Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 7

Capitulo 55: Mine

Parte 4

¡¿Cómo había desaparecido toda la comida antes de que yo comiera

hasta saciarme cuando sólo éramos ocho?! ¡¿Y por qué Mine, Aral y

Reiko tenían esas caras de satisfacción?!

¿Sólo soy yo? ¿Soy la única que no pudo comer una comida

completa? ¡¡¡Maldita sea!!!

“¡Gracias!”

¡Cállate! Firmaré el formulario confirmando que la entrega fue

completada, ¡así que lárgate de aquí!

Y así, el mismo proceso se repitió con orcos, jabalíes, ciervos y

otros cadáveres a medida que se entregaban, y la habilidad de Mine

para despiezarlos fue aumentando.

Se corrió la voz de que todos los que cumplían con nuestras

entregas eran agasajados con deliciosa comida, por lo que la

recepcionista se quejó de que había sido desbordada por los

candidatos. No tuve más remedio que darle tres trozos de pescado seco

y un producto de cecina experimental destinado al dueño de la taberna

para que se callara. Le indiqué que corriera la voz si pensaba que sabía

bien, así que lo consideré un gasto de marketing, una inversión para el

negocio, un soborno, un gasto social o lo que fuera.

… ¡Maldita sea!

Ah, y siempre que Mine no podía aprender a despiezar en un solo

intento, pedía clases adicionales, y seguía comprando para poder

utilizar las entregas para experimentar y hacer productos. La

recepcionista (a la que había sobornado con productos secos y cecina)

hacía ajustes para asegurarse de que no recibía demasiadas entregas a

la vez, así que no me preocupaba por eso. Además, tenía la Caja de

Objetos.

Pequeña Plata había conseguido formalmente crear y poner en

marcha una división de procesamiento de carne. Por lo tanto,

empezamos a tener platos de carne en la mesa, además de pescado y

verduras. Mhm. Bueno, dicho esto, ya habíamos hecho platos de carne

con cosas que habíamos comprado en la carnicería.

Había dos niños en crecimiento en la casa, así que ya había pensado

en esa parte.

¿Qué es eso? ¿Dices que hay cuatro niños?

Reiko y yo no vamos a crecer más que esto. En términos de altura,

y en términos de tamaño de los pechos…

¡Espera, cállate!

Un día, cuando nuestras perspectivas de iniciar nuestras líneas de

productos cárnicos procesados parecían más brillantes… Oí que

alguien llamaba a la puerta y abrí para encontrar a dos niños de aspecto

sucio que parecían tener unos diez años.

“Tenemos hambre…”

¿De dónde salieron estos bichos raros?

“¿Huérfanos?” Oí desde detrás de mí. Mientras me quedaba en

blanco, Reiko, Mine y Aral también se acercaron a nosotros.

“Por favor, déjanos quedarnos aquí…”

“¡Váyanse!”

“¿Eh?”

Las súplicas de los niños, que parecían huérfanos, fueron

inmediatamente rechazadas… por Mine.

“¡¿Quéééééééééé?!” Reiko y yo gritamos en perfecta sincronía.

Una cosa habría sido si hubiera venido de mí o de Reiko. Era difícil

de creer que Mine, una antigua huérfana, le dijera eso a otro huérfano

que había acudido en busca de ayuda al antiguo orfanato. ¡Y ella había

estado en esa misma situación no hacía mucho tiempo! Todo parecía

un poco duro.

Aral permaneció en silencio, quizá porque no comprendía del todo

la situación. O eso pensaba…

“¡Apúrate y vete!”

“¡¿Qué?!”

Esta vez fue Aral quien habló, sus palabras estaban llenas de

malicia cuando prácticamente las escupió.

“¿P-P-Por qué…? Ustedes dos nunca actuaron así antes…”

De hecho, Mine y Aral no eran del tipo que aleja a los demás por

miedo a tener más rivales a su alrededor, o a recibir una parte menor

de la comida, ni nada por el estilo.

“¿S-Son de un orfanato rival o algo así?” Soltó Reiko, obviamente

tan conmocionada como yo.

¿Un orfanato rival? ¿Qué?

Claramente había algo mal en la actitud de Mine y Aral…

“Ustedes dos son de familias ricas, ¿no? ¿Creen que pueden

engañarnos con esos patéticos disfraces? ¿Qué, creen que hemos

nacido ayer? ¡Dejen de tomarse esta industria a la ligera!”

¡¿Q-Quééééééé?!     Quiero     decir,     ¡me     han   engañado

completamente! Y no sabía que ser huérfano era una “industria”…

“Qu-Qué… Realmente somos… ¿Por qué crees que estamos

disfrazados…? ¿Acaso tienes pruebas?” El niño que parecía ser el

mayor de los dos le respondió a Mine, pero…

“¡¿Por qué querríamos señalar los defectos de tu disfraz?! Vuelve

a quien te contrató y dile que tu disfraz y tu actuación fueron tan malos

que te pillaron, ¡y que este método no volverá a funcionar!”

“Urgh…”

El mayor parecía frustrado, mientras que el menor parecía algo

asustado. Probablemente iban a ser castigados cuando informaran de

su fracaso, verbal y físicamente… Y a juzgar por la reacción del

mayor, era obvio que Mine y Aral tenían razón. Así que…

“Tienes tres opciones ahora mismo. Primero, nos dices quién te

contrató y testificas frente a los guardias. Eso, o huyes llorando y se

convierten en nuestros enemigos. Y tú última opción…” Mi boca se curvó en una sonrisa. “Es morir aquí y ahora…”

“¡Gyaaaaaa!”

Oops, se fueron corriendo. Parece una reacción un poco

exagerada…

“Eso fue demasiado, Lady Kaoru…”

“Esa cara no es justa…”

¡Cállense!

Mine y Aral estaban hablando libremente… ¿Reiko? Ella ya se

había ido. Estaba usando su magia para seguir a los dos visitantes.

Acabábamos de saber que teníamos enemigos, y ellos habían intentado

un ataque preventivo. Porsupuesto que no íbamos a ignorarlos. Tocaba

buscar y destruir. Tomaríamos una página del libro del Almirante

Halsey.

“… Entonces, ¿qué le hizo darse cuenta de que eran impostores?”

“¡Era obvio a primera vista, mi lady!”

Antes las palabras de Mine fueron un poco duras, pero volvió a ser

la de siempre.

No está mal, Mine…

Parecía que era mucho más astuta y pícara de lo que pensaba.

Bueno, si no fuera dura, no estaría viva, supongo… Y si no pudieras

ser gentil, no merecerías estar vivo. ¿Tenemos derecho a estar

vivos…?

Bueno, la Diosa Celes nos lo había permitido, lo que significaba

que teníamos derecho a vivir en este mundo por definición. Teníamos

más o menos una licencia de grado A para competir en la carrera. Y

por lo tanto, ¡usaríamos esta licencia para vivir en este mundo a toda

máquina!… Y eso era todo.

“En primer lugar, la forma en que sus ropas estaban rasgadas era

completamente antinatural. Los huérfanos aprecian sus ropas, por lo

que se desgastarían de forma natural en lugar de rasgarse y cortarse a

la fuerza como lo hicieron las suyas. En segundo lugar, sus ropas

deberían tener un olor agrio por haberse mojado al rebuscar entre la

basura y los despojos, pero es obvio que en lugar de eso habían frotado

la suciedad en las suyas. En tercer lugar, su cabello estaba demasiado

cuidado, como si no se hubieran rascado por los piojos. Por no hablar

de que su piel…”

“¡Bien, es suficiente! ¡Lo tengo!”

Mine había estado en un orfanato, así que no pensé que hubiera

tenido que vivir como una vagabunda… Qué tonta fui. No es que

hubiera nacido en el orfanato, así que por supuesto tuvo experiencia en

ese aspecto. Ni que decir tiene que algunos niños iban a los orfanatos

inmediatamente después de perder a sus padres, pero no todos. Había

olvidado cómo vivían Emile y los demás de los Ojos de la Diosa antes

de conocerlos. Y probablemente Mine había pasado por lo mismo…

“Han hecho bien en ver el intento de infiltración del enemigo. ¡Los

felicito, Mine y Aral!”

“¡Gracias!”

Los dos parecían contentos de haber podido ayudarme.Sí, tenía que

dar crédito a quien lo merecía. Decidí recompensarlos más tarde de

alguna manera. Por un lado, prepararía la cena de esta noche en lugar

de tener la práctica de Mine. Incluso podría ser extra amable y darles

un poco de pastel de frutas de postre… Todo lo que tenía que hacer

ahora era esperar a que Reiko volviera…

“Entonces, ¿cuál es el informe?”

“He descubierto quién es el enemigo. Es una de las empresas

medianas con las que no elegimos hacer negocios. Esos dos chicos

fueron elegidos por uno de sus aprendices, y vi cómo les pegaba el

dueño cuando le contaban su fracaso.”

Utilizó magia de la invisibilidad (aunque no estoy segura de sí

utilizó la distorsión de la luz o hizo que la luz pasara a través de ella)

para seguir a los chicos con facilidad y entrar en su tienda. Tal vez

alguien con los sentidos afinados podría haber percibido su presencia

y gritar “¡¡¡Intruso!!!” como en una escena de una película, pero no

había ninguna persona así.

“Hmm, ya veo…”

Todo esto estaba dentro de las expectativas, por supuesto.

“La cuestión es…” Empecé a reflexionar.

“¿Cómo les hacemos pagar esto?” Gritamos al unísono.

Habría sido inútil entrar en la caja fuerte de su tienda, como un

ladrón caballeroso.Teníamosque asegurarnos deque elmundo supiera

que eran idiotas que recibieron su merecido, o no tendría mucho efecto

en términos de relaciones públicas… quiero decir, de prevención. Y

así…

“¿Qué? ¿Un empleado de la Compañía Comercial Merdis trató de

huir a Pequeña Plata?”

“He oído que Pequeña Plata trata bien a sus trabajadores, pero los

empleados de Merdis deben tenerlo muy mal si huyen de su lugar de

trabajo para ir a un antiguo orfanato…”

“Me enteré de que la dueña de Pequeña Plata se dio cuenta de por

qué los empleados de la Compañía Comercial Merdis se escaparon, los

hizo regresar y le pidió al dueño que dejara de abusar de sus

trabajadores. Incluso presentó una solicitud formal al gremio de

comercio e industria para que se prohibiera la violencia excesiva, los

arrebatos abusivos y la explotación.”

“Me enteré de que hacían pagar a sus trabajadores tasas de

alojamiento, de comida, de baño y otros cargos de explotación. Incluso

se llevaban parte de los sueldos de sus trabajadores como préstamos sin garantía y los metían en sus propios libros de cuentas… Un asunto bastante horrible…”

“Sí. Esa no es forma de tratar a un aprendiz…”

“Se está corriendo la voz por toda la ciudad. La gente nos ha hecho

muchas preguntas y hemos confirmado que todo es cierto.”

“¡Bien hecho!”

Mine y Aral regresaron después de hacer las entregas en las tiendas

de la ciudad. Les había dicho que reunieran toda la información que

pudieran, aunque sus entregas se retrasaran un poco. Sí, todos los

rumores eran ciertos… Al menos, eso es lo que todos pensaban.

Después de todo ese incidente, salí a la puerta de la tienda en

cuestión y me puse a leer en voz alta el aviso. Habría sido inútil

entregárselo a alguien de la tienda, ya que lo habrían tirado. Por eso lo

había leído a todo pulmón delante de su negocio. Una y otra vez.

De inmediato alguien salió corriendo de la tienda con la cara roja,

pero rechacé sus súplicas señalando que yo, la dueña del negocio al

que habían causado problemas, me había acercado en persona, así que

lo correcto era que su propietario saliera a pedirme disculpas en

persona. El dueño no apareció, por supuesto, pero el jaleo atrajo a

mucho público, así que había cumplido mi objetivo.

Posteriormente, presenté un memorando al gremio de comercio e

industria y entregué un informe detallado de todo el incidente a las empresas más importantes de la región. La imagen pública de la Compañía Comercial Merdis se había ido al garete. Muchos de los propietarios de las tiendas probablemente ya se habían dado cuenta de la verdad: “Merdis debe haber disfrazado a sus aprendices de huérfanos y haberlos enviado a Pequeña Plata para averiguar cómo fabrican sus productos secos…”

Aunque, en realidad, es probable que no les interesen esos

beneficios a pequeña escala y que, en cambio, apunten a mis especias. Es posible que hayan sobornado a un empleado de una de las tres empresas con las que hice negocios, o que hayan obtenido esa información por algún otro método.

Las tiendas que nos compraban, obviamente, tenían que revender

nuestros productos en otros lugares, así que mucha gente ya sabía que

esos tres negocios estaban comprando un montón de especias a bajo

precio. Eso significaba que, aunqueesas tiendascon las que tratábamos

mantuvieran todo el trato en secreto, no había forma de evitar que sus

socios comerciales se desahogaran.

De hecho, todo mi plan era que esta información llegara a los

aristócratas, así que todo esto seguía considerándose dentro de las

expectativas. Por desgracia para ellos, estas tiendas no tenían toda la

información. Tal vez pensaron que podrían quitarnos nuestra ruta de

importación o querían ser el socio comercial número cuatro…

De todos modos, el hecho de que la Compañía Comercial Merdis

estuviera intentando infiltrarse en un orfanato enviando a sus empleados disfrazados  se extendió        rápidamente   entre   los comerciantes, que se apresuraron a recoger la noticia, y empezaron a correr los rumores de que la compañía abusaba tanto de sus empleados que éstos huyeron a otro negocio en busca de ayuda.

Bueno, fuimos nosotros los que difundimos esos mismos rumores,

a través de varios medios. Se puede lograr mucho con algo de dinero,

conexiones y cazadores.

Pero la Compañía Comercial Merdis no podía negar esos rumores.

Era un hecho que dos de sus empleados habían acudido a nosotros en

busca de ayuda, y Reiko había descubierto sus nombres haciéndose

invisible con magia. Además, había varios testigos que habían visto a

los niños vestidos de huérfanos y saliendo de la ciudad en nuestra

dirección. No era como si nos hubieran visitado en mitad de la noche,

así que no podían haber caminado desde el centro de la ciudad hasta

nuestra casa sin ser vistos por nadie.

Ahora, nadie más querría enviar falsos huérfanos a nuestra casa

nunca más. Además, ni siquiera estábamos dirigiendo un orfanato. Era

una empresa comercial, simple y llanamente. No teníamos ninguna

obligación de acoger a ningún huérfano que nos visitara.

¿El señor local nos eximió de impuestos porque pensó que éramos

una organización sin ánimo de lucro? Bueno, eso fue completamente

culpa suya por tener esa idea equivocada. No había dicho ni una sola

mentira, y había hecho todo lo que expliqué entonces. Acogí a algunos

huérfanos y los puse a trabajar. También les pagaba más que el precio

del mercado. Mi negocio mantenía a los huérfanos, tal y como había

afirmado.

Pero eso no significaba que mi negocio fuera un orfanato, y así fue.

No habíamos acogido a Mine y Aral como huérfanos; los habíamos

contratado. Por supuesto, no era como si no hubiera considerado el

hecho de que Mine había vivido aquí antes y había luchado

desesperadamente por llegar hasta aquí mientras ayudaba a Aral.

Si quería ayudar a alguien que luchaba con uñas y dientes para sobrevivir o a alguien que pedía limosna porque se sentía miserable era algo que dependía completamente de mí. Sería yo quien decidiera cómo utilizar mi propio dinero, y quien determinara cómo quería vivir.