Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

LADY FLORA SE HABIA QUEDADO DORMIDA después de almorzar, sosteniendo los animales de peluche de oso, así que decidí salir del castillo. Estaba llegando a mi casa de osos en la capital cuando vi a alguien colapsar contra la pared de mi casa, pero ¿qué? ¡¿Por qué alguien se derrumbaría frente a mi casa?!

Me apresuré y encontré a una chica con orejas largas y cabello verde claro. ¿Era una elfa? Definitivamente podía ver esas orejas largas que sobresalían del pelo largo… orejas como esas eran más o menos la tarjeta de presentación de los elfos.

Parecía que tenía más o menos mí misma edad. Sin embargo, según el conocimiento común, los elfos vivían mucho tiempo. Por lo que sabía, podía ser mucho mayor.

La chica seguía apoyada contra la pared en posición sentada, completamente inmóvil. Realmente no quería que nadie muriera frente a mi casa, así que me agaché para comprobar que aún respiraba. Todavía estaba viva, gracias a Dios; al menos no había llegado a casa para encontrar un cadáver en el frente.

“Oye.” Agarré su hombro y la sacudí ligeramente. “¿Estás bien?”

Lentamente abrió los ojos. “Bien, bien…”

“¿Qué estás haciendo en un lugar como este?” pregunté.

La chica elfa me devolvió la mirada con los ojos en blanco y entrecerrados. “Un oso…?” Ella me miró y luego inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado.

“¿Por qué estás durmiendo aquí?”

“Estoy soñando…? Una chica que parece un oso… nadie se vestiría tan raro.”

“Odio decírtelo”, le dije, “pero este atuendo resulta ser mi estilo”.

“Estoy segura de que me despertaré si me vuelvo a dormir…” ¡La chica volvió a cerrar los ojos! Incluso la escuché empezar a roncar. Intenté sacudirla suavemente, pero no se despertaba.

Uh, espera, ¿qué se suponía que debía hacer ahora?

Pensé en llamar a un guardia, pero parecía incómodo darles una niña elfa dormida. Y no era como si pudiera dejarla mientras iba a buscar a alguien. Probablemente yo también destacaría si la llevara en mis brazos con este traje de oso.

Entonces, decidí llevar a la niña a mi casa. La cargue en mis brazos al estilo nupcial. ¡Gracias a mi equipo de oso, no sentía su peso!

La llevé adentro, cerré la puerta y la subí al segundo piso. Luego la acosté en una cama de invitados. Uh… mmm.

Terminé entrándola a la casa. ¿Era… era buena idea? Miré a la chica elfa que dormía plácidamente en la cama. Nah, no podría haberla dejado así. ¡De ninguna manera podría haberlo hecho!

Mientras trataba de convencerme de eso, retire su bolsa de objetos y el cuchillo que tenía alrededor de su cintura y los puse sobre una mesa, ya que sería bastante incómodo dormir con ellos. Más cómoda ahora, la niña se dio la vuelta en sueños y parecía francamente acogedora.

¿Supongo que ella estaba bien ahora…?

Mientras me disponía a salir de la habitación, recordé algo. Ah, cierto, casi lo había olvidado. Convoqué a Kumayuru como un cachorro en la esquina de la cama.

“Avísame si se despierta”, le dije a Kumayuru y acaricié suavemente su cabeza antes de salir de la habitación.

Bajé al primer piso, me senté en el sofá y saqué unas papas fritas y jugo de oren.

Crac, crac.

Está bien, pero en serio… ¿en qué me había metido? Nunca pensé que llevaría a una chica elfa a casa.

Glup, glup.

Excepto… ¿Sentí que la había visto antes? ¿Pero dónde? ¿Acabábamos de cruzarnos en alguna parte?

Crac, crac.

Comí las papas fritas, bebí el jugo de oren y me relajé.

Empecé a sentirme somnolienta, así que convoqué y abracé a Kumakyu en forma de cachorro. “Kumakyu, despiértame si pasa algo”. Me dejé caer en el sofá mientras seguía abrazando a Kumakyu. Ah… de verdad, no hay lujo en la civilización humana como una buena siesta. Abracé a Kumakyu y me acomodé. En el momento en que cerré los ojos, me dejé llevar por el país de los sueños.

Bop, bop.

Algo suave acarició mi mejilla. Supongo que Kumakyu estaba tratando de despertarme. Me levanté, aun abrazando a Kumakyu. “Qué buen descanso, Kumakyu, ¿verdad?”

“Cwoom”.

¿Cuánto tiempo había estado fuera? Estaba empezando a oscurecer afuera. ¿Ya era de noche? Supongo que había dormido demasiado.

Me levanté del sofá y miré a Kumakyu, quien dejó escapar un pequeño gruñido y miró hacia arriba.

“¿Se despertó la chica elfa?”

Kumakyu negó con la cabeza. ¿Ella no lo había hecho? Entonces, ¿qué había pasado? Si la chica elfa se hubiera despertado, Kumayuru me habría avisado… pero, de nuevo, tal vez no.

Había cerrado la puerta. ¿Sería capaz de escuchar a Kumayuru, incluso si gruñía?

Kumakyu seguía con la mirada fija en el piso de arriba, así que fui a ver qué pasaba.

Subí al segundo piso y abrí la puerta de la habitación donde dormía la chica elfa, y…

…vi a la chica allí, abrazando a Kumayuru.

“Ngh, ¡qué suave y cálido!”

Kumayuru intentaba escapar, pero no podía hacerlo con la chica abrazada. Es decir, Kumayuru a lo mejor podría si realmente lo intentara, pero parecía un poco perdido.

Porque la chica no estaba despierta en absoluto. Ella sólo estaba abrazando a Kumayuru en su sueño.

Kumayuru me miró como si quisiera ser salvado. Entonces, eso era lo que Kumakyu quería que hiciera.

Pero me sentí mal por despertar a la niña dormida. Me preguntaba cómo arreglar esto cuando la chica abrió lentamente los ojos.

Oh, ¿realmente iba a despertarse esta vez?

Miró a Kumayuru, el oso que sostenía “¿Oso…?” Luego se volvió para mirarme. “¿Un oso? ¿Un… un sueño?”

Entonces, de inmediato, se estaba quedando dormida de nuevo. Golpeé ligeramente a la chica elfa en la cabeza mientras intentaba quedarse dormida. “No estás soñando”.

Abrió los ojos cuando la golpeé. Necesitaba que despertara tarde o temprano, de todos modos. La chica se levantó y miró alrededor de la habitación inquieta.

“¿Dónde estoy?” Ella me miró de nuevo. “Un oso…?”

Argh, ¿podríamos parar con lo del oso? “Esta es mi casa. Estabas colapsada en el frente. ¿No lo recuerdas?”

La chica elfa parecía preocupada. Repasó sus pensamientos en voz alta. “Estaba cansada después de caminar entre la multitud durante horas. No tenía dinero ni un lugar donde descansar. Después de dar vueltas, vi una casa de osos. No recuerdo nada después de eso”.

“Haaah…” Todo lo que pude hacer fue suspirar. Había estado cansada y había colapsado frente a mi casa. “¿Dónde está tu casa?”

“La aldea de los elfos”.

¿Dónde exactamente era eso? ¡¿Por qué estaba hablando como si estuviera a la vuelta de la manzana?! “Entonces, ¿no eres de la capital? No viniste sola desde la aldea de los elfos, ¿verdad?”

No es que supiera dónde estaba la aldea en primer lugar.

“Vine sola”.

¿Sola? Pero ella era tan pequeña, incluso si tuviéramos más o menos la misma edad. ¿Y sin embargo había llegado hasta la capital sin dinero? Estaba estupefacta. ¿Qué estaban pensando sus padres? O tal vez… en realidad se la consideraba una adulta ya que era una elfa, ¿así que la dejaron viajar sola? Aun así, era bastante peligroso.

Hay que admitir que llamarla por eso sería como llamar a la sartén por el mango, pero aun así……

“Bueno, ¿por qué viniste a” … a la capital? Estaba a punto de decirlo justo cuando el estómago de la chica gruñó en silencio. “¿Qué tal si comemos algo primero? Prepararé algo para nosotras. Vamos abajo”.

Probablemente no había comido nada decente, y podía escuchar su estómago clamar por comida.

“¿De verdad?” ella dijo.

“¡Sí!”

“Así que…”, dijo ella.

Oh, cierto, en realidad no nos habíamos presentado. “Soy Yuna”.

“Yuna, muchas gracias. Soy Luimin”.

“Está bien, Luimin. ¿Podrías… tal vez dejar a Kumayuru libre, por favor?” Kumayuru todavía estaba en sus brazos y me había estado lanzando miradas suplicantes durante toda nuestra conversación.

“¿Este cachorro se llama Kumayuru?” preguntó mientras levantaba mi osito.

“El oso negro es Kumayuru. Este oso blanco es Kumakyu”, sostuve a Kumakyu en mis brazos.

“¡Son lindos!”

Luimin dejó ir a Kumayuru y bajamos al primer piso. “Siéntate donde quieras”.

Ella se sentó en una silla. Saqué un poco de jugo y un poco de pan que Morin había hecho y se los serví.

Luimin inclinó la cabeza. “Muchísimas gracias.” Su barriga volvió a gorgotear y la insté a comer. Supongo que esta sería la cena de hoy. Saqué un poco para mí y me senté.

“Está rico…!” Luimin parecía estar disfrutándolo. “¡Esta es la primera vez que como pan tan delicioso!”

Morin probablemente estaría encantado con eso.

“Yuna, ¿está tu familia aquí? Me gustaría conocerlos”.

“No tengo familia. Estoy sola.”

“¿Eh? ¿Estás sola?”

“Así es.”

Ella pareció sorprendida por eso. “¡¿Estás viviendo sola a pesar de que eres tan pequeña?!”

Yo no era tan pequeña.

Y honestamente, Luimin no era mucho más grande que yo. En realidad, tenía casi la misma altura. Sin embargo, como ella era una elfa y los elfos vivían mucho tiempo, tenía que ser mayor que yo, ¿verdad?

¿Qué edad tenía ella de todos modos? ¡Parecía de quince!

“Además”, dije, “no estoy sola. Tengo a Kumayuru y Kumakyu justo aquí”.

Kumayuru y Kumakyu se acercaron. Eran mi preciosa familia de osos.

“Um… así que acabo de llegar a la capital y no sé mucho al respecto. ¿Ese estilo que tienes, ah… es la moda actual?”

Parecía que eso había estado pesando sobre ella por un tiempo. Supongo que cualquiera se preguntaría sobre eso.

“Definitivamente no lo es”. Estaría aterrorizada si esta fuera la tendencia actual. “Y prefiero no hablar de mi estilo, gracias. Ahora, Luimin, ¿qué te trajo a la capital?” No quería hablar sobre mi atuendo con alguien que acababa de conocer, así que simplemente pasé de largo.

“Vine buscando a alguien. Estaba trabajando en la capital la última vez que la vi”.

¿Estaba buscando a alguien en la capital? ¿Había caminado sin rumbo durante horas buscándola?

Eso no podría ser correcto. Al menos, esperaba que no. “¿Dónde está esta persona? Puedo llevarte con ella”.

No había forma de que hubiera venido a la capital buscando a alguien sin saber dónde estaba. Si me dijera dónde vivían, podría mostrarle el camino. Como mínimo, podría preguntarle a Ellelaura si no sabía lo suficiente.

“Ella dijo que estaba trabajando en el Gremio de Aventureros hace diez años”, ofreció Luimin.

“¡¿Hace diez años?!”

“Sí, hace diez años”. Luimin inclinó un poco la cabeza. “¿Por qué? ¿Hay algo mal?”

¿Había conocido a la persona hace diez años? ¡¿Y ella ni siquiera había visto a esta persona durante una década literal?! Supongo que esa es solo una carrera casi inmortal para ti, entonces. Quizás diez años les parecieron un año humano.

Si esta persona trabajaba en el Gremio de Aventureros, eso probablemente la convertía en una aventurera. Pero si Luimin no hubiera visto a esta persona en diez años… ¿y si hubiera muerto? Se sabe que eso sucede con los aventureros.

Comencemos por ahí. “¿Es ella una aventurera?”

“No sé. Acabo de escuchar que ella estaba trabajando en el Gremio de Aventureros”.

Mmm. ¿Quizás Sanya sabría si le pregunto? Ella era la maestra del gremio, después de todo. Además, ella también era una elfa…

Miré la cara de Luimin… ¿parecía un poco familiar?

Mirarla parecía haberla avergonzado. “¿Qué pasa?”

“Um, ¿cuál es su nombre?” pregunté.

“Sanya. Ella es mi hermana mayor”.

¡Por supuesto! Me preguntaba por qué me resultaba tan familiar: era Sanya. ¿Por qué no me había dado cuenta antes? Ambas eran los únicas elfas que había visto en toda la ciudad, y no me había dado cuenta de la conexión.

Luimin se inclinó hacia adelante. “¡Entonces, la conoces…!” Ella debe haber visto mi reacción y sentido algo.

“Si. Sanya es la maestra del gremio del Gremio de Aventureros”.

“¿Ella es la maestra del gremio?”

“Sí. Ella es una elfa, su cabello es del mismo color que el tuyo y el nombre también cuadra”.

“Yuna, ¿podrías llevarme con ella? ¿Por favor?” Luimin inclinó la cabeza.

“Claro, pero vamos mañana. Ya es demasiado tarde”.

Pronto oscurecería. El gremio era esencialmente un establecimiento de veinticuatro horas, pero estaría lleno de aventureros que regresaban de sus trabajos en este momento. Tenía muchas ganas de evitar la multitud de la hora pico. Además, es posible que Sanya ya se hubiese ido a casa del trabajo.

Prometí llevar a Luimin mañana y le dije que se quedara a dormir.

“Yuna, gracias”. Bueno, no era como si pudiera echarla. Pero Luimin ya parecía un imán para los problemas.