Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

El baile tuvo lugar en el salón principal del Castillo Solecsudo. El espacio, lujosamente decorado, estaba repleto de invitados.

“Su Alteza, además de la nobleza de Sunkland, hay, como esperábamos, una gran cantidad de dignatarios extranjeros”, dijo Ludwig en un rápido susurro después de escudriñar el salón.

“¿Estás seguro?”, preguntó Mia.

“Sí. He identificado a varias personas que coinciden con las descripciones de Balthazar.”

“Hm… Bueno, sabiendo que la señorita Rafina y Abel estaban invitados, ya me imaginaba que no era una fiesta normal…”

El hecho de que el evento fuera organizado por la familia real de Sunkland y que una de las invitadas principales fuera Esmeralda, que pertenecía a una de las Cuatro Casas de Tearmoon, hacía casi imposible que la fiesta fuera de pequeña escala.

El caso es que aún no sé de qué se supone que trata esta fiesta. ¿Qué estamos celebrando? pensó mientras miraba a su alrededor.

“Hola, Mia.”

Su ociosa mirada fue interrumpida por una figura que se acercaba. Rafina Orca Belluga, vestida con un traje de gala, se acercó. Su pelo flotaba suavemente detrás de ella, como la seda, sobre una piel tan pura e inmaculada como la nieve fresca. Su vestido era de un azul pálido con una translucidez centelleante que evocaba la belleza fluida de los arroyos de montaña.

“Vaya, señorita Rafina. Es un placer volver a verla.” Mia hizo una reverencia con el máximo respeto. “Gracias por almorzar conmigo el otro día. Fue maravilloso.”

“Me alegra mucho oír eso. Eres tan refinada que me preocupaba que la comida no estuviera a tu altura…”

Su conversación desencadenó una oleada de charlas entre los nobles de los alrededores.

“Oye, esa persona que está hablando con Lady Rafina…”

“Sí, sé lo que estás pensando, y probablemente tengas razón. Es la princesa de Tearmoon…”

Sin inmutarse por la repentina atención que estaba cosechando, Mia siguió mirando a su alrededor hasta que encontró a Abel al otro lado de la habitación.

“¡Oye, Abel! ¡Ven aquí!” Enseguida estiró una mano hasta donde podía llegar y saludó.

.

Abel se dio cuenta de inmediato y se acercó “Bueno, alguien está encantadora hoy, ¿no?”

“¡Oh, Abel, eres un adulador! ¡No dudes en adularme más, por cierto!”

En cuestión de segundos, se había olvidado de la razón por la que había venido aquí y había empezado a coquetear con Abel, así que quizás fue una suerte que un anuncio les obligara a parar.

“Bienvenidos, todos, a este baile organizado por nuestro gran reino de Sunkland. Les agradezco a todos su asistencia.” Era el Conde Lampron, saludando formalmente a los invitados.

Eso me recuerda… Se supone que hoy es el maestro de ceremonias.

Mia lo observó distraídamente mientras pronunciaba su discurso, cuyo contenido le pareció totalmente desinteresado hasta que… ¡se produjo un repentino giro de los acontecimientos!

“De hecho, tengo el honor de dar una magnífica noticia a nuestros estimados invitados. Pronto se hará una declaración pública, pero tengo el placer de anunciar que el segundo príncipe de nuestro reino, Su Alteza Echard Sol Sunkland, está oficialmente comprometido con Lady Esmeralda Etoile Greenmoon del Imperio Tearmoon.”

El estruendoso anuncio del Conde Lampron fue recibido con una ronda de aplausos.

“¡¿Qué?!”

Esmeralda, ante este inesperado acontecimiento, no pudo hacer más que soltar gritos de desconcierto. La noticia también tomó por sorpresa a Mia, pero la conmoción pronto fue sustituida por una ola de alivio. ¿Por qué el alivio, te preguntarás?

¡Entiendo! Así que ese es el objetivo de esta fiesta. Ahora sé por qué invitaron a la señorita Rafina y a Abel y a todos esos otros nobles pero me dejaron fuera… Es porque no querían que me entrometiera en sus planes, y definitivamente no porque sea impopular, o porque todos me odien, o porque todas mis amistades sean una mentira y en realidad esté terriblemente, terriblemente sola… ¡Uf! ¡Qué alivio!

Por fin, Mia se dio cuenta de lo que el conde Lampron intentaba hacer. Se trata de la vieja técnica de los hechos consumados — al afirmar preventivamente que el compromiso es oficial, hace que las partes implicadas no puedan refutarlo.

Básicamente, está forzando a Esmeralda a una posición en la que ya no puede decir que no. Hm, hm. Este es un movimiento bastante inteligente de su parte. Esmeralda puede actuar como una tirana en casa, pero puede ser un pelele cuando está fuera.

No es que Mia fuera un modelo de fortaleza mental ni nada por el estilo, pero en fin…

Probablemente ya ha hablado de esto con los Greenmoons. Esmeralda es probablemente la única que no lo sabe. La pobre chica… Le han tendido una trampa, pensó Mia, sintiendo una punzada de lástima por su amiga. Pero espera. ¿Tengo que hacer algo al respecto?

No es que Esmeralda odiara a Echard. De hecho, parecía que le tenía cierto cariño.

Probablemente la echaré un poco de menos, pero el hecho de que Esmeralda se case con la familia real de Sunkland probablemente hará más fácil manejar la relación entre Sion y Echard.

Después de todo, evitar el asesinato de esta noche no repararía el vínculo de la pareja. Cualquier agravio que Echard sintiera hacia su hermano probablemente permanecería. En ese caso, era mejor dejar a su lado a alguien en quien pudiera confiar, como Esmeralda…

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la figura que estaba a su lado.

“Felicidades. Les ofrezco mis mejores deseos a los novios, y espero que esta unión fortalezca el vínculo entre las dos naciones”, dijo Rafina, colocando las manos sobre el pecho. “Mi buena amiga, Mia Luna Tearmoon, seguro que también está encantada de presenciar este momento. ¿No es así, Mia?”

Ante esa escalofriante y cortés sonrisa de Rafina, Mia soltó un quejumbroso “Uh…”

En ese momento, Mia cayó en la cuenta de que Rafina estaba cumpliendo con la petición de Ludwig. Esta era la contramedida que había preparado. Se estaba llevando a cabo mientras hablaban. El problema… era que giraba en torno a ella .