Lazuline, pero si hacía algo así mientras las cámaras estaban enfocando, eso dejaría evidencia.

Y si esas pruebas llegaban a manos de Archfiend Pam… Forzando la rabia que llevaba dentro con una sonrisa, Panas mostró sus poses de Cutie Healer.