Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Capitulo 5: ¡¿Mutsuko Sakaki Es Una Traidora?!

Parte 3

Natsuki tenía razón. No había ninguna razón para que los dejaran vivir. Si Mutsuko hubiera querido matarlos, podría haber detonado al hombre de madera.

“¿Supongo que podría ser una especie de entrenamiento?” Se cubrió Yuichi.

Convertirse en el enemigo de Yuichi para ayudarlo a entrenar sonaba como el tipo de cosas que haría su hermana. Empezaba a pensar que era posible. Nunca antes ella se había vuelto contra él, pero casi lo había matado varias veces, así que tal vez esto no fuera tan fuera de lo común.

“Bueno. Vámonos.” Yuichi se puso de pie. Natsuki se quedó estupefacta.

“¿Qué pasa?” Preguntó.

“Te recuperaste tan rápido que me sorprendió.” “No puedo permanecer deprimido para siempre.”

“Pensé que te castigarías hasta que llegara el momento de tu gran regreso.” Dijo Natsuki. ¿Entonces, cuál es tu plan?”

“Hay un lugar al que tengo que ir. Takeuchi, ¿puedes llevar a Maruyama a casa?”

“Ciertamente, pero ¿estarás bien por ti mismo?” “Creo que sí.”

“Ya veo.” Natsuki no dijo nada más y se dirigió hacia Yurika.

Yuichi continuó por los callejones traseros, hacia la entrada de las alcantarillas que habían usado el otro día.

Al final de un callejón había una alcantarilla. Normalmente, una persona necesitaría herramientas especiales, pero Yuichi deslizó sus dedos en los orificios de agarre y la levantó fácilmente.

Yuichi estaba a punto de bajar cuando escuchó una voz detrás de él. “¿Tienes negocios conmigo?”

Se volvió para encontrar a un hombre vestido de manera llamativa y con una disposición amable. Era la persona que había organizado la Guerra de las Vasijas Divinas, el avatar del dios malvado Nergal.

“Si vas a cazar monstruos, no te detendré, por supuesto…” Dijo el hombre.

“Supongo que tengo negocios contigo.” Dijo Yuichi. “Tu territorio sagrado está aquí abajo, ¿verdad?”

Ende había dicho que la resurrección del Dios Maligno ocurriría en su territorio sagrado, por lo que Yuichi había decidido que iría a limpiar las cosas allí primero. “Incorrecto.”

“¡¿Incorrecto?! ¡Pero vi el altar allí abajo!”

Un nivel más abajo de las alcantarillas había un laberinto de pasillos, y más adentro había un espacio en forma de cúpula. Allí había un altar, que Nergal había tratado como si fuera suyo, por lo que Yuichi estaba convencido de que debía ser su territorio sagrado.

“El altar está ahí para que los humanos veneren a su dios.” Dijo Nergal. “Es un reino humano, no lo mismo que un territorio sagrado.”

“Entonces, ¿dónde está?”

“Oh, vamos. ¿Crees que te voy a decir dónde está sellado mi cuerpo?” Preguntó Nergal, estupefacto.

“Mira, no sé nada sobre tu territorio sagrado, y esta es la primera vez que escucho que estás sellado allí.” Dijo Yuichi con impaciencia.

“¿Entonces qué piensas hacer?”

“Bueno, me dijeron que allí tendríamos la batalla final.”

“Ya veo. Pero el cuerpo del Dios Maligno solo revivirá en el territorio sagrado después de que se hayan recolectado todas las Vasijas Divinas. En otras palabras, después de que termine la guerra.”

Lo que significaba que incluso si Yuichi fuera allí ahora, nadie estaría allí.

“Bien, pero ¿dónde está el territorio sagrado?” Preguntó. “No veo por qué debería decirte eso.”

“Eso me recuerda.” Dijo Yuichi. “Uno de tus subordinados atacó a Takeuchi. Realmente necesitas tener a tu gente bajo control. ¿O eres del tipo que se lava las manos de lo que hacen sus sirvientes?”

“Hmm. Trato de darles a mis sirvientes una correa larga, y valoro su autonomía… pero no intentaré librarme de la responsabilidad con palabrería barata. Bien. El territorio sagrado está en tu escuela. ¿Te basta con eso para quedar satisfecho?”

“¿La escuela? ¿De verdad?”

“Bueno, deberías intentar encontrar el resto tú mismo.” Dijo Nergal. “Siento que ya te he hecho un gran favor.”

“Creo que estuvo un poco fuera de lugar preguntarle a un tipo sellado dónde estaba sellado.”

“Como beneficio adicional, te diré que ahora Hiromichi tiene todas las Vasijas Divinas excepto una, y energía más que suficiente para revivirme. Así que ya está más o menos terminado, en más de un sentido.”

Si la guerra terminaba, el Dios Maligno reviviría y el mundo terminaría. No se sentía real, pero Yuichi no podía permitirse tomárselo a la ligera.

“Sé que pregunté, pero ¿realmente deberías contarme todo esto?” Preguntó.

“Bueno, para ser honesto, el cuerpo principal y yo no estamos conectados tan directamente. Actúo bajo mi propia prerrogativa. Y desde una perspectiva personal, me gustas bastante.”

“¿A pesar de que dejarme ir podría terminar deteniendo tu resurrección?” Preguntó Yuichi.

“Si pasa, pasa. Siempre hay una próxima vez. Nuestra esperanza de vida es más larga que la de los humanos, así que somos bastante pacientes.”

“Bien.” Yuichi había determinado que no estaba mintiendo.

Me pregunto qué harán Nee-chan y los demás…

Yuichi estaba pensando en qué hacer a continuación cuando su teléfono sonó de repente. El número no le era familiar, pero de todos modos contestó. “¡La sabia Mutsuko se ha vuelto loca!” Era la voz de Chiharu Dannoura.

“… No recuerdo haberte dado mi número de teléfono.”

“Me costó lo suyo conseguirlo.” Dijo Chiharu. “El muy cerdo…

¡sabía que estaba desesperada!”

“¡¿Lo compraste?!” Gritó Yuichi. “¿Quién está poniendo mi número de teléfono en el mercado? ¿A quién se lo compraste?”

“¡¿Por qué debería decírtelo?! ¡Si quieres saberlo, debes postrarte ante mí y lamerme las botas!”

“¿Por qué me das órdenes?”

“Pensándolo  bien,  tenerte  lamiendo  mis  botas  sería  bastante repugnante… quizás no deberías hacerlo después de todo.”

“¡No pensaba hacerlo! Entonces, ¿qué quieres?”

“¡Ah! ¡La sabia Mutsuko vino a mí y exigió que le entregara mi Vasija Divina! ¡Quería que le entregara mis Ojos Apocalípticos! ¡Mira tú, mis Ojos Apocalípticos!”

“¿Eh…? ¡Oh no! ¡Olvidé que tenías una Vasija Divina!” Yuichi había tardado unos momentos en recordar, el resultado de haber intentado olvidar todo sobre la Guerra de las Vasijas Divinas.

“¡¿Cómo puedes decir eso?!” Gritó Chiharu. “¿Has olvidado nuestro apasionado primer encuentro?”

“Oh… uh, en realidad he estado tratando de no pensar en ti. Así que lo siento… Sabía que mi hermana estaba recolectando Vasijas Divinas, y ni se me ocurrió decírtelo.”

“Pero, ¡¿cómo?! ¡¿Cómo pudiste olvidar a tu amada?!”

Yuichi se sintió realmente arrepentido. Si Hiromichi estaba cerca de acumular todas las Vasijas Divinas, probablemente debería haberle dicho a Chiharu. Si la suya aún no hubiera sido robada, podría haberla advertido. También había olvidado que Chiharu era la única persona que conocía que podía detectar otras Vasijas Divinas a través de la resonancia.

“Entonces, ¿qué querías?” Preguntó Yuichi. “Um… ayuda, ¿por favor?”

“¿Qué pasa con el habla normal de forma tan repentina? ¿Y por qué no llamas a tu ‘sabia’ que tanto respetas? ¿Por qué no haces lo que ella dice?”

“¡El hecho de que haya enviado un tipo parecido a un cuervo para atacarme me hace sospechar un poco de sus motivaciones!”

“¿Cuervo? ¿Quién…? Oh, supongo que Rokuhara… ¿Dónde estás ahora?”

“El zoológico.”

“¿Por qué estarías a estas horas en un zoológico?”

“¿Por qué asumes que estoy sola?” Chiharu demandó. “¡Sabes que tengo innumerables animales a mi servicio! Soy una amante de los animales y, por lo tanto, ¡reviso regularmente el zoológico por la noche para ver cómo están!”

“Así que estás huyendo sin compañía, ¿verdad? Aunque estoy impresionado de que puedas escapar de Rokuhara…”

Las alas que el tipo había ganado de la Vasija Divina deberían otorgarle un vuelo muy rápido. Sería difícil para la mayoría de la gente normal esquivarlo.

“Sí.” Dijo Chiharu. “¡Usé un Arte de Cortina de Humo estilo Dannoura para cegarlo, luego usé un golpe en todas direcciones estilo Dannoura para enviar flechas volando en todas direcciones, luego usé Escalada Escapista estilo Dannoura para huir! ¡Todos parecían efectivos, así que creo que lo he detenido!”

“Um, ¿qué pasa con las otras personas en el zoológico?” “¿Conoces el término legal ‘evacuación de emergencia’?”

“Será mejor que empieces a pensar en ‘disculpas oficiales’ y ‘acuerdos extrajudiciales’.”

“¡Fue una broma! ¡La razón por la que vine aquí es porque la popularidad de  este  zoológico   había disminuido  abruptamente!

¡Probablemente soy la única aquí en este momento!”

“No es momento de bromear. El zoológico está en la siguiente ciudad, ¿verdad? No creo que pueda llegar a tiempo… Está bien. Solo ríndete. Entrega la Vasija Divina y te dejarán en paz.”

La Vasija Divina de Chiharu podría ser la última, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.

“¡¿Qué?! ¿Esperas que simplemente entregue mis Ojos Apocalípticos?” Ella gritó.

“Si no quieres, eso depende de ti.” Dijo Yuichi. “Eres libre de luchar contra ellos hasta el final si quieres.”

“Pero, ¿cómo voy a entregar mi Vasija Divina? Es una habilidad que encontré sin darme cuenta. ¡No sé cómo desecharla!”

“Dada la experiencia pasada, el recipiente será expulsado si estás inconsciente. ¿Puedes quedarte inconsciente?”

“¡Yuichi Sakaki! ¿Cómo puedes pedirle a una joven doncella como yo que se vuelva indefensa ante un enemigo? ¡¿Buscas activamente los cuernos?!”

“En realidad, no busco nada de eso activamente, pero… Oye.

¿Puede una persona abandonar su Vasija Divina por su propia voluntad?” Yuichi le preguntó a Nergal, asumiendo que él sabría mejor cómo funcionaban las Vasijas Divinas.

“Puedes.” Dijo Nergal. “Dile que lo desee, así de simple. Pero incluso en ese caso, un nuevo anfitrión no podrá tomarla mientras el anfitrión original siga vivo.”

“Él dice que solo necesitas desear que te deje.” “¿Sólo eso? ¡HRRRRRAGH!”

“¡Cállate! ¡No le grites al teléfono!”

“¡Está fuera! ¡Realmente está fuera! ¡Se me cayó de los ojos en un momento sorprendente!”

“Entonces, dale eso.” Yuichi colgó.

Estaba bastante seguro de que no la matarían si entregaba la Vasija. El poder de Chiharu era la capacidad de ver números sobre la cabeza de una persona. Los números parecían indicar algo, pero la habilidad aún no era especialmente útil, por lo que dudaba que hicieran todo lo posible por conseguirla.

“Por cierto, Hiromichi ahora las tendrá todas.” Dijo Nergal. Parecía que la Vasija Divina de Chiharu era la última.

“Está bien, eso sirve.” Dijo Yuichi. “Pero el Dios Maligno no revivirá de inmediato, ¿verdad?”

“Correcto. Todavía hay un ritual por realizar en el territorio sagrado, lo que significa que todavía hay tiempo para que actúes.”

“Lo haces sonar como si no quisieras que el dios reviviera.”

“Eso no es cierto. La resurrección de mi verdadera forma es mi máxima prioridad. Simplemente no veo la necesidad de apresurarme; prefiero tomármelo con calma.”

Yuichi pensó que Mutsuko tampoco tendría mucha prisa. Era solo un presentimiento, pero no podía imaginar que ella intentaría hacerlo a escondidas en medio de la noche.

Decidió que esperaría hasta mañana para investigar la escuela.