Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

Volumen 9

Capitulo 207: El Oso Esta Enfurecido

AHORA NECESITABA averiguar hacia dónde me dirigía exactamente. Deambulé por la ciudad después de dejar a Zelef y Botts. Justo cuando parecía que realmente estaba navegando, escuché un extraño “¡Cwoom, cwoom, cwoom …! “¿Venía de mi guante de oso blanco?

Oh, claro. ¡Es el teléfono del oso! Lo saqué de mi almacén de osos.

“Fina, ¿eres tú?”

“Y-Yuna… es Lady Misa…” Fina sonaba realmente preocupada.

“¡Fina! ¡¿Fina, qué pasa?! ¡¿Qué sucedió?!” Grité en el teléfono.

“Yuna, ella…”

“¡¿Ella qué?!” Grité, pero obtuve un silencio absoluto a cambio.

Corrí hacia la finca de Gran. Seguí llamando a Fina, seguí corriendo. Fina… ¡¿dónde estaba?!

Cuando llegué a la casa, había un sirviente esperando afuera.

“¡¿Misa y las demás están bien?!” grite. El sirviente pareció sorprendido por lo amenazante que lo había gritado.

“¿Qué es eso de Lady Misana?” respondió. Así que ni siquiera los sirvientes sabían lo que había sucedido. Lo que significaba… que tal vez no había pasado nada.

Pero ¿dónde estaban Fina y las demás?

Fina me había dicho que haría una fiesta de té con Misa y Noa en el jardín. Pensé en preguntarle al sirviente frente a mí dónde estaba eso, pero sería más rápido ir sola. Sin otra palabra, salté al techo.

Vi el jardín de flores a mi izquierda. “¡Fina!”

Salté del techo y aterricé frente a un hermoso macizo de flores… y Fina y Noa estaban en el piso junto a él. Los animales de peluche que le había regalado a Misa estaban abandonados en el suelo cerca de ellas, pero no vi ninguna señal de Misa.

Fina estaba agarrando su teléfono de oso.

“¡Fina! ¡Noa!”

Me apresuré y abracé a Fina. Tenía un moretón en la cara, como si alguien la hubiera golpeado.

¡¿Quién… quién había hecho esto?!

“Ugh…” Fina gimió.

Toqué suavemente su rostro y usé mi magia curativa. Eso consiguió que la hinchazón bajara. A continuación, revisé a Noa, pero se había desmayado, sin otras lesiones.

Aliviada como estaba, todavía no podía encontrar a Misa. Lo único que había quedado atrás eran sus animales de peluche, esparcidos por todo el suelo. Algo debía haber pasado aquí.

“¡Misa!” Llamé, pero nadie respondió.

Si habían sido atacadas, ¿había huido? ¿La habían atrapado?

Si Misa hubiera escapado, habría habido una gran conmoción, pero el sirviente había estado totalmente tranquilo. Nadie se estaba volviendo loco todavía. Si lo hubieran estado, no era como si simplemente dejaran a Fina y Noa en el suelo así…

Lo que significaba que Misa debía haber sido secuestrada hace unos momentos.

“Yuna, ¿qué pasó? Asustaste a uno de los sirvientes… ¡Noa!” La voz de Cliff subió un decibel en el momento en que vio a Noa en el suelo. “Yuna, ¿qué pasó?”

“No sé. Sabía que Fina estaba en peligro, así que vine corriendo…”

Cliff sostuvo a Noa. Volví con Fina, pero ella seguía apagada como una luz. ¿Lo que podría haber ocurrido? ¿Misa estaba a salvo?

Mientras hablaba con Cliff, algunos sirvientes vinieron con Meishun. “¡Señorita Yuna! ¡¿Qué sucedió?!” exclamó Meishun.

“Parece que alguien las atacó. Meishun, por favor, díselo a Gran. ¿Y podrías asegurarte de que Misa no esté dentro de la casa, por si acaso?” Dudaba que ella estuviera allí, pero teníamos que estar seguros.

Meishun inmediatamente delegó tareas a los otros sirvientes y les dio instrucciones para la búsqueda.

Justo cuando salían, Gran llegó a la escena. “¿Qué es todo esto?”

“Misa no está aquí, y encontré a Fina y Noa inconscientes”.

“¿Qué dijiste?”

No sabía nada más allá de eso. Gran miró a Noa y Fina, que estaban en nuestros brazos. Misa era la única que faltaba. Sí… era obvio lo que había sucedido. Pero justo cuando Gran estaba a punto de hacer algo, Fina abrió un poco los ojos.

“¡¡¡Fina!!!” grité.

“¿Y…Yuna?”

“¿Qué sucedió?”

Fina miró a su alrededor, luego agarró mi ropa de oso y usó todo lo que tenía en ella para exprimir un nombre. “Es Lady Misa—Lady Misa fue…”

“Calma. Puedes tomarte tu tiempo” dije.

“Estábamos hablando y mirando las flores. Pero… había un hombre con un manto negro y una máscara blanca. Apareció y.… y agarró a Lady Misa y trató de llevársela. L-Lady Noa y yo queríamos proteger a Lady Misa. Agarramos la ropa del hombre, pero no… no pudimos hacer nada. Y entonces…”

Fina se frotó la cara. Ahí debe haber sido donde él la golpeó. “¡Yuna, por favor salva a Lady Misa!” Se aferró a mí, luciendo como si fuera a estallar en lágrimas en cualquier momento.

“Todo está bien. Salvaré a Misa. Meishun, por favor cuida de Fina”. Acaricié suavemente la cabeza de Fina y me puse de pie lentamente.

Estaba a punto de explotar de rabia. ¿Solo ver la cara de Fina después de que alguien la golpeó ya me había llevado a mi punto de ebullición, y saber que alguien había secuestrado a Misa? De ninguna manera podría mantener la calma.

Cliff se volvió hacia mí. “Yuna, ¿qué piensas hacer?”

Recogí los animales de peluche del suelo mientras hablaba. “Voy a rescatar a Misa, obviamente”. ¿Porque, ya sabes, Misa fue secuestrada? ¿Por qué me preguntas eso?

Pregunta estúpida para un tipo tan inteligente. Pero…

No, esto no era bueno. Si perdiera la calma, no sería capaz de controlar mis emociones. Le entregué los peluches de oso a Fina.

“¡¿Vas a salvarla?!” Gran me agarró firmemente de los hombros. “¡¿Sabes dónde está Misa?!”

Le quité las manos con calma, luego estiré los brazos y llamé para invocar a mis osos. “¡Kumayuru! ¡Kumakyu!”

Eran de tamaño completo, por lo que la gente gritaba a mi alrededor, pero los ignoré. “¿Pueden encontrar a Misa?”

Mis osos olfatearon. “¡Cwoom!”

Buena respuesta. Salté en Kumayuru.

“¡Señorita, espere!” Gran me llamó.

¡No tenía tiempo para esto! “¡¿Qué?!”

“Cuento contigo para encontrar a Misa”, dijo.

Asentí, luego le ordené a Kumayuru que saltara la pared y saliera corriendo. Mis osos volaron por el medio del camino, dispersando a la gente del pueblo asustada.

Estaba bien. No me importaba.

Todo lo que sabía era que quienquiera que haya hecho esto no saldría de una sola pieza.