Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 1

Capítulo 8: La Chica Demoníaca

Parte 1

Habían pasado dos días desde la muerte de Hardgore Alice.

Músico del Bosque, Cranberry, había aceptado su oferta de reunirse, pero su tono había sido tan frívolo que Swim Swim medio sospechó que se trataba de una trampa. Pero si podían tender una emboscada sin caer ellas en una, no había de qué preocuparse.

Cada una de ellos recibió una píldora energética. Los efectos sólo duraban treinta minutos, así que esperarían la orden de Swim Swim antes de tomar sus píldoras y atacar a Cranberry.

La reunión tendría lugar en la segunda montaña más alta de Ciudad N después del Monte Takanami, el Monte Funaga. La entrada estaba a poca distancia de la estación de Koujimadai, siguiendo la carretera en sentido contrario a las agujas del reloj y subiendo una colina. A diferencia del Monte Takanami, no había estructuras abandonadas de proyectos de desarrollo fallidos. Había equipos para convertirlo en una zona de esquí, y en invierno venían turistas de todas partes a esquiar y hacer snowboard.

Pero esa era la cara sur de la montaña. En la cara norte, no existía la temporada turística. Los árboles y la hierba crecían de forma salvaje, sin ser tocados por el hombre. La carretera de montaña sin asfaltar y varios senderos de animales formaban los únicos caminos, tal y como eran. Para un humano, subir la empinada ladera norte requería conocimientos especializados. Pero para una chica mágica, el ascenso era pan comido.

El punto de encuentro elegido por Swim Swim era una cabaña de montaña a mitad de camino del Monte Funaga. Gracias a un desprendimiento de tierras tras una gran tormenta hace algunos años, la cabaña estaba ahora semienterrada en la tierra. A nadie se le ocurriría venir aquí, por muy excéntrico o loco que fuera.

Minael y Tama se dirigieron a sus lugares mientras Swim Swim esperaba sola a Cranberry dentro de la cabaña. Se dio cuenta de que Minael estaba emocionalmente inestable, lo que también inquietaba a Tama. Pero un líder debe mantener la calma, así que Swim Swim no se vio afectada. Tendría que pensar qué hacer si las demás estropeaban su parte del plan.

Ya era tarde en la noche. Desde el interior de la cabaña, podía oír el ulular ocasional de los búhos y el zumbido interminable de los insectos. Cansada del aire enmohecido del interior de la cabaña averiada, sacó la cabeza y revisó la zona, pero lo único que pudo ver fueron árboles y plantas en flor que temblaban con el viento.

Para sus poderosos ojos, la ladera de la montaña de noche era tan clara como el día. Pero olía a humedad en comparación con cuando habían llegado durante el día para explorar el lugar. Quizá el olor era diferente por la noche, o quizá se acercaban nubes de lluvia. Swim Swim volvió a meter la cabeza y esperó un poco más. En un rincón de la cabaña había una telaraña sin araña. Quizá se había cansado de esperar y se había marchado.

Su teléfono mágico sonó con una llamada entrante. Ya casi está aquí.

Cranberry llegaría pronto, y entonces la eliminarían en un tres en contra uno. Pronto. Hasta entonces, sólo podía esperar. Swim Swim tragó la píldora energética. La píldora era grande, pero bajó fácilmente. Podía sentir que el poder brotaba dentro de ella.

¿Por qué está tardando tanto? ¿Tenía que esperar aún más? En ese momento, oyó lo que parecía un chillido asustado, o un perro siendo pateado. Era Tama.

Ya había comenzado. Swim Swim se deslizó hacia el suelo con un suave chapoteo.

***

Músico del Bosque, Cranberry, tenía un oído excelente que superaba con creces el de la chica mágica media. Había notado el batir de las alas del ángel incluso antes de poner el pie en la montaña, y mientras subía, los pasos, la respiración y los crujidos procedentes de su acosador invisible eran demasiado evidentes. La capa de invisibilidad era un objeto poderoso, pero tenía muchos puntos débiles. Si el portador tenía algún problema personal, Snow White podía oírlo, y era inútil contra alguien como Cranberry, que podía rastrear a un oponente sólo por el sonido.

Recogió una piedra del tamaño de un puño del suelo, la hizo rodar entre sus dedos, la lanzó hacia arriba y la atrapó unas dos veces, y luego la lanzó contra su acosador. La piedra rebotó en lo que supuestamente era aire, provocando un aullido como el de un perro. Algo golpeó el suelo, abriendo un agujero de unos cuantos metros de ancho. La chica mágica huyó hacia este túnel que se extendía sin fin.

Cranberry había lanzado con la intención de matar, pero parecía que ésta era lo suficientemente fuerte como para escapar con vida. Lo más probable es que hubiera bloqueado la piedra con el brazo, pero aun así debió sufrir un gran daño y perder las ganas de luchar. Eso explicaría por qué había huido.

Crear un agujero de un metro de ancho y escapar bajo tierra: eso era obra de Tama. Cranberry conocía el alcance de sus habilidades. Normalmente, sus reflejos no serían suficientes para reaccionar a un disparo de Cranberry. Su velocidad de reacción estaba siendo anormalmente aumentada. Claramente, estaba bajo los efectos de las píldoras energéticas.

Cranberry podía oírla viajar por el suelo, pero no intentó seguirla. Tenía peces más grandes que freír que un perro vencido. El batir de las alas sobre ella también había desaparecido. Avanzó con cautela, cuidando de que su andar fuera natural para no parecer recelosa. Evitó los grandes árboles cubiertos de musgo, aplastó los arbolitos bajo sus pies y trepó por la hiedra de los acantilados. Se estaba acercando. Su corazón latía con el nivel justo de tensión. Tendría que tener en cuenta la píldora energética a la hora de atacar. Caminando despreocupadamente entre la maleza, clavó al azar su mano derecha en una roca de tamaño humano, la levantó y la golpeó contra el suelo.

El pulso que había escuchado desde el interior de la roca se detuvo. La roca se desvaneció, transformándose en un ángel con un gran agujero en el pecho, y luego en una joven. No era mala idea transformarse en un objeto para emboscar a la gente, pero no tenía sentido contra Cranberry.

Los asesinos de Winterprison eran criaturas tan mezquinas, pensó con un suspiro.

***

Cinco minutos después de salir de la cabaña, Swim Swim se topó con Tama mientras escapaba bajo tierra.

“¡Lo siento! Lo siento. Ella sólo… ella sólo lanzó de repente esta piedra, y mi brazo… mi brazo…”

Ahora no era el momento de escuchar y simpatizar. Ordenando a Tama que la siguiera por detrás, Swim Swim asomó la cabeza por el suelo y buscó cuidadosamente al enemigo. Minael podría estar luchando en ese mismo momento. Si lograban encontrar dónde estaba, podrían atrapar a Cranberry en un ataque de pinzas.

No tardó en encontrar lo que parecían los restos de una pelea. Varios árboles pequeños estaban rotos, más como si hubieran sido pisoteados que golpeados en un ataque. En otras palabras, su enemigo se había ido casi definitivamente por este camino. Cuando se giró para seguir el rastro, el suelo tembló.

¿Qué ha pasado?

Corrió, confiando en el sonido para guiarse, y se encontró con el cadáver de una joven. Tenía el mismo aspecto que Yunael después de haberse destransformado, y Swim Swim no tardó en comprender la situación. Tama cayó de rodillas, sujetando su cabeza, pero Swim Swim la agarró y la obligó a levantarse. No era momento de lamentos.

Ruler también le habría gritado un poco. Swim Swim había abierto la boca para hablar cuando notó una silueta entre los árboles a tres metros detrás de Tama. Unas coloridas flores no nativas de esta zona la cubrían. No, era Músico del Bosque, así que no era extraño. Swim Swim se acercó al oído de Tama y habló en voz baja.

“Cranberry está detrás de ti. Ataquémosla por ambos lados.” Se deslizó bajo el suelo.

***

Swim Swim se fue antes de que Cranberry pudiera atacar. Una sabia elección. Hasta ahora había matado a tres personas, de lejos la mejor puntuación entre los candidatos. Además, su magia era de primer nivel comparada con la de los demás. Su capacidad para mantener la calma y ser eficiente también era algo bueno. Antes de que comenzara el juego, tenía el presentimiento de que Swim Swim podría ser la última con vida.

El mayor deseo de Cranberry era luchar y sufrir contra oponentes fuertes, y aun así conseguir ponerlos de rodillas. La victoria sería suya, aunque a duras penas. Eliminar a los poderosos entraba en conflicto directo con su objetivo de descubrir al candidato más fuerte, pero era culpa de ellos por ser tan tontos como para desafiarla sin siquiera darse cuenta de que los superaba. Si no podían darse cuenta de que alguien podía vencerles, entonces los tontos no eran dignos de ser elegidos.

Cranberry sonrió con amargura.

Ninguna chica mágica de Ciudad N podría derrotarla en una lucha a muerte. Obviamente, eso incluía también a Swim Swim. Aunque a primera vista su capacidad de atravesar la materia parecía insuperable, tenía un punto débil. Hay cosas que no puede atravesar.

Por ejemplo, la luz. El hecho de que fuera visible significaba que aún la reflejaba. Y había una cosa más que no podía atravesar.

Tama se acercaba, pasando de la sombra de un árbol a otro. ¿Creía que se estaba escondiendo? Cranberry podía incluso decir dónde estaba Swim Swim en el suelo. Después de todo, no podía eliminar el sonido de su pulso, y un latido sorprendentemente tranquilo resonaba en la tierra.

Mientras Tama daba vueltas en el sentido contrario a las agujas del reloj, Swim Swim se movía en el sentido de las agujas del reloj, acercándose lentamente en espiral a Cranberry. ¿Iban a atacar al mismo tiempo? Lo mejor sería eliminar a una de ellas primero, ¿a quién debería dar prioridad? Entre Tama y Swim Swim, esta última era más bien una molestia. Swim Swim estaba a nueve metros de distancia, bajo el suelo a una profundidad de… quizás unos treinta de centímetros de la superficie, midiendo desde su cabeza.

Cranberry saltó hacia atrás sin previo aviso. Al mismo tiempo, la mitad superior del cuerpo de Swim Swim se levantó del suelo, y un momento después Tama se lanzó hacia adelante. Una gran arma se materializó en las manos de Swim Swim, y se balanceó mientras Cranberry estiraba su mano derecha.

Swim Swim podía hundirse en la materia mientras hablaba, lo que significaba que el sonido no la atravesaba. No podía atravesar ni la luz ni el sonido.

Así que Cranberry atacó con sonido.

El golpe desgarró la hierba circundante e hizo volar los árboles que había detrás de ella como palillos. La explosión se estrelló contra Swim Swim y la lanzó por los aires. La onda sonora destructiva estaba enfocada en una dirección, lo que significaba que su poder estaba especialmente concentrado. Fue un golpe muy fuerte.

Los recuerdos de hace mucho tiempo afloraron. Así fue como repelió al demonio en aquel sótano. El placer que había sentido en ese momento nunca había abandonado su mente, y eso era precisamente lo que la impulsaba ahora.

Swim Swim aterrizó con fuerza y pudo oír cómo se rompían los huesos. Por un segundo, pensó que había acabado con ella de un solo golpe, pero aun respiraba y tenía pulso. La chica era bastante robusta. En cuanto a Tama, parecía estar observando desde un lado. Cranberry decidió dar prioridad a Swim Swim y asegurarse de que no volviera a respirar.

Cranberry se acercó a donde yacía Swim Swim y levantó el pie. Quería aplastar su cabeza y acabar con su existencia. Pero no lo hizo. Swim Swim no estaba allí. Lo que yacía allí ni siquiera era una chica mágica, sino una joven humana de aproximadamente primer grado, posiblemente segundo.

Rápidamente se dio cuenta de que esta era la forma de Swim Swim antes de la transformación. Debió perder el conocimiento por el impacto y se destransformó.

Cranberry no era un brillante ejemplo de humanidad, y lo sabía. Mataría a cualquiera, tanto a una chica mágica como a un humano, si fuera necesario. Ya fuera en la escuela primaria, en el jardín de infancia o incluso un bebé. Salvador, amante, padre, hermana, hermano… los mataría a todos. La edad no importaba en absoluto.

Pero por un momento, ni siquiera la mitad de una décima de segundo, dudó. Amaba las batallas y se preocupaba enormemente por la fuerza y las habilidades de sus oponentes, pero no pensaba en sus verdaderas formas. Esto había resultado ser un error. Cranberry se preguntó cómo una chica tan joven podía ser la rival que ella había valorado tanto.

Sólo se detuvo un momento, pero su vacilación por la juventud de su víctima la confundió. Su mente se aceleró. Como resultado, no pudo esquivar del todo un golpe que, de otro modo, habría rechazado: Tama, acercándose por detrás, le dio un tajo en la espalda.

En realidad, sólo su chaqueta se había hecho jirones. La propia Cranberry no sufrió más que pequeñas abrasiones. Ni siquiera sangraba. Las marcas en su piel eran demasiado leves para ser llamadas cortes. Naturalmente, no había sufrido ningún daño. Al menos, no lo habría sufrido si la hubiera atacado alguien que no fuera Tama.

Cranberry conocía la magia de Tama. Ella podía cavar agujeros. Si cavaba lo más mínimo, creaba un agujero de un metro de ancho. Esto incluía el suelo, el hormigón, el acero e incluso los humanos: podía ampliar cualquier abertura que cavara hasta un metro de ancho.

Lo primero que le vino a la cabeza fue el arrepentimiento, luego la incredulidad. Antes de que pudiera pensar más, la magia de Tama se activó. La espalda de Cranberry se retorció y luego se desgarró. Su torso y su cabeza se desvanecieron; sus brazos y flores cayeron al suelo; sus lianas se marchitaron; y la parte inferior de su cuerpo cayó hacia atrás, derramando tripas.