Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 15

Capítulo 4: Desesperación, o un Objetivo Revelado. Artificial_Disaster

Parte 1

La cabeza de Akikawa Mie estaba llena de preguntas.

Como siempre, había hecho un almuerzo para su vieja amiga, la presidenta del consejo estudiantil, y las dos habían estado comiendo su almuerzo en la azotea. Una persona sospechosa había saltado desde un edificio cercano, pero eso no fue lo que la había sorprendido más.

“¿¡Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeek!? ¡¡M-M-Mie-chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan!!”

Esa parte estuvo bien.

Esa senpai extremadamente pequeña siempre decía algo así cuando entraba en pánico.

“¡Tú no tienes que involucrarte en algo como esto, Mie-chan! T-tengo que demostrar mi dignidad como la presidenta del consejo estudiantil…”

Esa parte también estuvo bien.

Ella siempre tenía la costumbre de actuar valiente y tratar de parecer grande (especialmente frente a personas más jóvenes como Akikawa Mie).

“¡¡T-te daré mi salchicha de pulpo, así que por favor perdona a Mie-chan!!

(Eso es.)

Akikawa Mie bajó la cabeza un poco cuando se dio cuenta de lo que había sonado extraño.

La presidenta no había sido quien hizo el almuerzo. Akikawa Mie lo había hecho para ella. Aunque casi la mitad de él fue hecho a mano por su madre y la otra mitad eran casi solo alimentos congelados calentados en microondas. La presidenta siempre había temido tanto los aditivos alimentarios que Akikawa Mie había sentido que pensaba demasiado las cosas, pero eso significaba que tenía problemas con carnes procesadas baratas como esas salchichas de pulpo.

Pero…

(¿Ella realmente diría eso?)

Fue más allá de gustar o disgustar.

¿Ella realmente había sido el tipo de persona que renuncia al almuerzo que alguien había hecho para ella solo porque se sentía un poco amenazada?)

(Algo sobre eso se siente…extraño. Esperaría que dijera algo como: “no te dejaré tocar el almuerzo que Mie-chan hizo para mí”.)

— ¿Mie-chan?

— …

Los hombros de Akikawa Mie saltaron un poco.

Ella debe haber perdido el control de su propio estado mental si reaccionó así ante la pequeña presidenta que estaba a un metro de ella.

La presidenta tenía que estar bastante asustada también.

Si su mente había quedado en blanco, no era sorprendente que hiciera algo que no parecía seguir sus patrones de pensamiento normales.

— He…Hehe. ¡Las cosas están volviéndose muy emocionantes por aquí, pero es el trabajo del consejo estudiantil manejar problemas así! Así que no te preocupes por esto y ve a tus clases de la tarde, Mie-chan.

— ¿Eh? Oh, claro.

— Necesito reportar esto y compartir mi información con todos. ¡Si actúo sola y soy atacada, nadie sabrá lo que está pasando! ¡Ahora, bien, Mie-chan! ¡Gracias por el almuerzo! ¡¡Vavroom!!

Akikawa Mie suspiró mientras veía a la pequeña presidenta dejar la azotea mientras daba su propio efecto de sonido.

Recogió las dos loncheras vacías y pensó en dirigirse a su salón, pero… — Oh…

El viento se llevó la taza de plástico usada para contener la pequeña porción de gratinado. Voló sobre la valla, así que no había nada que pudiera hacer. La siguió con los ojos y terminó mirando al patio detrás de la escuela, pero pronto volvió a las loncheras. Cerró las tapaderas y las colocó en sus envoltorios de tela.

(Ella no mencionó su té después de comer, ¿verdad? Pero siempre deja un poco en la botella de agua.)

Akikawa Mie se levantó lentamente y volvió a mirar detrás de la escuela de nuevo.

Podía ver el estacionamiento de la facultad y el basurero compartido por la secundaria y la preparatoria.

Y el incinerador cerrado.

***

Asesina en Masa Salomé había medio amenazado a Kamijou diciéndole que se asegurara de que su clase y las demás personas que conocía estuvieran actuando normalmente.

Ahora estaba caminando por el pasillo aún desconocido de esta nueva escuela.

Se acercaba el fin de la hora del almuerzo, así que la lucha por las mejores comidas habría terminado y todos estarían libres. Normalmente habría encontrado un ánimo relajado en el salón, pero hoy parecía diferente. Para cuando estuvo cerca del salón, ya podía oír la charla animada desde dentro.

Aogami Pierce y algunos otros chicos habían formado un círculo, así que le habló a su amigo.

— ¿Qué pasa, Aogami? No te he visto tan emocionado desde que nos preparábamos para el Daihaseisai o el Ichihanaransai.

— Oh, justo a tiempo, Kami-yan. Estaba pensando en contactarte.

— …Por cierto, ¿cómo fue la asistencia?

— Sorprendentemente bien, en realidad. Todos lo aceptaron sin pensarlo dos veces.

— ¡¡Gracias a dios!!

— Por supuesto, eso significa que nadie notó que no estabas, incluso en este pequeño salón.

— ¿Cómo puedo sentirme tan feliz y triste al mismo tiempo?

A poca distancia, Fukiyose Seiri, la compañera con su característico largo pelo negro y frente (y pechos gigantes), se llevó una mano a la frente y negó con la cabeza.

— ¿?

— Este no es momento para preocuparse por las chicas, Kami-yan. Nosotros somos los únicos que pueden entender el valor de este gran evento.

— ¿De qué se trata esto de todos modos?

— Es un secreto.

Aogami Pierce se inclinó hacia adelante con tal felicidad que claramente no pensaba mantenerlo en secreto.

Continuó con una sonrisa.

— ¿Sabías que hay un incinerador detrás de la escuela que ya nadie utiliza?

— ¿Qué?…No, espera. No me digas…

— Parece que lo has oído. ¡Así es! A veces las compras precipitadas de nuestra juventud solo llevan a la decepción pero han entrado en una zona tan bizarra que solo tirarlas sería demasiado arriesgado. ¡Así que si tenemos una revista a todo color o si tenemos una muñeca tamaño natural o una almohada extra larga para ser nuestra compañera de entrenamiento nocturno, podemos escabullirnos y quemarlos en el incinerador! Solo desearía que nos hubieran dicho sobre esto antes. ¡En Roma haz como los romanos! Pensamos tomar el relevo de las tradiciones de este nuevo mundo y deshacernos de algunas cosas que nos gustaría desechar.

— ………………………………………………………………………………………….………………………….…………………………………………………………

Kamijou estaba en una crisis gracias a la facción Kamisato y el monstruo conocido como Asesina en Masa Salomé que al parecer era la hermana de Kamisato, pero este lugar tranquilo había permanecido totalmente pacífico.

Excepto…

¿No la Presidenta Jumpy Bunny había dicho que era una mala idea?

— Espera. ¿No eso llevará a ser acusados de entrada ilegal y tentativa de incendio? ¿No dejará algunos registros oficiales vergonzosos y fácilmente investigables que hacen que uno se pregunte cómo podría haber sucedido?

— Amigo, este realmente era un punto ciego para mí.

Aogami Pierce juntó las manos detrás de su cabeza, se reclinó en su silla, y habló completamente casual.

— Me alegra que ese tal Kamisato Kakeru sea mucho más travieso de lo que parece.

Las mejillas de Kamijou se retorcieron extrañamente.

¿Qué era esto?

¿Por qué el nombre de ese chico apareció aquí? ¿Por qué aquí en este salón común que no tenía nada que ver con conflictos entre la ciencia y la magia, los deseos de los Dioses Mágicos, o las dos manos derechas?

— Espera.

— ¿Qué pasa, Kami-yan?

— ¡Espera! ¿¡Estás diciendo que Kamisato sugirió esto!?

Alzó la voz sin pensar, así que Aogami Pierce y el resto de la clase lo miraron extraño.

Él estaba siendo tratado como el extraño por sentir el peligro aquí.

(¿Qué significa eso? ¿Está planeando algo conectado a ese incinerador de aspecto relativamente inofensivo? Entrada ilegal y tentativa de incendio. ¿Está tratando de hacer que mis compañeros tomen una mala decisión y arruinar su reputación?)

Pero esto iba más allá de eso.

Medio día antes, el propio Kamijou podría haber pensado que sospechaba demasiado, pero ahora Kamisato Kakeru lo había engañado y trató de matarlo seriamente. No era momento para confiar en nada que dijera ese chico.

Había algo allí.

Tal como había fingido estar del lado de Kamijou para atraerlo y atacarlo en grupo para matarlo, había algo oculto en este giro de eventos que parecía poco importante.

Un sudor desagradable cubrió su frente, pero Aogami Pierce y los otros chicos lo ignoraron y continuaron su planificación.

— Las cámaras y guardias están colocados más o menos así…

— Sobre la llave del candado del incinerador, tienen pasta para dentaduras en la farmacia de en frente, ¿no podríamos crear un molde con eso y hacer una llave de repuesto?

— Colarse en la escuela por la noche es muy emocionante. Es como otro mundo, pero está tan cerca…

Kamijou no podía creerlo.

El plan en sí puede haber sido similar a reunirse en la noche para prender algunos fuegos artificiales, pero estaban planeando crímenes reales: entrada ilegal y tentativa de incendio. No, si algunas chispas volaban y prendían fuego a la escuela, la parte de “tentativa” desaparecería. Normalmente, podrían discutir este tipo de cosas como hipotéticas o “qué tal si”, pero nunca lo harían realmente.

Sin embargo, habían perdido su autocontrol.

No tenía ninguna base real, pero Kamijou sentía que no podía dejarlos hacer esto. Tenía la sensación de que esto terminaría yendo más allá de simplemente quemar algunas revistas indeseadas en el incinerador.

— Hey. – dijo. – ¡Realmente creo que esto es una mala idea!

— ¿Por qué?

— Porque si algo sale mal, nadie va a ayudarlos. Si son atrapados, Anti-Skill los buscará. ¡¡No sería divertido si terminaran suspendidos por algo tan estúpido!!

— Y es por eso que estamos planeándolo tan cuidadosamente. No seremos atrapados, así que todo estará bien.

— ¡Ese no es el problema!

— Hemos revisado la seguridad. El transformador se encuentra en un edificio exterior, así que podemos apagarlo antes de subir la valla. Y podemos pasar el candado con una llave de repuesto…Ves, nada de qué preocuparse.

Su plan estaba al nivel de decir qué harían si terroristas atacaban la escuela. Podían imaginarlo en sus cabezas, pero las cosas iban a salir mal cuando lo intentaran realmente.

— Espera. ¡Es imposible que puedan hacer una llave de repuesto! ¿¡Y qué quieres decir con apagar el transformador!? Definitivamente activarán algún tipo de alarma cuando hagan eso. ¡¡Esto no va a funcionar!!

Trató desesperadamente de detenerlos, pero fue inútil.

Aogami Pierce y los demás solo inclinaron las cabezas en un ángulo más profundo. Incluso las chicas que no estaban directamente involucradas lo miraron con fastidio.

Entonces alguien en el grupo hizo un comentario.

— Deja de arruinar nuestra diversión, aguafiestas.

Kamijou lentamente; realmente lentamente; miró alrededor del salón.

Todo ya se veía igual que siempre. Sus compañeros de siempre charlaban amigablemente y nadie envió ninguna mirada definitiva de malicia en su dirección.

Pero alguien lo había dicho.

La avalancha de voces perdió todo significado. Simplemente lo rodeó como un sólido muro de ruido.

(¿…Huh?)

No entendía.

Un sudor desagradable se juntó en sus manos.

(¿La clase…y ellos…siempre han sido tan distantes?)

Así era como se sentían ahora.

Y un momento después…

— ¿No te lo dije? Este lugar huele como ese maldito estúpido harem Kamisato. Alguien de repente entró bruscamente en la clase normal.

Era una chica de cabello plateado con dos impermeables puestos directamente sobre su piel desnuda que mostraba el contraste de líneas de bronceado de traje de baño. Ya había reacomodado su cabello, así que estaba enrollado como discos o cuernos de demonio bajo la capucha translúcida. De cualquier forma que lo hubiera hecho, su brazo arrancado había vuelto a la normalidad.

— Ha estado ocupado en su corto tiempo aquí, ¿no crees? Es como mirar dentro de la boca de un niño con una tonelada de caries. Simplemente espeluznante. Si pueden volver a la normalidad o no depende honestamente de su orgullo.

— ¿H-hey, Kamijou? Ella es una amiga t…

Un compañero habló vacilante mientras miraba a la verdadera forastera que era Asesina en Masa Salomé, pero su voz se detuvo.

Eso fue porque Salomé había agarrado su garganta con una mano.

— Cierra la boca, bastardo cubierto de azúcar.

— ¿¡…Gah…!?

— Te dejaste ser influenciado tan fácilmente, desechaste tus ideales del bien y el mal, y abandonaste toda responsabilidad. ¿Sabes a quiénes odio más? A las personas que siguen gritando: “Nosotros no lo pedimos. Hasta que ganemos”, para aplicar presión a sus vecinos, pero de repente afirman que nunca había querido la guerra en primer lugar en cuanto la época cambia. Y esos son ustedes, bastardos podridos cubiertos de azúcar. ¿Realmente entiendes lo que significa molestar a una asesina en masa como yo?

— Gbh… ¡E-ese no fui…yo…!

— No fui yo. En otras palabras, sabes quién lo dijo y te reíste también. Patético. ¿Por qué sigues vivo siquiera? ¿Puedes decirme una cosa? Kamisato Kakeru fue quien te hizo así, pero ¿alguna vez te pidió vivir?

— ¡¡Hey!!

Cuando vio el rostro de su compañero poniéndose rojo mientras colgaba del brazo de Salomé, Kamijou agarró frenéticamente ese brazo.

La chica impermeable se encogió de hombros y lo soltó fácilmente, pero puso una sonrisa malvada al hacerlo.

— Qué benevolente de tu parte…Pero no te equivoques. Nadie va a agradecerte por esto. ¿Realmente crees que sus cerebros cubiertos de azúcar son capaces de pensar en ese nivel?

Mirar a una forastera como Salomé era más fácil para él, así que Kamijou no miró atrás.

Sabía muy bien que su habitual vida soleada solo le traería dolor ahora.

Exhaló y habló.

— Salgamos.

— Bien conmigo. Acabo de hacer mi nuevo brazo y no lo he roto aún. Si sigo viento a estos espeluznantes bastardos cubiertos de azúcar podría simplemente matar a uno de ellos.

Salió al pasillo con la chica impermeable y luego le gritó.

— ¿¡Por qué adoras tanto estas sola, chica loca!?

— Recuerda esto: el primer paso hacia la locura es dejar de preocuparte de lo que otras personas piensan de ti. Esa es la clase de persona que soy. – se rio Salomé. – Como sea, debes haber notado cómo han cambiado. Me estaba emocionando pensado que podríamos bloquear las entradas y salidas con escritorios y sillas para encerrarnos en la escuela contra el maldito estúpido harem Kamisato, pero parece que no será tan simple.

— …

— Ese maldito hermano ya ha sembrado las semillas. Crear barricadas ahora solo hará que nos apuñalen por la espalda desde dentro. La Facción Kamisato era bastante mala por su cuenta, pero quién sabe hasta dónde se ha extendido la contaminación cubierta de azúcar.

— ¿Kamisato predijo que resultaría así?

— Claro que no. Si hubiera predicho mis acciones, me habría manejado un poco mejor. Él ni siquiera habría sabido que venía a Ciudad Academia. Además, no le gusta mucho planear. Ese es el problema con el World Rejecter siendo tan poderoso. Puede atravesar la mayoría de las cosas con fuerza bruta, así que no se molesta con los detalles.

— En ese caso. – Kamijou suspiró lentamente. – ¿Las semillas que ya había sembrado para otra cosa están floreciendo por su cuenta ahora? ¿Tu alboroto en Ciudad Academia, yo trabajando con él para atraerte, decidir matarme en su lugar, y el que te interpusieras, todo fue inesperado? ¿Entonces cuál era su plan original?

— Quién sabe. Pero su objetivo siempre es el mismo: vengarse de los Dioses Mágicos. Más específicamente, probablemente estaba acercándose a ti para hacer que entregaras a Othinus, ¿no crees? Infectar la escuela podría haber sido una manera de eliminar la Facción Kamijou y remover tus defensas.

— ¿Haciendo que mis amigos se cuelen en la escuela por la noche y quemen revistas porno y muñecas en el incinerador abandonado?

— Yo tampoco sé cómo explicar eso. Pero sé que estaba tomándose la molestia de destruir tu círculo de amigos. Tiene que haber más que eso. Podría parecer un evento tonto, pero tiene que haber algo más…Hey, Kamijou-chan. ¿Has oído del Juego de las Elecciones? Es un juego de mesa menor de Alemania.

— ¿Hm? Kamisato lo mencionó. Dijo que básicamente era una versión compleja de sugoroku donde tratas de volverte presidente con métodos ridículos que no podrías usar en la realidad.

— ¿Ese bastardo estaba vendiendo historias sobre su hermana menor? – Salomé chasqueó la lengua. – ¿Entonces qué método crees que le gustaba usar?

— ¿Cómo lo sabría?

— Él no atacaba al otro jugador o sus partidarios, pero eso no significa que era un modelo del juego limpio tampoco. Si el enemigo terminaba en la categoría de víctima, su solidaridad solo crecería, así que pensaba que era mejor no depender de simple violencia.

Las orillas de la boca de Asesina en Masa Salomé se torcieron en una sonrisa con sus ojos ocultos por la capucha impermeable.

— Así que prefería incitarlos a la acción. Les daría un empujón a los partidarios de su enemigo, los haría cometer un delito, y los colocaría en la categoría de criminales. Eso destruiría la solidaridad de la facción enemiga. Ese es el tipo de chico que es.