Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 20: Adultes – Arco De Cliff

Capítulo 8: La Casa de los Latria

Parte 2

Lo siguiente que recuerdo es que el sol se había puesto y yo llevaba a Zenith de la mano.

No recordaba mucho de lo que pasó después de ese sonido. Recordaba haber gritado, pero no sabía muy bien qué había gritado. Lo que sí sabía con certeza era que de mi boca habían salido insultos que estaban muy lejos de mi vocabulario cotidiano. Recordaba los ojos de Claire abriéndose de par en par. Recordé a las criadas asomándose para ver qué era aquel alboroto. Recordé que declaré que me iría, que levanté a Zenith de la mano y que Claire tuvo el valor de decir: “No lo harás. Si Zenith estuviera cuerda, estaría de acuerdo.” Esas palabras estaban echando aceite a la llama que era mi corazón, quemando lo que quedaba de mi autocontrol; apreté los puños y me preparé para lanzar un hechizo. Eso era lo que recordaba.

Pero justo entonces oí a Aisha decir: “Vámonos, Onii-chan”, lo que me devolvió parte de mis sentidos. Claire ya había llamado a los guardias, así que los eché, grité que la Casa de Latria estaba muerta para mí y los míos, y salí corriendo.

“Uf…”

En algún momento, descubrimos que habíamos vuelto a la frontera del Distrito Divino. Mi rabia me hacía sentir que la vista me daba vueltas. Nunca imaginé que escucharía algo tan repugnante con mis propios oídos. Hija de puta. “Resquicio de esperanza”, una mierda. No debería haber venido. Podría haber pasado toda mi vida sin oír eso.

¿Quién murió y coronó reina a esa momia? Mira. Cualquiera se sentiría un poco asqueado si un tipo al que no conoces te llamara su abuela. ¿No tienes ganas de responder a mi primera presentación? Claro. No lo hagas. Incluso podía entender lo de conseguirle un marido a Norn. Había oído que los ricos y poderosos también arreglaban sus matrimonios en mi antigua vida. Sólo hacían lo que se esperaba en su clase y cultura. Bien.

Sí, lo entendía a la perfección.

Pero lo que dijo de Zenith se pasó de la raya. Mi madre tenía amnesia y ni siquiera podía ocuparse de sus necesidades básicas. ¿Qué hay de malo en alguien que consideraría casarse con ella? ¿Y hablar de su “buena salud”? ¿Sobre cómo era el “resquicio de esperanza” que ella tuviera su momento del mes? ¿Harías que Zenith se casara para que la cuidaran durante el día y se metieran con ella por la noche? Sí, sabía cómo llamar a eso. Una muñeca sexual humana.

Y si se quedaba embarazada, ¿entonces qué? ¿Daría a luz? ¿De verdad crees que sería capaz de eso? Incluso si pudiera, ¿dónde estaba el consentimiento de Zenith en todo esto? Demonios, ¿qué hay de mis sentimientos? ¿Cómo crees que se sentirían los niños que dejaría atrás?

¡¿Por qué tomas a la madre de un hombre?! ¡¿Por qué tomas a tu propia hija?! ¿Era tu hija una herramienta para ti? ¿Sólo una cosa para ser usada, una máquina de hacer bebés? ¡Ni siquiera bromees con eso!

No podía recordar la última vez que algo me hizo enojar tanto.

¡“Claire”, una mierda! ¡Vete a llenarte de crema, pastelito francés!

“Uf…”

Había llegado a un insulto tan extraño que me calmé un poco. También oí que mi estómago empezaba a rugir. Cierto, tenía hambre; no había comido nada en el almuerzo. Me apetecía cualquier cosa además de unos dulces.

“U-Um, ¿Onii-chan?”

Al oír mi nombre, me di la vuelta y vi a Aisha de pie, inquieta.

Parecía preocupada, como si no supiera qué decir. “Aisha.”

Sin mediar palabra, extendí el brazo y la acerqué. Ella no dudó en acercarse.

Ahora sabía por qué Aisha, Norn y Lilia arrastraban tanto los pies. No podía culparlas; claro que no querrían revivir aquello. No sabía por lo que habían pasado Aisha y Norn mientras crecían con ella, pero ahora comprendía que debían de arrastrar recuerdos horribles.

“Siento haberte traído.”

“N-No, está bien. Pero, bueno, no hiciste tu conexión, ¿verdad?”

¿Conducción? ¿Confección? ¿Convección?

Conexión.

Ah, sí. Esperaba contar con la ayuda de la Casa de Latria para construir la Banda de Mercenarios.

“Oh bueno, viviremos. Prefiero hacerlo solo que tener ayuda de ella…”

Podría hacer contactos con alguien más. Tal vez podría pedirle a Cliff que hablara bien de mí con su abuelo… Tal vez no le impresionara que ya le pidiera favores, pero sería una retribución para Claire. Y si eso no iba a ninguna parte, entonces lo haría, solo.

En cualquier caso, estaba cansado. Quería irme a casa y dormir… Ah, ahora que lo pienso, no tenía dónde quedarme, ¿verdad? Sería medianoche cuando llegáramos al Distrito de los Aventureros y consiguiéramos una habitación, y no quería hacer caminar tanto a Zenith.

Está bien. Le pediría a Cliff volver a quedarme con él. Decidido esto, volvimos a casa de Cliff.