Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 6

Capítulo 11: Mi Amigo

Parte 4

✰  Pythie Frederica (Tiempo restante: tres horas, cuarenta y cinco minutos)

“Muy bien. ¿Estás lista?”

“Estoy lista, pero… ¿Qué sentido tiene esto?” “No tienes que preocuparte por eso.”

“Hay una razón por la que he venido hasta aquí, ¿no?” “Como he dicho, no tienes que preocuparte por eso.”

Frederica miraba el mundo de abajo desde el tejado del hotel de negocios. Ya había pasado el mediodía, así que ahora no había tanto tráfico peatonal como en las horas punta. En comparación, pasaban algo más de vehículos. Parecía que estaban haciendo obras delante de la estación, como si estuvieran trabajando en una tubería de gas o algo así, ya que el tráfico estaba restringido a un carril con flujo alterno, y eso hacía que la calle estuviera un poco congestionada.

Frederica dejó su teléfono móvil en una esquina del tejado. Teniendo en cuenta el trabajo que iba a realizar, era mejor no llevarlo consigo. Sería una molestia si lo rompiera por accidente.

Pero, de todos modos, ¿quién diablos era el que hablaba con ella a través de este teléfono? Sabían el número del teléfono móvil que Frederica acababa de robar y también eran conscientes de que era Frederica quien lo utilizaba. Tenían que utilizar algún tipo de magia para hacerlo, pero Frederica no podía pensar en nadie aplicable.

Como la utilizada, como mínimo, quería saber quién la utilizaba y por qué razones.

“No te preocupes. No te haré daño.”

Era como si le leyeran la mente, y le daba escalofríos, lo que también era un poco divertido. Los hombros de Frederica temblaban con sus risas. Si la iban a utilizar a pesar de todo, era mejor que lo hiciera alguien así.

“Eso es tranquilizador. Tengo bastantes esperanzas.” Frederica terminó la llamada, y luego corrió por la pared del edificio.

Manteniendo la velocidad, dobló la trayectoria de su sprint en ángulo recto, y luego pateó un camión de tamaño medio que esperaba en el semáforo para derribarlo. Arrancó la puerta del vehículo compacto que iba detrás y sacó al conductor de su interior, arrojándolo a un lado. El conductor del taxi que estaba delante del vehículo compacto y que también había estado esperando el semáforo salió disparado de su vehículo y huyó. Frederica agarró bien el vehículo compacto y lo levantó en el aire, dándole cuerda para estrellarlo contra el taxi. Sus cristales se rompieron en un millón de fragmentos, esparciéndose en todas direcciones.

Frederica atacó y destruyó todos los vehículos que le llamaron la atención. Retorció los parachoques, rompió los parabrisas y arrancó las puertas. Corriendo, pateó tres vehículos seguidos en sus costados, derribándolos, y al cuarto vehículo, un camión de empresa, lo hizo caer de lado contra la entrada de una tienda. Se esmeró en destruir un costoso vehículo extranjero con un lujoso emblema.

Los gritos, los chillidos y el sonido de los cristales rompiéndose volaban en todas direcciones. Los vehículos se desviaron y la gente abandonó sus vehículos para correr, todos huyendo de Frederica lo más rápido posible.

Entregarse a la violencia y provocar un gran alboroto como este se sintió increíble. Pero no podía quedarse mucho tiempo. Si era la policía o la FDA o lo que sea, entonces bien, si venían, venían, pero si llegaba algo más…

Oh, así que eso es todo.

Provocar una escena haría que las chicas mágicas vinieran a ver qué pasaba. Entonces las chicas mágicas peligrosas cercanas podrían encontrarse. Comprendiendo la razón por la que la habían obligado a hacer un alboroto, ahora era consciente de lo desagradable que era la persona que le había dado esa orden.

Con alegría en el corazón, Frederica abandonó la escena, derribando tres vehículos más justo antes de partir.

***

✰  Rain Pow (Tiempo restante: tres horas, treinta minutos)

Rain Pow oyó el alboroto, y cuando se apresuró a subir a la parte superior de un hotel de allí, el culpable ya se había ido, con sólo los resultados de sus actos expuestos en el mundo de abajo. Estaba claro que alguien había enloquecido. Varios vehículos habían sido derribados y golpeados, y algunos incluso habían sido arrojados a las tiendas. Sólo una chica mágica podría haber hecho algo así.

Pero aun así, no era el tipo de cosa que el equipo de inspección ni el grupo de la escuela media habrían hecho. Los únicos culpables plausibles aquí eran Pukin o Frederica. Este estilo de destrucción era muy emocional, como la rabieta de un niño llorón. Frederica era conocida por tener una personalidad astuta y sagaz, por lo que tales métodos de desahogo o rabietas no eran propios de ella.

¿Entonces, Pukin?

Un vehículo estalló en llamas con un whoosh, probablemente encendido por una fuga de gasolina.

“Postarie, vigila nuestra retaguardia. Toko, vigila por encima de nosotras.”

Según su información, incluso un solo golpe de Pukin significaría el fin del juego. Aunque Pukin había sido herida después de que Rain Pow matara a Pam, persistir en su persecución habría sido peligroso. Rain Pow se puso en alerta, agudizando sus sentidos y preparándose para hacer frente a un ataque desde cualquier dirección. Este espectáculo parecía indicar que Pukin estaba furiosa. Si esa furia se dirigía a Rain Pow, entonces no podía bajar la guardia en absoluto.

Estaba espalda con espalda con Postarie, con Toko sobre sus cabezas. No se podía confiar en ninguna de las dos en el combate, pero podían ser útiles como vigías.

Rain Pow se inclinó lentamente sobre el borde del tejado, mirando hacia abajo. No había rastro de gente. ¿Eso significaba que todos habían huido? La policía o los bomberos deberían tardar un poco más en llegar. Dado que había habido tantas chicas mágicas desbocadas en otros lugares, los servicios de emergencia tenían mucho más trabajo que hacer. Podrían solicitar apoyo de fuera de la ciudad, pero no vendría inmediatamente… Al igual que con el Reino Mágico—

Rain Pow saltó a un lado y se dio la vuelta. Detrás de Postarie había una chica mágica de estilo esgrimista, que las miraba con ojos como dagas asesinas. Postarie se desplomó en el suelo. La fuerza de la malicia de Pukin fue como si le atravesaran el corazón. Era más de lo que un novato recién estrenado podía soportar.

Por encima de su cabeza, Toko huyó en dirección contraria.

Comprendió lo que tenía que hacer.

Rain Pow dirigió sus arcoíris hacia Pukin y formó un muro de múltiples arcoíris en la parte superior del edificio. A diferencia de Ripple, Pukin no iba a lanzarle proyectiles dirigidos. Por muy rápida que fuera, siempre atacaba directamente con su espada. Valía la pena sólo para inhibir sus movimientos.

Los arcoíris corrieron hacia Pukin desde todos los ángulos, y ella los esquivó, apartándolos con el estoque de su mano derecha y la daga de la izquierda. Cuando Rain Pow vislumbró su boca a través del velo de su cabello, que fluía con el viento, vio que Pukin sonreía.

Rain Pow estaba preparada. Aunque desconfiaba de la sonrisa de Pukin, no cejó en sus ataques. Una asesina nunca da un golpe ineficaz.

Pukin apartó un arcoíris con una afilada espada, se estrelló contra otro, apartó de una patada al arcoíris que crecía desde abajo, y luego giró en el aire para saltar desde la barandilla del tejado antes de desaparecer. El malestar volvió a surgir en Rain Pow, igual que cuando había visto aquella sonrisa, y algo de esto le pareció más duro. A menudo era prudente anteponer los sentimientos a los pensamientos. Si había una razón por la que Pukin había montado una escena, ¿podría ser que quería atraer a Rain Pow hasta aquí?

No bajes la guardia en absoluto. Nunca bajes la guardia. Pase lo que pase, no bajes la guardia, se dijo a sí misma, y agarró el cuello de Postarie para obligarla a ponerse en pie. Pukin era principalmente una luchadora cuerpo a cuerpo, y Rain Pow era bastante compatible con eso. No importaba lo rápida que fuera o lo afilada que estuviera su espada, Rain Pow podría impedir que se acercara. Pero Pukin también sería consciente de ello. Así que si había atraído a Rain Pow hasta aquí siendo consciente de ello, entonces podría haber organizado algún tipo de trampa, por ejemplo, Frederica. Todavía no se había revelado, pero puede ser que ella y Pukin estuvieran buscando acorralarla juntas. Pukin podría haber colocado una bomba o algo así en el techo del hotel para que estallara en el momento justo.

Rain Pow a menudo se burlaba de sus enemigos verbalmente. Pero nunca los tomaba a la ligera.

Sujetando a la temblorosa Postarie bajo el brazo, Rain Pow saltó desde el tejado del hotel hasta el edificio de una escuela de preparación, y luego se lanzó hacia el arcoíris. Hizo correr un arcoíris del tamaño de una micra, más fino que una cuerda, por toda la zona para alertar de cualquier ataque. Si llegaba el momento, haría una señal a Postarie, esta lanzaría una alfombra de bienvenida, y se agarrarían a ella para escapar. Pero prefería acabar con Pukin ahora antes que huir, si era posible. No se trataba sólo de la bonificación especial: era mejor que tanto Pukin como Frederica dejasen de existir.

Rain Pow concentró todos sus sentidos en detectar los ataques. Alerta y preparada para hacer frente a cualquier cosa, sin importar de qué dirección, oyó a Toko gritar desde el cielo, y su concentración se rompió. Mirando hacia arriba, vio a Toko siendo atacada por un enjambre negro. Eran cuervos. La pinchaban con sus picos y la arañaban con sus garras, y Toko se lamentaba e intentaba escapar de ellos. Rain Pow estaba a punto de ahuyentarlos con un arcoíris, pero se sintió insegura, preocupada por poder herir a Toko en su lugar. En ese breve momento de duda, una figura saltó entre el enjambre de cuervos, agarró a Toko y aterrizó en el borde del edificio.

“Cuando luchas contra un oponente que utiliza proyectiles, mantienes el hada bajo tu ropa. Cuando tu oponente carece de proyectiles o de medios para volar, dejas que el hada escape por el aire. Es una estrategia lógica, pero eso sólo hace que sea sencilla de leer.”

Con Toko en sus manos, Pukin miró a Rain Pow. Con el sol a sus espaldas, Rain Pow no podía ver la expresión de su rostro, pero por el tono de su voz, Rain Pow podía decir que estaba sonriendo. Hablaba un poco más despacio, quizás para facilitarle a Rain Pow la comprensión de su inglés. “Para controlar una matanza de cuervos, sólo hay que apuntar al pájaro dominante. Simple, ¿no?”

Rain Pow chasqueó mentalmente la lengua, pero no dejó que eso se reflejara en su cara o en su voz, sino que le devolvió el insulto a Pukin. Era más difícil de lo que pensaba traducir mentalmente al inglés y luego devolverle el insulto.

Postarie, sostenida bajo su brazo, estaba temblando. Pero su temblor, por el contrario, hizo que Rain Pow estuviera más tranquila.

“¿Cuál es el punto de tomar a alguien como ella cautiva? Si la villana, vil y poderosa Pukin va a tomar un rehén, creo que podría hacer mejores elecciones. Sólo digo.”

“¡Hey! ¡Rain Pow! ¡Después de todo lo que he hecho por ti!”

“¿De verdad has hecho tanto? Sinceramente, he estado pensando que eras un poco pesada.”

“¡Para! ¡No tires de nada! ¡Aun no quiero morir! ¡Haz lo que dice Pukin!”

“De ninguna manera. Vamos, Toko. Al menos grita algo así como: ‘¡No te preocupes por mí, mátala!’ ¿Eh?”

Rain Pow no tenía intención de abandonar realmente a Toko. Toko lo entendía y le seguía la corriente.

Pukin blandió la espada en su mano derecha, apuntando al estómago de Toko mientras sostenía el hada en la izquierda. Sonrió alegremente. “¡Vaya, vaya! ¿No es esto grandioso? Nos ha visto a tantos cediendo a la tortura y vendiendo a sus camaradas que es sencillamente cansino, ¡pero esta es la primera vez que nos es testigo de una amistad tan encantadora!” Pukin se sujetó el estómago y se rió como si esto le resultara sinceramente hilarante. Esta clase de risa real también significaba que estaba bajando la guardia.

Toko discutió con Rain Pow en voz alta, y luego, con la boca abierta, mordió la punta del dedo enguantado de Pukin. Pukin soltó un grito ahogado y se sacudió para cubrirse la mano izquierda, y Toko aprovechó el momento en que su agarre se aflojó y se escurrió de entre sus dedos, volando hacia Rain Pow a toda velocidad. La espada de Pukin se dirigió hacia el hada, pero el dolor o la falta de preparación la hicieron moverse con demasiada lentitud.

Rain Pow envió un arcoíris para bloquear la espada y cubrir a Toko, y luego siguió con otro para atacar. Pukin rodó hasta una posición en el techo del hotel que estaba fuera de la vista de la posición de Rain Pow. Si iba a acabar con Pukin, ahora era el momento.

Rain Pow se precipitó sobre un arcoíris, encontrándose con Toko a mitad de camino, y metió al hada en su camisa.

“En serio, ser atacada por cuervos suena como algo sacado de un juego de terror.”

“No quiero volver a pasar por eso nunca más.”

Con Toko entre sus ropas y Postarie sujeta bajo el brazo, Rain Pow se lanzó a lo largo del arcoíris de vuelta al tejado del hotel. Pukin estaba de pie en la barandilla del lado opuesto.

¿Estaba planeando saltar de nuevo? Rain Pow no la dejaría escapar por segunda vez.

Envió un arcoíris por el aire para sujetar a Pukin y estaba a punto de generar más cuando sintió un pinchazo de dolor en el pecho y se congeló. Era un dolor muy leve, como si la hubieran pinchado con la punta de una aguja.

Miró a su pecho donde debería haber estado Toko. Pero en su lugar había una mano.

¿Una mano?

No era alguien que le tendía la mano. Sólo había una mano izquierda incorpórea en su pecho. No había sido cortada, no sangraba y no estaba fría. Tenía calor; estaba caliente; de hecho, intentaba moverse, así que la agarró y la golpeó.

Frederica, ¿eh?

Ésta era la magia de Frederica, Toko le había hablado de ella. Sin dudarlo un instante, Rain Pow lanzó un arcoíris para cortar la mano en dos. Un chorro de sangre salió volando y la mano sufrió un espasmo. Rain Pow la aplastó bajo su talón. Toko le había dicho que cuando Frederica ponía la mano en su bola de cristal, podía inmiscuirse en la ubicación reflejada dentro de la bola de cristal. En otras palabras, ¿eso significaba que había secuestrado a Toko usando ese método? Rain Pow no se había percatado de la presencia de Frederica, y para cuando lo hizo, Toko ya se había ido, y la mano izquierda estaba allí.

Se dirigió a Postarie para advertirle que tuviera cuidado, luego se puso en guardia y envió sus arcoíris. Postarie no estaba allí. Allí no estaba Postarie, sino Pukin, con la espada desenvainada. Rain Pow formó un muro de arcoíris y envió arcoíris hacia ella desde todas las direcciones. Pero a pesar de que Rain Pow estaba completamente dentro de su rango de apuñalamiento, por alguna razón, Pukin se quedó allí, sin evadir ni atacar, mientras todos los arcoíris la golpeaban, rebanándola en pedazos, y caía al suelo.

El desconcierto la visitó antes que la alegría o el júbilo. Pukin había tomado a Rain Pow por la espalda. Podría haberla matado en cualquier momento, si hubiera querido, ¿verdad? ¿Por qué no había atacado?

¿Por qué se había quedado allí hasta que Rain Pow se dio cuenta? Y después de ser descubierta, ¿por qué no había tratado de moverse? ¿Por qué se había dejado matar?

¿Y dónde había ido Postarie? Rain Pow concentró sus nervios en los movimientos a su alrededor. Puso las manos en el techo. Sintió la vibración, la humedad, el calor y los movimientos del aire, todo. Aunque Frederica hubiera secuestrado a Toko, Postarie no iría a ninguna parte por su cuenta. Si Pukin había sido la que tramaba algo aquí, eso no habría causado su muerte. ¿Fue alguien además de Pukin o Frederica quien la atacó?

“Tal vez deberías haber sido más cautelosa con una rehén que escapó por su cuenta.” La voz de Pukin llegó a sus oídos, y Rain Pow se dio la vuelta, pero Pukin seguía tumbada, ni siquiera se movía. Había sido cortada por el arcoíris y seguía desangrándose.

“Cuando nos capturó a tu preciosa hada, ya la habíamos herido y hecho nuestra. Cuando discutió contigo a gritos y mordió a nos en el dedo para escapar, todo eso se hizo bajo el mando de nos. Nos envió a una espía a tu pecho para que diera un golpe bajo tu férrea vigilancia. Nos rompió el trozo más pequeño de la punta su espada y se lo dio a Toko para que lo sujetara. Bajo mi orden, el hada pinchó tu pecho, y a continuación, fuiste hechizada, tu percepción distorsionada.”

¿Me han apuñalado? ¿Por Toko? ¿De qué está hablando?

“Nos quiere decir que nuestra magia ha hecho que tu percepción se equivoque. Mira bien lo que has hecho, lo que acaba de suceder, desde la perspectiva correcta.”

Escuchó un sonido como un snap en sus oídos, y su visión se torció, luego se aclaró. Pukin, despedazada, se convirtió en Tatsuko Sakaki. El volumen de sangre y la posición de las heridas eran idénticos. La mano de Frederica era ahora Toko, cortada en dos.

Con mucha calma, Rain Pow pensó: “Oh, así es como lo estaba viendo mal.” Volvió a evaluar las cosas, y se sintió desconcertada por estar tan extrañamente tranquila. Cuando se limpió la mejilla con el dedo, descubrió que había sangre en ella.

“Nos ha vuelto a cortarte. Ahora, eres la vasalla de nos.”

Ya veo, pensó ella, aceptándolo. Eso explicaba por qué podía estar tan tranquila. Pukin estaba de pie cerca, apoyada en la valla de hierro. La magia de Pukin también había impedido que fuera consciente de su presencia.

Pukin esbozó una alegre sonrisa y se echó el flequillo hacia atrás. “Ahora bien, la primera orden de nos es cortar a esas dos de la manera más brutal posible.”

Rain Pow disparó su arcoíris. Ni siquiera consideró oponerse a la orden de Pukin. Por supuesto que obedecería. Tranquilamente, envió sus arcoíris, apuntando con sus afiladas puntas a los cadáveres de Tatsuko y Toko.

Rain Pow pensó en ellas dos. Con el corazón frío e insensible, ahora comprendía exactamente lo que había sentido por ellas.

Sin Toko, probablemente habría seguido siendo la esclava de su hermana. La egoísta, villana y materialista hada le había dicho alegremente: “¡Con tu talento, podemos conquistar el mundo!” Gracias a Toko había llegado hasta aquí. Nunca podría agradecérselo lo suficiente. Toko había sido la primera persona en su vida con la que podía sonreír y sentirse feliz.

Y como Postarie había salvado a Rain Pow, ésta tampoco había podido matar a Postarie. Debería haberla matado desde el principio, incluso antes de atacar a Archfiend Pam, ya que no podía saber lo que Postarie podría hacer. Pero Rain Pow simplemente no había sido capaz de hacerlo, creándose la excusa de que la estaba convirtiendo en rehén, y la había mantenido con vida. Ella simplemente no había sido capaz de pensar en matar a Postarie.

Pero ahora todo ha terminado.

Rain Pow cortó los dos cadáveres con sus arcoíris, troceándolos finamente para satisfacción de Pukin.

Pukin sonrió.

“No te preocupes. Una vez que los asuntos se hayan asentado, devolveremos tu mente a la normalidad. Tendrás el recuerdo de cómo asesinaste a tus amigas en tu corazón mientras te matamos. Ese será el primer perdón que recibirás, esclava.”