Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 7

Capitulo 3: Los Nuevos Arrivers

Ahora que Sofie se había unido oficialmente al grupo, los Arrivers reanudaron su exploración de la mazmorra. El cristal de teletransportación sólo podía llevarnos tan lejos como nuestro grupo hubiera estado colectivamente, lo que significaba volver a completar los primeros pisos y los pisos intermedios con Sofie. El otro día nos habíamos encargado del piso 5 en su prueba, así que empezaríamos en serio en el piso 6. Sin embargo, los Arrivers ya habían penetrado en los últimos pisos, por lo que los primeros eran una broma para nosotros. La navegación a través de los pisos 6 y siguientes fue muy fluida, y ahora habíamos llegado al piso 11.

El piso 11 era un lago subterráneo rodeado de cavernas. También era el comienzo de los pisos intermedios, lo que significaba un aumento exponencial de la dificultad. Los enemigos a partir de aquí iban a dar mucha guerra, así que aprovechamos para trabajar en nuestras formaciones con Sofie.

“¡Seis Empujes!” Gritó, dirigiendo la carga hacia un enjambre de monstruos ciempiés.

Derribó al bicho de enfrente y luego dirigió su atención a la derecha. El siguiente ciempiés al que apuntó le arrojó ácido, pero ella lo esquivó agachándose. Lanzó su estoque hacia arriba, derribando al ciempiés justo cuando otro a su izquierda le lanzaba un ataque con su cola. Sofie utilizó su magia espiritual para bloquear el impacto.

“Baliza… Oh, ya no necesito atraer el aggro. Qué tonta soy. Toma esto.” Dijo Roslia, blandiendo la Espada Sagrada Fractus. Su hoja brillante adquirió un filo increíble, cortando al monstruo ciempiés. “Ya que no tengo que concentrarme en defender, pondré un poco más de energía mágica en Fractus.”

Como tenía mejores habilidades defensivas, Sofie asumía el papel de tanque. Por su parte, Roslia luchaba con flexibilidad, alternando entre el ataque y la defensa según fuera necesario. En ese momento estaba trabajando para familiarizarse con la primera, por lo que abandonó su papel de tanque en favor de los ataques totales.

“¡Aquí va!”

Mientras gritaba, Fractus aumentó de tamaño. El brillo de la espada y la energía mágica que fluía de ella aumentaron drásticamente. La espada parecía un rayo de luz mientras atravesaba el enjambre, haciendo que la sangre de los monstruos salpicara por todas partes.

“¡Autoridad de los Caballeros!”

Sofie utilizó su propio arte de agarre para atraer la atención de los ciempiés. Vacilaron entre Sofie y Roslia, sin saber a quién atacar, pero Fractus los acribilló en su vacilación. Una vez que las turbas estuvieron limpias, acordamos tomar un poco de aire. Roslia dio una patada hacia atrás, despidiendo a Fractus en el aire.

Sofie se acercó a ella y le preguntó: “¿Tienes un minuto?” “Claro.” Respondió Roslia. “¿Qué pasa?”

“Me gustaría repasar nuestra batalla ahora mismo.”

“Ugh, pero acaba de terminar. Dame un respiro.” Roslia se llevó la petaca de agua a la boca, con los hombros caídos.

Sofie continuó con un tono de naturalidad: “Entendido. ¿Cuántos minutos necesitas?”

“¿No puedes esperar hasta que volvamos a casa? Hablar de estas cosas es muy aburrido.” “Eso no tendría sentido. Me gustaría recibir información de inmediato y hacer uso de ella

en la próxima batalla.”

Había una cosa que habíamos aprendido de Sofie después de que se uniera al grupo: era muy seria. Había dicho que se dedicaría a la conquista de la mazmorra y, fiel a su palabra, estaba dando todo su más sincero esfuerzo. Buscaba en cada detalle la forma de ayudar a los Arrivers.

“Te agradecería que lucharas más ofensivamente.” Informó a Roslia. “Ummm, estoy en mi descanso…”

“Cuanto más rápido se derrote a los monstruos, más fácil será para la persona que lleva el peso de sus ataques.”

“¿Me estás escuchando?”

Era una pena que su personalidad la hiciera mala pareja con Roslia, que era más bien un espíritu libre. Odiaba todo lo que fuera rígido o asfixiante, mientras que Sofie se obstinaba en hacer las cosas bien. Incluso ahora estaban en desacuerdo.

“¿Hay algo en lo que quieras que trabaje en base a esta última batalla?” Preguntó Sofie. “Nada en particular…”

“Ese es el comentario menos constructivo de todos. ¿Realmente no hay nada que se te ocurra?”

“¡Ya dije que nada en particular, y lo dije en serio!”

“Si realmente no notaste nada esta vez, me gustaría que prestaras atención a eso en la próxima pelea.”

“Si tuviera que elegir algo, diría que deberías arreglar tu cabeza hueca.” “Eso no tiene nada que ver con la conquista de mazmorras.”

Sofie estaba tan seria que los comentarios sarcásticos de Roslia ni siquiera le parecieron sarcásticos. Al darse cuenta de que no había otra forma de escapar de su conversación, Roslia suspiró y se retiró a donde Erin y Neme estaban descansando. Al quedarse sola, Sofie se secó el sudor de la frente con una toalla. Su expresión estoica no revelaba nada de lo que pensaba o sentía.

“¿Qué pasa, Note?” Preguntó Force, acercándose a mí mientras observaba a Sofie. “La estás mirando mucho. ¿Ha captado tu interés?”

“Sí.”

“Vaya, ¿en serio? Pensé que irías por Erin o Roslia, pero Sofie es tu tipo, ¿eh? No me extraña que estuvieras tan empeñado en que se uniera a nosotros.”

“¿De qué estás hablando? Me preocupa que no encaje bien en el grupo.”

¿En qué demonios estaba pensando Force? Se aclaró la garganta y continuó: “¡Entonces no deberías haber dicho eso! Me diste una idea totalmente equivocada.”

“Para que quede claro, eso no fue de ninguna manera mi culpa. Sacaste tus propias conclusiones.”

“De todos modos, seguro que prestas mucha atención a ese tipo de cosas, Note.”

“¿Qué clase de cosas…?”

“Que el grupo se lleva bien y todo eso.” “¿Tú crees?”

“Sí. Te preocupaba lo mismo cuando Roslia se alistó.” “Ahora que lo mencionas, supongo que tienes razón.”

Roslia era una de las nuestras hasta la médula, pero no se había llevado bien con los otros miembros de los Arrivers cuando recién se unió. Después de todo, había intentado robar a Force del grupo, así que la culpa recayó en ella… Pero, sin embargo, después de conocerla a fondo y su personalidad despreocupada, formó parte del grupo antes de que nos diéramos cuenta.

“Tal vez sea por lo difícil que fueron las cosas para mí cuando me incorporé.” Reflexioné.

“¿Quieres decir cuando tú y Erin parecían llevarse mal? Es difícil de creer ahora.” Se rió Force.

“Lo sé, ¿verdad?”

Erin me odiaba a muerte cuando me uní a los Arrivers. Ella tenía sus razones y todo estaba en el pasado, así que ya no me molestaba, pero todavía podía recordar lo mucho que me molestaba en ese momento. No se puede negar que esa experiencia influyó en mi forma de pensar sobre la dinámica del grupo.

“Si vamos a desafiar la mazmorra como equipo, ¿no es mejor para todos nosotros si disfrutamos del viaje juntos? El mejor escenario es no tener ninguna fricción.” Le expliqué a Force.

“Supongo que eso tiene sentido.” Respondió con un movimiento de cabeza. “¿Qué te parece? ¿Vamos a hacernos amigos de Sofie?”

“Muy bien. Todavía no he hablado con ella adecuadamente, así que ahora es una oportunidad tan buena como cualquier otra.”

Con la aprobación de Force, nos dirigimos a Sofie. Ella entrecerró los ojos cuando nos vio acercarnos y preguntó: “¿Qué pasa? ¿Necesitan algo?”

“En realidad no. Sólo queríamos hablar.”

“¿Tienes comentarios sobre mi estilo de lucha?”

“Eh, no. Estaba pensando en algo más casual que eso.”

“No necesito una charla ociosa. Estoy lista para seguir tan pronto como se acabe el descanso.”

Eso fue todo. Nuestra conversación duró menos de treinta segundos. Se acabó tan rápido como empezó. Recién ahora sentí que comprendía realmente la importancia de la comunicación. Claro, tal vez habíamos sido enemigos en el pasado y sería difícil que nos lleváramos bien, pero ahora estábamos en el mismo equipo. Teníamos un largo camino por delante, y realmente no mataría a Sofie ser un poco más social. Decidí volver a intentarlo.

“No digas eso.” Comencé. “Todo el mundo necesita un descanso…” “Ya lo sé. Esperaré hasta que los demás estén listos.”

“Entonces, mientras tanto, podríamos charlar un poco…” “Estaré esperando aquí, para que puedas charlar con los demás.” “Bien…”

Una vez más, nuestra conversación se abortó sin más. “¿Cuánto te odia, Note?” Preguntó Force.

“Eso mismo me preguntaba yo. No hacía falta que lo dijeras en voz alta.” Respondí.

Sin embargo, no podía culpar a Sofie. Aunque indirectamente, yo era la razón por la que Leyfa la había expulsado. Yo también podría odiarme si estuviera en su lugar, pero seguiría hablando conmigo, ¡maldita sea! Si quería regañarme o algo así, deseaba que no se contuviera. La forma demasiado directa de desahogarse de Erin era mucho más fácil de tratar.

“Intenta hablar con ella, Force.” Si ella no iba a hablar conmigo, supuse que debía intentarlo.

Se golpeó el pecho con orgullo y declaró: “Déjamelo a mí.” “He dicho que no quiero charlar.”

El tipo fue derribado antes de que la primera palabra saliera de su boca. Incluso Force se sorprendió por semejante cierre. Se quedó de pie con una mirada de estupefacción.

“Supongo que ella también te odia, ¿eh, Force?” Me acobardé.

“¿Se supone que eso es una venganza? Tienes una personalidad terrible.” “Me lo dicen mucho.”

Mientras teníamos nuestro pequeño ida y vuelta, Sofie no hizo ningún intento de negar nada de eso. Su silencio en serio empezaba a preocuparme. ¿De verdad nos odia?

“Oye, eh, Sofie… Puedes unirte en cualquier momento y discutir, ¿sabes?” “¿Sobre qué?”

“¿Cómo nos odias y eso?”

“Estoy en deuda contigo. Si me das una orden, la cumpliré.”

“¿Podrías no hacer que suene como si te obligara a hacer algo en contra de tu voluntad?” Era una broma, ¿no? Realmente esperaba que fuera una broma… Mi único temor era que

Sofie no supiera realmente cómo bromear. “¿Qué?” Preguntó ella.

“No es nada…” Cedí.

Estaba dispuesto a abandonar la conversación por completo. Había cosas en este mundo que era mejor no saber. Sí, la ignorancia es una bendición. Aun así… me preocupaba lo bien que Sofie manejaría las cosas desde aquí.

***

Al unirse a los Arrivers, Sofie vino a vivir al cuartel general con el resto de nosotros. No tenía casa a la que volver después de que Leyfa la echara y teníamos espacio más que suficiente, así que la acogimos. Ella tampoco tenía ninguna objeción en particular. Ya había pasado casi una semana desde que se instaló. Me preocupaba un poco su sociabilidad y las relaciones con el resto del grupo, pero era honesta y siempre hacía su parte de las tareas, así que no había mayores problemas que mencionar.

“Sofie, ¿podrías encargarte hoy de la colada? Tengo otra cosa que hacer.” Suplicó Roslia, con las palmas de las manos juntas en un gesto de súplica.

“No me importa.” Aceptó Sofie de buena gana.

Vi este intercambio y… “Espera, Roslia.” Pedí un tiempo muerto. “¿No es la quinta vez que convences a Sofie de hacer tus tareas?”

“¿Hmm? ¿De qué estás hablando?”

Roslia trató de fingir ignorancia, pero la simpática actuación que estaba haciendo la delató… Ella sabía exactamente de lo que estaba hablando.

“Ayer te tocó lavar la ropa y el día anterior limpiar el baño. ¿No le dejaste eso a Sofie también?”

“Oh, ahora que lo mencionas…”

“Dijiste que tenías algo que hacer y se lo dejaste todo a ella.” “¡Sin embargo, realmente tenía algo que hacer!”

“¿Y qué es hoy?”

“… ¿Dormir la siesta?” “Oh, vamos.”

Todo el mundo sabía que “echarse una siesta” no calificaba como “tener algo que hacer”. Estaba claro que sólo trataba de eludir sus tareas. Dicho esto, parecía que Roslia había conseguido controlar a la testaruda Sofie. Era difícil de creer que el otro día había estado a punto de perder el control en la mazmorra. Ahora estaba guiando expertamente a la trabajadora caballero por la nariz.

“Sofie, tienes que decir que no cuando haga esto.” Le dije. “No me importa ayudar. Quiero ser útil a alguien.” Respondió.

“¿Ves? Dice que está encantada de ayudar.” Interrumpió Roslia. “Claro, ella dice eso, pero…”

“Escucha, Sofie puede ayudar y yo puedo tomármelo con calma. Todos salimos ganando.” “Sofie, sólo estás alimentando el ego de Roslia si haces todo lo que te dice.”

En todos sus grupos anteriores la habían mimado como a una princesa, así que no le resultaba extraño pasar por encima de la gente. Sin embargo, se encontró con la horma de sus zapatos con los Arrivers. A excepción del viejo Force, nadie aquí era lo suficientemente dócil como para actuar a su antojo… así que nunca había sido un problema hasta ahora. Sofie era una caballero leal y obediente, cuya ética de trabajo la llevaba a regañar a Roslia en las mazmorras pero a someterse a su voluntad en casa.

“Realmente no me importa.” Insistió Sofie. “De todas formas estoy libre.” “¿Ves, Note? ¿Ves?”

Quizás Sofie y Roslia no eran buenas la una para la otra… La firme caballero se había encontrado básicamente con una nueva Tyrant Princess. Todo este montaje no era muy diferente de cuando estaba con Leyfa, ¿verdad?

“¿Estás segura? Roslia sólo va a dormir la siesta, ¿sabes?” Tuve que preguntar. “Ya lo he dicho varias veces, pero no me importa.” Siguió insistiendo Sofie. “¿No sería mejor que te echaras la siesta?”

“No necesito dormir la siesta. No podría dormir esta noche si lo hiciera.” “Hmm…”

Estaba tan indiferente cuando lo dijo que casi me perdí ese pequeño detalle: Sofie no podía dormir por la noche si se echaba la siesta. Lo que era relacionable, por supuesto. Sólo me sorprendió un poco. No parecía el tipo de persona que admite algo así. Tuve que reprimir una risa.

“¿De qué te ríes?” Preguntó Roslia, mirándome con curiosidad. “Nada.” Respondí, aclarando mi garganta y apartándola.

Luego volvió a centrar su atención en Sofie y le preguntó: “Ah, es cierto. Si estás libre,

¿podrías hacer una cosa más por mí?”

“Cualquier cosa.” Contestó Sofie con facilidad.

“No digas que sí antes de saber lo que es.” Intenté advertirla, pero no parecía escuchar. “¿Qué es?” Preguntó.

“¿Podrías hacer mi cama antes de que tome mi siesta?” “Vamos, Roslia, eso es ir demasiado lejos…” Suspiré.

“Considéralo hecho.” Dijo Sofie.

“¿Incluso estuvo de acuerdo con eso?” ¿Quién necesitaba que le hicieran la cama antes de la siesta? Roslia realmente estaba actuando como una princesa en este momento. “¿Y estás de acuerdo con esto, Sofie?”

“No te preocupes. Soy buena haciendo camas.” “No es eso lo que quiero decir…”

“Dormirás profundamente, garantizado.”

Huh, eso sonó bastante bien. Tal vez le pediría que también hiciera la mía… ¡Espera, no!

¡Se suponía que debía detenerla ahora mismo!

Sacudí la cabeza para recobrar la calma, sólo para ver que las dos chicas ya se dirigían al cuarto de Roslia. Sofie iba a hacerle la cama en serio, ¿no? Otra vez había fracasado al intervenir. Me alegraba que se llevaran bien, pero tenía mis dudas sobre este acuerdo. No eran exactamente amigas… Eran más bien ama y sirvienta.

Sofie volvió diez minutos después. Probablemente Roslia ya estaba roncando. Sentí la necesidad de decirle a Sofie que no la mimara demasiado, pero justo cuando me acerqué a ella y abrí la boca…

“¡Sofie, Sofie! Prepara el postre.” Gritó Neme.

“¡Tú también no!” Grité, lanzando un rápido golpe mientras ella venía corriendo. Se frotó la cabeza, parpadeando sorprendida, y exigió: “¡¿Qué estás haciendo?!” “Yo debería preguntarte eso. ¿Por qué le ordenas a Sofie que te haga el postre?” “¡Porque Sofie hace postres deliciosos!”

¡No era eso lo que preguntaba! Pero Sofie hacía buenos postres, ¿eh? No tenía ni idea. No me hubiera importado probarlos… ¡Espera, no! ¡Se suponía que debía estar regañando a Neme!

“Neme, no deberías darle órdenes a Sofie de esa manera.” Le informé. “¿Quieres tarta de manzana o tarta chiffon?” Preguntó Sofie.

“Sofie, por favor, no pases directamente a tomar su pedido.” Le rogué. En serio, ¿por qué estaba de acuerdo con absolutamente todo? Tenía que aprender a decir que no.

“¡Neme quiere pastel de manzana!”

“De acuerdo. Me pondré a ello inmediatamente.”

“¡Espera un momento!” Extendí ambas manos y les pedí que se detuvieran. “Neme, Sofie está cansada por antes haber atendido a Roslia. Dejémosla descansar un poco.”

“No estoy cansada. Está bien.” “Ya la has oído, Note.”

“¿Qué?” Olvídate del agradecimiento, Sofie ni siquiera estaba cooperando cuando intenté defenderla. ¿Era posible que fuera yo el equivocado? “Aun así, Neme, por favor deja de pedirle que haga tanto. De seguir así Sofie terminara agotada, y no hay ningún beneficio para ella.”

“¡Ella consigue alimentar a Neme con el postre, y Neme consigue comer el postre! Todos salimos ganando.”

¡Otra vez esto! Difícilmente pude ver como Sofie terminaba “ganando”. ¿Qué parte de alimentar a otra persona con postre califica como beneficio?

“¿Es la palabra de moda del día o algo así?” Tuve que preguntar. “¡Roslia me la enseñó!”

“Así que ella es la culpable…” Quería agarrarme la cabeza con las manos. ¿Por qué tenía que ir Roslia a enseñar a la simplona de Neme a maltratar a Sofie? “¡En cualquier caso, deberías tratar a Sofie con un poco más de aprecio! ¡No hay pastel de manzana para ti!”

“Pero…” “Sin peros.”

“Sofie ya está cortando las manzanas.”

Me volví hacia la cocina para ver a Sofie, efectivamente, ya cortando manzanas. ¿Tenía que ir a hacer eso en el momento en que yo había desviado la mirada?

“Si se detiene ahora, será un desperdicio de manzanas, Note.”

“Tienes razón.” Suspiré. Tuve que admitir la derrota y cambiar de marcha. Ahora que Sofie ya estaba haciendo tarta de manzana… “¿Podría tener un poco?”

“Por supuesto.” Respondió Sofie, asintiendo con la cabeza mientras cortaba.

Si ella y Neme se habían acercado, tal vez no fuera del todo malo. Sin embargo, era difícil decir que eran amigas. Eran más bien madre e hija.

“¡Sí!” Neme se alegró.

Eché una mirada de reojo a su celebración antes de dirigirme a Sofie. “A cambio, haremos la colada que Roslia te obligó a hacer.” Le ofrecí.

“Puedo hacerlo yo sola. Está bien.”

“No digas eso.” No podía dejar que asumiera la carga de las dos tareas, así que agarré uno de los brazos de Neme que aún estaba levantado. “Vamos. Vamos a lavar la ropa.”

“¡¿Eh?! ¡¿Neme también?!”

“¡Por supuesto! Está haciendo una tarta para ti.” “¿Por qué Neme tiene que lavar la ropa?”

Sólo se me ocurrió una respuesta: “Neme consigue que le horneen un pastel, y Sofie consigue que le hagan la colada. Todos ganan, ¿no?”

***

“¿Crees que está bien, Note?” Preguntó Erin mientras estábamos en la cocina preparando la cena esa noche.

¿A qué se refería? Estaba tan absorto en la limpieza de la sartén que me había distraído. “¿Qué creo que está bien?” Pregunté.

“¡Estoy hablando de Sofie!”

Erin se dio cuenta de que no había estado escuchando y me gritó. Pero no estaba seriamente enfadada, así que la insté a continuar. “¿Qué le pasa a Sofie?”

“Roslia y Neme básicamente se están aprovechando de ella, ¿sabes?”

“Ah, eso.” Resultó que sabía exactamente de qué estaba hablando. Ya sea Roslia y sus tareas o Neme y sus postres, le estaban pidiendo demasiado a Sofie. “En realidad, a mí también me ha estado molestando.”

“¿Sí?”

“Sí.”

“Roslia y Neme se están pasando. Sofie es una novata, así que probablemente no siente que pueda rechazarlas. Y la están ordeñando por ello…”

Las largas coletas de Erin temblaban mientras ella se estremecía de rabia. Era cierto que las otras chicas dependían demasiado de Sofie. Y como ella nunca las rechazaba, sus exigencias eran cada vez más egoístas.

“Me gustaría que mostraran un poco de moderación.” Suspiré. “Me lo dices a mí.”

“Aun así, tengo que decir que estoy un poco sorprendido. No pensé que te enfadarías por Sofie, Erin.”

“¿Eh? ¿En serio?”

“Bueno, tú estabas en contra de que se uniera al grupo.” Erin había sido la única que se mantuvo en contra de Sofie al final, así que me pareció curioso que ahora se pusiera de su lado.

“¡No soy despiadada! Ahora que es una de los nuestros, obviamente voy a tratarla como

tal.”

“Erin…”

“Todavía me arrepiento de cómo te traté cuando recién te uniste, así que estoy tratando de ser amable con ella.”

No esperaba que se sintiera así. Realmente se había suavizado. Cuando nos conocimos, nunca hubiera pensado que maduraría así… pero el cambio me calentó el corazón.

“¿Qué crees que debemos hacer? ¿Sería mejor decirle algo a Roslia y a Neme?” Erin hizo una pausa mientras removía la olla para preguntar.

¿Serviría? Regañar a las dos podría hacerles reflexionar temporalmente sobre sus acciones, pero realmente no solucionaría el problema. La raíz de todo estaba en otra parte.

“En todo caso, ¿no deberíamos decirle algo a Sofie?” “¿Por qué?”

“Roslia y Neme no tienen ninguna mala intención al pedirle que haga cosas. Creo que el verdadero problema es por qué sigue diciendo que sí a todo.”

“Es cierto que nunca pestañea. En su lugar, yo habría estallado hace mucho tiempo.” “Puedo imaginarlo…”

“Vamos a hablar con ella ahora mismo.”

Con eso, Erin apagó el fuego de la estufa y fue a buscar a Sofie. No creía que fuera tan urgente como para dejar de cocinar, pero tenía que admirar su valentía. Coloqué la sartén que había terminado de lavar en la rejilla de secado y removí la olla que seguía hirviendo a fuego lento en el tiempo que tardó Erin en volver con Sofie a cuestas.

“¿De qué querías hablar?” Sofie miró entre Erin y yo, desconcertada por la situación. Erin fue la encargada de responderle. “¿Tu qué crees?”

“¿He… hecho algo malo?” “¡Eso no!”

Con la forma en que Erin la había arrastrado para interrogarla, para nada me sorprendió que Sofie pensara que había hecho algo malo. Sin embargo, decidí dejarle esto a Erin. Revisé las patatas que se estaban cociendo a fuego lento en la olla mientras escuchaba su conversación.

“¿Qué tienes que decir en tu favor?” Preguntó Erin.

“Entendido. ¿Esto es porque no ayudé con la cena?” Preguntó Sofie a su vez. “¡No! ¡Eso es exactamente de lo que estoy hablando!”

“Muy bien, ahora iré a lavarme las manos. Dame un minuto.” “¡No, no quiero que me ayudes!”

“¿Qué significa eso…?”

Frustrado por su conversación desalineada, interrumpí. “Erin quiere hablar contigo de algo. Está preocupada porque siempre haces lo que te dicen.”

“¿Qué?”

“Como hacer las tareas para Roslia o hacer el postre para Neme.”

“¿No debería hacer esas cosas?” Sofie se quedó de pie con una sorpresa vacía. Era como si no viera el problema.

“Sólo digo que no debes sentir que tienes que hacerlas. Está bien decir que no.” Explicó Erin, cruzando los brazos.

Sin embargo, la expresión de Sofie no cambió en absoluto. “Pero quiero hacerlas…” “¿Te gusta que te obliguen a hacer tareas?”

“Sí. De todas formas no tengo nada más que hacer, así que prefiero ser útil.”

“¿En serio…?” Eso era algo que, al parecer, Erin no había considerado antes. La respuesta de Sofie la estremeció visiblemente. “No tienes que esforzarte demasiado, ¿sabes?”

“No siento que sea el caso.” “Ya veo…”

Un silencio incómodo dominaba la habitación. Aunque Erin había apartado a Sofie por consideración, en realidad no había sido así. Sofie tampoco sabía leer entre líneas, así que no entendía lo que Erin quería decir. Era como si estuvieran en longitudes de onda completamente diferentes. Sin embargo, Erin estaba realmente preocupada por Sofie. Si hubiera una forma de transmitirlo…

“Entonces, ¿hay algo con lo que no estés contenta aquí en los Arrivers?” Preguntó Erin, incapaz de soportar el silencio por más tiempo.

“No especialmente.” Informó Sofie en breve. “¿No? Tiene que haber algo. Cualquier cosa.”

“Aquí recibo menos órdenes que cuando servía a la Princesa Leyfa.” “¡Claro que sí! No nos compares con ella.”

“¿Estás hablando mal de Su Alteza?”

“Er, yo, eh… sólo quiero decir que no tiene sentido comparar la vida como caballero de la princesa con la vida en un grupo de exploración de mazmorras. Sí…”

“Ya veo. Les agradezco que me hayan acogido, pero no toleraré el desprecio a Su Alteza.” “Sí, lo siento…” Dijo Erin, agachando la cabeza.

Pana nada estaban en la misma página. Erin tenía que vigilar lo que decía y Sofie tenía que escuchar mejor. Pero esos problemas formaban parte de sus personalidades, y desde luego no eran defectos que pudieran arreglarse de la noche a la mañana. Decidí no decir nada al respecto.

“¿Pero realmente no hay nada? Que te disguste, quiero decir.” Una vez más, Erin fue la primera en romper el incómodo silencio. “Ahora vivimos juntos, así que tiene que haber algo,

¿no? Algo que te moleste.” “¿Algo que me moleste…?”

“Sí. Si hay algo que pueda hacer, sólo dilo.” “Puede haber una cosa.”

Por reflejo, dejé de remover las patatas al oír esa curiosa afirmación y levanté la vista. “¿Quién fue?” Preguntó Erin. “¿Roslia? ¿Neme? ¡Voy a darles una lección!”

“Ellos no.” “¡¿Entonces quién?!” “Note.”

¿De entre toda la gente, era yo? Erin se dio la vuelta para mirarme con sus ojos color rubí. “¿Qué has hecho?”

“Nada que pueda recordar…”

“¡No me digas que le hiciste unas exigencias lascivas a Sofie, sabiendo que no se negaría!” “¡Yo no haría algo así!”

¡Qué acusación tan infundada! Me volví hacia Sofie, enfadado, pero…

“Me he estado preguntando por qué querías que me uniera al grupo, pero ahora por fin lo entiendo. Estabas detrás de mi cuerpo.”

“¡Por favor, no saquen sus propias conclusiones extrañas!”

“Estoy en deuda contigo, Note. Preferiría morir antes que hacer esas cosas contigo, pero no tengo opción si es una orden. Sólo puedo obedecer.”

“¡No obedezcas órdenes así!”

Había superado el punto de exasperación con la resignada aceptación de Sofie de todo. Estaba empezando a tener miedo. Sinceramente, era un alivio que Force hubiera pasado página. ¿Quién sabía lo que el antiguo Force podría haberle pedido a Sofie? Con la seriedad con la que se tomaba todo, podría haberse tomado una de sus bromas al pie de la letra. Si no se hubiera convertido en un tipo decente, la moral de los Arrivers estaría tocando fondo ahora mismo.

“¿Pero prefieres morir, eh…?”

Casi ignoré esa parte, pero fue una elección de palabras particularmente dura. ¿Prefiere morir? ¿De verdad? No era que me interesara Sofie de esa manera. No me interesaba en absoluto ese tipo de relación con ella, pero seguía siendo duro oírlo de una chica…

“No te preocupes. Creo que tengo menos reservas sobre la muerte que la mayoría. Es sólo una medida de lo mucho que lo odiaría.” Me aseguró.

“Eso no me hace sentir mejor.” Era sólo una forma diferente de decir que odiaba la sola idea. No me quedaría ningún Punto de Vida si esta conversación continuaba, así que volví al tema en cuestión. “Entonces, ¿cuál es el problema que tenías conmigo?”

A pesar de estar delante de mí, el objeto de su queja, Sofie habló sin dudar. “La forma en que me tratas.” Dijo.

“¿Eh?”

“Ahora somos miembros del mismo grupo, y de la misma edad. No hay razón para que sigas considerándome como un invitado.”

“Espera, ¿tenemos la misma edad?” Más que su queja, me sorprendió ese bombazo. “Tienes dieciocho años, ¿no?”

“Los tengo… ¿Cómo lo sabes?”

“Te he investigado bajo las órdenes de la Princesa Leyfa.”

Entendía lo que decía, pero aún me costaba procesarlo. Sin embargo, tenía mucho sentido investigar a tus enemigos… Yo había hecho lo mismo cuando llamé a Hugel y Eisha, así que no podía decir nada sobre esa parte.

“Eso significa que también tenemos la misma edad.” Dijo Erin. “¿De verdad?” Preguntó Sofie.

“Bueno, después de todo, tengo la misma edad que Note.”

Huh. Al parecer, la princesa no había investigado a Erin con tanto detalle. Ahora era el turno de Sofie de parecer sorprendida.

“Eso significa que los tres tenemos la misma edad.” Murmuré.

“Eso parece. Razón de más para no ser formal conmigo, Note.” Respondió Sofie. “Sí, está bien…”

En ese caso, dejaría de tratar a Sofie como una invitada en el cuartel general a partir de ahora. Supongo que había cuidado mis modales con ella desde que la conocí como enviada de la princesa. Pero ella tenía razón. Ya no era necesario. Aun así, nunca pensé que alguien que me amenazó por ser irrespetuoso con la princesa me diría que fuera menos respetuoso con ella… Tal vez Sofie había cambiado algo desde que se unió al grupo. Tal vez esto era una prueba de que poco a poco se estaba acercando a nosotros a su manera.

“Tengo que decir que estoy sorprendido.” Confesé. “No pensé que ese sería tu problema conmigo.”

“¿De verdad?”

“Pensé que querías mantener las distancias conmigo.”

“No estoy pidiendo que seamos amigos.” Dijo sin rodeos. “Simplemente no creo que el exceso de formalidad sea apropiado dada nuestra relación y edad. Técnicamente eres mi empleador, así que, en todo caso, debería ser yo el que se someta a ti.”

Sí, esa respuesta estaba completamente fuera de mis expectativas… Ella realmente no había cambiado en absoluto. Ella todavía estaba operando como lo había hecho bajo Leyfa. Seguía disminuyéndose a sí misma al servicio de otra persona. Nada era diferente.

“No, no tienes que hacer eso.” Insistí.

Sofie necesitaría un poco más de tiempo para integrarse con los Arrivers. Esa fue la impresión que me llevé de esta conversación.