Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 15

Capítulo 4: Desesperación, o un Objetivo Revelado. Artificial_Disaster

Parte 2

Akikawa Mie no pudo concentrarse en sus clases de la tarde.

Debió haber estado presionando con demasiada fuerza porque seguía rompiendo la punta de su lapicero. No podía recordar cuántas veces había cambiado la punta. El flujo del tiempo parecía tan, tan, tan, tan lento, pero ni siquiera la mitad del material en la pizarra había llegado a su cabeza. Lo había escrito todo en sus notas, pero no podía entenderlo incluso al leerlo con su propia letra. Era tan malo que tuvo que fruncir el ceño y preguntarse si la clase siempre había sido así.

Cuando la escuela terminó, todo estaba teñido en tonos de naranja.

Dejó escapar un profundo suspiro y finalmente se levantó de su escritorio.

— Supongo que debería ir a casa.

Estaba preocupada por la presidenta para quien normalmente preparaba un almuerzo y prácticamente cuidaba, pero decidió que podría haber estado exagerando esto. Después de todo, habían estado comiendo el almuerzo en la azotea cuando una chica impermeable desnuda había irrumpido y tiró a un lado al chico que llevaba sobre su hombro, así que por supuesto la presidenta había entrado en pánico. Incluso si había estado pensando con suficiente claridad para saber que tenía que decirle al consejo estudiantil y los maestros sobre la intrusa (que era el tipo de trabajo del consejo estudiantil con el que Akikawa Mie normalmente ayudaría), podía haber habido demasiado en su mente para pensar en su rutina normal del almuerzo.

Después de entrar al pasillo, Akikawa Mie miró casualmente por la ventana.

El almuerzo había terminado hace mucho, así que la pila de bolsas de basura en basurero de la parte trasera estaba alcanzado su punto máximo. No hace falta decir que era gracias a la basura de los panes, almuerzos, y bebidas comprados en la tienda escolar. Los botes de basura estaban normalmente llenos al final del almuerzo, así que la basura era usualmente llevaba al basurero entonces en lugar de esperar a la limpieza después de clases.

Pero nada de eso importaba.

Ella estaba interesada en la silueta de una chica pequeña que vio en el basurero.

Probablemente era la presidenta del consejo estudiantil.

— …

Akikawa Mie puso sus manos en el alféizar de la ventana, miró al basurero a través del cristal, y asintió. Se puso sus zapatos de cuero en los casilleros de zapatos y luego rodeó hacia la parte trasera.

La presidenta con su largo pelo negro y enorme cinta la notó rápidamente.

Se limpió el sudor de su frente con el brazo de su suéter ya que los gruesos guantes de plástico no llegaban allí, y mostró una sonrisa despreocupada.

— Oh, si no es Mie-chan. ¿Qué te trae por aquí? Fue tu día de sacar la…no, creo que no.

— No, no lo fue.

Akikawa respondió normalmente.

Excepto…

— ¿Qué haces tú aquí, Onee-chan?

— Ahaha. Soy la presidenta del consejo estudiantil, ¿sabes? Separar la basura puede ser bastante aterrador. Algunos niños tiran latas de aerosol y hojas de cúter rotas, así que un recolector descuidado podría salir herido.

— Cierto.

Akikawa Mie pensó que era una maravillosa forma de pensar.

Las noticias de televisión a veces mencionaban recolectores que perdían un dedo, así que pensaba que era realmente increíble que esta chica estuviera revisando la basura todos los días para evitar esos accidentes.

Sin embargo…

— Pero Onee-chan, no estabas separando la basura.

— ¿…De qué estás hablando?

— Se puede ver esta zona desde el pasillo de la secundaria. Estuve observando por casi media hora, pero no abriste una sola bolsa de basura.

Después de ver que las cosas se detuvieron momentáneamente, Akikawa Mie había confiado en su sensación de que algo estaba mal.

Y había hecho su ataque.

Media hora era una mentira. Solo había observado por dos minutos.

Pero la presidenta lo tomó como una certeza y un retraso entró en su suave discurso como una aguja saltando sobre un viejo disco.

— Oh, vamos. Ni siquiera la presidenta del consejo estudiantil puede revisar toda esta basura abriendo cada bolsa. La mayoría de las cosas peligrosas como latas de spray para el cabello y hojas de cúter son de metal, ¿verdad? Por eso utilizo un detector portátil de metales para…

— Claro. – no dejó terminar a la chica. – Pero ¿no es eso inútil? Tú misma lo dijiste, Onee-chan, la mayoría de las cosas peligrosas son de metal.

— ¿Qué tiene?

— La mayoría. Eso significa que no estás eliminando el 100% del peligro. ¿Qué pasa con las estacas de madera? ¿O algo de plástico? ¿O un vaso roto? Esas cosas pueden atravesar la bolsa y herir los dedos del recolector igualmente. ¿Por qué te comprometes allí? Si realmente estuvieras utilizando tu tiempo después de clases por preocupación por los recolectores, creo que tratarías de ser lo más cuidadosa posible.

— …

— Y si estás dispuesta a dejar que un recolector salga herido debido a tu compromiso, ni siquiera pensarías en quedarte atrás para trabajar después de clases.

En ese caso, ¿por qué estaba aquí la presidenta?

No había demasiadas ventajas en visitar y pasar el tiempo en el basurero. Las personas normalmente se esforzaban para mantenerse lejos.

¿Pero no había otra manera de verlo?

Si todos se esforzaban para mantenerse lejos, ¿no sería el mejor lugar para esconder algo?

¿Y si era algo que requería visitar periódicamente para revisarlo?

Akikawa Mie sintió su corazón latir increíblemente fuerte.

Estaba aún más fuera de control que durante su aventura con el diamante líquido.

La “presidenta” no estaba interesada en el basurero. La basura sería un mal camuflaje ya que los recolectores se llevarían todo para el día siguiente.

Pero había algo más allí.

Algo más sobresalía además de las grandes pilas de basura. Ya no se utilizaba. Era una caja de metal oxidado. Estaba envuelto con gruesas cadenas y cerrado con un candado simple.

— Hey, ¿Onee-chan?

— ¿…Qué pasa?

— Qué hay dentro del incinera…

— ¿Mie-chan?

En ese instante, Akikawa Mie no solo sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sintió un impacto que pareció romper su columna directamente.

La “presidenta” en realidad no había hecho nada.

Ella simplemente había sonreído en la puesta del sol.

Y sin embargo el sudor bajaba por el cuerpo de Akikawa Mie. De repente se dio cuenta de que estaban solas en el basurero desierto. Eso significaba que nadie estaba viendo.

La “presidenta” había mencionado la posibilidad de cosas peligrosas mezcladas con la basura. ¿Pero y si habían sido colocadas intencionalmente en vez de por accidente? ¿Y si algunas bolsas llenas de cuchillas o explosivos estaban mezcladas “por si acaso”? De hecho, no se necesitaban armas obvias. La basura estaba apilada más alto que ellas. Si las pilas colapsaban, podría ser enterrada viva. Y si eso sucedía, ¿quién sospecharía de juego sucio? La “presidenta” solo necesitaba taparse la cara con las manos y decirles a todos lo que había sucedido. Solo tenía que decir que un estudiante estaba jugando en el basurero a pesar de todas las advertencias de no hacerlo y un desafortunado accidente se había producido.

Eso era todo lo que tenía que hacer.

Eso era todo lo que tendría que hacer.

— Hey, ¿Mie-chan?

— …

La presión de la sonrisa de la “presidenta” se acercó.

Akikawa Mie inconscientemente dio un paso atrás de esa sonrisa.

— El incinerador es “peligroso”, así que no lo toques, ¿de acuerdo? Incluso si está encadenado y con candado, todavía puedes abrirlo unos centímetros, lo que es suficiente para que se atoren tus dedos. Y con todo ese óxido, existe el peligro del tétanos.

Probablemente era una sonrisa perfecta.

En circunstancias normales, cualquiera habría sido engañado por ella.

Akikawa Mie incluso se preguntó si no estaba sospechando demasiado y pensando de más.

Pero luego tragó saliva.

¿Quién fue el que había llamado a la puesta del sol la “hora mágica” en la cinematografía? Akikawa Mie no tenía forma de saber ya que tenía poco conocimiento sobre películas, pero todavía recibió los beneficios de sus efectos.

La puesta del sol proporcionó un tono único de iluminación y lanzó una sombra muy profunda sobre las facciones de esa cara.

Puede haber sido por eso que sintió algo tremendamente mal, como si hubiera algo tirando en esa piel desde debajo de la sonrisa despreocupada.

— Mie-chan.

Un “ah” escapó de su garganta.

Ni siquiera fue una voz.

— Miiie-chan, ¿puedes prometérmelo?

— ¿¿¿¡¡¡…!!!???

No había nada que pudiera hacer.

Una vez que su miedo llegó al límite, la mente racional de Akikawa Mie estalló. Se dio la vuelta y empezó a correr. Trató de alejarse lo más posible de ese basurero, ese incinerador, y esa figura que había “visto” en esa persona familiar.

No podía soportarlo.

¡¡No podía soportarlo, no podía soportarlo, no podía soportarlo!!

No podía soportar su impotencia. No podía soportar su incapacidad para arrancar las cadenas y el candado en el incinerador. No podía soportar que su intención de investigar esa caja oxidada hubiera sido rota solo por alguien mirándola.

(¿Quién es?)

Una vez que hizo la pregunta en su corazón, más preguntas estallaron.

Alguien estaba fingiendo ser la presidenta. Alguien se había escabullido en la escuela. ¿Entonces dónde estaba la verdadera? ¿Dónde estaba el lindo animalito de presidenta que temía los aditivos alimentarios pero también temía la intoxicación alimentaria?

Una visión creció rápidamente en su cabeza.

Era del incinerado encadenado y con candado que podría contener cualquier cosa.

(¿¡Quién es!?)

Una voz inocente pareció golpear su espalda.

— Mie-chaaaan, estoy esperando mi almuerzo de mañana. (¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!) Algo surgió en su mente.

Ella corrió y corrió y corrió y corrió y corrió y corrió y corrió y corrió.

Lo siguiente que supo fue que había dejado los terrenos de la escuela y estaba sin aliento mientras se apoyaba contra una turbina eólica.

El contenido de su estómago casi se unió a las respiraciones pesadas que salían por su boca, pero contuvo desesperadamente las ganas de vomitar siendo dolorosamente consciente de su cuerpo cubierto de sudor desagradablemente.

Mientras tanto, murmuró para sí misma.

Movió sus labios y lanzó las palabras al mundo en lugar de mantenerlas encerradas en su corazón.

— ¿Quién es?

Tenía que revelar esa fuente de todo.

Tenía que recuperar su vida normal.

Pero como una chica normal de secundaria, era consciente de lo normal que era. Si se enfrentaba a una distorsión tan grande por su cuenta, sabía muy bien que solo se convertiría en la siguiente pobre víctima.

¿Qué importaba ayudar al consejo estudiantil?

¿Cuál buena era una aventura con un diamante líquido que vale seis billones de yenes?

Sus actividades pasadas pueden haber sido suficiente para borrar el silencio incómodo en un ascensor, pero no eran un arma que podría ayudarla a escapar de esta crisis. Ella no tenía nada con un lado anormal oculto.

¿Pero entonces quién sí?

¿Había alguien cerca que la escuchara y en quien pudiera confiar?

Los compañeros de clase y amigos en el directorio de su teléfono no iban a ayudar. ¿Qué había de Anti-Skill o Judgment? Eran demasiado normal. De hecho, no podía imaginar cómo podría explicar el problema en su mente para que pudieran entender. ¿Qué había del consejo estudiantil? Ella los respetaba, pero ellos no parecían del tipo que dejaba las vías normales, corrían por la noche, y combatían la oscuridad.

Al final, solo dos candidatos aparecieron en su mente.

La propia Akikawa Mie no podía explicar cómo los había decidido.

Pero había visto algo diferente en ellos. Parecían que se movían libremente en un lugar retirado de las vías normales.

Si iba a confiar en sus instintos, entonces había dos personas con las que podía discutir esto.

Tenía que ser Kamijou Touma o Kamisato Kakeru.