Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 3

Historia Secundaria 1: ¿Quién se ha Comido el Budín?

“¡¿Quién fue?! ¡¿Quién se comió el budín de Neme?!”

Era de noche. Todo el grupo había sido sacado de la cama y acorralado en el salón. Erin, Force, Jin, Roslia y yo nos sentamos alrededor de la mesa mientras Neme golpeaba frenéticamente los puños contra ella. Todavía medio dormido, no entendía muy bien por qué estaba tan enfadada. Por suerte, Roslia fue la primera en levantar la mano.

“¿Qué estás diciendo?” Preguntó ella.

Neme se puso muy roja ante esa pregunta, apretando los puños mientras respondía: “¡El budín Frais de Mel Francois que Neme estaba guardando en la nevera ha desaparecido! Me hacía mucha ilusión, ¡pero alguien se lo ha comido!”

“Espera un momento. ¿Tu Fresco Melty qué?” Intervino Force, y yo se lo agradecí, porque me estaba preguntando lo mismo.

Neme levantó un dedo y le corrigió: “¡No, es Frais de Mel Francois! Una tienda de postres muy cara y muy popular. Tiene tanta demanda que hay que hacer tres horas de cola para comprar cualquier cosa, ¡y hay que ir temprano por la mañana porque siempre se agotan!”

“Está bien, entonces es sólo un budín de lujo.” Dijo Roslia con sorna ante el entusiasmo de Neme. Luego se levantó, miró a todos y declaró en voz alta: “¡El culpable que se comió el budín de Neme está entre nosotros!”

“¿Es en serio…?”

“¡No seas tan aguafiestas, Note! ¿Nunca has querido decir algo así? ¡Los detectives son tan geniales! Siempre he querido intentar ser uno.”

“Sí, lo entiendo. De acuerdo, te seguiré el juego. Veamos… Entonces, resolveré este caso más rápido de lo que puedes decir…”

“¡Hey, espera un momento! ¡Yo soy el detective! Ni siquiera pudiste manejar una misión de seguimiento adecuada, ¡así que al menos déjame tener mi diversión ahora!”

“¿Qué misión de seguimiento?” Preguntó Jin con curiosidad.

Mierda, como sigamos así se va a enterar de que el otro día le estábamos siguiendo…

“Yo tampoco tengo ni idea de lo que está hablando Roslia, pero estoy de acuerdo en que deberíamos dejar que se divierta. ¿No es así?”

“¡Muy bien, Note! Así que esta vez haré el papel de detective.” Roslia se aclaró la garganta y se dirigió a Neme. “Ahora, señorita Neme, ¿cuándo descubrió que su budín había desaparecido?”

“¡Ahora mismo! He abierto la nevera para tomar el budín que había guardado, ¡y ya no estaba!”

“Si lo has estado guardando, significa que no te lo has comido nada más recibirlo,

¿verdad? ¿Cuándo lo compraste?” Pregunté con curiosidad.

“Por favor, no te adelantes al detective en la investigación, Note.” Me regañó Roslia. “Lo siento. Es que la naturaleza de un detective es tener curiosidad por los detalles.” “¿Qué? Ni siquiera eres… ¡Augh, basta de jugar a los detectives! ¡Roslia está tratando de

encontrar mi budín!” Neme echó humo.

Probablemente estaba enfadada por haber desbaratado esta supuesta investigación. Por lo menos, su pasión por el budín era real: quería atrapar a ese ladrón.

“¡Neme compró el budín hace cuatro días! Siempre lo compro al principio de la semana y lo guardo para el fin de semana, ¡así tengo algo que esperar!”

“Ya veo. ¿Y cuándo crees que desapareció?”

“Neme lo comprueba todas las noches, ¡y anoche seguía allí!”

“¿El budín estaba en la caja dorada del centro de la nevera?” Preguntó Jin. Neme inmediatamente soltó: “¡Ajá, ¿fuiste tú quien se lo comió?!”

“No, no fui yo. Pero sí pensé que la caja estaba en el camino.” Oh, esa caja. Sí, yo también pensé que estaba en el camino.

El frigorífico de los Arrivers era el modelo más nuevo, que funcionaba con energía mágica. Era grande y caro, pero cualquier caja en medio de la cosa llamaría la atención de quien la abriera. Estaba bastante seguro de haberla visto ayer, así que sin duda había desaparecido en algún momento del día.

“De todos modos, no creo que Jin sea el culpable. Simplemente no es ese tipo de persona.” Confesé.

“Sí, estoy completamente de acuerdo.” Coincidió Roslia. “Lo mismo digo.” Dijo Force.

“Neme fue quien le acusó, pero tampoco creo que sea el culpable.” Añadió.

La personalidad y el comportamiento habitual de Jin le exoneran de toda culpa. Sin embargo, parecía un poco desconcertado por nuestra declaración unánime de su inocencia y se rascó torpemente la mejilla.

“Me alegro de que todos se sientan así, pero ¿no deberían sospechar de mí al menos un poco? No fui yo, pero aun así…”

“Sí, si acaso, apostaría por Force.” Ofrecí.

“¡Hey, eso es grosero! ¡No saques conclusiones precipitadas! ¡Así es como se hacen las falsas acusaciones! No voy a negar que lo hubiera hecho, ¡pero esta vez realmente no fui yo!

¡Lo juro!”

“Olvídate de Force. Creo que es bastante sospechoso que Erin haya estado tan callada.” Cuando Roslia dijo eso, todos se volvieron para mirar a Erin. Ella bajó la cabeza,

ocultando su rostro a todos nosotros. Un silencio incómodo se cernió sobre la mesa durante unos largos segundos antes de que ella finalmente murmurara…

“Lo siento… Fui yo quien se lo comió…”

“¡Erin! ¿Cómo has podido?” Exigió Neme, golpeando la mesa en busca de respuestas. Erin se puso en pie y miró con odio a Roslia, declarando: “¡Ella me tendió una trampa!” “¿Eh?” No pude evitar preguntar. “¿Cómo?”

Erin explicó: “¡Me dijo que podía comerme el budín de la nevera! Así que me lo comí,

¡pero ahora resulta que era de Neme!”

“¿No es esa historia un poco exagerada…?”

Miré a Roslia. Sinceramente, pensé que lo negaría, pero para mi sorpresa, asintió con la cabeza.

“Es verdad. Le dije a Erin que podía tener mi budín de sobra.” Allí, entró en la cocina y abrió la puerta de la nevera para sacar una caja roja del estante superior. “Pero este es el budín del que hablaba.”

En el lateral de la caja figuraban las palabras “para Erin” en letras pequeñas hechas a mano. Y dentro de la caja había un solo budín demasiado pequeño para el tamaño del recipiente en el que estaba.

“¡¿Cómo se supone que iba a saber eso?! ¡Lo dejaste en la parte de atrás de la nevera!

¡Cualquiera agarraría la primera caja que viera!”

“Pero si hasta escribí tu nombre, ¿no es culpa tuya por no comprobarlo antes?”

“Es cierto, pero…” Erin se interrumpió, vacilando bajo las miradas de los que la rodeaban.

Finalmente, inclinó la cabeza. “Lo siento, Neme. Me comí tu budín por error.”

“No fue a propósito, así que Neme no puede culparte demasiado. Si me compras un budín de reemplazo, te perdonaré.”

“Gracias, Neme…”

Aliviada por la facilidad con la que fue perdonada, Erin estaba casi llorando. Neme le tomó suavemente las manos en un gesto de tranquilidad. Fue sinceramente conmovedor… aunque fuera sobre un budín.

“Entonces el misterio se ha resuelto: todo fue un malentendido cometido por la descuidada Erin. Caso cerrado.” Declaró Roslia con voz aguda.

Al día siguiente, por alguna razón, estaba haciendo cola frente a Frais de Mel Francois.

¿Por qué? Porque Erin dijo que no podía estar sola en la cola de una tienda de postres de lujo y me rogó que la acompañara. Quise negarme, pero su petición desesperada me conmovió y acabé aceptando.

Visitar una tienda de postres de lujo era una experiencia mortificante para los excesivamente introvertidos. Como compañero introvertida, entendía perfectamente por qué no quería ir sola. Además, ir juntos no era tan malo. Era casi como una cita. Siempre había soñado con esperar en la cola con una chica y charlar sobre nada en particular para pasar el tiempo.

“Y esta línea parece no moverse…”

“El lugar debe ser súper popular. Llegamos aquí cuando la tienda abrió, y ya había una cola enorme…”

Moví el cuello para ver el frente de la fila, que seguía hasta el interior de la tienda. Las personas que estaban allí parecían prácticamente hormigas desde aquí. ¿Cuánto tiempo íbamos a tener que esperar para llegar tan lejos?

Miré un poco más por la zona y vi otra tienda de postres en la esquina de nuestro destino. Por la pancarta que había fuera, también vendían budín. La falta de cola indicaba que no era tan popular, pero vi cómo algún que otro desesperado abandonaba la cola frente a Frais de Mel Francois y se dirigía hacia allí.

Probablemente, la tranquila tienda se las arreglaba a duras penas para salir adelante con el negocio que generaban esos clientes. Tal vez incluso habían empezado a vender budín después de ver lo popular que era en Frais de Mel Francois. Me hizo cuestionar su orgullo como negocio, pero también hay que respetar lo que supone dejar de lado el orgullo en nombre de la obtención de beneficios.

“¿Por qué no compramos un poco de budín de allí? Nadie notará la diferencia.” Sugerí, finalmente harto de la interminable cola. “Ni siquiera Neme.”

Erin respondió con una mirada: “Eso sería horrible. Estaría traicionando a Neme después de que tuviera la amabilidad de perdonarme.”

“¿Quién decidió que la tienda con una larga cola es buena mientras que la tienda sin cola no lo es? Tal vez ese lugar también tiene un buen budín, ¿sabes?”

“Las buenas tiendas normalmente tienen largas colas por una razón, obviamente. Además, Neme pidió específicamente budín de Frais de Mel Francois. Así que aunque la otra tienda tenga un budín perfectamente bueno, no es lo que ella quiere.”

“Bueno, supongo. Pero ahora tengo un poco de curiosidad, así que puede que compre un poco para probarlo más tarde… Me gusta apoyar a los desvalidos, ¿sabes?”

“Porque eres un bicho raro… Aunque en cierto modo lo entiendo.”

Seguimos observando la tienda de enfrente, y me di cuenta de algo la siguiente vez que salió un cliente con una caja roja en la mano.

“Hey, ¿no es ese el lugar donde Roslia consiguió su budín?”

“Así que trató de agenciarme un budín de segunda clase, ¿verdad? Como mínimo podría haberme conseguido uno de Frais de Mel Francois.”

“¿A quién le importa de dónde viene? Te habían dado un budín gratis…”

Por supuesto, estábamos en todo este lío por el budín de Roslia. Podía entender por qué Erin no estaba muy contenta con ella ahora mismo… Pero mientras pensaba en ello, otra pregunta vino a mi mente.

“En realidad, ¿por qué Roslia te dio budín, Erin? No creí que fueran tan amigas como para comprarse postres.”

“También me lo pregunté, pero ella dijo que sólo me lo ofreció porque yo estaba en el salón en ese momento. Pensé que lo había envenenado. Por eso hice que lo probaras primero.”

“¿Lo hiciste?”

Al oír sus palabras, recordé el intercambio que había tenido con Erin ayer por la tarde. Si no recuerdo mal, me había preguntado si quería probar su budín y…

“¡Espera, eso significa que te vi comerlo ayer! ¡No hubo necesidad de hacer un trabajo de detective! ¡Estuve allí mismo en la escena del crimen! Incluso probé un bocado.”

“Eso te convierte en cómplice.”

“¡¿En serio?! ¡¿Y qué es eso de probar si estaba envenenado?! ¡Me siento como un idiota por pensar que estabas siendo amable!”

“Lo dije, pero también comí, ¿recuerdas? Así que no te preocupes. Si morimos, moriremos juntos. Compartimos el mismo destino.”

“Sí, ese es un destino que me gustaría evitar…”

Seguimos charlando de todo y de nada. Antes de que nos diéramos cuenta, habíamos llegado al frente de la fila y a la tienda.

Erin se inclinó para mirar la lujosa vitrina y murmuró: “Todo parece tener un aspecto delicioso…”

“¿Qué quieres decir con que parece delicioso? ¿No lo has probado?”

“Tú también lo probaste, ¿recuerdas? Pero, ¿el que teníamos se parecía a estos? Me lo comí sin saber que era un budín caro, así que no le presté mucha atención…”

“Si Neme te oyera decir eso, se pondría furiosa.” “¿Dices que lo recuerdas perfectamente?”

“Puede, eh… Puede que se parezca o no a estos, sí…”

No podía responderle con seguridad. No estaba seguro de poder identificar el budín que comí ayer entre los que estaban expuestos…

“Entonces eres tan culpable como yo. Pero este es el budín que pidió Neme. Lo escribí para asegurarme de que me dieran el correcto y todo.”

Erin pidió un paquete de seis budines del más popular y ortodoxo que tenía la tienda, uno para cada uno de los Arrivers. Todo este alboroto había hecho que todo el mundo sintiera curiosidad por el budín de Frais de Mel Francois, cosa que no podía criticar. Eso me incluía a mí.

El dependiente metió los seis budines dentro de una gran caja dorada y nos la entregó sobre el mostrador. Salimos de la tienda con los productos en la mano, pero la tienda de enfrente volvió a llamarme la atención.

“Todavía tengo curiosidad por su budín… ¿También podemos pasar por allí?” Pregunté.

“Claro, pero tendrás que comprarlo con tu propio dinero. Usé todo lo que tenía en Frais de Mel Francois.”

Como disculpa por haber causado la conmoción del budín, Erin había pagado personalmente la cuenta de todos nosotros. Con su permiso, me acerqué a la tienda menos popular. Ella me esperó amablemente fuera con la caja dorada de Frais de Mel Francois.

Pero cuando entré en la tienda y vi la vitrina, me encontré con una revelación impactante.

¿Qué? ¿Qué significa todo esto…?

La cabeza me daba vueltas con preguntas y especulaciones. De alguna manera, conseguí respirar hondo y calmarme antes de echar otro vistazo.

Lo sabía… Mi instinto nunca miente.

Repasé los acontecimientos de ayer y hoy en mi cabeza. El descubrimiento del crimen. El testimonio de cada miembro del grupo. Mis pensamientos sobre cada uno… Y la curiosa sensación de que algo no estaba del todo bien. Sopesé la información en la que podía confiar frente a las historias sin pruebas, cómo había respondido cada miembro de Arrivers al incidente y cómo debía ser la situación desde la perspectiva de cada uno de ellos.

Cuando lo hice, el misterio se desveló y la niebla que envolvía la verdadera historia se despejó. El robo del budín que había parecido tan sencillo a primera vista era en realidad una compleja trama de intriga astutamente planificada.

“Ya te tengo. Sólo tienes que esperar, ladrón de budín… Voy a exponer tus crímenes.” Por el momento, compré seis budines al igual que Erin y me apresuré a salir.

“Así pues, los he reunido a todos aquí hoy por una razón muy importante: he descubierto al verdadero culpable del robo del budín, ¡y ahora lo desenmascararé ante todos ustedes!”

Al igual que la noche anterior, reuní a nuestro grupo alrededor de la mesa en la sala de estar.

“¿Por qué hablas así, Note?”

“Sí, ¿cuál es el problema? ¿No nos dimos cuenta de que era Erin?” “Así parezco más un detective. Además, el caso aún no está cerrado.”

“¿Qué quieres decir?” Preguntó Neme, con la cabeza inclinada hacia un lado. Quizás debería haber dado una respuesta más detallada.

“Es simple.” Dije. “Erin es inocente. Ella no es la que se comió el budín de la señorita Neme.”

“Espera, pero me comí el budín…” Erin empezó a objetar, disculpándose.

Era cierto que Erin se había comido un budín, pero eso no contradecía nada de lo que yo estaba diciendo. Por el momento, las únicas dos personas que sabían toda la verdad éramos el propio culpable y yo.

“Comprendo la confusión de todos, pero lo explicaré todo a su debido tiempo, así que tengan paciencia.” Después de interrumpir a Erin, coloqué las dos cajas de budín que habíamos comprado sobre la mesa. “Esta caja dorada es de Frais de Mel Francois, que todos conocemos ya. Pero esta roja es de una tienda de enfrente que no es tan popular. Llamaremos al budín que contiene ‘el budín caro’ y ‘el budín barato’ respectivamente para simplificar.”

En concreto, el budín caro costaba tres veces más que el barato, pero eso no era importante en este momento.

“Hace cuatro días, compró un budín caro para usted, ¿no es así, señorita Neme?” “¡Neme lo hizo, sí!”

“Entonces, señorita Neme, lo guardó en la nevera para que estuviera a salvo hasta el fin de semana. El culpable, sin embargo, llegó al budín antes que usted.”

“Y… ¿antes que ella?” Preguntó Erin.

“Así es.” Dije asintiendo. “No estoy seguro de la hora y fecha exactas, pero fue hace entre uno y tres días. El verdadero ladrón había acabado con el budín mucho antes que Erin.”

“Espera, ¿entonces qué he comido?”

“Tengan paciencia. También voy a explicar eso. Por ahora, asumamos que el culpable se comió el budín de la señorita Neme a propósito. Tal vez tenía hambre y quería algo dulce. Ahora, Erin, ¿qué harías normalmente si te comieras el budín de otra persona?”

“Cómprale más, duh. Neme obviamente se enojaría si su budín desapareciera.”

“Estoy de acuerdo. Seguramente el culpable pensó lo mismo. ‘Me comí el budín, pero no será un problema mientras compre más antes de que Neme se entere’, probablemente pensó. Así que dejó la caja en la nevera para que pareciera que el budín seguía allí mientras iban a comprar más. Ayer dijo, señorita Neme, que revisaba la caja todas las noches, ¿no? Pero eso no significa que comprobase el interior de la caja.”

“Note está en lo correcto. Neme no ha mirado dentro.”

“Como sospechaba. Eso significa que no hay pruebas de que el budín haya desaparecido ayer. Ahora estoy aún más seguro de mi teoría. Volviendo al tema, el culpable salió de la casa para comprar más budín, pero se dio cuenta de que había cometido un error de cálculo fatal cuando llegó a la tienda.”

“¿Un error de cálculo?” Preguntó Erin, ladeando la cabeza.

“No estaba preparado para lo larga que sería la cola.” Expliqué. “El culpable sólo conocía la tienda por el nombre escrito en la caja, así que desconocía su reputación. Y, al hartarse de la larguísima cola, casualmente vio otra tienda de postres al otro lado de la calle, la que vende el budín barato.”

Para demostrarlo, levanté la caja roja para que todos la vieran.

“Nunca hay cola en la tienda barata, así que el budín fraudulento era bastante fácil de obtener… La señorita Neme, sin embargo, nunca lo aceptaría en lugar del verdadero. La diferencia es demasiado grande y demasiado obvia, así que el culpable ideó un plan tortuoso.”

Allí, abrí las dos cajas y saqué los seis budines de cada una. Luego tomé uno de los budines baratos y lo puse dentro de la caja dorada.

“Creo un montaje para que el budín barato se pareciera al budín caro, y luego lo metió en la nevera justo donde la señorita Neme lo había dejado.”

“Uh, ¿pero no se daría cuanta Neme cuando fuera a comerlo?”

“Exactamente, Force. Ella lo haría. Y el verdadero culpable también se percató de esto. Por eso empleo a un tercero para deshacerse de las pruebas antes de que eso ocurriera… alguien que no supiera la diferencia entre el budín barato y el budín caro. Un chivo expiatorio, se podría decir.”

“Y esa era Erin…” Murmuró Jin.

Mi explicación hasta este punto era suficiente para él. Debió extrapolar el resto por su cuenta, lo que significa que ahora también conocía la identidad del culpable.

“Precisamente. El culpable invitó a Erin a comer el budín de la nevera, sabiendo perfectamente que ella iría por la caja dorada, la única que había en ese momento. A continuación, se colocó un segundo budín barato en la caja roja y se guardó en el frigorífico como si siempre hubiese estado allí. Incluso se escribieron las palabras ‘para Erin’ en el lateral para dar la impresión de que Erin se había equivocado de budín.”

El verdadero culpable se comió el budín caro y lo sustituyó por uno barato, y luego hizo que un tercero se comiera las pruebas de su crimen y asumiera la culpa en el proceso. Esa fue la verdadera historia.

Y ahora que se lo había explicado a todo el mundo, me dirigí a la verdadera culpable y declaré: “La única que podría haber hecho todo esto es la persona que invitó a Erin a comer el budín en primer lugar. En otras palabras… ¡fuiste tú, Roslia!”

“Je.” Sonrió, y luego dijo: “Una teoría interesante, pero ¿dónde están tus pruebas?”

“Esa declaración en sí misma es como una confesión… Pero la prueba está en el mensaje que escribiste en la caja: el único fallo en tu plan, por lo demás perfecto. Verás, si hubieras comprado budín para ti, ¿el nombre de quién escribirías en la caja? El tuyo, ¿no? Erin dijo que le ofreciste un poco porque estaba en la sala en ese momento, pero la caja decía ‘para Erin’. Tu intención de inculparla era bastante clara.”

Si Roslia necesitaba un chivo expiatorio, su primer objetivo sería inevitablemente Erin.

No era el tipo de chica que le daría budín por la bondad de su corazón.

“Eso es circunstancial en el mejor de los casos, ¿no crees? Como dijiste, normalmente escribirías tu propio nombre en algo que te pertenece, pero ¿llamarme criminal sólo por personalizar un pequeño regalo? Es un poco exagerado, ¿no? Además, no tienes ninguna prueba de que los budines hayan sido cambiados. Nunca podrás demostrarlo.”

“En realidad, puedo… ¡ya que yo mismo probé el budín prohibido!” “¿Eh?”

“Estoy diciendo que lo probé. Erin estaba preocupada de que lo hubieses envenenado o algo así, así que me dio un bocado, y definitivamente no era el budín que vimos en Frais de Mel Francois.”

Al final fue así como descubrí su truco. No estaba seguro cuando estábamos en Frais de Mel Francois, pero cuando lo vi en la vitrina de la otra tienda de enfrente… supe en mi corazón que habían sido cambiados. Lo que Erin me había dado ayer era el budín barato, y yo simplemente había trabajado hacia atrás a partir de ahí para averiguar el resto.

Pensando en ello, debería haber sospechado en el momento en que Roslia insistió en hacer de detective ella misma. Fue bastante insistente en mantenerme al margen de la investigación, y ahora estaba claro por qué. Todo era una estratagema para alejarnos de la verdad. Incluso me había molestado por hacer preguntas, como cuando Neme había comprado el budín. Intentaba evitar que descubriera su engaño, un signo de conciencia culpable.

“Qué tontería. ¿Cómo iba a saber que Note probaría el budín y descubriría que era el barato? Supongo que una chica no puede planificar todo…”

Eso era tan bueno como cualquier confesión. Roslia estaba abandonando su fachada y admitiendo su crimen. Se recostó en su silla con una mirada de suficiencia.

De hecho, una serie de coincidencias habían conspirado para revelarla. Nunca habría probado el budín barato si Erin no me hubiera obligado a hacerlo, y nunca habría sabido que era el barato si no hubiera entrado en la segunda tienda. Y sin mi participación, Erin habría tenido problemas.

Incluso si hubiera probado el budín caro hoy y se hubiera dado cuenta de que no era lo que había comido ayer, nadie la creería después de que la señalaran como principal sospechosa. Sólo sonaría como si estuviera tratando de evitar la responsabilidad.

En otras palabras, Roslia casi había planeado el crimen perfecto. Si no fuera por una serie de desafortunadas coincidencias, también podría haberse salido con la suya. Un simple caso de budín equivocado se convirtió en un astuto trabajo interno, una historia de engaño y traición. Todo por su culpa. Roslia Minkgott era una mujer realmente aterradora, totalmente merecedora de su infamia en Puriff.

“Teejee, ¡supongo que Note siempre ve a través de mí!”

“¿Por qué suenas tan feliz? ¿No deberías estar disculpándote con Erin y Neme ahora mismo?”

“¡Sí! Intentaste culparme a mí, ¡zorra sin corazón!”

“¡Eso era el precioso budín de Neme! ¡Eres lo peor, Roslia!”

“Pero bien está lo que bien acaba, ¿no? Ahora tenemos suficiente para los seis.” “Tuve que hacer cola para comprar eso, ¿sabes?”

Los furiosos gritos de Erin resonaron por encima de todo el caos, haciendo eco en todo el cuartel general.