Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 5

Capitulo 40: Obispo

Francette y yo salimos juntas de la posada y paseamos por la

capital. Yo no llevaba mi traje de doncella, sino ropas que me hacían

parecer algo adinerada. Francette llevaba su traje de doncella porque

así, en comparación de estar con la armadura, le era más fácil moverse,

y llevaba su espada oculta en un recipiente en forma de tubo.

No me molesté en cambiar el color de mi cabello con pociones ni

en ponerme cinta adhesiva bajo los ojos para alterar mi aspecto. Hasta

ahora no había llevado ningún disfraz; si hubiera empezado de repente,

la gente de la Casa Raphael lo habría dejado pasar, pero a los demás

les habría parecido raro. Llevaba un tiempo alrededor de Mariel, así

que mucha gente probablemente ya reconocía mi cara y mi color de

cabello.

Y la razón número uno por la que no llevaba disfraz era porque

quería zanjar ya todo este asunto. Ya nos habíamos quitado de encima

el negocio de Mariel, pero la Tienda de Conveniencia Belle seguía

cerrada, y no teníamos acceso a marisco fresco como en aquella

ciudad.

… Es decir, tenía un montón de mariscos en mi Caja de Objetos,

pero no era lo mismo. Además, se suponía que yo era la criada de

Mariel, así que no podíamos usar la cocina de la posada y empezar a

cocinar platos sólo para nosotros.

Así que, por eso quería acabar con todo esto. De todos modos, esto

pretendía ser un cebo. Un cebo para atraer a los que querían hacer un

movimiento agresivo contra mí, en lugar de Mariel…

Si estaban tramando algo, probablemente tendrían a alguien

vigilando la entrada de la posada. Así, si descubrían a Mariel saliendo,

podrían contactar con ella y actuar como si fuera una coincidencia. Y

si sus sirvientes salían, podrían ponerse en contacto e intentar obtener

información de ellos mediante sobornos o amenazas. Por supuesto,

quienquiera que estuviera detrás enviaría a uno de sus matones en su

lugar, para asegurarse de que su propio nombre no fuera revelado.

Por eso había puesto este cebo para quien estuviera al acecho.

Seguramente informarían de que la doncella de Mariel estaba vestida

de forma muy poco femenina, y acompañada por una doncella propia.

Cualquiera que me conociera… o mejor dicho, al “Ángel de Balmore”,

definitivamente mordería el anzuelo.

Estaba pensando en eso cuando alguien se me acercó.

“Disculpe, ¿puedo hablar con usted un momento?”

La persona que me habló debía tener unos cincuenta años o más.

Era un hombre con sobrepeso y no parecía del tipo combativo. Tenía

un comportamiento apacible y parecía el jefe jubilado de una casa comercial, probablemente casado.

Pero, por supuesto, no bajé la guardia por su apariencia. Los

estafadores tienden a parecer honestos.

Francette utilizaba su mano derecha para meterla en el tubo que

llevaba… Sí, estaba agarrando la empuñadura de la espada oculta en

su interior. No me cabía duda de que si el hombre sacaba repentinamente una hoja del bolsillo del pecho, ella le cortaría los dos brazos antes de que se acercara a mí.

Francette lo sabía, así que no estaba especialmente nerviosa ni nada

por el estilo, pero era posible que tuviera algún truco bajo la manga…

Podía tener una aguja o niebla venenosa oculta en la boca, o podía

intentar hacernos volar junto con él con algún explosivo… También

existía la posibilidad de que hubiera preparado una emboscada, así que

no podíamos bajar la guardia.

“¿Quién eres?”

“Mi nombre es Goscal. He sido enviado aquí a petición del Obispo

Bruce para actuar como mediador con el Ángel. Digo ‘mediador’, por

supuesto, pero mi papel es simplemente traer al Obispo Bruce para su

reunión…”

Inesperadamente, había sido abordada por el Templo de la Diosa

en lugar de un mercader… Pero si estaba contactando conmigo en

lugar de con Mariel, o bien sabía quién era yo o quería ganarse el favor

de uno de los sirvientes de la Casa Raphael… Espera, ¿qué soy,

estúpida? Este tipo me acaba de llamar “Ángel”… Tengo que

recomponerme…

Bueno, tenía sentido que el templo tuviera información más precisa

sobre el incidente de Balmore que un comerciante. Después de todo,

eran una de las partes implicadas. Deben haber sido contactados

directamente por el Templo de la Diosa en el Reino de Balmore. Su

información debía ser mucho más precisa, teniendo en cuenta que los

mercaderes tenían que reconstruir los vagos rumores que les llegaban

de boca en boca. Del mismo modo, el palacio real parecía esforzarse

por reunir información precisa, pero la “información precisa” que

habían obtenido consistía principalmente en rumores o anuncios

oficiales que habían sido publicados por el palacio real de Balmore,

por lo que su información estaba muy manipulada…

Así que, de todos modos.

“En ese caso, por favor, guíe el camino.”

Sí, por supuesto que iba a aceptar la extraña invitación. Ese era el

objetivo de poner el cebo…

“Muchas gracias por venir. Me llamo Bruce y soy obispo.”

El gordo Goscal nos condujo a una posada que era bastante

elegante, aunque de un estatus un poco más bajo que en la que nos

alojábamos. Supuse que si una mujer gritaba en una posada de este

nivel, era muy poco probable que fuera ignorada, independientemente

de que esa mujer fuera o no una huésped con habitación aquí.

Aunque, si ocurriera algo, probablemente serían ellos los que

pidieran ayuda, no yo. Francette podía hacer frente a cualquier

emboscada con sus reflejos superiores, y yo podía usar mi Caja de

Objetos y mis habilidades para crear pociones siempre que me dieran

tiempo para actuar, así que no había nada que no pudiéramos

manejar… Probablemente.

“Soy Kaoru. Ella es una criada… Entonces, ¿qué asuntos tienes

conmigo?”

El hecho de que Francette y Roland viajaran conmigo nunca se

había hecho público. Bueno, supongo que tampoco se había hecho

público el hecho de que me había ido de viaje. En cualquier caso, no

podía mencionar a la temible Fran aquí, teniendo en cuenta que su

nombre era el segundo más conocido en Balmore, junto al nombre del propio reino.

¿Yo? Me conocían como el Ángel, y el nombre “Kaoru” era mucho

menos conocido que el de Francette. No es que eso me molestara o

algo así… ¡Para nada!

De todos modos, decidí presentar a Francette como una criada

normal que casualmente sostenía un dudoso objeto con forma de tubo,

y sólo le di mi propio nombre. El tal Obispo Bruce iba detrás de mí,

sin ningún interés en una criada cualquiera, así que no hubo problema.

¿Quién era este obispo, y qué buscaba…?

“Perdonen que vaya directamente altema principal. A decirverdad,

no soy de este país. Vengo del Reino de Brancott, y estoy aquí en

nombre del palacio real de allí.”

Qué…

Brancott, el reino de donde era ese príncipe heredero acosador… El

templo de allí siempre chocaba con su palacio realpor el poder,al igual

que este país y el Reino de Balmore, por lo que no debería haber

existido un sacerdote que trabajara para el palacio real…

Pero escuché que el estado del Templo de la Diosa en cada país

había cambiado desde la conferencia de paz con Celes, así que no sería

sorprendente que el sistema no fuera como antes… No quería tener

nada que ver con esto si estaba relacionado con ese príncipe heredero,

pero no parecía ser el caso.

Pero me sorprendió que este tipo me hubiera seguido hasta aquí.

Después de todo, ese príncipe acosador se había rendido hace

tiempo… Entonces, ¿qué quería?

“En cuanto al heredero del rey, muchos han expresado su opinión

de que el sabio Príncipe Ghislain es más merecedor del trono que su

enemigo, el Príncipe Fernand. Sin embargo, hay necios que apoyan al

inútil e insolente Príncipe Fernand, espoleando a los disidentes, y nos

preocupamos por el futuro del reino…”

Oh, sólo fue un problema interno… Pudo haber sido un gran problema para los involucrados, pero no significó nada para nadie más.

No importaba quién se convirtiera en rey, realmente no cambiaba las

cosas para los agricultores o los extranjeros… A no ser que ese rey

fuera un absoluto imbécil.

Esto no tenía nada que ver conmigo, seguro, pero había algo que

me molestaba. Parecía que me estaban utilizando como una de las razones de esta lucha interna.

Es cierto que aquel príncipe acosador me había causado muchos

problemas. Pero habían pasado años desde entonces, y según los

rumores, era relativamente respetable en lo que respecta a otros

asuntos, y parecía que no era tan mala opción para ser el próximo rey.

Comparativamente, el segundo príncipe dejaba mucho que desear en

cuanto a inteligencia y personalidad. Se podríadecir queera el objetivo

ideal para que los criados desleales se aprovecharan de él.

Así que parecía que no querían que el príncipe usara mi nombre

para ocupar el trono… Y, sin embargo, parecía que asumían que me

pondría del lado del segundo príncipe, y querían utilizarme por lo

ocurrido en la fiesta del palacio real y por la forma en que había evitado

al acosador desde entonces…

Cuando estaba en la capital real de Balmore, la gente del segundo

príncipe había intentado acercarse a mí, pero yo los había rechazado a

todos. De hecho, les había dicho que la “Kaoru” que provocó aquel

incidente en la fiesta delpalacio realde Brancott y la “Kaoru”conocida

como el Ángel de Balmore eran dos personas diferentes, Alfa y Mifa,

así que no me gustó que se limitasen a ignorar eso y tratasen de

aprovecharse de mí, dando por hecho que las dos Kaorus eran la

misma.

“Y así, nos encantaría que anunciara su apoyo oficial al Príncipe

Ghislain, Lady Ángel…”

Yo había permanecido en silencio, así que el Obispo Bruce siguió

parloteando. ¿Acaso se daba cuenta de que había presumido de

confundir a Alfa con Mifa? Mentir a otras personas era una cosa, pero

¿por qué estaba soltando esas tonterías a la misma persona a la que se

refería?

¿Quizás pensó que mi explicación era una mentira, o que no tenía

información precisa? Hmm…

En cualquier caso, sólo había una respuesta.

“No me interesan los asuntos de las masas humanas.”

“Qué…”

Sí, siempre he tenido la política de no hablar de política, religión,

equipos de béisbol favoritos o ramen. Esas conversaciones nunca

salieron bien.

“¡Tú… siervo del diablo!”

¿Eh? ¿Por qué había cambiado tan rápidamente? Se ha roto con

demasiada facilidad, ¿no crees? Se supone que yo era el mensajero de

la Diosa, ¿no? Claro, no había obtenido la respuesta que esperaba,

¿pero pasó directamente de pedirme amablemente a llamarme siervo

del diablo? Eso era un poco extremo. Algo estaba mal. Era demasiado

antinatural. Era como si eso fuera lo que pensaba de mí todo el tiempo,

y accidentalmente se le escapó su pensamiento…

Ahora que lo pienso, eso me recordó… Hubo algunas personas que

me llamaron así hace mucho tiempo… Sí, eran sacerdotes de la nación

religiosa ahora perdida, Rueda.

“Uno de los de Rueda, ¿eh?”

“¡¿C-Cómo lo has sabido?!”

Vaya, qué idiota…

Probablemente, este tipo siempre estuvo en el lado de los engaños

y nunca había experimentado la veracidad de nada. Después de todo,

no muchos intentarían engañar a un sacerdote en un mundo en el que

su Diosa realmente existía.

“Huyes de Rueda y ahora conspiras para manipular al idiota del

segundo hijo de Brancott. Nunca aprendes, ¿verdad?”

“P-Por qué, tú…”

El enfado del cura llegó a un punto de ebullición cuando me burlé

de él. Parecía que nunca había tenido una pizca de reverencia por mí.

O bien sólo pretendía utilizarme, o tal vez estaba planeando engañarme

de alguna manera, o en realidad estaba tramando encontrar algún hueco para matarme y así no tener que preocuparse más por mí…

“Sea como sea, ¡¡¡muuueeereeeee!!!”

¡Fwsh!

Oh, así que estaba planeando matarme…

Tal vez había decidido actuar por capricho, pero teniendo en cuenta

que llevaba un cuchillo escondido en el bolsillo del pecho,

probablemente lo tenía todo planeado.

“¡¡¡Gyaaaaaa!!!”

El sacerdote gritó, con los ojos desorbitados, mientras miraba las

muñecas cortadas donde antes estaban sus manos. Las manos en

cuestión se encontraban en el suelo, una de las cuales aún agarraba el

cuchillo.

Era un completo aficionado; había sacado lentamente un cuchillo,

me había apuntado y había cargado. Era imposible que Francette dejara

pasar eso sin hacer nada.

“¿P-Pero qué…? ¡¡¡Aaahhhhhh!!!”

Cuando los miembros del personal de la posada entraron corriendo,

Francette ya había envainado su espada y había vuelto a ser una

doncella normal y corriente que sostenía un tubo de aspecto dudoso.

“Parece que este matón ha sido golpeado con el juicio divino. Un

sacerdote que amenazó a una sirvienta de la hija de la Diosa y atacó cuando la sirvienta se negó a obedecer ha sido capturado. Informa como tal al palacio real, al Templo de la Diosa y a la hija de la Diosa. ¡Rápido!”

“¡C-C-C-Como quieras!”

Bien, parecía que la situación estaba controlada con mi movimiento

preventivo para asegurarme de que no iban a montar una escena o

intentar que me arrestaran. De todas formas, el cura no estaba en

condiciones de explicar su versión con todo ese dolor, miedo,

desesperación y confusión. Lo mejor que podía hacer era gritar y

revolcarse hasta que alguien viniera a recogerlo. Ahora, tenía

curiosidad por ver lo buena que era la policía de este país en los

interrogatorios (tortura).

Ah, y el gordo que nos había traído hasta aquí estaba en un rincón

de la habitación, temblando en el suelo. Estaba demasiado asustado por

la mirada de Francette como para pensar en huir.

Bien, Fran, ¡has dominado el arte de la mirada al estilo Nagase!

“… Y eso es lo que pasó.”

Acababa de terminar de explicar lo sucedido a Mariel, Roland, el

resto de nuestro grupo, los guardias reales del palacio y los sacerdotes

y paladines del Templo de la Diosa. Entonces, los guardias reales y los

sacerdotesempezaron a discutirsobre quién iba adetener alculpable…

Es decir, no me importaba quién lo acogiera siempre y cuando me dijeran el resultado de su interrogatorio. Les instruiría a través de Mariel para que lo hicieran cotorrear sobre lo que estaba tramando contra el Ángel, no sólo contra la hija de la Diosa, así que eso también debería estar cubierto.

Si no les decía específicamente que lo hicieran, probablemente no

me enteraría de sus planes de utilizar a la sirvienta (yo) para dañar a la

hija de la Diosa. Después de todo, era probable que su complot tuviera

como objetivo a mí y no a Mariel…

Parecía que su plan era engañarme y utilizarme, y si eso no

funcionaba, eliminarme. Pero nada de eso me importaba. La cuestión

era si eran o no los responsables del ataque a Layette. Eso era lo único

que me importaba ahora mismo.

Al final, la gente del palacio real se llevó al culpable en custodia.

Supongo que era de esperar. El Templo de la Diosa no tenía autoridad

legal en este caso, y esto podría haber acabado convirtiéndose en un

gran asunto, así que no era algo que pudiera dejarse en manos del

templo. No me habría sorprendido que el propio rey hubiera dicho que

quería que su gente se encargara de esta investigación.

Puse las manos cortadas en mi Caja de Objetos antes de que viniera

la gente del templo y del palacio real, y usé una poción para evitar que

las manos siguieran sangrando.

También le dije al culpable: “No menciones nada de que soy el

Ángel. Te referirás estrictamente a mí como la criada de Mariel cuando testifiques. Si te arrepientes y confiesas todo, puede que considere la posibilidad de volver a colocarte las manos.” Así que supuse que las cosas probablemente se arreglarían.

No sería un gran problema si acabara hablando de mí, porque

simplemente me iría a otro país. Como aquella vez que creé una mini

estatua de la diosa que dispensaba pociones y hui…

Sinceramente, quería interrogarle personalmente, pero con el

personal de la posada y otros clientes que empezaban a reunirse a

nuestro alrededor y el hecho de que era probable que la gente del

palacio real y del Templo de la Diosa llegaran pronto, no fue posible.

Qué pena…

Bueno, podía unirme al interrogatorio, dada mi conexión con la

querida hija de la Diosa. Yo era una víctima y estaba directamente

implicada en el incidente, así que si Mariel lo deseaba, nadie iba a

impedirme asistir al interrogatorio de quien pretendía hacerle daño. Si

se daba el caso, sin duda podría pasar hablando directamente con el

rey.

Sí, eso de “hija amada de la Diosa” era muy conveniente. Es decir,

podría hacer lo mismo usando el nombre del Ángel, pero eso

complicaría las cosas más adelante. La hija de la Diosa podría fingir

ignorancia y salirse con la suya, pero al Ángel le lloverían todo tipo de

peticiones.

Decirle a la gente que no era el Ángel no servía de nada, así que ya

había renunciado parcialmente a ello. Talvez no era lo suficientemente pegadizo o claro, pero la Amiga de la Diosa nunca se puso de moda… ¡Maldita sea!

Resultó que, después de todo, no tuve que hablar con el rey. Como

testigo directo del incidente y sirvienta de Mariel, que era el objetivo

del ataque (o eso decíamos), fui invitada a la investigación junto con

Francette. Se trataba estrictamente de una investigación, y elverdadero

interrogatorio tendría lugar más tarde en una sala destinada

específicamente a ese fin. Supongo que ese no era el tipo de cosas que

se deben mostrar a una dama… En mi mente, había decidido que era

un interrogatorio. Podría haber sido realmente una tortura, pero por mi

propio bienestar mental…

De todos modos, me sorprendió ver que el propio rey estaba allí.

Probablemente no se involucraría directamente en la investigación,

pero no podía ignorar el hecho de que la amada hija de la Diosa había

sido arrastrada a una intriga en la capital de su propio país. Si algo salía

mal, podría haber provocado la ira de la Diosa. Sí, de la infame Celes.

Por supuesto que aparecería…

Mientras el investigador hacía varias preguntas, yo intervine y

formulé algunas preguntas propias. Probablemente al investigador no

le gustó, pero no podía hacer las preguntas correctas sin todo el

contexto. Yo era la única que podía preguntar sobre el ataque a Layette

que ocurrió en los dominios del Conde Maslias, o sea, la ciudad donde

se encontraban la villa de Mariel y mi tienda, así como la situación en

Brancott y los detalles sobre los supervivientes de Rueda. Además, me

respondía con urgencia cada vez que le hacía una pregunta, por lo que

hizo que la investigación fuera bastante fluida.

Y así, el rey dejó escapar un suspiro de alivio al saber que su reino

no tenía la culpa, el investigador se preguntaba qué iba a hacer con el

culpable, y nosotros estábamos sumidos en nuestros pensamientos

tratando de averiguar cómo lidiar con esto a continuación…

“Supongo que ya es hora de que nos vayamos…” Dije a todos en

la posada.

Puede que hubiera cosas que tuviera que hacer, pero no necesitaba

estar aquí en la capital para ello. Por ahora, la prioridad era escoltar a

Mariel a su villa en los dominios del Conde Maslias o a su residencia

en sus propios dominios. La villa era probablemente más segura.

Después, me encargaría de los restos de Rueda para asegurarme de que

no volvieran a intentar nada raro. Esa era la única opción que tenía.

“¿Qué? ¿Vamos a huir sin hacer nada?” Preguntó Francette, como

si estuviera sorprendida por lo débil que estaba siendo.

“… Piensa en ello. Esta no es la base del enemigo. Son sólo partes

de sus restos. Por no mencionar que ya lo hemos capturado para que

se encargue de él. Como tal, no estamos huyendo. ¡Estamos

empujando hacia el enemigo para atacar!”

“Ah…” El rostro de Francette se rompió en una sonrisa.

¡¿Cuántas ganas tienes de pelear?!

Según la información que nos había dado el sacerdote, después de

que los sacerdotes corruptos de Rueda se desmoronaran, algunos de

ellos habían reunido sus fondos y los habían convertido en oro, joyas

y costosas piezas de arte, para luego abandonar el país a través de

Balmore y trasladarse al Reino de Brancott. Después, se alejaron hacia

el este y se dividieron entre los que huyeron a otro país del continente

principal y los que echaron raíces en Brancott como forma de planear

su regreso. Algunos de ellos convirtieron sus bienes en dinero para

abrirse camino en el mundo financiero, otros renunciaron a sus

ambiciones para vivir una vida de ocio en la clandestinidad… y otros

planearon unglorioso regresoal mundo dela religión comosacerdotes.

Los que se habían ido al este o se habían escondido estaban bien.

Fuera lo que fuera que hubieran hecho en el pasado, no me interesaba

hacerles nada. No era como si fuera un ciudadano de Rueda o de la

policía. Pero los que buscaban la gloria en Brancott en el mundo de la

religión o las finanzas… iban a ser un problema.

Si hubieran sido honestos y se hubieran anunciado como

supervivientes de Rueda que se habían llevado su dinero y habían

escapado aquí, el marqués de los territorios de Rueda, ahora dentro del

reino de Balmore,habría enviado un equipo para detenerlos y confiscar

sus fondos. Brancott no querría tener problemas con el Reino de

Balmore, o mejor dicho, con la Diosa Celestine, así que probablemente

los habrían entregado sin resistencia.

Así que, naturalmente, estos tipos mantuvieron sus orígenes en

secreto y se inventaron algunas mentiras sobre que eran sacerdotes de

alto rango de un país lejano o sabios que habían estado viviendo en

aislamiento hasta ese momento. Normalmente, nadie los tomaría en

serio…

Como he dicho, “normalmente”. La enorme fortuna que habían

sacado de Rueda era suficiente para anular cualquier sensación de

normalidad.

Uno de las dos únicas amigas que tenía me dijo una vez, al día

siguiente de leer un manga comprado en una tienda de libros usados…

“¡El mundo es todo dinero, zura!”