Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

CLIFF LLEGÓ a un punto de parada con su propio trabajo, así que terminamos regresando a casa. La gente se reunió frente a la finca de Gran para despedirnos.

“Noa”, dijo Ellelaura, “Estoy tan contenta de poder verte de nuevo. Había pasado demasiado tiempo”.

“Oh, sí, madre”, respondió Noa. “¡Yo también estaba tan feliz de verte de nuevo! Ah, y por favor saluda a Shia de mi parte, ¿no?”

Ellelaura se iba a quedar hasta que llegara un inspector de la capital para retomar la investigación. Después de eso, Gran iría con ella a llevar a la capital a la familia del Sapo y al hombre de negro que había secuestrado a Misa. Los sirvientes del hombre sapo serían juzgados en este pueblo, pero solo después de que el hijo y el padre fueran tratados en la capital.

Lufa, la sirvienta que nos había dicho dónde estaban los niños capturados, pesaba en mi mente. Según Ellelaura, siguió cooperando incluso después de eso. Ella había sido víctima de la casa de los sapos tanto como cualquiera, y esperaba que sus cargos se redujeran por eso. Sin embargo, no era mi lugar para entrometerme, así que todo lo que podía hacer era mantener viva la esperanza.

Ellelaura le dio unas palmaditas en la cabeza a Noa y luego nos miró a Fina y a mí.

“Por favor cuiden a Noa, ustedes dos. Por muy caprichosa que sea, en el fondo es una buena chica”.

Asentimos, sí, sabía que Noa era una buena chica. Se llevaba bien con Fina, que era plebeya, así que eso ya era prueba. De vez en cuando, se enfadaba por las cosas del oso, pero aparte de eso, era bondadosa.

Noa parecía avergonzada. “Madre… detente, por favor”.

Ahora Zelef, de pie junto a Ellelaura, habló. “Maestra Yuna, gracias por esta preciosa experiencia”.

“Gracias. Lo siento, terminó convirtiéndose en una cosa completa”.

“¡Oh, no, por favor no te preocupes! Después de todo, tuve la oportunidad de encontrarme con un querido viejo amigo. Me alegro de haber venido”, dijo, lo que me hizo sentir mejor, ya que sabía que le había causado un montón de problemas. “Es desafortunado que no regresemos en los maestros Kumayuru y Kumakyu. Fue un viaje muy cómodo y esperaba experimentarlo una vez más”.

Zelef parecía realmente decepcionado. Cuando descubrió que regresaría con Ellelaura en un carruaje, parecía bastante desanimado. Zelef había hecho tanto por mí, así que definitivamente tenía que traerle algunas recetas nuevas la próxima vez que lo viera.

Después de despedirme de Zelef, toda la familia Fahrengram se reunió para despedirnos. “Señorita”, dijo Gran, inclinando la cabeza, “estaremos en deuda con usted para siempre. Si no estuvieras aquí, nuestra familia podría haber sido destruida. Gracias.”

“Realmente me has agradecido más que suficiente”. Los padres de Gran y Misa me habían dado las gracias tantas veces que había perdido la cuenta.

Como querían hacer algo para agradecerme, me preguntaron si había algo que yo quisiera. Bueno… mmm. Había salvado a Misa, pero me parecía mal recibir una recompensa por eso. Solo quería salvarla por su propio bien, no por alguna recompensa, y no porque fuera un trabajo. Si me pagaran, toda esa rabia, toda esa motivación para salvar a Misa… todo se habría sentido vacío. Estaba bien con un poco de gratitud verbal.

“Supongo que todos se irán a casa ahora”, dijo Misa, luciendo sola. No había nada que pudiéramos hacer al respecto, necesitábamos regresar a Crimonia. Misa miró con envidia a su padre parado frente a ella. “¡Oh, eres tan malo, padre! ¡Yo también quiero ir con ellos!”

El padre de Misa, Leonardo, iba con nosotros a Crimonia a disculparse con los padres de Fina por todo el lío. Normalmente, Gran, como señor feudal, se suponía que debía hacer eso, pero tenía que ir a la capital, por lo que Leonardo iba en su lugar.

Fina había afirmado que esto no era necesario, pero eventualmente la habían desgastado. Incluso me había buscado por ayuda unas cuantas veces, pero yo no tenía derecho a intervenir en esas cosas. Además, también tenía que disculparme con Tiermina y Gentz ​​por poner en peligro a Fina. Pero sabía cómo se sentían Gran y Leonardo, así que me mordí la lengua.

“Solo voy a disculparme con los padres de Fina. Vuelvo enseguida. Leonardo puso su mano sobre la de Misa para aplacarla. “Sé una buena chica y quédate por mí, ¿de acuerdo?”

“La próxima vez puedes venir, Misa,” le dije. “¡Entonces te mostraré la tienda!”

“¡De acuerdo! ¡No puedo esperar!”

Crimonia no estaba tan lejos de esta ciudad, por lo que podíamos hacer el viaje prácticamente en cualquier momento. Gracias al espectaculo, no causaría un alboroto si me vieran la próxima vez, así que no tenía que preocuparme. Por otra parte… Supongo que todavía podría causar un alboroto real, pero al menos no sería malo.

Una vez que terminamos nuestras despedidas, nos dirigimos a Crimonia. Como Leonardo y su guardia estaban con nosotros, no estaba usando la casa de los osos, se lo había dicho a Cliff con anticipación.

El viaje transcurrió sin incidentes y regresamos sanos y salvos a Crimonia. Sentí que habíamos estado fuera por mucho tiempo. Se sentía un poco nostálgico.

El sol estaba empezando a ponerse cuando regresamos. Solo quería irme a casa, meterme en el baño e irme a dormir de inmediato, pero necesitaba llevar a Fina a casa e informar a Tiermina.

Noa y Cliff siguieron su propio camino. Luego, Fina y yo, junto con el grupo de tres de Leonardo, nos dirigimos a la casa de Fina. Leonardo había dicho que irían a la casa de Fina mañana para disculparse, pero las mañanas eran muy ocupadas, sería una verdadera molestia. Sería mejor ir de inmediato. Técnicamente no había mentido, pero mi mayor razón para la sugerencia era que no tendría que arrastrarme allí por la mañana.

Estaba realmente segura de que sin importar a qué hora fueran, la visita de los nobles sería una gran sorpresa para Tiermina y el resto de la familia. Me sentí mal por ellos, pero quería terminar con esto para finalmente poder relajarme.

“¿Está seguro de que quiere visitarnos, señor?” preguntó Fina con tristeza, como si Leonardo fuera a venir hasta aquí y de repente cambiara de opinión. Realmente no parecía querer que un noble viniera a disculparse… no es que no lo entendiera.

Si este hubiera sido mi mundo original y el alcalde, o peor aún, un gobernador, hubiera venido a mi casa a disculparse, habría estado igual de desconcertada. Así fue cuando personas de estratos sociales totalmente diferentes pasaron de visita. Además de eso, estaba la brecha aún mayor entre los plebeyos y la nobleza en este mundo.

Pero él había venido hasta aquí, y esto estaba sucediendo… lo quisiéramos o no.

“Dejamos, una de los queridas amigas de Misa, pasar por una experiencia desgarradora”, dijo Leonardo. “Si no me disculpo, mi padre me daría una fuerte reprimenda”.

“Pero realmente estaba bien”, dijo Fina.

“Eso es un asunto completamente aparte”, respondió Leonardo.

Fina se dio por vencida y se dirigió a su casa.

Fina llegó a la casa, entró y llamó a Tiermina: “¡Mamá! ¡Mamá!”

Como la puerta estaba abierta, podíamos escuchar a Tiermina, Gentz ​​y Shuri bulliciosas: “¿Has vuelto, Fina?” “¿Ha vuelto Fina?” “¿Hermana?”

“Ven afuera, mamá”, dijo Fina. “Alguien quiere conocerte”.

Después de un rato, Fina sacó a Tiermina y Gentz ​​de la casa. ¿Supongo que Gentz había terminado de trabajar?

“¡Bienvenida de nuevo, Yuna!” dijo Tiermina. “Es un poco más tarde de lo esperado. ¿Querías reunirte conmigo?”

“Yo no”, dije. Leonardo dio un paso adelante detrás de mí. “Esta es la persona que quería reunirse contigo”.

“Yuna, ¿quién es?” preguntó Tiermina.

“Este es el hijo del señor feudal de Sheelin. Es el padre de Misa”.

Leonardo inclinó la cabeza. “Soy Leonardo Fahrengram”.

“¿El hijo de un señor feudal? ¿Te refieres a un noble? Pero ¿por qué aquí de todos los lugares?” Tiermina y Gentz ​​se sorprendieron, pero ¿quién no lo estaría si un noble se detuviera para visitar su hogar?

“Mi hija no hizo nada grosero, ¿verdad?” preguntó Tiermina ansiosamente. Sí, supongo que esa sería la primera suposición que alguien haría.

“No. Vine en esta ocasión para disculparme por molestar a su hija”.

Tiermina me dirigió una mirada inquisitiva. Iba a explicar, pero Leonardo habló más rápido, explicó mientras yo complementaba.

“Mi hija, Misa, fue secuestrada. Tu hija estaba presente. y ella arriesgó su vida tratando de protegerla”.

Tiermina miró a Fina. “¿Es eso cierto? ¿Y te tomaste la molestia de venir desde Sheelin por eso? Mis disculpas.”

Tiermina y Gentz ​​estaban perdidos. ¿Se suponía que lo invitarían a entrar? ¿Mostrarle algo de hospitalidad? De vez en cuando, me miraban, pero yo tampoco sabía que hacer eso. No había una etiqueta específica para algo como esto. Además, Leonardo había dicho que se iría a casa inmediatamente después de disculparse.

Cielos… Nunca había visto a Tiermina tan vacilante. Siempre había pensado en ella como alguien que se apresuraría y abordaría sus objetivos de frente, así que esto fue muy extraño. Por otra parte, Gentz ​​parecía aún más preocupado que Tiermina. ¿Era en serio el cabeza de familia?

Leonardo terminó su disculpa, ofreciendo un regalo de disculpa al final. “Lamento mucho lo que sucedió, pero espero que continúen permitiendo que nuestras hijas sean amigas en el futuro”. Él inclinó la cabeza. Tiermina y Gentz ​​le devolvieron la reverencia.

“Y ahora”, dijo Leonardo, “me despediré”. Me miró. “Gracias por esto, Yuna”.

“Te vas a casa mañana, Leonardo, ¿verdad?”

“En efecto. Como mi padre se fue a la capital, necesito regresar rápidamente”. Se inclinó una vez más y se fue. Se quedaría en la propiedad de Cliff hoy y luego regresaría mañana. Aunque no quería apresurarse, no podía tomarse su tiempo dadas las circunstancias.

“Uf…” Tiemina negó con la cabeza una vez que Leonardo se fue. “Eso fue una sorpresa. ¡Nunca hubiera pensado que un noble de Sheelin vendría a nuestra casa!”

“¡De acuerdo!”

“Mamá, papá… lo siento”, dijo Fina.

“No es realmente algo por lo que disculparse. Solo estabas protegiendo a tu amiga. Aun así, no nos hagas preocuparnos tanto”. Tiermina no estaba enojada. Ella acarició suavemente la cabeza de Fina. “Y gracias, Yuna. Parece que te debo una por mi hija y todo lo que hiciste”.

“Yo también lo siento. Se suponía que yo estaba cuidando de ella…”

“No te preocupes por eso. Cuidas mucho a mis hijas. Siempre están a salvo contigo”. Tiermina abrazó a la propia Fina.

“Mamá, eso duele…”

“No te he visto en mucho tiempo, así que aguanta”.

“Es vergonzoso…!” Fue una escena conmovedora. Gentz ​​parecía que quería saltar, pero se contuvo.

Después de eso, les hice saber que me dirigía de regreso a casa.

“En ese caso, ¿por qué no cenas con nosotros? ¡Quiero escuchar todos los detalles!”

“Pero ustedes acaban de volver a estar juntos…” estaba diciendo, pero Tiermina me interrumpió.

“¿De qué estás hablando? No tienes que preocuparte por eso. Bueno, ¡vamos ya!”

Tiermina tiró de un brazo mientras Fina agarraba el otro. No me pude resistir… me llevaron dentro de la casa.