Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 5

Capitulo 41: La Vuelta A Casa

Parte 2

“Tengo un mensaje de Su Majestad, Sir Roland. En aras de la

confidencialidad, se me ha ordenado que se lo transmita directamente

en lugar de a través de un mensaje escrito. Aquí está… ‘¡¡Por favor,

vuelve a casa, Hermano Mayor~!!’… Eso es todo.”

¿Qué demonios?

Ah, Roland tiene la cara sobre la mesa… No tenía que parecer tan

decepcionado…

“Ya, ya, no hace falta poner esa cara…”

Roland colgó la cabeza ante el inesperado y patético mensaje de su

hermano. Estaban muy unidos, y era un lindo hermano menor que se

apoyaba en su hermano mayor, así que pensé que debía dejarlo pasar.

Mi hermana menor, Yuki,había confiado en mí para todo tipo de cosas, y yo hacía lo mismo con mi hermano mayor. No era nada de lo que avergonzarse. Era una prueba de su estrecho vínculo.

Oh… ¿Tal vez no le importaba como hermano, pero era impropio

de un rey? Supongo que no podía culparlo…

“… Entonces, ¿qué vas a hacer?”

En realidad, ya sabía lo que haría Roland. Era el hermano del rey,

y su país natal, su hermano, sus criados y su pueblo estaban en peligro.

Si no volvía para ayudarlos ahora, no lo quería en mi grupo. Me

preocupaba más lo que diría Francette. ¿Regresaría con Roland, o

continuaría mi viaje conmigo?

“Lady Kaoru, tengo que pedirle un tiempo libre.” Dijo Francette,

con naturalidad y sin un ápice de duda.

Bueno, eso era lo único correcto que se podía decir allí. Francette

era la prometida de Roland, una aristócrata del reino… y un caballero.

No había nada más que pudiera haber dicho. Roland asintió con esa

misma mirada natural, como si supiera que ella iba a decir exactamente

esas palabras… Sí, lo sabía. Por supuesto que sabía que esa era la clase

de persona que era Francette…

Y así…

“… Entonces iré a la inmobiliaria y al establo para cancelar los

contratos. Está bien vaciar la tienda mañana, ¿verdad? ¿Y puedes

encargarte tú misma de la parte comercial, Kaoru?”

“Sí, claro. Diles que pueden quedarse con el pago de este mes.”

“¡Lo tengo!”

Con eso, Emile se fue. Belle, que sostenía a Layette en sus brazos, también parecía esperar esto.

Todos lo entendieron muy bien.

“¿Eh?”

… excepto esos dos.

“Escucha, los huérfanos bajo mi protección, la gente que me cuidó,

la gente que yo cuidé, y muchos de mis conocidos están viviendo en la

capital. Y quienquiera que esté trabajando con ese sacerdote podrido

que ordenó el ataque a Layette está del lado del enemigo.”

Sí, el “enemigo”… Al supuesto segundo príncipe que había sido

puesto en un pedestal se le podía decir que yo era su aliada, apoyando

su candidatura al trono, pero al diablo con eso. ¡Todos eran mis

enemigos!

“Y…”

“¿Y?”

“Me usaron como herramienta para su complot para tomar el

trono… ¿Creías que les dejaría ir cuando fabricaron un oráculo de la

Diosa y difundieron su retorcido mensaje para su propio beneficio

personal?” Respondí a la respuesta simultánea de Roland y Francette

con la ira hirviendo en mi voz.

Roland y Francette se arrodillaron y bajaron la cabeza. El emisario

hizo lo mismo. Sí, era el momento de volver temporalmente a casa.

“¡Por fin, mi hora de brillar!”

Era la hora de que Ed trabajara por primera vez en un tiempo.

“Tenemos que volver al país donde vivíamos antes de emprender

este viaje, ¡ya! ¿Pueden hacerlo?”

“¡¡¡Claro que sí!!!” Respondieron al unísono las cinco fiables

voces, y nos pusimos en marcha.

Iba a sacar el carruaje cuando nos alejáramos un poco de la ciudad.

Así que, por ahora, sostuve a Layette en mis brazos mientras montaba

a Ed.

Ya habíamos terminado de pagar nuestro saldo en el establo.

“Bien, ¡vamos!”

En casos extremos en los que había que darse prisa… como cuando

los niños del orfanato estaban en peligro… haría cualquier cosa, sin

contenerme.