Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 7

Interludio 4: Videojuegos

Nunca había jugado a los videojuegos.

Ella tampoco había sentido nunca el deseo de tocarlos.

No es que los evitara por razones generacionales, emocionales, educativas, económicas ni nada por el estilo.

Simplemente no le interesaba. Desde que Frederica podía recordar, la mayor parte de su estilo de vida había estado dominado por actividades de chica mágica. Los juegos eran algo así como un sustituto para quienes encontraban la realidad aburrida o dolorosa, y Frederica los consideraba innecesarios para una chica mágica, para quien la realidad era estimulante y divertida.

En comparación con ser una chica mágica, los juegos de rol en los que se derrotaba al señor malvado en otro mundo, los juegos de disparos en los que se luchaba entre lluvias de balas para derrotar al enemigo, los juegos de aventuras en los que se resolvían puzles para descubrir la verdad y los juegos de estrategia en los que se actuaba como rey para comandar a los subordinados y hacerse con la hegemonía, parecían todos rancios.

Una chica mágica no necesitaba videojuegos.

Este era un aspecto en el que había chocado con Keek, a pesar de que en general se habían llevado bien. A Keek le gustaban los juegos tanto como a ella las chicas mágicas, pero para Frederica no había comparación.

Si iba a involucrar los juegos en el estilo de vida de las chicas mágicas de alguna manera, los utilizaría para reunir a aquellas que tuvieran potencial mágico, como el juego de para celulares Proyecto Crianza de Chicas Mágicas que Fav, la mascota de Cranberry, Músico del Bosque, había creado.

O, si hubiera algo como un simulador que pudiera usar para entrenar a las que ya eran chicas mágicas, entonces estaría interesada. Las relaciones de una chica mágica con sus compañeras a menudo podían ser delicadas, y a veces, incluso cuando querías entrenar para la batalla, tenías que hacerlo sola. ¿Qué tan conveniente sería tener un simulador para ayudar en momentos como ese?

Si no había tal utilidad y era simplemente por placer, entonces Frederica no necesitaba videojuegos. Tampoco necesitaba juegos no electrónicos. Las chicas mágicas eran el mayor placer, la reina del entretenimiento. No necesitaba nada más.

Si Frederica quería placer, todo lo que tenía que hacer era servirse un poco de té y apreciar un poco de cabello.

O así lo había pensado hasta ese día. “¿Qué estás haciendo?”

“Estoy un poco ocupada.” Frederica sostenía su bola de cristal encima de la mesa. Después de algunas pruebas, había descubierto que lo más fácil era hacerlo en esta posición. Probablemente a otra persona le parecería extraño, pero así era más fácil.

“Sin embargo, no me preocupa lo que sea que estés haciendo.” La anciana abrió la bolsa que tenía en sus manos para sacar unas galletas saladas y llenar el cuenco de los aperitivos. Sus ojos observando a Frederica eran, como ella había imaginado, bastante despreocupados. “No rompas el equipo, ¿de acuerdo?”

“Sí, no te preocupes por eso… ¡Oh, vaya!” “¿Está todo bien?”

“Está bien, está bien. No hay ningún problema.” Frederica acercó la bola de cristal a sí misma. Tenía que vigilarla de cerca o tendría problemas.

“Bueno, mientras estés bien.”

“Está bien. Puedo hacerlo. Lo manejo todo con total naturalidad. Nadie se va a enterar, y tampoco voy a meter la pata y perder algunas vidas.”

“Realmente no entiendo de qué estás hablando.”

“Esto es como, ¿cómo lo diría? Whoops, eso estuvo cerca. Estoy a salvo, uf. Esto es, bueno. Es como si no pudieras moverte como quieras. Es realmente emocionante, sabes. Qué interesante es que sea agradable no poder moverse como uno quiere. Sí, es bastante interesante.”

“¿Ese tipo de cosas son divertidas?”

“Oh, mucho. Aunque ya sabes, siempre he insistido en voz alta en que los jóvenes desperdician su juventud cuando se enfrascan en los juegos. Pero hoy reviso esa opinión. Creo que los juegos son divertidos. Lo reconozco. Los juegos son divertidos… ¡Esquiva! ¡Sí!”

“Está muy bien divertirse, pero no vengas corriendo a verme si todo ese alboroto que estás causando molesta a la chica herida.”

“Hablaré más tranquilamente… lo haré… ¡Ohhh!”