Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 1

Capítulo 9: Las Flores Del Cosmos Se Convierten En El Campo De Batalla

Parte 1

El departamento de descubrimiento de talentos del Reino Mágico solía odiar el trabajo de oficina, y cuanto más fuerte era el mago, más evidente era esto.

Por eso, los familiares hadas digitales que vivían en los teléfonos mágicos de los supervisores y se encargaban del trabajo de escritorio eran mucho más apreciados que los familiares ortodoxos de antaño, como los gatos negros y los búhos. Alrededor del 80% del departamento tenía este tipo de familiares.

Fav era un viejo conocido, incluso en el departamento de descubrimiento de talentos. Pero a pesar de su larga trayectoria, no sentía pasión por su trabajo. No podía recordar si había perdido esa chispa en algún momento del camino o si simplemente nunca la había tenido. Lo más probable es que fuera defectuoso. Se había cansado de las pruebas de selección y se había aburrido de sus amos, continuando como familiar por pura costumbre. Hasta que conoció a Cranberry.

En la primera prueba de selección de Cranberry, un demonio invocado se había vuelto loco y había masacrado al amo y a otros aspirantes porque Fav no había revisado para prevenir tales accidentes como se suponía que debía hacerlo. Esta situación excepcional echó por tierra la misma prueba de selección de siempre y entusiasmó a Fav, pero ver a la chica de nueve años derrotar al demonio por sí misma le entusiasmó aún más.

Su mirada, su forma de hablar y su actitud inusualmente beligerante decían que estaba claramente fuera de sí, pero el informe de Fav a los superiores no mencionaba ningún problema. Seguramente sería capaz de crear una prueba de selección fascinante. Aunque acababa de perder a su anterior compañera, de inmediato Fav la nombró su ama.

Resultó que Fav tenía razón. Cranberry acabó siendo el mejor supervisor y compañero que podía desear. Después de todo, ninguna otra chica mágica participaría en la prueba para saciar su sed de sangre. Cranberry pudo disfrutar de sus combates a muerte, y Fav pudo disfrutar del emocionante espectáculo.

Las pruebas de selección normales no eran nada divertidas. Buscaban cualidades que no tenían nada que ver con la magia, como el valor, el ingenio y la personalidad, y sólo uno de los aspirantes era elegido para convertirse en un verdadero usuario de magia. A los que fallaban simplemente se les borraba la memoria y volvían a su vida normal.

Pero las pruebas de Fav y Cranberry eran diferentes. Doblaban las reglas para acabar con la vida de los aspirantes rechazados, les animaban a matarse entre ellos y se aseguraban de que sólo el más fuerte acabara victorioso. A veces, Cranberry incluso se olvidaba de sí misma y mataba al “más fuerte”. Su sed de sangre era gloriosa, pero tendía a excederse.

El Reino Mágico creía firmemente que todas las personas eran intrínsecamente buenas, lo que para Fav era completamente estúpido. Hizo todo lo que estaba en su mano —mezclando los recuerdos de los ganadores, enviando informes falsos— para mantener la cinta sobre sus ojos, y hasta ahora, no se habían dado cuenta. Naturalmente, los ganadores también eran más fuertes, por lo que los resultados superiores de sus pruebas de selección en realidad ayudaron a la reputación de Fav y Cranberry.

Los practicantes con talento fortalecían el Reino Mágico, lo que significaba que Fav y Cranberry podían llamarse orgullosos patriotas en comparación con los amos que realizaban pruebas de selección ortodoxas y fomentaban la incompetencia. Fav apreciaba a Cranberry, pero no era lo suficientemente sentimental como para lamentarse ahora que había muerto. Si necesitaba un nuevo amo, lo cambiaría en un santiamén. La motivación de Swim Swim era difícil de determinar, e incluso rechazaba la ayuda de Fav, así que no era una buena ama. Había que eliminarla.

***

La Pucelle había jurado protegerla.

Sister Nana había intentado encontrar una solución pacífica.

Y Hardgore Alice.

La chica que perdió su llave había sido Hardgore Alice.

Aunque el final del juego fue un alivio, Snow White también se preguntó por qué sólo ella había sobrevivido. Era una llorona, una débil, una cobarde y, sobre todo, temerosa, siempre temblando en sus botas. Sin embargo, fue la única que sobrevivió.

El único pensamiento en su mente era: ¿Por qué estoy viva? Así que cuando otra chica mágica superviviente le propuso una reunión, aceptó sin dudarlo.

Ella había pensado en todas ellas como amigos. Como personas importantes para ella. Sin embargo, se sintió más aliviada de estar viva que triste de que estuvieran muertas. Le dieron ganas de suicidarse. Quería preguntarle a la otra superviviente cómo se sentía, ahora que todo había terminado.

Nada de lo que comía tenía sabor, y nada de lo que imaginaba la asustaba ya. Simplemente estaba adormecida.

La chica que esperaba en la torre de acero junto a la playa no se parecía en nada a lo que había imaginado. No parecía ni una heroína veterana ni una asesina enloquecida por la sangre: el aura que la rodeaba era más solitaria que otra cosa, y una tristeza más oscura que sus ropas negras se cernía sobre ella. Pero había un brillo intenso en sus ojos almendrados. Una fuerte voluntad ardía en su interior.

“Buenas noches…”

“… Buenas noches.”

Ripple. Ese era el nombre de esta otra superviviente. “Swim Swim…”

“¿Eh?”

“Si sabes algo de ella… necesito que me lo digas.”

¿Por qué preguntaba por Swim Swim? Como si leyera la pregunta en su cara, Ripple habló.

“Tengo que… matarla…” “¿Eh?”

“Para vengar… a una amiga…”

“Pero han anunciado que el juego ha terminado.”

“Si sabes algo sobre Swim Swim… necesito que me lo digas…” El final ya estaba anunciado. Ya no necesitaban matar ni competir.

Snow White buscó desesperadamente la manera de convencerla de ello. Ripple, por su parte, vio el silencio de Snow White, suspiró y le dio la espalda.

“Bueno, adiós…” “¡Espera!”

Snow White estaba harta. Ya no quería ver ni oír hablar de la muerte de nadie.

“¡La aterradora competencia ha terminado! ¡Ahora no tenemos que eliminarnos unos a otros!”

Ripple miró hacia atrás por encima de su hombro.

“Vamos a parar. Odiaba que tuviéramos que hacer daño a los demás para sobrevivir. Y ahora no hay razón para hacer nada de eso. Si matas a alguien ahora, no estarás actuando como una chica mágica… Serás una asesina.”

“No me importa… Si es necesario, seré una asesina.”

No necesitó repetirlo. Sus palabras y sus ojos comunicaron su férrea voluntad, y Snow White dio medio paso atrás.

“Pero una vez quise convertirme en una chica mágica… como tú, Snow White.”

Ripple le volvió a dar la espalda. Snow White se dio cuenta de que no podía detenerla. Nada que pudiera decir la haría cambiar de opinión.

Todos los asociados a Swim Swim habían muerto: Ruler, a quien supuestamente seguía; Cranberry, que había ido a verla; incluso los Peaky Angels y Tama, que habían formado parte de su equipo. Sin duda, Ripple también moriría. No podría vencer a Swim Swim.

Snow White nunca había tomado una decisión, sólo había dejado que las cosas sucedieran como lo hicieron. Pero Ripple estaba tomando una decisión. Sabía que era el camino equivocado, que la llevaría a la muerte, pero era su elección y la llevaría a cabo. Ripple había dicho que no era una chica mágica, pero eso era un error. Ripple era una verdadera chica mágica. Snow White no quería que muriera.

“Las debilidades de Swim Swim son la luz y el sonido, pon. Puede atravesar toda la materia, pero no la luz ni el sonido, pon.”

Una voz resonó en sus dos teléfonos mágicos al mismo tiempo. La voz sintética aguda continuó con seguridad en estéreo.

“Bueno, si no estás satisfecha, Ripple, podemos continuar el juego, pon. Será parte de la competición, no un enfrentamiento nacido del rencor. Entonces, ¿quién te culpará, pon? Así de simple. En fin, buena suerte sobreviviendo hasta que solo queden dos, pon.”

Snow White miró el teléfono con horror. El tono alegre de Fav nunca lograba enmascarar las cosas infernales de las que hablaba.

“¡Fav! ¿Qué estás…?”

“Gracias… Estoy agradecida…”

Ripple le dio las gracias y saltó de la torre de acero. Snow White alargó la mano, pero sólo dio un manotazo al aire, a escasos centímetros de su pañuelo rojo.

“Las chicas como ella harán lo que sea necesario incluso si las dejas solas. Es más fácil darles un empujón en la dirección correcta, pon.”

“¿Por qué… por qué la animaste?”

“Normalmente, Swim Swim sería mi nueva ama, pon. Ella mató a Tama, que mató a Cranberry, así que está más que cualificada, pon.”

“¿De qué estás hablando?”

“Pero ella no es buena, pon. Tiene demasiados circuitos fritos en partes importantes de su cerebro, así que Fav no puede asociarse con ella. Tiene talento como asesina, pero es un fracaso como ama, pon. Así que si Ripple tiene ganas de matarla, a Fav no le importa ayudarla.”

Snow White arrancó el teléfono mágico del improvisado cinturón de cuero que llevaba en la cintura, lo agarró con ambas manos y lo levantó en el aire. Miró fijamente a la mascota holográfica en blanco y negro.

“¿Por qué estás enfadada, pon? ¿No es esto lo que deseabas, pon? Si Ripple y Swim Swim se eliminan mutuamente, ¡tú serás la única que quede viva y la ganadora absoluta! ¡Te convertirás en la nueva ama de Fav y ganarás una invitación al Reino Mágico, pon!”

Soltó la mano derecha y la cerró en un puño. La levantó y la bajó de golpe. Su fuerza mejorada fue suficiente para partirlo por la mitad, y la pantalla se oscureció.

“Oh, Dios. Qué desperdicio, pon. No tiene sentido hacer eso sólo para animarse. Destruir tu teléfono no significa que Fav vaya a ninguna parte…”

La imagen proyectada se desvaneció.

Hardgore Alice había dicho que mientras existiera Snow White, el pueblo siempre tendría una chica mágica. Incluso en el lecho de muerte, había pensado en Snow White. Su propia vida estaba a punto de desaparecer, pero ella pensaba en los demás.

Snow White ya no se consideraba una chica mágica, pero prefería morir antes que decepcionar a Hardgore Alice.

Ella sabía lo que tenía que hacer. Y con eso en mente, se lanzó desde lo alto de la torre de acero.