Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 6

Capítulo 12: La Chica Mágica Que Llevas Dentro

Parte 2

✰  Pukin (Tiempo restante: una hora, veinticinco minutos)

Pukin mordió el jamón, devorándolo. Así era como comía Sonia, pensó, riéndose de sí misma, pero recordar a Sonia le hacía doler el pecho. Por más que comiera y comiera, seguía sin ser suficiente. ¿Era que le faltaba comida? ¿O era la estimulación lo que le faltaba? Acababa de absorber lo último en nutrición, un hada, así que, como mínimo, no debería tener quejas en cuanto a la calidad. Dejando de lado el sabor y la textura, las hadas eran más nutritivas que casi todo.

“Trae más nos. Todavía no es suficiente.”

“Sí, señora.” Rain Pow era obediente y fácil de usar. Ella obedecía cualquier cosa, sin importar la orden. Pukin la había hecho así, pero le faltaba interés. Ella había priorizado la facilidad de uso, así que tenía sentido que terminara así. Pukin podía ordenarle que hiciera algo interesante o que dijera algo interesante, pero dudaba que Rain Pow pudiera entretenerla. Intentaría lealmente llevar a cabo esas órdenes, pero seguro que saldría mal. Pukin consideró la posibilidad de convocar a Frederica de nuevo, bajo la estricta instrucción de no volver a aflojar, pero no tenía medios para llamarla.

Tanto pensar en Sonia como pensar en Frederica le resultaba desagradable. Seguía comiendo así, sin ninguna forma de distracción, porque los que esperaba no venían. Si el equipo de inspección, que pretendía capturar a Rain Pow, llegara, eso sería suficiente entretenimiento para Pukin. No podía entender por qué tardaban tanto en hacer su trabajo.

Pukin había rebanado las paredes, el suelo, el techo y los muebles de la habitación en un intento de descargar su agresividad. Pero a pesar de cómo la soltó, seguía sin haber un objetivo al que atacar. Esto la llevó a dar vueltas infructuosamente, y las paredes, el suelo, el techo y los muebles fueron sacrificados. No era interesante.

No era bueno que el equipo de inspección fuera tan incompetente.

¿Cómo se atrevían a hacer esperar tanto a Pukin? Pero si sus oponentes eran incompetentes, tendría que adaptarse a ello. Pukin era generosa y tolerante. Trataba con amabilidad no sólo a sus criados, sino también a sus enemigos.

Cuando Rain Pow volvió a entrar por la ventana con alimentos en los brazos, Pukin le ordenó: “Sal y empieza a matar a todos los humanos que encuentres. Destruye también los edificios y los vehículos, y no sólo eso, sino también préndeles fuego. Una vez que haya humo creciente, se verán obligadas a tomar nota.”

“Sí, señora.”

Al poco tiempo, Pukin oyó gritos y sonidos de destrucción procedentes del exterior. Si pudiera oír los gritos de los niños, los sonidos estridentes de las mujeres gritando, los hombres gritando y algunos suplicando por sus vidas, también sería perfecto. Con un trozo de jamón en una mano, Pukin se puso de pie y miró desde la veranda mientras mordía la carne.

“Cerdos. Sus chillidos son inesperadamente agradables.”

Esto hizo que su aburrida comida fuera un poco más interesante.

Debería haber pedido esto antes.

***

✰  Rain Pow (Tiempo restante: una hora, cinco minutos)

Las órdenes de Pukin eran absolutas. Rain Pow no tenía elección. Hizo lo que le dijeron. Dejó volar sus arcoíris contra la pareja de ancianos sentados uno al lado del otro en el banco de la parada de autobús, los estampó contra los vehículos que se acercaban y utilizó otros para cortar las señales de tráfico y los semáforos. Corrió por el centro del distrito comercial, usando sus arcoíris en una tienda tras otra, salpicando de líquido rojo los escaparates desde el interior hasta que ya no se podía ver dentro.

Levantó nubes de polvo mientras corría por la carretera, con chorros de sangre que la seguían, tiñendo su camino de rojo.

Rain Pow carecía de toda capacidad de juicio: no quiero hacer esto o no quiero hacer aquello. Y no sólo se le había ordenado matar y destruir, sino también prender fuego.

Entró en una tienda de artículos varios y rebuscó, pero no encontró cerillas. Se dirigió a una tienda de comestibles no muy lejana y allí encontró a una empleada, así que intentó preguntar: “¿Dónde están las cerillas?” La empleada se limitó a gritar y no hizo por responder, así que la cortó, y luego recordó que en una tienda de artículos budistas podría haber cerillas.

Corriendo a lo largo del camino, utilizó su arcoíris para destruir todo lo que estaba a la vista. Tenía que hacer lo que Pukin le había ordenado. Utilizando sus numerosos arcoíris, podía lograrlo fácilmente. Cortó un vehículo de policía, abatió a un agente, cortó un camión de basura y cortó en tres pedazos la gigantesca estatua de Buda que había en el tejado de la tienda de productos budistas. La estatua de Buda se derrumbó con un temblor, y aplastó el tejado del edificio sobre el que cayó.

Rain Pow se limitó a cumplir las órdenes que le habían dado.

Tomó un económico paquete de diez cerillas de la tienda de artículos budistas. Con esto, podría encender todos los fuegos que quisiera. Seguramente, esto satisfaría a Pukin.

“¿Qué estás haciendo?” Escuchó de repente desde atrás, y con un salto hacia atrás, se dio la vuelta, enviando arcoíris. El total de esos siete arcoíris se elevó con fuerza, golpeando la fuente de la voz, pero aun así, el objetivo no cayó.

“Así que eres un enemigo.”

Tepsekemei reunió los trozos de su forma destrozada y miró a Rain Pow. Si Tepsekemei estaba aquí, eso significaba que las demás también tenían que estar aquí. Los nombres surgieron en su mente uno tras otro: Kuru-Kuru Hime, Weddin y Funny Trick.

***

✰  Weddin (Tiempo restante: cincuenta y ocho minutos)

La magia de Weddin obligó a alguien a cumplir las promesas que había hecho.

Según el análisis de 7753, era ilimitado tanto el número de promesas recibidas como el número de promesas que un mismo individuo podía hacerle.

Un contrato puede ser sobrescrito. Si se le hicieran promesas contradictorias, la nueva promesa tendría mayor poder de obligatoriedad.

Podía obligar a un objetivo a actuar, pero no podía restringir sus pensamientos o sentimientos.

Un contrato puede hacerse incluso sin que ella se reúna con alguien y hable con él directamente. Lo mismo ocurría con la comunicación de su deseo a su objetivo.

Además, la base de esta habilidad era la visión subjetiva de Weddin.

Reflejada en la bola de cristal de Frederica, la expresión de Rain Pow era vacía mientras realizaba sus actividades destructivas. Parecía claramente que había perdido su equilibrio mental. Estaba claro que estaba siendo controlada por la magia de Pukin. No hacía falta ser Weddin, con su experiencia de haber estado bajo el control de Pukin, para darse cuenta de ello.

La pregunta era: ¿Funcionaría la magia de Weddin en alguien que estuviera bajo el control de Pukin? La promesa de Rain Pow había sido redactada como “obedecer las decisiones del líder”. Obviamente, Rain Pow no reconocía a Weddin como su líder en ese momento, pero 7753 había dicho que el hecho de que la magia funcionara dependía de la percepción que Weddin tuviera de Rain Pow. Mientras Weddin creyera que, aunque a una persona le hubieran lavado el cerebro o hubiera perdido sus recuerdos o su personalidad se hubiera desmoronado, ella seguía teniendo derecho como su líder, entonces su magia funcionaría.

“Qué increíble carnicería.” Dijo Frederica alegremente mientras observaba a Tepsekemei en su bola de cristal. Por muy maestra del autoengaño que fuera Frederica, mientras Weddin mantuviera la compostura, Frederica nunca podría oponerse a su magia.

“Debe estar destruyendo cosas así para mostrarnos dónde está, para atraernos hacia ella.”

“Silencio, por favor. Me vas a distraer.”

Rain Pow y Tepsekemei se encontraban a unos veinte metros de distancia, enzarzadas en una lucha a distancia. El cuerpo de Tepsekemei había sido cortado en tiras por las hojas arcoíris, mientras que los ataques de Tepsekemei eran bloqueados por muros de arcoíris. Ya veo, así es como los usa. La atención de Rain Pow se centró en Tepsekemei, que estaba cumpliendo su papel de señuelo.

“Muy bien, entonces hazlo, por favor.”

“Sí, sí, entendido.” Frederica agarró a Weddin por el cuello y le metió la cara en la bola de cristal.

Eso duele, pensó Weddin, y un instante después, estaba en otro lugar. Rain Pow y Tepsekemei estaban luchando muy cerca. Weddin salió de su escondite y gritó: “¡Detente, Rain Pow! No puedes hacer daño a nadie.”

Rain Pow se dio la vuelta. Su expresión seguía siendo vacía.

“¡Soy la líder! ¡Rain Pow, no uses tu magia! ¡No patees ni golpees!

¡No hagas daño a ningún ser vivo! ¡No rompas cosas! ¡No hagas nada malo! No se te permite hacer nada que…”

Un rayo de luz. Para cuando Weddin se dio cuenta de que era un arcoíris, hubo un tirón en su cuello y fue arrastrada hacia atrás.

Tepsekemei y Rain Pow se desvanecieron, y allí estaba Frederica junto a ella.

“¡¿Cómo es que no funcionó?!”

“Parece que sus oídos están tapados. Por la forma en que se mueve, parece que no puede oír nada.”

“Sus oídos están tapados… ¿Eso es todo?”

Su estrategia —en la que Tepsekemei haría de señuelo, y mientras tenía a Rain Pow distraída, la tomarían por sorpresa con la magia de Frederica— debería haber funcionado. Los sonidos de la destrucción se acercaban poco a poco. Weddin se mordió el labio inferior con fuerza.

***

✰  Rain Pow (Tiempo restante: cincuenta y cinco minutos)

Nunca había bajado la guardia ante la magia de Weddin, no desde el momento en que recién se aliaron. Una sola promesa a Weddin iba a hacer que todo se derrumbara. Pero aun así, el hecho de que uno de los miembros del grupo rechazara una promesa la haría parecer sospechosa. Así que se le ocurrió una forma de ocultar su presencia en el grupo y al mismo tiempo resistir la magia de Weddin. Era una solución muy sencilla.

Tepsekemei se lanzó hacia Rain Pow con la boca abierta. Parecía que intentaba decir algo, pero Rain Pow no podía oírla en ese momento. Cuando empezaron a luchar, ella había llenado sus oídos de arcoíris para silenciar cualquier sonido. Ni las órdenes de Weddin ni los gritos de Tepsekemei la alcanzaban.

Ella había encontrado una manera de lidiar con Tepsekemei.

Rain Pow levantó un muro de arcoíris para bloquearla, y luego puso más arcoíris, que ella recubrió con más. Siguió lanzando arcoíris, manifestándolos, haciendo capa sobre capa, enterrando arcoíris con más arcoíris. Si Tepsekemei hubiera estado tranquila, se habría dado cuenta del objetivo de Rain Pow antes de lograrlo y lo habría conseguido de alguna manera. Pero ahora ella no estaba tratando de evitar los ataques. Se esforzaba tanto por cumplir su papel de señuelo, que no se esforzaba por evitar nada, simplemente lo tomaba todo. Rain Pow rodeó a Tepsekemei con arcoíris, y al final, tenía una esfera de arcoíris del tamaño de una pelota de baloncesto con Tepsekemei dentro de ella. Incluso Tepsekemei, hecha de viento como estaba, no podía escapar de una esfera hermética. Las múltiples capas de arcoíris eran increíblemente fuertes contra la fuerza bruta, y eran imposibles de destruir a menos que se usara alguna magia única en ella, cosa que Tepsekemei no tendría.

***

✰  Pukin (Tiempo restante: cincuenta minutos)

Los sonidos de los gritos y la destrucción se fueron alejando poco a poco. Rain Pow debía de estar intentando aumentar la conmoción manteniendo la carnicería mientras se movía. Su pasión por el trabajo era maravillosa, pero ahora que Pukin ya no podía escuchar la música de fondo, su cena ya no sabía tan bien.

Oyó el sonido de algo que caía con un clunk desde la cocina. “¿Sonia? ¿Frederica? ¿Rain Pow?”

No hubo respuesta. Pukin desenfundó su estoque, dirigiéndose a la cocina con pasos silenciosos, y luego dio una voltereta en el aire para evitar que la veintena de cintas atravesaran la ventana para volar hacia ella.

“¡Ja, ja, ja! ¡Esa es una buena distracción! ¡No es una mala estrategia!”

Las cintas se fueron retirando, así que ella las siguió, saltando por la ventana. Confirmó la posición del enemigo. La chica mágica de las cintas estaba corriendo por la pared. No había otras. No pudo percibir a nadie más en los alrededores.

¿La chica de las cintas había venido a enfrentarse a Pukin sola? Estaba corriendo demasiado rápido para eso. Entonces bajó corriendo por el muro y salió en dirección contraria a la que había tomado Rain Pow. Pukin la persiguió pero no la alcanzó.

Las piernas de Pukin eran más rápidas, pero la chica de las cintas podía utilizar sus cintas para agarrar edificios y señales de tráfico, tirando de ellas para balancearse en el aire. También las utilizaba para hacer formas de rueda, aterrizando en ellas para mantener su impulso. Aunque seguramente podía moverse lo suficientemente rápido como para dejar atrás a Pukin si le apetecía, mantenía una velocidad en la que no podía escapar ni ser atrapada.

¿Pretende atraer a nos a algún sitio? Si es así, está subestimando a nos. Pukin resopló.

Había pocos peatones en la calle mientras corrían por ella, saltando por encima de un grupo de vehículos de policía y lanzándose por un camino elevado entre campos de arroz para salir a un sendero de montaña. ¿Estaba la chica de las cintas simplemente eligiendo un lugar con menos gente, o había tendido una trampa aquí? Llegaron a un claro en el bosque de unos cincuenta y pico metros de ancho. Había una señal de dirección con una flecha de madera. Pukin no podía leer los caracteres, así que no sabía lo que decía.

A su derecha había una pila de troncos; a su izquierda, tres figuras: una chica con gafas, otra con un sombrero puntiagudo y una maga de teatro. No había nada particularmente inusual en el suelo de abajo. No estaban intentando hacer algo con un foso o con minas terrestres. Entonces, ¿por qué la habían atraído hasta aquí?

Las afueras de la ciudad… Oh, la barrera, ¿eh?

¿Así que querían usar la barrera para noquearla? No era un mal plan, si es que podían llevarlo a cabo.

Sea cual sea su plan, nos sólo tiene que aplastarlo.

La chica mágica de las gafas gritó: “¡Por favor, tengan cuidado! ¡Es más poderosa de lo que pensaba! El número de sus corazones de fuerza es inusualmente alto, comparado con cuando luchó contra Hana…

¡¿Cómo hay tantos?!”

Las hadas eran los mejores nutrientes. Sacaban a relucir la fuerza de las chicas mágicas. Si tuvieran un buen sabor, Pukin no tendría ninguna queja.