Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 5

Capitulo 39: Negociaciones

Parte 1

“¡Ah, bienvenidos! ¡Soy el Marqués Cedric!”

El Marqués Cedric era el líder de la facción a la que pertenecían la

Casa Maslias y la Casa Raphael. Pasaba de los sesenta años, lo que

seguía siendo una edad saludable en el Japón moderno, pero aquí se le

consideraba bastante viejo. Su piel también estaba bastante arrugada.

Según el Conde Maslias, el Marqués Cedric había asumido el papel

de líder de la facción, un papel que se había transmitido durante

generaciones, pero no tenía ninguna ambición o empuje particular del

que hablar, y no era más que el organizador de una pequeña y templada

facción con opiniones políticas medias… O lo había sido hasta el mes

pasado.

Había empezado a dejarse llevar desde que la querida hija de la

Diosa Celestine había aparecido en su facción. No sólo era joven,

guapa y soltera, sino que además era la jefa de una casa noble; era

básicamente como sacar un triple yakuman o una escalera real.

No es que buscara conquistar el mundo, pero había empezado a

tramar grandes avances para su facción. No, no estoy diciendo que eso

sea necesariamente algo malo. Como político y líder de una facción, es natural que se esfuerce por conseguir más poder e impulsar las

políticas en las que cree en beneficio de los nobles de su facción y de

su país.

… Al menos, no habría sido un problema si no hubiera implicado

tácticas desagradables como aprovecharse de una niña. Así que ahí lo

tienes.

Y así, ¡el ataque del marqués había comenzado! El marqués no

parecía tener intención de hacerle nada a Mariel en su vejez, pero iba

a intentar acercarla a su nieto y a los aristócratas influyentes de su

facción, y mencionó a esas partes con evidentes intenciones…

Sin embargo, Mariel evadió con elegancia tales invitaciones

diciendo que no estaba preparada para nada de eso, porque todavía

estaba de duelo por la pérdida de su familia, o bien porque necesitaba

centrarse en ordenar la confusión en su dominio primero.

El marqués lanzó palabras a Mariel como lanzas, una tras otra, y

ella esquivó hábilmente cada una en una danza de palabras.

Vaya… ¡No se puede subestimar a estos nobles!

Mariel evadió la invitación del marqués a quedarse en su residencia

a más largo plazo diciendo que necesitaba priorizar el conocimiento de

su dominio después de asumir la jefatura de su casa, pero ni siquiera

ella podía rechazar su petición de conocer a los otros nobles de la

facción, visitar el palacio real o pasar a ver a algunos mercaderes

influyentes. No se trataba de peticiones a Mariel a nivel individual,

sino de peticiones oficiales que formaban parte de sus obligaciones

como jefa de la Casa Raphael.

Y cuando empezara a cumplir con sus deberes a partir de mañana,

no tendría ningún fuego de apoyo del Conde Maslias a su espalda.

“Estoy cansada…”

La batalla finalmente terminó, y sólo entonces se nos permitió salir.

Fue bastante sorprendente que todo lo que Mariel tuvo que decir sobre

todo esto fue que estaba cansada.

“Es importante mantener una buena relación con el marqués. De lo

contrario, Mariel se enfrentaría a toda la facción. Si pierde el escudo

que la sostiene, se vería acosada por todo tipo de adversarios a la

vez…”

El Conde Maslias tenía razón. No podíamos permitirnos

enemistarnos con Maslias Cedric de buenas a primeras. Si sólo hubiera

sido un miembro normal de la facción, tener un desacuerdo personal

con él no habría sido un gran problema. Era común que los aristócratas

tuvieran intereses opuestos, por lo que incluso los de la misma facción

no iban a ser todosamigos entre sí. Sólo había que asegurarse de cuidar

los puntos clave.

… Y acabamos de tratar esa parte.

Ahora sólo teníamosque asegurarnosde complacer a los noblesque

nos trataban favorablemente, y evitar por completo a cualquiera que

pudiera ser potencialmente perjudicial. No es que tuviera algo en

contra de la facción en sí, pero teníamos que mantener las distancias

con cualquiermiembro de la facción que albergaramala voluntad hacia

nosotros. Esto era más bien un problema a nivel individual entre casas

nobles, así que no tenía nada que ver con la facción en su conjunto.

En cualquier caso, el resto dependía de Mariel. No sabía qué

planeaban los aristócratas contrarios y el Marqués Cedric, pero eso no

era una gran preocupación.

… ¿Por qué crees que Francette y yo íbamos a estar al lado de

Mariel?

“Ah, ¡bienvenido! Por favor, por aquí…”

Al día siguiente, nosotros —es decir, el trío formado por Mariel, Francette y yo— fuimos guiados por el Marqués Cedric y sus subordinados y guardias a visitar a los nobles de la facción. Sinceramente, habría sido mucho más rápido si hubiéramos reunido a todos y nos hubiéramos reunido con ellos a la vez.

Ese fue mi proceso de pensamiento, pero aparentemente, eso no

funcionaría porque no habríamos podido hacer mucho más que

intercambiar saludos rápidos. Según ellos, eso habría sido una

verdadera lástima después de invitar a Mariel hasta la capital.

… Eso significaba que estas visitas eran definitivamente para “ese

propósito”. Ya sabes, el que se mencionó dos veces.

“Soy la Vizcondesa Mariel von Raphael. Encantada de

conocerle…”

Todo el mundo sabía ya su nombre, por supuesto, pero era habitual

que se presentara. En cuanto a nosotros, la criada y la guardia, no

necesitábamos hacer nada de eso.

El Marqués Cedric presentó rápidamente a las dos partes, luego

explicó que Mariel había asumido la jefatura de la Casa Raphael e hizo

algunos comentarios sin compromiso acerca de que permanecería en

la facción al igual que sus padres. No mencionó nada sobre la Diosa

en absoluto.

Esa era una conexión que cada uno tenía que hacer por su cuenta.

Esta reunión era simplemente para presentarla como nuevo miembro

de la facción, y no era algo que pudieran perseguir delante delMarqués

Cedric. Este tiempo era para hacer conexiones y establecer relaciones

favorables como miembros de la misma facción, para prepararse para

cuando llegara el momento apropiado. Sólo un tonto haría comentarios

descuidados aquí.

Y tal como había estado haciendo, Mariel se reunió con ellos

pacíficamente y sin incidentes. Quienquiera que haya puesto a esos

bandidos y caballeros en todo ese acto no estaba entre los nobles de

aquí. No habría tenido sentido que alguien con la ventaja de estar en la

misma facción y tener oportunidades reales de reunirse con Mariel de

inmediato corriera tales riesgos. Ése era el tipo de plan que se

inventaría alguien que, de otro modo, no podría reunirse con ella.

… Y ya sabía quién era el culpable.

Los pájaros ya habían seguido en secreto a esos caballeros, pero

como los pájaros no podían leer las palabras de los carteles, les hice

llevar a Emile hasta allí para confirmar el propietario de la mansión.

Pero no me preocupaban demasiado. Sus métodos habían sido un poco solapados, pero no eran especialmente maliciosos ni hostiles.

Aunque habían contratado a los bandidos, era sólo con el propósito

de poner a Mariel en deuda con ellos como medio para acercarse a ella.

No es que tuvieran intención de hacerle daño. Ahora que su plan

original había fracasado, probablemente intentarían ponerse en

contacto con ella de otra manera. Probablemente sería otra táctica algo

solapada, como hacernos sentir que estamos en peligro sin hacernos

daño realmente, y lanzarse al rescate justo después…

Eso no me molestó.

… Pero planeaba enfrentarlos y convencerlos. Si pudiéramos

desenterrar algo de los otros nobles, le daría a Mariel la ventaja que

necesitaba. Honestamente, esto era bastante divertido. Era como un

juego de PVP.

… El verdadero problema era el otro grupo. El grupo que había

contratado a los matones que golpearon a los huérfanos hasta casi

matarlos y que hirieron a Layette. ¡Nunca los perdonaré! Puede que

piensen que se han salido con la suya, pero no voy a dejar que eso

ocurra. ¡El día tiene ojos, y la noche tiene oídos!

“Soy la Vizcondesa Mariel von Raphael. Encantada de

conocerle…” Dijo al siguiente aristócrata.

Esta vez fue un recuento. La introducción fue como las otras,

pero…

“¿He oído que pronto alcanzarás la mayoría de edad, vizcondesa?

Y que has estado recibiendo educación como jefe de tu casa noble

desde que te convertiste abruptamente en heredera y sucesora… Me

parece que debes encontrar un marido, para dar estabilidad a tu casa lo

antes posible. Entonces, ¿tal vez considerarías a mi hijo? Mis hijos

segundo y tercero también son doctos en las formas de administrar un

dominio, ¡así que podrías dejarlo todo en manos de cualquiera de

ellos!”

Sí, esto no era sorprendente, teniendo en cuenta que también tenía

a su mujer y a sus hijos, pero ninguno de los otros aristócratas lo había

hecho tan descaradamente. Los demás se limitaron a mencionar

casualmente que su hijo tenía una edad cercana a la de Mariel, como

mucho.

“Oh, pero hace poco que he perdido a mis padres y a mi hermano,

así que no me atrevo a pensar en eso ahora mismo… Creo que todavía

estaré de luto durante algún tiempo…”

Mariel lanzó uno de sus hechizos de negación que había preparado

de antemano. Todos los aristócratas que se acercaron a ella con el

mencionado enfoque reservado retrocedieron en ese momento.

“¡Ah, pero es precisamente en momentos como éste cuando debes

conseguirte un marido de confianza que se encargue de la gestión de

tus dominios! Así podrás centrarte en tus compromisos políticos para

asegurar la prosperidad de tu familia y tu facción…”

Sí, sí, y con “su familia” se refiere a la de su hijo; es decir, a la suya.

Mariel tenía un increíble valor de nombre como la chica que fue

bendecida y amada por la Diosa, pero incluso sin eso, habría sido una

atractiva candidata al matrimonio.

Si sólo hubiera sido la hija de un vizconde, y no el jefe de la casa

ni el sucesor, habría sido ella la que hubiera buscado una casa para

casarse. Pero como era vizcondesa, otro aristócrata buscaría darle su

segundo o tercer hijo. Y si ella le diera un nieto, la casa pasaría a ser

suya por completo. Después de eso, no le importaría que Mariel

muriera de una enfermedad o en un accidente.

Incluso vino con la ventaja de ser la hija amada de la Diosa. No

había forma de que no estuvieran tras ella. Por no mencionar que un

niño nacido de la amada hija de la Diosa tenía incluso la posibilidad de

casarse con la familia real. De hecho, eso era muy posible.

No es de extrañar que estuvieran tan desesperados por

conseguirla…

“Estoy seguro de que el conde y la Vizcondesa Raphael aún

necesitan tiempo para que las cosas se asienten. Tal vez sería mejor

discutir tales asuntos en otro día…”

El Marqués Cedric decidió intervenir como líder de la facción y

coordinador de esta reunión. Parecía que estaba cumpliendo bien su papel.

“¡Tonterías! La llevarán al templo y al palacio real mañana, ¿no es

así? ¡Claro que tratarán de tomar a la vizcondesa para ellos! Será

mucho más fácil evitar sus intentos si decimos que ya está

comprometida.”

… Parecía que el conde no tenía intención de retroceder. No se

equivocaba. El palacio real y el Templo de la Diosa podían, en efecto,

intentar acoger a Mariel directamente, lo que era mucho más rápido y

eficaz que esperar a que tuviera una hija. Era comprensible que el

conde estuviera preocupado. Pero eso no significaba que tuviera

ninguna obligación de casarse con el hijo del conde.

“Oh, por favor, no te preocupes por eso. No tengo intención de

casarme con nadie del Templo de la Diosa, ni con nadie del palacio

real, ni con tus hijos.”

“¡No debes decir cosas tan egoístas! ¡Es el deber de una hija noble

casarse por el bien de su casa! Independientemente de tu propia

voluntad, debes casarte con quien sea el jefe de la casa…”

“Sí, y tengo la intención de hacerlo… Como jefe de mi casa,

decidiré con quién casarme.”

El conde se quedó parado, dándose cuenta de lo que había dicho.

Sí, había metido la pata.

“¡Uh, perocomo aún noeresmayor deedad,debes obedecer allíder

de tu facción, el Marqués Cedric! ¡¿No es así, Marqués?!”

Me estaba empezando a molestar mucho la persistencia de este

conde.

… Pero parecía que Mariel se estaba molestando aún más que yo.

Había una sonrisa en su rostro, pero… Digamos que pude ver cómo le

salía una vena en la sien. Entonces, Mariel dobló su dedo índice

derecho con un repetido movimiento de señalización.

… Era la señal que significaba: “¡Atrápenlo!”

Oh, Mariel, si insistes… ¡Aquí va, Ira de la Diosa!

¡Boom! ¡Pum! ¡Bam!

De repente, los jarrones y adornos de los muebles estallaron y se

hicieron pedazos.

“¡Aaahhhhhh!”

El marqués, el conde, la mujer del conde y sus dos hijos se lanzaron

del sofá y rodaron detrás de nosotros, lejos de la explosión. Mariel se

levantó rápidamente, miró unos treinta grados hacia el aire, juntó las

manos delante de ella y gritó.

“Por favor, Diosa, no es necesario asesinar a toda la familia del

conde o destruir sus dominios por esto… Aun no es el momento para

tales medidas…”

“G… ¿G? ¡¡¡Gyaaaaaaagh!!!”

Sí, Mariel no había venido a provocar ningún incendio. De hecho,

todo lo contrario; había venido a la capital para apagar

preventivamente cualquier conmoción o problema mientras aún

empezaba a arder. Y su método para apagar incendios era…

Bueno, ¿conoces cómo se apagan los incendios en los campos de

petróleo? Meten un poco de dinamita y hacen estallar las llamas con la

explosión.

“…” El Marqués Cedric se sentó en silencio durante nuestro viaje en carruaje a la mansión del noble de la siguiente facción, con aspecto pálido.

Es decir, acababa de ver de primera mano lo que ocurría cuando se

intentaba obligar a Mariel a hacer algo que no quería. Probablemente

se alababa a sí mismo por no haber hecho nada parecido durante su

encuentro de ayer, y probablemente rezaba para que las visitas de

mañana al templo y al palacio real transcurrieran sin incidentes, o para

que al menos pudiera superarlas sin problemas.

Terminamos el resto de las reuniones sin ningún problema, y por

alguna razón los aristócratas que llevaban a sus hijos ni siquiera

sacaron el tema del matrimonio o del compromiso. No sabía si eso

tenía que ver con el hecho de que el Marqués Cedric había apartado a

uno de los guardias montados y le había susurrado algo, poco antes de

que ese guardia se fuera a algún lugar tan rápido como pudiera. Sí.

Al día siguiente…

Era un día doble, con la visita al Templo de la Diosa por la mañana

y al palacio real por la tarde. O tal vez era un partido doble irregular,

ya que el equipo enemigo iba a cambiar a mitad de camino. Y este era

un partido fuera de casa, no un partido en casa. Pero como juego, no

era como si la suma de los intereses de todos sumara cero; en otras

palabras, la cantidad del pastel que se repartiría no estaba

predeterminada, así que no era un juego de suma cero.

… Así que había maneras de que todos pudieran terminar felices,

pero también había maneras de que todos pudieran terminar infelices.

Sin embargo, eso excluía a Mariel. Tal vez no era apropiado comparar

esto con un juego, pero Mariel era más bien una empleada de la

empresa que dirigía el juego, más que una jugadora, así que no podía

perder.

La visita al palacio real sería más tarde porque ayer ya habíamos

visitado a los nobles de la facción, así que hoy podríamos dar prioridad

al templo y alegar que habíamos empezado por abajo y subido hasta

arriba.

Por otro lado, podíamos decirle al templo que les habíamos dado

prioridad sobre el palacio real. Se notaba que el Marqués Cedric lo

había pensado bien. Normalmente no tendríamos que preocuparnos

por estas cosas, pero como se trataba de la hija amada de la Diosa,

había que tener en cuenta todo tipo de cosas, como la dinámica del

poder. No era fácil ser un adulto trabajador, y un gerente de nivel

medio…

En cualquier caso, llegamos al Templo de la Diosa.

La pregunta era: ¿qué clase de posición consideraba el templo que

ocupaba la querida hija de la Diosa? ¿La veían sólo como una chica

que acababa de recibir la bendición de la Diosa, y por tanto la

consideraban inferior a un sacerdote? ¿O era como la Diosa y el Ángel,

que estaban por encima de los sacerdotes, que al fin y al cabo eran meramente humanos? ¿Y cómo afectaba el hecho de que fuera una aristócrata al sistema de clasificación del templo?

Sólo he interpretado el papel de una Diosa y del Ángel, así que no

sabía mucho sobre sus supuestos hijos amados. No era que Mariel

conociera a nadie así, así que tampoco lo sabía.