Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 7

Capítulo 4: Soy El Culpable

Parte 2

✰  Princess Inferno

Parecía que Deluge había escapado por el mamparo del otro lado, junto con los intrusos. No tenía sentido preocuparse por ella. Ahora, Inferno no tenía más remedio que confiar en Koyuki. No había ninguna garantía de que las cosas salieran absolutamente bien porque era ella. La Koyuki de la escuela primaria ya no era una niña de primaria. Habían pasado muchos años, las dos se habían convertido en chicas mágicas, y parecía que también se habían convertido en enemigas.

Pero, sin embargo, no tuvo más remedio que confiar en Koyuki. Cuando ella había dicho que tampoco sabían lo de Tempest, también tenía que creerlo. Ahora mismo, no tenía otras opciones.

Correr siempre era divertido. Pero ese día no lo había disfrutado, ni siquiera una vez. Mientras corría, estaba confundida, y mientras estaba confundida, corría. Lo máximo que pudo hacer fue seguir a Quake.

Una vez capturados, los Disruptores no eran tan temibles. En su formación práctica, habían desempeñado el papel de oponentes, y habían planeado meterlos en cápsulas para poder pasear con ellos como familiares portátiles, o eso había dicho la Sra. Tanaka.

Pero Inferno no recordaba haber capturado nunca a Disruptores con cuchillas saliendo de sus cuerpos, o con seis brazos. ¿Por qué había Disruptores que nunca habían capturado dentro del laboratorio? ¿Y por qué los Disruptores que estaban dentro de la instalación habían atacado a The Pure Elements?

Sólo se podían dar esas órdenes desde la sala de reuniones. No había forma de que Prism Cherry diera órdenes así. ¿Había pasado algo? ¿Como un enemigo que la amenazaba? Pensar en la posibilidad de que Prism Cherry hubiera sido capturada también por un enemigo, hizo que Inferno se echara atrás inmediatamente.

Cruzó la cornisa con un triple salto, agarrándose a la piedra con los dedos para subir a la cima de la montaña, desde donde saltó hacia abajo.

Quake aterrizó con un estruendo en el suelo y echó a correr, mientras que Inferno aterrizó suavemente y le siguió. El tiempo que tardó en abrirse el mamparo fue tan frustrante que no pudo soportarlo.

Deslizando su cuerpo por debajo de la brecha de treinta centímetros, llegaron al pasillo. Una mampara más y estarían en la sala de reuniones. Corriendo por el pasillo, justo antes de la curva, Quake se detuvo repentinamente, e Inferno se estrelló contra su espalda.

Incluso cuando Inferno la golpeó con el cuerpo, Quake no se movió.

Mirando por encima del hombro de Quake, preguntándose qué estaría haciendo, allí Inferno vio a una chica mágica. Tenía una lanza con punta de pala y se parecía a las cartas soldados de Alicia en el País de las Maravillas, y las miraba con malicia en los ojos.

“¡Muévete!” Quake blandió su martillo, y cuando la carta se agachó para esquivarla, Inferno se lanzó hacia delante con su cimitarra. La carta soldado desvió su hoja con la lanza, pero no del todo, y le cortó el hombro, haciendo que esa parte de su traje ardiera. Moviéndose con el impulso del ataque, la carta soldado rodó, y luego se levantó de nuevo para girar inmediatamente y huir.

Inferno no podía digerir esta información. Acababa de ver a la carta soldado. Era imposible que viniera del lado de la sala de reuniones. Entonces, ¿cómo había podido venir de este lado? Si había venido de la sala de reuniones, ¿qué pasaba con Prism Cherry, que estaba dentro?

Cuando se dio cuenta de que no quería pensar en ello, la cimitarra ya había abandonado sus manos. La había lanzado directamente a la espalda de la carta soldado que huía, y sin siquiera el tiempo de pensar, oh, la atravesó.

El chorro de sangre ensució la pared. Se oyó un grito como el de un ratón o algún otro tipo de criatura pequeña, y luego el sonido del metal golpeando el suelo. El traje de la carta soldado caída empezó a arder, y cuando Inferno entró en pánico y trató de sacar la cimitarra, el cuerpo se vino con ella, y lo arrojó para que rodara por el suelo.

La habían apuñalado profundamente. No volvió a moverse. Inferno la había matado.

“¡Vamos!” Le gritó Quake.

Inferno la miró. Tenía la boca apretada y una arruga en el ceño mientras miraba a Inferno. Decía: “Después ya podrás pensar todo lo que quieras.”

Tenía toda la razón. Inferno apretó su mano derecha, que sentía como si estuviera a punto de temblar, alrededor de la empuñadura de su cimitarra. Si el enemigo había salido de la sala de reuniones, entonces Prism Cherry estaba en peligro. Tenían que ir a salvarla en este momento, en este instante.

“¡Sí!” Su voz no vaciló. Entendió lo que tenía que hacer, y estaba allí mismo. Clavando su cimitarra en la pared, se golpeó las mejillas con ambas manos.

Hizo un esfuerzo consciente para no mirar a la carta soldado caída. Sentía que si miraba ahora, esta vez su espíritu se rompería, estaba segura de ello.

Quake pulsó el panel de apertura. El mamparo se elevó lentamente. Aunque era imposible que la velocidad fluctuara, daba la sensación de que se movía más despacio de lo habitual. Inferno ajustó el agarre de su cimitarra. Le sudaban las palmas de las manos. No se sentía segura de estar sujetándola correctamente.

No intentaron entrar inmediatamente. Podían ver el suelo, ver el líquido rojo.

Varias cartas soldado estaban de pie, rodeando el charco de sangre. Había cartas soldados de varios números y palos: diamante, corazón, palo y pica, mirando a Quake y a Inferno. Parecían un poco sorprendidas. Todas gritaban algo, pero Inferno no pudo distinguir ninguna palabra.

La Reina de Corazones, que esperaba más allá de ellas, olfateó y los señaló.

“Que le corten la cabeza.”

Quake aulló. Todo su cuerpo brilló de color amarillo, y el resplandor se intensificó hasta ser deslumbrante.

Inferno también activó el Modo Lujo. La energía se precipitó a todos los rincones de su cuerpo. El flujo del tiempo se ralentizó, y todo, excepto Quake y ella misma, se movía a cámara lenta.

Con las picas a la cabeza, las cartas soldado se colocaron en formación ordenada para acercarse a ellas. Las puntas de las lanzas que sostenían las picas brillaban débilmente bajo la iluminación de la sala. Si Inferno o Quake eran golpeadas por ellas, resultarían heridas, y dependiendo de dónde, podría ser fatal. Así que sólo tenían que no ser golpeadas.

Quake levantó su martillo y, sincronizándose con ella, Inferno saltó. Quake bajó el martillo, y los temblores se extendieron por el suelo desde el punto central donde golpeó su martillo. La magia de Quake generaba una vibración más intensa que el impacto básico. Ser golpeado con eso a corta distancia hacía difícil mantenerse en pie.

Pero si estabas en el aire, las cosas eran diferentes. Inferno saltó por encima de las cartas soldado, que habían perdido el equilibrio y habían sido derribadas por los temblores. Mientras se agitaban y rodaban, ella blandió su cimitarra sobre la cabeza de la reina que todas protegían, y fue derribada con fuerza.

El entumecimiento recorrió el brazo que sostenía la cimitarra. Antes de que pudiera entender lo que había sucedido, una lanza se dirigió hacia ella, y con un golpe en forma de arco de su cimitarra, la repelió, de alguna manera.

Era una carta soldado de pica. Antes de que Inferno pudiera blandir su cimitarra, una pica se lanzó desde un lado para golpearla con una lanza. Inferno había activado el Modo Lujo; debería ser más rápida y fuerte. No había forma de que la obstruyeran.

Quake movió su martillo de izquierda a derecha, acribillando y dispersando a las cartas soldado. Tiró sus cuerpos, mesa, sillas y todo. Inferno giró en el aire y aterrizó. Tres cartas soldado se pusieron delante de la Reina de Corazones:

La jota de picas, la reina de picas y el rey de picas.

Desviaron el golpe del martillo de Quake y bloquearon la estocada de Inferno. Podían soportar los ataques de The Pure Elements.

A pesar de tener el Modo Lujo puesto, las cartas soldado seguían su velocidad y su fuerza. Inferno trató de apartar la lanza que se dirigía hacia ella, pero no pudo hacer más que desviar ligeramente su trayectoria y, de hecho, sintió que estaba dispuesta a soltar su arma.

La Reina de Corazones se tapó la boca y bostezó. “Que le corten la cabeza.”

Inferno lanzó un corte diagonal hacia abajo con su cimitarra, y luego hacia arriba en el otro sentido. Girando en medio giro para golpear con el pomo, fue bloqueada por una lanza, y giró hacia el otro lado para golpear esta vez con el lado romo de su espada, pero la carta soldado se dobló para evadirla.

Como las armas de sus oponentes eran lanzas, tenían alcance. Desde fuera de su alcance, Inferno atacaba con calor para intercambiar golpes con ellas. Pero a pesar de esto, no sentía que pudiera acercarse más. En el peor de los casos, incluso Quake también podría ser golpeada.

Las tres caras eran exactamente iguales, sus expresiones idénticas mientras se disponían a atacar en silencio. La destreza y las capacidades físicas de cada individuo, así como la coordinación de las tres juntas, eran de un alto nivel.

Quake blandió su martillo para mantener a raya a los enemigos. Sus oponentes encontraron una abertura para clavar sus lanzas, pero ella se apartó, colocando el muro a su espalda.

El Modo Lujo era poderoso, pero no podía utilizarse durante mucho tiempo. Se desactivaría automáticamente una vez que alcanzaran su límite de tiempo, dejando a dos chicas mágicas completamente agotadas.

En este momento, se las arreglaban para luchar tres contra dos. Una vez que el Modo Lujo se agotara, su capacidad de lucha se vería muy reducida, mientras que el enemigo se acercaría a ellas con la misma fuerza que antes.

Tenían que terminar antes.

La Reina de Corazones era probablemente el jefe. Como mínimo, era la más importante de los enemigos de esta sala. Pero las tres soldados no permitieron que la atacaran. Las lanzas de los soldados se clavaron, impidiendo que Inferno y Quake se acercaran a la esquina de la sala de reuniones donde la Reina de Corazones bostezaba.

Mientras intercambiaban golpes y saltaban chispas, Inferno se dio cuenta: ¿Y si sus enemigos trataban de perder el tiempo? ¿Y si sabían que el Modo Lujo tenía un límite de tiempo? Le parecía que no estaban siendo muy proactivos, teniendo en cuenta que eran tres contra dos. Tenían más números, y el objetivo que custodiaban estaba allí mismo, además.

Fundamentalmente, el bando enemigo debería haber sido el que tuviera que acabar con esto rápidamente, pero se limitó a retener a las princesas y no hizo nada más, huyendo de su alcance.

Quake levantó de una patada una silla caída. Una carta soldado, que había dado vueltas a la derecha, agachó la cabeza para evitar la silla, y Quake le dio la espalda a la entrada. Quake dibujó una V invertida en el aire con su cola. Inferno hizo un pequeño gesto con la cabeza.

Era una sugerencia de que si el enemigo no iba a venir a por ellas, entonces vayamos a por ellas. Dibujar una V invertida con su cola era la señal que habían acordado. Inferno movió su cola en forma de escorpión con la misma forma.

Quake levantó su martillo. Los enemigos se congelaron. Inferno también blandió su cimitarra. Con la cimitarra por encima de la cabeza, miró hacia el lugar que había frente al monitor.

Las cartas soldado estaban tiradas en un montón. Una increíble cantidad de sangre salía de sus cuerpos. No era su sangre. Ya había estado rezumando cuando Inferno y Quake habían regresado a esta sala. Esto pesaba mucho en su corazón. En silencio, se disculpó, siento haberte metido en este lío.

Todavía no habían llegado a una decisión sobre si debían gritar el nombre de su movimiento definitivo o no. Ahora que había llegado el momento de utilizarlo, Inferno comprendió bien que no era necesario molestarse en decirle al enemigo lo que iban a hacer. Inferno y Quake bajaron sus armas sin mediar palabra, golpeando el suelo en el mismo instante. Hubo un estallido de sonido y luz, y luego ya no pudieron oír ni ver nada.

La Explosión Suprema de las Princesas era su mejor técnica, que se activaba combinando los poderes de las princesas. Cuando las princesas en Modo Lujo bajaban sus armas al mismo tiempo y en el mismo lugar, se activaba. Una barrera angular como los viejos polígonos cubriría el área alrededor de las princesas, y luego causaría una gran explosión.

Si las cuatro combinaran sus poderes, convertirían el área de cientos de metros a la redonda en carbón quemado. Como su uso casual sería desastroso, necesitaban permiso para utilizarlo en los entrenamientos y, por regla general, no se les permitía usarlo fuera de la base.

Tampoco había ningún lugar dentro de las instalaciones donde estuviera bien provocar una explosión que abarcara cien metros a la redonda. Así que, inevitablemente, nunca habían intentado hacer la explosión con tres o cuatro de ellas.

Cuando habían intentado la explosión con sólo dos de ellas, lo habían hecho en la zona desértica de la sala de entrenamiento número tres. Recordó que toda la arena se había esparcido alrededor, y que habían quedado totalmente cegadas.

Así había sido, incluso cuando lo hacían dentro de la gran sala de entrenamiento. Inferno nunca se había planteado utilizarlo dentro de la sala de reuniones. Tenía los ojos cerrados, pero el interior de sus párpados seguía siendo blanco. Lentamente, abrió los ojos. Su visión se llenó con las vistas a su alrededor. Algo negro como el hollín bailaba en el aire. Las paredes y la puerta también tenían algo parecido al hollín pegado a ellas, ensuciándolas. Las sillas y la mesa estaban tiradas en las esquinas de la habitación. El mobiliario de esta instalación era tal que no se rompería, incluso después de todo aquello.

Inferno pudo oír a Quake murmurar en voz baja: “De ninguna manera.” Inferno no lo dijo en voz alta, pero había estado pensando lo mismo. Todas las cartas soldado caídas habían desaparecido, al igual que las que habían estado de pie. Los cuerpos de las chicas también habían desaparecido. Todo se había convertido en esa materia negra parecida al hollín que flotaba en el aire.

Inferno pudo oír el silbido del aire que entraba por los conductos de ventilación. La quema de todo el aire de la sala a la vez estaba provocando que el aire de otros lugares se precipitara hacia aquí. Sentía la cabeza mareada y hasta respirar le dolía. Sus exhalaciones eran pesadas.

“Que le corten la cabeza.”

Y ahí estaba la Reina de Corazones. Inferno no pudo ver la más mínima quemadura en ella. Su traje estaba entero, y el viejo y sucio saco que colgaba de su cintura estaba igual que antes de la explosión. Bostezó como si estuviera aburrida.

Quake se encogió hacia atrás. Inferno apretó los dientes y se quedó dónde estaba, porque lo único que podía hacer era quedarse allí. Incapaz de dar un paso adelante o cortarla con su cimitarra, desesperada, se quedó allí, sin retroceder.

“Que le corten la cabeza.”

La Reina de Corazones introdujo la mano en el sucio saco. Lo que sacó del interior del saco no fue sólo la cabeza de una chica mágica, sino también todo lo que había debajo de la cabeza: los hombros, los brazos, el torso, toda una chica mágica fue sacada, de un tamaño tal que no cabría en un saco.

Un as de espadas.

Cuando Inferno vio eso, estuvo segura de que iba a morir. El trío de la Jota, la Reina y el Rey había sido estúpidamente fuerte. E incluso comparado con ellas, ésta estaba en un nivel diferente. Aunque tenía el mismo aspecto, era completamente diferente. Inferno fue capaz de entender dolorosamente bien que iba a morir, que iban a matarla, que sería incapaz de defenderse. El Modo Lujo aún no había desaparecido. Y sin embargo, ella no podía ver ninguna visión de su victoria.

Una sola mirada de aquella carta soldado le hizo sentir su malicia como si la atravesara. Le temblaron las rodillas y sintió que se iban a desmoronar. Si añadimos a la reina, que había sido inmune a la Explosión de la Princesa Definitiva, no había forma de que pudieran ganar.

De repente… su cuerpo se levantó y fue arrastrada hacia atrás. Cuando se dio cuenta de que Quake, detrás de ella, la había agarrado por el cuello y la había arrastrado y arrojado fuera de la habitación, estaba de pie en el pasillo, poniéndose en posición de combate.

Comprendió la razón por la que Quake había retrocedido, antes.

Había ido a abrir el mamparo.

Ahora el mamparo se cerraba ante los ojos de Inferno. Quake seguía enfrentándose al enemigo. Sin mirar atrás, le dijo a Inferno. “Corre. Reúnete con Deluge y las demás.”

Inferno no se atrevió a responder: “¿De qué estás hablando?” Su mano se dirigió al panel de operaciones para abrir de nuevo el mamparo y se detuvo.

Quake estaba temblando. Las manos que sostenían el martillo, sus hombros, sus piernas, todo su cuerpo temblaba. “Quiero intentar hacer algo un poco heroico.”

La puerta no se detuvo. La forma de Quake estaba siendo tapada por ella.

“Porque las quiero. Decidí que viviría para protegerlas. Así que no hay mucho de qué sorprenderse aquí…”

El mamparo se cerró, e Inferno desechó su cimitarra, dio la espalda a la sala de reuniones y echó a correr. El Modo Lujo se estaba deshaciendo. El poder que había llenado todo su cuerpo desapareció, y el agotamiento y la fatiga se extendieron desde su núcleo. Pero aun así, no dejó de mover las piernas al vuelo. Se olvidó incluso de secar las lágrimas que corrían por sus mejillas mientras seguía corriendo.