Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 7

Capitulo 5: Los Arrivers y el Gran Dragón de la Montaña

Desde que Sofie se unió a nosotros, los Arrivers habían avanzado sin problemas en la mazmorra. Antes ya habíamos superado el piso 20 y, aunque no éramos los mismos Arrivers que con Jin, ahora teníamos nuevas habilidades y un nuevo miembro para reforzar el grupo. Éramos más fuertes que nunca. Los pisos intermedios que antes nos costaba superar eran ahora pan comido, lo que nos permitió llegar rápidamente a nuestro desafío actual: el piso 18.

El piso 18 era un vasto y misterioso piso de gigantes. Y no me refiero sólo a que los monstruos fueran enormes. Todo lo que nos rodeaba lo era, incluida la flora y los accidentes geográficos.

“Estos árboles son enormes…” Había perdido su novedad para nosotros, pero Sofie contemplaba el extraño paisaje con asombro. Lo había asimilado todo desde que llegamos.

“Es un poco refrescante tener a alguien cerca que se impresiona por cada pequeña cosa en la mazmorra.” Comentó Erin, mirando hacia ella.

Sofie ladeó la cabeza ante esto. “¿Es raro?”

“Dije que era refrescante, no raro. Esto ya es algo viejo para todos nosotros.”

Erin tenía razón. Los Arrivers no habían completado un piso nuevo en casi un año. Todo este tiempo que habíamos estado explorando con Sofie, sólo estábamos volviendo a pisar territorio conocido. Habíamos olvidado lo que era ser sorprendido por la mazmorra.

“Por cierto, ¿ves esa montaña de allí?” Preguntó Erin. “Sí.” Dijo Sofie con un movimiento de cabeza.

“Ese es el jefe de este piso.”

Vaya, qué desperdicio. Debería haber aumentado la emoción un poco más. “¿Por qué me miras así, Note?”

“Si sueltas spoilers así, Sofie no va a tener nada que esperar.”

“¿Te refieres a lo que nos hiciste cuando llegamos a este piso por primera vez?” Respondió con sorna.

“¿Yo hice eso?” Pregunté con incredulidad.

“¿No te acuerdas? Lo primero que hiciste cuando llegamos fue localizar al jefe con Búsqueda de Enemigos y contarnos todo.”

“Oh… Ahora que lo mencionas…” Tenía un vago recuerdo de haber sido abucheado por Force. En mi defensa, sin embargo, pensé en ese momento que era mejor saber lo del jefe antes que después. Había tenido buena intención cuando les hice el spoilers. “Supongo que eso me convierte en un poco hipócrita.”

“Honestamente, ¿cómo pudiste olvidarte de eso?”

“¡Lo siento! Pero aun así, Sofie no tuvo que sufrir el mismo destino…”

Miré a nuestro caballero. No parecía especialmente interesada en nuestra conversación y se limitaba a observar con su habitual expresión estoica.

“Realmente no me importa. No estoy aquí para divertirme con todos ustedes.”

Eso me sonaba igual de mal. Sabía que no estaba aquí para divertirse per se, pero nada le impedía disfrutar de las maravillas de la mazmorra. Al fin y al cabo, no la había invitado a los Arrivers sólo para reforzar nuestros números. Haber sido expulsada por Leyfa la había devastado, y yo quería que tuviera alguna fuente de esperanza. Ese motivo entrometido era la razón por la que me había acercado a ella, pero aún no había visto ninguna luz en sus ojos.

En este momento, Sofie sólo se dedicaba a explorar la mazmorra por obligación. Sólo se había dedicado a los Arrivers porque se sentía en deuda con nosotros. ¿Era eso lo que realmente quería? ¿Era este el tipo de relación que buscaba? ¿Había algo más que prefería hacer? No podía decirlo con seguridad. Si las cosas seguían así, ¿serían realmente diferentes de lo que habían sido con Leyfa? Estaba atada a nosotros por las cadenas de la deuda, gastando su propia fuerza para lograr nuestros objetivos. Era una coexistencia defectuosa, deformada.

Sabía que no podíamos seguir así, pero no sabía qué hacer al respecto. No era que Sofie se opusiera al acuerdo. La primera vez que vio el piso 18 se quedó maravillada con el paisaje, así que supe que al menos tenía suficiente corazón para sentirse atónita. Sin embargo, estaba haciendo todo lo posible para reprimirlo, para no disfrutar de nada ni ser feliz. Al menos, eso me pareció a mí.

“Entonces, ¿cuál es el plan? ¿Cómo quieres manejar este piso?” Preguntó Erin.

Bien…

Volví a mis cabales cuando escuché su voz. Ahora mismo estábamos en la mazmorra.

Nuestra máxima prioridad era superar esta planta de forma segura.

“¿Deberíamos intentar soltar a Erin?” Sugirió Force. “La hemos mantenido al margen porque no estábamos practicando cuando ella participaba, pero ¿no van a empezar los monstruos a hacerse más fuertes por aquí? Tal vez sea el momento de dejarla hacer lo suyo.”

Erin era la que más había mejorado durante el parón de los Arrivers. Con una energía mágica casi infinita gracias al Fondo de Maná Superior, había lanzado innumerables hechizos sin fin para dominarlos. Era un método de entrenamiento de fuerza bruta que la había convertido en un arma andante de destrucción mágica masiva. Podía lanzar un número infinito de hechizos de altísima potencia con absoluta precisión. Así de OP era ahora.

Si se desatase aquí y ahora, podría incinerar este piso en muy poco tiempo. Todo lo que teníamos que hacer era protegerla de cualquier monstruo que se acercara, así que no había ningún trabajo en equipo. Por eso la habíamos dejado en el banquillo hasta ahora, pero quizá Force tenía razón. Tal vez ya era hora de que intentáramos trabajar juntos en preparación para los pisos finales.

“¿Seguro?” Preguntó Erin. “Si me sueltas, arrasaré con todo este piso.” “Seguro que te gusta hablar, ¿no?” Force se rió.

“Ya no es sólo hablar. Mis palabras coinciden con lo que soy capaz de hacer.” “En ese caso estoy deseando presenciar el espectáculo.”

Nuestro as del cuerpo a cuerpo y nuestro cañón de largo alcance bromeaban entre ellos como siempre. Ambos se habían suavizado en el último año, pero seguían manteniendo una rivalidad amistosa.

“¿Cuáles son mis órdenes?” Peguntó Sofie.

Erin se apartó el cabello de la cara y contestó: “Sólo vigila mi espalda. Eso es todo lo que tienes que hacer.”

Cuando los Arrivers reformados reanudaron la exploración de la mazmorra, Erin había quemado toda el piso 16 ella sola. Me imaginé que haría algo similar aquí, en el piso 18, pero lo que hizo en su lugar fue mucho más allá de lo que había imaginado. En el mal sentido.

Inmediatamente después de que decidiéramos soltarla, Erin empezó a cargar un hechizo. Una cantidad extremadamente densa de energía mágica se reunió a su alrededor. Cuando me di cuenta de lo que estaba a punto de desatar, ya era demasiado tarde para detenerla.

Una masa —un torrente— de energía mágica surgió del círculo mágico detrás de ella. La luz se arqueó en el cielo y brilló siniestramente sobre nuestras cabezas. En el momento en que desapareció de la vista, oí una estruendosa explosión en la distancia. No estaba seguro de lo que acababa de ocurrir, pero el terremoto que siguió lo explicó todo.

Erin se había estrenado con un disparo de advertencia al jefe.

Ninguno de los otros monstruos del piso era un desafío para ella. Eso era lo que acababa de anunciar a todo el piso 18. Tenía los ojos puestos en el premio más grande, e iba directamente a por él de una forma que desafiaba la propia configuración de la mazmorra. También había dejado claras sus intenciones, incluso para el dragón, que despertó de su letargo con un rugido y puso sus ojos en nosotros.

“¿Qué se supone que debemos hacer ahora…?” Murmuré.

Agredir al jefe no era nada extraño. El problema era saltarse toda la preparación y pasar directamente a esa parte. Un hechizo que pudiera despertar al jefe desde esta distancia atraería la atención de todos los monstruos del piso, lo que podría ser manejable… excepto que el jefe intermedio también estaría entre ellos.

“Ahora vamos a acabar luchando contra todos los enemigos de este piso a la vez, ¿te das cuenta?”

“¿Y qué? Si no podemos manejar tanto, no tenemos ninguna posibilidad contra el piso

21.”

Para mi sorpresa, Erin había actuado con pleno conocimiento de lo que estaba haciendo. Aun así, esto era absolutamente ridículo. Al menos podría habernos avisado. Deberíamos haber decidido como grupo si esta era la jugada correcta o no.

“Roslia y Sofie, ustedes se encargarán de los monstruos normales. Force, el jefe medio es todo tuyo. Logren sus respectivas tareas lo antes posible. Erin, tú nos metiste en este lío, así que el jefe es tu responsabilidad.”

“Sí, lo sé. Sólo tengo que acabar con el dragón, ¿verdad? Debería ser fácil.” “Espero que sepas lo que estás haciendo…”

Su respuesta era preocupante, pero las cosas ya se habían puesto en marcha. El número de monstruos normales que podían aparecer aquí era infinito, así que Roslia y Sofie tendrían las manos llenas. La ventaja dependería de la rapidez con la que Force pudiera acabar con el jefe intermedio.

Mientras reflexionaba sobre nuestra estrategia, Erin seguía lanzando hechizos. La cordillera en la distancia se acercaba claramente. Avanzaba constantemente para ponerse al alcance de la molesta y arrogante maga que le disparaba sin parar. Sin embargo, por muy fuerte que fuera Erin, séptima sabia fantasma o no, sólo era humana. El poder de sus hechizos tenía un límite, y lanzarlos a lo largo de decenas de kilómetros los debilitaba de forma natural. Sería imposible para ella acabar con el dragón antes de que pudiera devolver el fuego.

“Force, el jefe medio se acerca desde las dos.” “Entendido.”

Los agudos sentidos de Force parecían haber captado ya al formidable enemigo que se acercaba. Empezó a correr a su encuentro antes de que terminara de hablar.

“¡Espera un momento!” Neme trató de evitar que Force saliera corriendo. El comienzo de la batalla había sido tan agitado que no podía seguir el ritmo de sus deberes de sacerdotisa. “¡Aún no he lanzado mis buffs!”

Sin ni siquiera volver a mirar a la asustada Neme, Force dijo sin rodeos: “No te molestes.”

Ella pareció sorprendida por esta respuesta y se puso colorada de ira. “¡Qué grosero! ¿Qué se supone que significa eso? ¡¿Crees que ya no necesitas a Neme?!” Abortó el hechizo que se disponía a lanzar y comenzó a blandir su bastón con rabia. “¡Ya no eres mi amigo! ¡Neme no volverá a lanzar un hechizo para ti! ¡Si te golpea un monstruo, puedes afrontar las consecuencias por ti mismo!”

“Vamos, no te enfurruñes así. No digo que no te necesite, Neme.”

“¿Entonces qué estás diciendo?”

“Tus buffs no funcionarán en el piso 21, así que ¿no crees que sería una buena idea que adquiriera experiencia luchando sin ellos?”

Sorprendentemente, Force también estaba pensando en el futuro. Esto era lo que había decidido que tenía que hacer por sí mismo… Pero seguro que podría haberlo explicado mejor. De una forma u otra, sería una prueba peligrosa.

“¿Vas a estar bien?” Pregunté. “¿Puedes acabar con el jefe medio lo suficientemente rápido sin Purgatorio?”

Purgatorio era la espada maldita de Force. Le devoraba con un fuego negro a cambio de un siniestro poder de ataque. Normalmente soportaba las llamas entre su Resistencia Mágica Mayor y los hechizos curativos regenerativos de Neme, así que sin este último, sospeché que desafiaría al jefe medio con su otra espada, Bestia Brillante. No hace falta decir que su respuesta me sorprendió.

“No, voy a usar a Purgatorio.” “Pero…”

“Para que quede claro, Erin no es la única que ha mejorado.” Force sacó a Purgatorio en llamas de su funda negra y adoptó una postura de combate. “Puedo usar a Purgatorio incluso sin el apoyo de Neme.”

Ahora tenía sentido… Force estaba trabajando en sus propias tácticas para el piso 21. Jin, su compañero fundador y hermano de batalla más cercano, le había sido arrebatado por el jefe diabólico del lugar. Se estaba preparando para un combate de rencor.

“¡¿Entonces qué pasa con los hechizos de Neme?!” “Como dije, no te molestes.”

“¡Neme se ha quedado sin trabajo!”

Estaba claramente decepcionada, pero no había mucho que hacer al respecto. Su magia sagrada no funcionaría en el piso 21, así que tendríamos que encontrar una manera de trabajar sin ella tarde o temprano. Sin embargo, seguro que tendría su oportunidad de brillar. No había duda de que dependeríamos de ella para un piso posterior.

Poco después de que Force desapareciera en el bosque, pude oír el sonido de espadas chocando. Se estaba enfrentando al jefe intermedio. Me sentí un poco aliviado de que pudiera aguantar, pero mi alivio se vio truncado cuando detecté una amenaza alarmante detrás de nosotros. Me giré para ver un brillo similar al de un diamante que salía de las fauces del dragón gigante. Pero no podíamos permitirnos el lujo de deleitarnos con la hermosa visión: ¡era un ataque con rayos! El dragón estaba por fin a tiro de piedra.

“Sofie, pon un hechizo defensivo.” “Lo tengo.”

Sofie abrió la boca para iniciar un cántico y, justo entonces, una enorme cantidad de energía mágica se disparó sobre nuestros hombros.

“No hay necesidad de eso.” Dijo Erin.

Una corriente de luz surgía de su bastón. No, ese torrente furioso era demasiado intenso para llamarlo corriente. El láser que disparó voló directamente hacia el rayo entrante.

“¿Intentas tener un tiroteo…?” Jadeé.

Fue un espectáculo impresionante. El rayo del dragón y el láser de Erin chocaron en una competición por el dominio. Al final, Erin se impuso, y el dragón sacudió la cabeza para evitar el láser que se dirigía hacia él.

“Ugh, perdí mi oportunidad. Si lo hubiera clavado en la boca, se habría acabado el juego.”

“¿Eso es lo que querías…?”

Ya era bastante espectacular verla enfrentarse a un monstruo de varios miles de veces su tamaño, pero ¿realmente pretendía vencerlo en un enfrentamiento de poder como ese? Era como si estuviéramos en mundos diferentes… Erin sólo podía verse a sí misma venciendo al dragón en solitario.

“¡Venga, vamos!”

Erin lanzó su siguiente hechizo sin pausa. En cambio, el rayo del dragón gigante parecía requerir un periodo de recarga. Sin posibilidad de contraatacar, la bestia recibió el siguiente hechizo de Erin directamente. E incluso cuando su rayo estaba listo para volver a dispararse, Erin lo derribó. Esto se estaba convirtiendo en una masacre unilateral.

Después de recibir un golpe tras otro, el dragón entró en su modo de rabia. Dicho modo era un Neme-ismo para cuando su salud caía por debajo de un determinado nivel y el volcán de su espalda entraba en erupción en un ataque de gran alcance. Justo cuando el pico de la montaña empezó a brillar en rojo, hubo un estallido de luz y sonido. La montaña enfurecida escupió lava y roca por todas partes con un estruendo atronador.

“¡Rayo Ramificado!”

Erin incineró los proyectiles piroclásticos que venían hacia nosotros con un rayo láser ramificado. Pude ver cómo los monstruos del bosque eran rociados con el spray de lava. El paisaje del bosque que había tocado el corazón de Sofie estaba siendo calcinado entre el dragón volcánico y la Erin nuclear. Sin embargo, el dragón hizo algo más que entrar en erupción. Siguió disparando su rayo de aliento, ahora rojo y más caliente que antes. Erin lanzó un láser ramificado para contrarrestarlo.

“¡Roslia, Sofie, encárguense de los pequeños!” Gritó. “¡Cañonazo Rugiente!”

Por “pequeños”, ¿se refería a los proyectiles piroclásticos? Dado que no podía realizar una doble casteo, Erin renunció a interceptar los escombros volcánicos y se centró en el ataque con rayos, que era más peligroso. Sin embargo, aunque ella los llamaba “pequeños”, las rocas ardientes tenían varios metros de diámetro. Cualquier persona normal moriría si fuera golpeada por una. Roslia y Sofie ya estaban ocupadas con los otros monstruos. No podían cambiar de objetivo tan repentinamente… O eso pensaba, pero escuché una respuesta inesperada. Era Sofie.

“Entendido. Fuerte-Tierra-Pared.”

Utilizando sus artes espirituales, creó un muro de tierra para bloquear los escombros que llegaban. Sin embargo, se encontraba en medio de un grupo de monstruos que se acercaban a ella mientras estaba ocupada defendiéndose del dragón.

“¡Sofie!”

Empecé a correr un momento demasiado tarde. Un elefante gigante la pateó directamente en el torso. La hizo volar, con el cuerpo doblado por la mitad. Su habilidad Muro de Hierro podría ser dura, pero este era el piso 18. Un golpe directo como ese era peligroso. Esquivé un monstruo y luego el siguiente para ir corriendo tras ella, pero abrirme paso entre la multitud de monstruos mientras esquivaba las rocas calientes era complicado. No podía acercarme lo suficiente.

“¡Cúrala, Neme!” Grité. “¡Claro!”

La magia de Neme alcanzó a Sofie, cuyo cuerpo brilló con una luz verde. Casi inmediatamente después, el cíclope más cercano levantó su garrote en alto y lo hizo caer sobre la cabeza de Sofie con un golpe sordo y resonante.

“¡Carrera Umbría!”

No era el momento de preocuparse por esquivar cualquier cosa. Me dirigí hacia Sofie. En un abrir y cerrar de ojos, estaba debajo del cíclope que la atacaba. Golpeé sin dudarlo.

“¡Disparo de Hechizo!”

Disparé el único as que tenía en la manga: un ataque que sólo podía utilizar dos veces para causar daño. Una ráfaga de magia de Erin atravesó el enorme cíclope, dejando una cavidad claramente mortal en su cuerpo gris.

“¿Estás bien, Sofie?”

Llamé a la chica que estaba en el suelo con un ataque de nervios. La sangre manaba de su cabeza y su mano estaba doblada de forma extraña. Pero, por suerte, aún respiraba.

“Estoy bien. Mi muro de tierra sigue en pie.” Ella se movió, dando una respuesta irrelevante.

Confirmé que el hechizo de curación de Neme seguía llegando a ella antes de recogerla para retirarse. “Me refería a ti.”

“Estoy bien. No moriré tan fácilmente.” “Ese no es el problema aquí…”

Aunque el ataque del cíclope aún no la había matado, todavía podía hacerlo. La sangre que salía de su boca era la prueba de que estaba gravemente herida, sin tener en cuenta los huesos rotos. Sin la magia de Neme, habría sido un desastre.

“¡Lo siento! Acabo de terminar con el jefe intermedio.” Dijo Force, volviendo a la lucha.

Se acercó rápidamente para empezar a eliminar monstruos.

Sofie ya no estaba en peligro gracias a Neme. Incluso había dejado de sangrar, pero pensé que lo mejor sería darle algo de tiempo. Con ese pensamiento, la acosté junto a Neme.

“Está bien. Me he recuperado. Todavía puedo luchar.” Dijo, agarrando mi hombro. “Pero…”

“Esto es la mazmorra. No podemos permitirnos el lujo de descansar después de cada lesión menor. ¿Verdad?”

“Así es, pero…”

Tenía toda la razón. Teníamos un poco de espacio para respirar con Force de vuelta en el campo de batalla, no estábamos en posición de tomarlo con calma. Si bajamos la guardia, bien podríamos volver a perder a alguien.

“Bien, seguiré luchando.”

Sofie, ignorando mis objeciones, empezó a correr hacia los monstruos.