Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 4

Capitulo 11: Hacia Dónde se Dirigen sus Destinos

De alguna manera, todo había funcionado.

Bajé mi daga del cuello de Miya y suspiré aliviado. Por primera vez en mi vida, la había superado. Había ganado. No pude evitar que la alegría brotara dentro de mí.

“¿Cómo…?” Miya murmuró mientras caía de rodillas. “¿Cómo he perdido…?” Ella nunca lo había visto venir. Sólo puedo imaginar el shock que supuso para ella. “¿Cómo he perdido contra Note? Soy mucho más fuerte…”

Lo sabía mejor que nadie: no era más fuerte que Miya sólo porque la hubiera vencido. “Mi estrategia era simplemente mejor.” Dije.

“¿Tu estrategia?” Preguntó.

“Sí. Gracias a que aceptaste luchar bajo mis condiciones.”

El resultado de nuestro duelo estaba decidido de antemano. A diferencia de Miya, yo tuve tiempo de prepararme antes de nuestro duelo. Cuando me decidí a luchar contra ella de verdad, pensé que la mejor manera de hacerlo sería en un combate individual. Así podría demostrarle a Miya lo fuerte que me había vuelto, que ya no necesitaba su ayuda, y ella podría tener algo de tranquilidad al irse de mi lado.

Este plan, sin embargo, requería que yo ganara. Tenía que dominarla mientras usaba toda su fuerza.

“Si lucháramos cien veces en circunstancias normales, no sería capaz de conseguir ni una victoria contra ti.”

Y por eso había buscado una forma de vencer a Miya. ¿Qué ventaja tenía yo? La única respuesta era que ella no sabía de lo que yo era realmente capaz. Pseudo Carrera Umbría, Sigilo, Sed de Sangre, y todas mis artes de evasión… Miya no sabía que yo podía usar ninguna de ellas. Si luchaba usando esas, podría pillarla por sorpresa.

Ya que funcionalmente no podía usar ninguna arte de ataque, nunca ganaría en una pelea honesta. Sabía que tendría que ponerme detrás de Miya y hacer que se rindiera. Ese era mi objetivo al entrar en la pelea.

Ahora, ponerse detrás de Miya significaba acercarse a ella. Consideré empezar con Pseudo Carrera Umbría y acortar la distancia inmediatamente, pero Miya tenía Impulso Físico Mayor. Acercarme a ella sin cuidado podría haber sido mi fin de un solo golpe. No quería hacer una apuesta tan arriesgada de entrada.

Eso me dejaba con Sigilo, lo que significaba que sólo tenía que esperar la oportunidad adecuada para escabullirme de ella. Me imaginé que jugaría como Headhunter.

“Estaba decidido a una emboscada sigilosa desde el principio, por eso quería luchar aquí en el bosque con toda su cobertura y obstáculos.”

“Así que ibas de farol cuando elegiste este lugar para sacar toda mi fuerza.”

“Bueno, eso fue en parte. Pero sobre todo, quería sacar provecho de mi Sigilo. Fue una gran ayuda que no te dieras cuenta de eso.”

Un duelo adecuado requería cierto espacio, así que había buscado un claro en medio del bosque a propósito. Afortunadamente, eso fue pan comido con Mapeado.

“Entonces desde el principio nunca planeaste comenzar de golpe. Tu plan siempre fue correr hacia el bosque.”

“Sí.”

Había desenfundado mi daga al principio para dar una idea equivocada a Miya. En cuanto empezó la batalla, activé Pseudo Carrera Umbría y hui hacia el otro lado. Incluso utilicé Sed de Sangre para despistarla y darme la oportunidad de escapar. Así fue como logré evitar la primera flecha de Miya.

“Así que todo fue según tu pequeña estrategia…” “Hubo una cosa que no esperaba.”

“¿Y qué fue eso?”

“Mientras me escondía, le preguntaste a Roslia sobre nuestro duelo. Entonces me entró un poco de pánico.”

“Pero eso es todo, ¿no?”

Sí. Me las arreglé para transmitirle a Miya con un poco de Sed de Sangre que todavía estaba en la lucha, y las cosas procedieron desde allí.

“Dime, Note, usé mi magia espiritual… ¿También predijiste eso?” “Ajá. Sabía que recurrirías a eso si me quedaba escondido.”

“Así que estabas esperando que lo hiciera…”

“Era básicamente la única oportunidad que tendría contra ti.”

“Pero, ¿cómo te defendiste de ello? Esa es la parte que no puedo entender.” “Bueno…”

“¿No puedes decírmelo?”

“Puedo, pero fue un poco injusto de mi parte…” “¿Cómo así?”

“No me defendí. Sólo me puse a cubierto.”

“¿Dónde?” Preguntó Miya, mirando a su alrededor el bosque que había aplastado. “No había ningún lugar donde esconderse.”

“No, lo había.” Dije, señalando a Roslia. “Sabía que se protegería con Fortaleza Impenetrable si usabas un hechizo de área amplia. Estaba detrás de ella.”

“¡¿Eh?! ¡¿Te has escondido detrás de mí?!” Gritó Roslia. “Roslia tampoco lo sabía, ya ves…”

“¡Se suponía que yo era el árbitro, Note! ¡Eso es claramente hacer trampa!”

“¿De verdad?”

“¡Claro que sí!”

Sin embargo, no tenía otra forma de resistir el hechizo de Miya. Por eso había traído a Roslia con el pretexto de tener una sanadora a mano. Incluso me aseguré de colocarla en el borde del claro para facilitar el acceso.

“Está bien.” Dijo Miya. “He perdido. Todo salió tal como lo planeó Note. No tengo más remedio que aceptar la derrota.”

“¿Estás segura?”

“No es que pueda decir nada más…”

Con la cabeza baja, dejó caer su arco al suelo. Pero entonces, de repente…

“¡Argh! ¡Qué molesto! ¡Qué exasperante, absolutamente exasperante!” Gritó, levantando la cabeza de nuevo. “¡¿Cómo he podido perder contra ti?! ¡¿Cómo te has hecho más fuerte mientras yo no estaba?! ¡Deberías haber seguido siendo el debilucho de siempre!”

Miya golpeó su puño contra el suelo con todas sus fuerzas. Era tan fuerte que hizo volar la tierra.

“¡Después de todo, te odio de verdad! En primer lugar, nunca me gustaste. Siempre me seguías a todas partes. ¡No podías tomar una sola decisión por ti mismo! ¡Eras un cobarde!

¡Patético! ¡¿Por qué el único otro niño de mi edad en nuestro pueblo eras tú?!”

Su repentino arrebato me dejó en silencio. Roslia se quedó igualmente atónita. “¡Entonces, en nuestra ceremonias de presentación, fuiste y sacaste un arte basura! ¡No

pudiste tomar un solo trabajo sin mí! ¡No tenías ninguna motivación! Y cuando te llamé la atención, ¡disté media vuelta y desapareciste!”

“Eso fue porque dijiste que debíamos seguir nuestros propios caminos…”

“¡Te estaba poniendo a prueba! No estaba hablando en serio. ¡Pero entonces fuiste y empezaste a trabajar con otros grupos!”

“… ¿Cómo voy a saberlo si no me lo dices?”

“Aunque no lo supieras, ¡¿cómo pudiste desaparecer así?! ¡¿Realmente significo tan poco para ti, Note?!”

Estaba equivocada. Miya lo era todo para mí entonces. Es por eso que dejarla me dejó tan vacío. Era una cáscara indefensa de miseria y dolor.

“Y cuando por fin nos reunimos, intentaste ignorarme, ¿verdad?”

“Eso es…”

No la había ignorado porque me cayera mal. Simplemente estaba demasiado avergonzado para enfrentarme a ella. Por eso había intentado huir.

“¡No quiero oír tus excusas! ¡Ahí estabas de repente, con una mujer extraña que no conocía! ¡Intentando volver a ser un aventurero, nada menos! ¡¿Qué hay de tu promesa conmigo?!”

Hacía tiempo que había asumido que era nula. No estaba tratando de romperla por segunda

vez.

“E incluso cuando empezamos a hacer trabajos juntos, ¡no hiciste ningún esfuerzo! ¡Ni siquiera intentaste luchar contra los monstruos! ¡Tenía todas las razones para pensar que no habías cambiado!” Miya continuó gritando en una rabieta. “¡Pero, ¿luego vas y me ganas en una pelea?! ¡El Note que yo conozco no es fuerte! ¡Deberías haber seguido confiando en mí!

¡Deberías haber seguido siendo siempre el mismo chico débil que no podía hacer nada sin mí!

¡No quería que te hicieras más fuerte!”

“Lo siento…” Sólo pude disculparme seriamente.

“¡Eso! ¡Eso también! ¡¿Por qué no estás enfadado?! ¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo?!

¡¿No te molesta que me enfade así?!”

“No estoy enojado en absoluto. Me alegro de que realmente estés desnudando tu corazón para mí.”

Esa era la verdad. Había puesto la mesa específicamente para esto. Quería que Miya se desahogara, y quería escucharlo todo. Ella nunca se había desahogado conmigo de esta manera. Siempre había sospechado que no le gustaba, pero ahora por fin entendía por qué estaba tan obsesionada conmigo.

“¡Esa actitud tuya también es exasperante! ¡Enfádate! ¡Defiéndete! ¡¿Cuándo te has vuelto tan adulto?! ¡Me estás volviendo a dejar en el polvo!”

“Yo…”

No pude encontrar las palabras adecuadas para decirlo. Para bien o para mal, ella tenía razón. Había cambiado.

Separarme de Miya, unirme a los Arrivers, conocer a Roslia, sobrevivir al infierno con Erin… y sobrevivir a Jin. Todo eso me había llevado a vivir una vida tranquila en la capital, y luego a mi decisión de empezar a volver a aventurarme.

Cada encuentro y cada despedida me habían cambiado poco a poco. Crecemos al relacionarnos con otras personas, y ese crecimiento es algo que no se puede recuperar. Nunca volvería a ser el mismo de antes.

Lo mismo ocurría con mi relación con Miya. Nunca sería exactamente como antes.

“Sé que es imposible…” Murmuró Miya. “No eres el mismo Note que solías ser, ¿verdad?

No eres el mismo que eras conmigo.”

Parecía que ella también lo había percibido. Nunca seríamos los mismos niños que éramos en Changs.

“Es cierto. Han pasado tantas cosas desde entonces. Hice tantos recuerdos… Es una larga historia.”

Así empecé a contarle a Miya todo lo que le había estado ocultando. Sobre todo lo que me llevó a unirme a los Arrivers, y todo lo que sucedió después.

“… Así que esa es tu historia, ¿eh? Seguro que has pasado por muchas cosas en el tiempo que hemos estado separados.”

“Sí.”

“Supongo que por eso has cambiado tanto.” “Sería más justo decir que todo me cambió.”

Fue gracias a que Miya y yo nos separamos que me convertí en el hombre que soy, aunque todo el proceso me doliera mucho. Sin ella, simplemente no sería el mismo. Por eso tenía que decirle lo que debería haberle dicho hace dos años…

“Puede que estés resentida, pero te estoy agradecido. Gracias por ayudarme a salir de Changs, Miya. Gracias por compartir tu sueño conmigo. Tuve mucha suerte de tenerte como amiga de la infancia.”

“No puedo decir lo mismo.”

“Vaya…”

La antigua Miya nunca me habría dicho eso. No habría dicho una palabra para herirme. Pero en lugar de mantener todo superficial, era cien veces más saludable dejar que nuestros verdaderos sentimientos chocaran. Como amigos de la infancia.

“Pero si has cambiado tanto, Note… me pregunto si eso significa que yo también.” “Sólo asegúrate de que estás haciendo lo que quieres.”

“Tienes razón. Creo que he sido demasiado dependiente de tu dependencia de mí. Tal vez eso significa que yo era realmente quien te necesitaba.”

Eso no era culpa de Miya. Yo la necesitaba primero, y nos habíamos permitido crear un ambiente cerrado en el que éramos mutuamente codependientes.

“¡Pero ya he tenido suficiente! ¡Ya no te necesito, Note! Puedo vivir bien por mi cuenta sin ti.”

Esa declaración me dolió un poco, pero me alegró escucharla.

“¡Así que dejo de ayudarte con las peticiones de trabajo! ¡A partir de ahora somos rivales!

¡Veremos quién se convierte primero en un aventurero de alto nivel!” “Claro, me enfrentaré a ti. Aunque no pienso perder.”

“¡Eso es! Como miembro del grupo de Note, ¡considero que ese reto se me ha lanzado a mí también!” Intervino Roslia después de escuchar en silencio todo este tiempo.

“Ustedes dos recuerdan que todavía son técnicamente novatos, ¿no?” Replicó Miya. “Soy de rango oro, ¿sabes?”

“¿Y? Hemos llegado más lejos que nadie en la mazmorra de Puriff, ¿sabes?” Roslia respondió con una broma. “Nuestros logros son muy superiores a los tuyos.”

“Pero dejaron la exploración de mazmorras, ¿verdad? Ahora que son aventureros en la capital, su rango es lo que realmente importa.”

“Sobre eso…” Dije, dispuesto a expresar una decisión que había tomado hace tiempo. “Estaba pensando en retomar la exploración de mazmorras.”

“¿De verdad?” Roslia reaccionó primero.

“A la hora de la verdad, nunca me he divertido tanto como con los Arrivers. Incluso si lo que hacemos es peligroso, incluso si volvemos a perdemos a alguien… quiero seguir intentándolo. Si los otros miembros de los Arrivers están de acuerdo, me gustaría volver a estar juntos.”

Jin ya no estaba con nosotros, pero yo quería llevar a cabo nuestro sueño. “No me importa. Te seguiría a cualquier parte.” Ofreció Roslia. “Contaba con que dijeras eso.” Respondí.

“¡Eres tan malo! Siempre me propones cosas, sabiendo que no puedo negarme…” “Lo siento…”

Allí, Miya finalmente habló. Preguntó en voz baja: “¿Te vas de la ciudad?” “Sí. No odiaba esto, pero Puriff me va mucho mejor.”

“¿La mazmorra es tan especial?”

“Puedes apostar que sí.” Respondí con confianza. “Allí me lo pasé mejor que nunca.” “En ese caso, tal vez yo también lo pruebe.”

“¿Eh?” Me quedé boquiabierto, sorprendido por el repentino comentario de Miya.

“Si la mazmorra es tan divertida como dices, entonces lo comprobaré por mí cuenta. Con mi conjunto de habilidades, es probable que tenga que ir allí para un verdadero desafío, ¿no?”

Eso es cierto. Si Miya lo intentaba, no tardaría en ganarse un nombre. Ella tenía mucho potencial.

“Si conquisto la mazmorra antes que tú, entonces gano, ¿no? Estaremos en el mismo cuadrilátero, así que será una pelea buena y justa. Como verdaderos rivales.”

“Pero, ¿qué pasa con los Raiders?”

“No merezco quedarme con ellos después de mentirles a todos…”

Miya había mentido sobre sus habilidades y ocultado su verdadera fuerza. Había traicionado la confianza de sus compañeros. Tenía la sensación de que si se confesaba con Eldrich, éste probablemente la perdonaría. Pero al final, la elección era suya. Si no podía perdonarse a sí misma, entonces irse era una opción justa.

“De todos modos, tengo que empezar de nuevo. Tengo que cambiar por mí misma.” Continuó. “Quiero un nuevo comienzo en un nuevo lugar con nuevos aliados, aunque suene egoísta.”

“¿Cuál es el problema? Después de todo lo que has pasado, puedes permitirte ser un poco egoísta.”

“Entonces creo que lo haré.”

“Por cierto…” Había una última cosa que tenía que preguntarle a Miya. “Tenemos una plaza libre en nuestro grupo. ¿Quieres unirte?”

“De ninguna manera.” Respondió ella con una sonrisa. “Si lo hacemos juntos, no sería un verdadero concurso.”

Por fin, sentí que Miya y yo nos separábamos como debíamos. No de la manera retorcida de hace años. Por fin estábamos avanzando hacia nuestros futuros predestinados.

***

Una vez tomada la decisión de volver a explorar mazmorras, las cosas se movieron rápidamente. Lo primero que había que hacer era volver a Puriff. Era un poco triste decir adiós a la ciudad en la que habíamos vivido durante medio año, pero mis esperanzas para el futuro eran mayores.

Por desgracia, salir de la ciudad no era tan sencillo como mudarse. Tenía muchas personas de las que debía despedirme, así que había reservado el día para ello.

“¡¿Oh?! ¡Bueno, pero si es Note! ¿Qué haces aquí a mediodía? ¿Llegas tarde al trabajo?” Hilton se desgañitó.

“Sabes que ya he renunciado, ¿verdad?” Le contesté.

Mi primera parada fue la empresa de mensajería para la que trabajaba. Cuando me presenté en la oficina, Hilton, Monah y los demás estaban en su descanso para comer.

“¡Claro que sí! Era una broma.” Continuó Hilton.

“¿Y qué te trae hoy por aquí?” Monah se adelantó. “No has venido con las manos vacías,¿verdad?”

“Ten, toma. He traído esto para ti.” Concedí, entregando los bocadillos que había traído.

“Guau, realmente nos trajiste algo… Valió la pena pedirlo.” “Te los habría dado de cualquier manera.”

“Entonces, realmente, ¿para qué estás aquí hoy?”

“Me voy de la ciudad, así que he venido a despedirme.”

Hilton y los demás se habían ocupado bien de mí mientras trabajaba con ellos. Aunque ya lo había dejado, quería expresar mi gratitud.

“Ya veo. Por fin vuelves a la mazmorra, ¿eh?” Hilton adivinó.

“Bueno, primero tengo que encontrar a mis amigos. Puede que pase un tiempo antes de que volvamos a la mazmorra.”

“¡Cómo me sorprendió cuando me dijiste que explorabas mazmorras!” Se rió. Había acabado diciendo la verdad a todo el mundo cuando renuncie. “Pensé que me estabas tomando el pelo…”

“Supuse que era sólo una excusa para renunciar.” Lanzó Monah.

Toda la oficina se alborotó cuando les conté mi historia. Eso fue hace apenas unos días, pero ya era como un recuerdo entrañable.

“Tenía la sensación de que eras un aventurero increíble, Note. Me impresionaste cuando nos encargamos de ese ladrón de bolsos.”

“Espera, ¿qué?” Preguntó Monah. “Es la primera vez que oigo hablar de esto.” “Pasaron muchas cosas mientras estábamos en la entrega.”

“Oh, Hilton está hablando de aquella vez que abandonó nuestros paquetes.” “También es la primera vez que oigo hablar de esto…”

“¡No lo digas así, Note! ¡Intentaba ayudar a una anciana inocente!”

El tiempo pasó volando mientras charlábamos de esto y aquello. Antes de darme cuenta, la pausa para el almuerzo había terminado.

“¡Bueno, nos vemos luego, Note! Tenemos que volver al trabajo.” Dijo Monah con un saludo entusiasta.

“Siento haberte quitado tiempo para comer.”

“¡Ni hablar! Ha sido divertido volver a hablar contigo.” “Gracias.” Dije, devolviendo el saludo.

“Te animaremos.” Añadió Hilton, dándome una palmada en el hombro al salir por la puerta. “¡Asegúrate de completar esa mazmorra!”

“¡Eso es! Una vez que te hagas famoso por conquistar la mazmorra, ¡haz publicidad para nosotros!”

“Haces que parezca que va a ser fácil…” La gente no suele vitorear mi desempeño en mi cara… Me sentí un poco feliz, y también un poco avergonzado. Era una sensación extraña, pero no estaba mal. “Bueno, supongo que puedo hacer un poco de promoción si llego tan lejos.”

“¡Es una promesa!”

“Si en el futuro vas a ser una celebridad, ¿debo conseguir tu autógrafo ahora?” “Vale, Hilton, te estás adelantando un poco.”

Tuve la suerte de tener buenos amigos, incluso aquí en la empresa de reparto. Estaba un poco apenado por haber tenido que renunciar.

***

“He venido a despedirme, Hugel, Eisha.”

Tras pasar por mi antiguo trabajo, me dirigí directamente a casa de Hugel. Él y Eisha también me habían ayudado mucho durante mi estancia en la capital. Ellos eran la verdadera razón por la que había vuelto a la aventura. Me habían puesto al día en mi entrenamiento, y sin ellos, tal vez no me hubiera decidido a enfrentarme de nuevo a la mazmorra. Les estaría eternamente agradecido por ello.

“¿Ya te vas?”

“El tiempo vuela. Parece que nos conocimos ayer.”

Pero también tenía otra razón para pasarme por allí. Le había pedido a Eisha un favor especial con respecto a los otros Arrivers, ya que era la única agente de inteligencia que conocía.

“¿Cómo ha ido?”

“La solicitud fue con tan poco tiempo que no tuve tiempo de reunir mucho, pero aquí tienes.” Dijo Eisha, entregándome una hoja de papel. “Esto es lo que he podido encontrar sobre el paradero actual de los Arrivers.”

“Gracias por tomarte el tiempo de recopilar esto.” Dije, hojeando el documento.

“No fue ningún problema. No estoy trabajando en ningún otro pedido en este momento.” Añadió Eisha. “Oh, pero hubo algunos espacios en blanco que no pude rellenar…”

Allí, Eisha señaló ciertos lugares del documento y los explicó con detalle. A pesar de sus humildes palabras, había reunido una cantidad increíble de información. Hace sólo una semana que le pedí que investigara, pero ¿ha conseguido reunir todo esto en tan poco tiempo? ¿Cómo lo hizo? Tenía curiosidad, pero demasiado miedo para preguntar.

“Ahora mismo todo el mundo está realmente disperso, ¿eh?” Comenté. “Será un reto volver a reunirlos.”

“Bueno, ahora tengo una ventaja gracias a tu investigación. Yo me encargaré del resto a partir de aquí.”

Como había señalado Eisha, había varias lagunas interesantes en el informe. No sería fácil localizar a todos, pero era mucho más realista ahora que tenía algo en lo que basarme. Un futuro en el que los Arrivers volvieran a estar juntos podría estar a la vuelta de la esquina.

“Siento no haber podido hacer nada por ti.”

“No es realmente tu área de experiencia, así que…”

Sinceramente, esperaba no tener que pedir nunca la ayuda de Hugel. Probablemente estaría en verdaderos problemas si le pidiera favores a un sicario.

“Asómate a la capital de vez en cuando, ¿me oyes?”

“Sí. Intentaré visitarte cuando el equipo vuelva a estar unido.” “También te visitaré cuando esté en Puriff.”

“¿Por qué no vamos juntos a Puriff, Amo Hugel? Puede ser nuestra luna de miel…”

“Sin embargo, Puriff no tiene muchos lugares turísticos aparte de la mazmorra. ¿No crees que es un poco aburrido para unas vacaciones?”

“¡Sí, estoy completamente de acuerdo!” Gritó Eisha, con los ojos llorosos por haber sido derribada al instante.

Haz lo que puedas, Eisha. Espero que tus sentimientos sean correspondidos la próxima vez que nos encontremos. Rezaré por ti.

“Bueno, cuídense, ustedes dos.” “Tú también, Note.”

“¡Buena suerte en la mazmorra!” Los dejé con un largo saludo.

***

“Supongo que es hora de decir adiós a esta ciudad…” “Es un poco triste.”

Roslia y yo nos encontrábamos en la estación de carruajes de la zona oeste de la capital esperando para partir. Mi maleta estaba llena, y el baúl de Roslia parecía pesado. Curiosamente, nuestro equipaje estaba igual que cuando llegamos, a pesar de todo lo que habíamos comprado desde entonces. Supongo que eso significaba que habíamos tirado tanto como habíamos ganado.

“Pareció mucho más tiempo, pero no llevábamos ni un año aquí.” “¿Verdad? Parece que hace años que no los vemos a todos.”

“Eso es porque solíamos vernos todos los días.”

Nuestro objetivo a partir de aquí era recuperar a los otros Arrivers y volver a la ciudad de Puriff, donde estaba la mazmorra. La capital estaba en el noreste del país. Para recoger a todos y acabar en Puriff, primero nos dirigiríamos al oeste. Una vez que llegáramos lo suficientemente lejos, alrededor del punto medio de Mignon, dejaríamos la ruta hacia Puriff para dirigirnos a la persona más cercana según la información de Eisha, probablemente Force.

“Aquí está el tuyo.” Dije, entregándole a Roslia su billete.

A partir de ahí, entregamos nuestros billetes al empleado y nos acompañaron hasta el carruaje.

“Es un poco triste que no haya nadie aquí para despedirnos.” Se lamenta Roslia. “¿No te has despedido ya de todos en la iglesia?” Pregunté.

“Eso no es lo que quería decir. Digo que me gustaría que Miya estuviera aquí.”

“Ah, claro.” Respondí, comprendiendo por fin. “Pero por supuesto que ella no vendría.

Ahora somos rivales.”

Después de nuestra pelea, nuestro grupo improvisado con Miya se disolvió rápidamente. No hubo ninguna conversación prolongada sobre lo que había pasado o lo que habíamos acumulado durante años. Simplemente volvimos a la ciudad como siempre hacíamos después de un trabajo.

Antes de separarnos, Miya dijo: “¡La próxima vez que nos encontremos, presumiré de haber completado la mazmorra primero que tú! ¡No vendré a verte hasta entonces!”

Impertérrito, había respondido: “Entonces supongo que no volveremos a vernos, ya que los Arrivers la van a completar primero.”

Y eso fue todo. Tomamos caminos distintos. Más tarde escuché que había dejado los Raiders cuando me pasé por el gremio. Supuse que estaba de camino a Puriff, pero no supe nada más.

“¡Aunque sean rivales, igual fuimos compañeros de aventuras durante un tiempo! ¡Al menos podría haber venido a despedirse!”

“¿Qué, la echas de menos o algo así?”

“¡Un poco, sí! Puede que ya no esté obsesionada contigo, pero podríamos seguir siendo amigas, ¿sabes?”

“¿A pesar de que dijo que eras ‘una mujer extraña’?”

“¡Y eso me dolió! No me pareció apropiado intervenir, así que no dije nada, pero viéndolo en retrospectiva, ¡fue realmente grosero! ¡¿Miya realmente me odia?!”

“Tendrías que preguntarle a ella.”

Basándose en lo que Miya había dicho mientras despotricaba, ciertamente no parecía tener una impresión favorable de Roslia cuando se conocieron… Pero tal vez eso había cambiado en el transcurso del trabajo conjunto.

“Bueno, estoy seguro de que podrás verla cuando quieras en Puriff. Puedes preguntarle entonces.”

“¿Quieres que te pregunte directamente: ‘Me odias’? ¡Se llevará una idea totalmente equivocada! Deberías preguntar por mí, Note.”

“De ninguna manera. Si voy a verla, estaré admitiendo mi derrota.”

“Huh, sí. Supongo que sería vergonzoso ir a verla por algo tan trivial después de toda esa gran charla…”

“Seguro que sí. Tendré que tener cuidado de no encontrármela en la ciudad.”

“Hay que tener mucho cuidado cuando se va a un lugar concurrido. ¿Por qué no te pones una máscara o un disfraz?”

“Eso es ir demasiado lejos.”

Mientras bromeábamos sobre esas cosas, llegamos al carruaje. La salida estaba prevista para dentro de diez minutos. Había querido llegar antes, pero nuestros preparativos nos habían retrasado hasta el último momento.

Pude ver varias siluetas a través de las ventanas. Nuestros compañeros de viaje, probablemente. Parecía que éramos los últimos en subir. Pensaba eso mientras subía al carruaje, y…

“…”

“…”

En silencio, torpemente, establecí contacto visual con la chica sentada en el fondo. Roslia, que entraba detrás de mí, hizo lo mismo.

“¿Qué? ¿De verdad hemos reservado el mismo carruaje, Miya?” Preguntó. “Así parece…” Respondió mi amiga de la infancia con voz temblorosa.

Comprendí cómo se sentía. Después de todo lo que habíamos dicho sobre “la próxima vez que nos veamos”, era humillante tropezarnos en la carreta. Ella apartó la mirada, pero pude ver que sus orejas estaban muy rojas.

“Y así nos encontramos de nuevo…” Dijo Roslia. “… ¿Qué pasa con eso?” Respondió Miya.

“¿Ya has conquistado la mazmorra?” “¡…!”

¡Ten un poco de piedad, Roslia! ¡Está a punto de llorar! Sé que quieres vengarte por el comentario de “una mujer extraña”, pero si sigues así la vas a romper.

“Bueno, vamos en la misma dirección… Terminamos en el mismo carruaje por coincidencia…”

“¿Por qué no estás presumiendo ya con Note?” “Roslia, deberías dejarlo…”

“¡Me voy a casa! ¿A quién le importa la mazmorra?” Gritó Miya, saltando del carruaje. “¿Ves, Roslia? No deberías haber…”

“¡Uy! ¿Me he burlado demasiado de ella?”

Y así comenzó el caos… Esa era la única parte de mi antigua vida que no había echado de menos.