Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 20: Adultes – Arco De Cliff

Capítulo 7: La Vuelta a Casa de Cliff

Parte 2

“Vaya, ¿quién iba a pensar que nos encontraríamos aquí?”

En cuanto Geese nos vio en la carretera, saltó a nuestro carruaje.

Sin dudarlo, como si fuera el dueño.

“¡La coincidencia es una cosa loca, te digo! Esperen, ¡¿a qué vinieron aquí?!”

Geese parecía muy contento de vernos. Su sonrisa iba de oreja a oreja. Algo de esa alegría estaba empezando a contagiárseme.

“Mitad trabajo, mitad familia.”

“Ah, sí, lo siento. Pero escucha, ¡no vas a creer por lo que he pasado! Estoy hablando de una historia lacrimógena de principio a fin…”

Nadie le preguntó, pero Geese comenzó a relatar la historia de lo que le sucedió después de que partiéramos de regreso a Sharia. Geese, Talhand, Vierra y Shierra habían llegado al Reino Asura, tal como estaba planeado. Allí, canjearon las piedras de absorción por una enorme suma de dinero. Vierra y Shierra utilizaron el dinero para retirarse de las aventuras. Es de suponer que regresaron a su ciudad natal; después de eso Geese les perdió la pista, pero dado el dinero que tenían, supuso que abrieron un negocio o algo así.

En cuanto a Geese, bueno… en un giro del destino no del todo inesperado, se hizo adicto al juego. No estaba muy familiarizado con ello, pero el Reino Asura aparentemente tenía un distrito de juego en el que Geese pronto se convirtió en un asiduo. Geese siempre tuvo un poco de vena ludópata, pero la fortuna que ahora tenía le quitó los límites. En cuestión de meses, Geese se las había arreglado para hacer volar todas las monedas a su nombre.

“Ya te digo, las cosas se ponían peliagudas por aquel entonces. Hasta me quitaron la camisa. Lo único que me quedaba por apostar era mi propia vida.”

Si Geese hubiera sido abandonado a su suerte, le habrían puesto un par de zapatos de cemento y lo habrían enviado a dormir con los peces. Fue Talhand quien lo salvó.

Talhand decidió que ya era hora de emprender su próxima aventura, y decidió echar un vistazo a Geese antes de partir. Talhand estaba un poco estupefacto por el desastre en el que se había metido Geese, pero aun así decidió vender los guanteletes recién forjados que acababa de mandar hacer para pagar la fianza de su antiguo compañero. Eran guanteletes hechos con las piedras de absorción; combinados con sus costes de investigación, habían representado los ahorros de toda la vida de Talhand. Ahora ambos estaban arruinados. El alto coste de la vida en el Reino Asura era de repente demasiado caro, así que partieron hacia el sur.

Si yo estuviera en esa situación, nunca me jugaría el cuello por alguien tan malo con el dinero, y mucho menos viajaría con él después. Pero Talhand y Geese se conocían de antes, así que tal vez así era entre ellos. Como, tal vez Geese había sido el que salvó el pellejo de Talhand en el pasado.

Así es la amistad.

El Reino de Shirone estaba atravesando un conflicto interno en el que no querían verse envueltos, y dado que se rumoreaba que el Reino del Rey Dragón estaba contribuyendo a ello, decidieron saltarse esos destinos e ir directamente a Millis. Volver a visitar un viejo lugar.

Algún tiempo después, Talhand se marchó solo, dejando a Geese completamente solo. Geese pensó que probablemente había vuelto a su ciudad natal.

“¿Qué está pensando ese tipo, yendo a casa de todos los lugares?” Refunfuñó Geese.

¿Mi opinión? Podría entenderlo. Era nostalgia. Ya sabes, la enfermedad de la que Nanahoshi tenía un caso crónico. Un largo viaje puede hacer que quieras volver a ver a tu familia.

“¿No vas a volver, Geese?”

“¿Quién, yo? Tienes que estar de broma. ¿Qué voy a hacer en ese aburrido pueblo de mala muerte? ¿Mirar cómo se seca la pintura?”

Bueno, el hecho de que pueda ser el caso no quería decir siempre ocurría. Personalmente, soy una persona hogareña. Solo en casa podría encontrar los pechos de Sylphie (objeto que restaura la salud, se activa con el tacto), o los pechos de Roxy (aumenta temporalmente la estadística de suerte, se activa con el tacto), o los pechos de Eris (poder de salto en el tiempo, se activa con el tacto).

“Quiero decir, no soy el único. Ese tipo también tiene algunos malos recuerdos o lo que sea con su ciudad natal.”

“Entonces tal vez quería volver y ajustar cuentas.”

No importa lo que haya pasado en el pasado, el tiempo te cambia. Las cosas que no podías perdonar en la adolescencia pueden ser cosas que aceptes a los veinte años. A los cincuenta, puede que ya no te importe. Puede que Talhand haya compartimentado esas cosas viejas en su corazón y haya vuelto a ver su casa como una persona diferente.

“Bueno, basta de Talhand, he vuelto al negocio de las aventuras.”

Aparentemente, Geese empezó a aventurarse de nuevo después de que Talhand se fuera. Adición importante: aún no había encontrado ningún negocio. Ya sabes, ya que era un demonio y no tenía ninguna habilidad para el combate.

“Así que, jefe, ¿qué te trajo a esta ciudad al pie de los bosques?”

“Bueno, ya sabes en qué estado está mi madre, así que su familia la llamó para poder verla. Estaba de viaje aquí con un amigo, así que pensé en pasarme.”

“Ah… la familia de Zenith, huh…”

Geese miró a Zenith con lo que parecía ser lástima. La expresión de Zenith era tan vacua como siempre, pero de algún modo parecía estar más animada de lo normal. Probablemente porque Geese estaba aquí.

“Bueno, he oído un poco sobre qué tipo de casa es la familia de Zenith… y déjame decirte, no suena como mi idea de diversión.”

“Um… ¿Exactamente qué has oído?”

“No conozco los detalles, pero he oído que son demasiado estrictos.” Geese se encogió de hombros.

Sí, ya lo sabía antes de venir, gracias. A pesar de todo, tenía que

ir.

“Whoa, ya casi estamos en la línea de distrito. Lo siento, pero

¿puedes parar un segundo? Los demonios como yo no vamos al Distrito Divino si sabemos lo que nos conviene.”

Seguí la petición de Geese y detuve el carruaje. Geese saltó a la calle de abajo.

“Bueno, me voy a quedar por aquí un tiempo, así que no te preocupes, no has visto lo último de mí. ¡Sigue así, jefe!”

De espaldas, Geese agitó la mano mientras caminaba por la calle… hasta que se volvió para mirarnos.

“¡Jefe! ¿Puedo preguntarte algo?” “¿Qué pasa?”

“¿Recuerdas lo que dijo Paul en esa mazmorra?”

La mazmorra, ¿eh? Me vinieron a la mente muchas cosas, pero sólo una resonó en mi corazón. Esa debía ser a la que se refería.

“Sí.”

Aparentemente contento, Geese asintió y se dio la vuelta.

El conocido que había aparecido tan de repente había desaparecido con la misma rapidez. Tuve que preguntarme si nuestro reencuentro era, de hecho, una coincidencia. No importaba. Me alegraba ver a un viejo amigo y sacudirme algunos nervios.

Con eso en mente, continué hacia el Distrito Divino.

***

Cuando por fin llegamos a casa de Cliff, el sol ya se había puesto.

La casa de Cliff era mucho más sencilla de lo que esperaba. Era una casa de un solo edificio que parecía que podía albergar cómodamente a una familia de tres o cuatro miembros. No destacaba en absoluto entre las casas vecinas… Espera. El Distrito Divino tenía una hilera tras otra de casas idénticas. Supuse que la casa de un papa sería más parecida a la de Ariel, así que esto me pilló desprevenido.

“Es bastante pequeño.”

En lugar de enfadarse por mi grosero comentario, Cliff me lo explicó amablemente. “La gente del clero que sirve a la iglesia principal recibe casas como ésta. Aunque mi abuelo tiene una habitación en la sede, así que esta casa no se usa mucho.”

Básicamente, eran casas de empresa.

“Te agradezco que me acompañes hasta mi casa. Es bastante tarde, así que por favor, quédate esta noche.”

Me tomé un momento para pensar en la propuesta de Cliff. La casa familiar de Zenith estaba en el Distrito Residencial. Llegar hasta allí llevaría algún tiempo. Si la visitábamos en mitad de la noche, seguro que habría problemas, y yo no estaba emocionalmente preparado para encontrarme con ellos cuando aún llevaba puesta la ropa de viaje.

Podríamos volver al Distrito de los Aventureros y regresar mañana… pero todo ese retroceso me parecía un poco excesivo.

Decidí aceptar la oferta de Cliff. “Me parece bien. Gracias.”

Dejé mi equipaje, llevé el caballo al establo y tiré del carruaje hasta el cobertizo, mientras todos los demás llevaban su equipaje al interior. O lo habría hecho, pero mientras dirigía el carruaje, los demás abrieron la puerta principal de la casa y salió algo parecido a humo blanco.

“¡Achú!” Aisha estornudó adorablemente después de que el olor le pinchara la nariz.

“Tos… Esto es horrible… Veo que el abuelo ni siquiera ha limpiado la casa.” Maldijo Cliff mientras se llevaba un paño a la nariz.

La casa estaba cubierta de polvo.

“No estoy seguro de que sea suficiente para agradecerte que nos dejes pasar la noche, pero te ayudaremos a limpiar… Quiero decir, Aisha lo hará.”

“Oh, aprecio el—¿mm?”

“¡¿Quién, yo?!”

Aisha dejó escapar una voz desconcertada mientras Zenith me lanzaba una mirada regañona. Bueno, Zenith no tenía expresión, pero aún podía sentir la intención en su mirada. Eh, Aisha, no me mires así.

¿Alguna vez te he ordenado limpiar algo sola?

Sí, todo el tiempo. Cada pequeño trabajo que podía. Lo apreciaba, de verdad…

“¡H-Hey, eso era claramente una broma! Claro que yo también ayudaré.”

“Como debe ser.”

Así empezó nuestra gran limpieza de medianoche. Tras abrir las ventanas y soplar una gran zona con la magia del viento, sacamos las escobas para encargarnos del resto. Después, fregamos las habitaciones que íbamos a utilizar con un trapo húmedo. Como hacía años que no se utilizaba el lugar, también di a las camas y las sábanas una ráfaga de aire caliente para matar los insectos.

La cocina estaba bastante sucia, pero Aisha consiguió dejarla presentable ella sola. De verdad, mientras Cliff y yo limpiábamos el salón, Aisha se encargó de la mayor parte de la limpieza de todas las habitaciones que usaríamos. En comparación con nosotros, ella fue tres veces más rápida: el Cometa Rojo, Aishar Aznablerat. Una vez hecho esto, utilizamos el resto de nuestras raciones de viaje para prepararnos una cena ligera.

“Felicidades por llegar a casa, Cliff.”

“No lo celebres demasiado pronto. No hasta que me haya reunido con mi abuelo.”

Brindamos con nuestros vasos de agua y nos dimos un festín de cecina y sopa. No tenía el sabor de una comida casera, pero era lo que había. No queríamos cargar con una tonelada de ingredientes  sobrantes, así que intentamos aprovechar lo que quedaba.

“Rudeus, ¿cuál será tu plan para mañana?” Preguntó Cliff. “Primero, visitaremos la Casa de Latria.”

“Ya veo. ¿Te quedarás allí mañana por la noche?” “Creo que probablemente lo haremos.”

Puede que no tuviera la reputación más generosa, pero Claire seguía siendo familia de Zenith. No debería haber ningún problema en que nos quedáramos un tiempo. Tenía trabajo que atender, como montar la sucursal de la Banda de Mercenarios y vigilar a Cliff, así que quedarme en casa de los Latria limitaría un poco mi libertad… pero tenía que ir primero para estar seguro. En el peor de los casos, iría a saludar y buscaría otro lugar donde quedarme.

“En ese caso tendré que contratar a alguien que sepa cocinar…” Dijo Cliff.

“Bueno, ¿qué tal si envío a Aisha una vez cada dos días?”

“No, está bien. Ya tienen bastante trabajo.” Dijo Cliff encogiéndose de hombros. “A fin de cuentas tengo a alguien más en mente.”

Nos dieron la habitación de invitados: tres personas en un espacio reducido. Éramos una familia, así que todos cabíamos en la cama… pero Aisha y yo ya éramos adultos. La cama en sí era bastante pequeña, ni de lejos del tamaño adecuado para que tres adultos durmieran uno al lado del otro. Le dimos la cama a Zenith, mientras Aisha y yo dormíamos en el suelo. Hicimos un sitio para descansar con cojines y sábanas que nos prestó Cliff. El suelo estaba enmoquetado, así que era todo un lujo comparado con acampar fuera.

Apoyé la cabeza en la almohada y descansé sobre un costado. Cuando lo hice, descubrí que mis ojos se encontraban con los de Aisha, que al parecer había hecho su cama justo al lado de la mía.

“Teejee. ¿Crees que la Srta. Sylphie se pondrá celosa si le digo que me acosté contigo, Onii-chan?”

“Vamos, lo hemos hecho muchas veces durante el viaje.”

“Sí. Pero, ya sabes, aun así. Teejee.” A Aisha le gustaba dormir acompañada, así que no pudo contener la risa.

Ah, qué sonrisa tan adorable. Si fuera Sylphie, me habría excitado y habría tirado de ella. Sylphie se habría acurrucado más entre mis brazos. Pero no me excitaré por Aisha, y ella no tenía ninguna necesidad de acurrucarse en mis brazos. Yo quería a Aisha, y Aisha me quería a mí, pero no era una relación por la que sintiera ningún deseo sexual. Si tuviera que describir la sensación, sería algo bastante parecido a lo que sentía por Lucie. Ya sabes. Amor familiar.

“Sé que es un poco fuera de lugar.” Pregunté. “Pero ¿qué piensas ahora de lo que Lilia siempre te ha estado diciendo?”

“¿Lo que mi madre me ha estado diciendo? ¿Qué cosa?” “Ya sabes, como servirme o atenderme, cosas así.”

Aisha pareció sorprendida por la pregunta, pero luego se llevó la mano a la barbilla para meditarla más a fondo.

“Hmm, quiero decir que no me opongo… Pero como, es un poco diferente de con la Srta. Sylphie. Como… Bueno, no estoy segura de cómo es, pero…”

“No, te entiendo. Tienes razón, es un poco diferente.”

Todo era subtexto, pero más o menos nos entendíamos. Teníamos que descubrir el significado de cada uno.

“Me alegro de que lo entiendas. Por eso te quiero, Onii-chan.” Dijo Aisha mientras se retorcía hacia mí y apretaba su cuerpo contra el mío. Era suave y cálida, realmente una buena almohada de abrazos. Mientras disfrutaba de la sensación, Aisha me preguntó algo más, como si se le acabara de ocurrir.

“Me pregunto… ¿Me enamoraré de alguien algún día y querré tener mis propios hijos?”

Esto era probablemente lo “diferente” de antes. “Buena pregunta. Bueno, ¿por qué no?”

“Pero con quién sería…”

Ah, ¿quién sería la pareja de Aisha? Sí, no podía imaginarlo. ¿Sería el tipo perfecto para todo, o sería totalmente inútil? Aisha probablemente podría encajar con cualquier pareja que hiciera, pero no la veía gustándole alguien por quien tuviera que cambiar. ¿Con quién solía pasar tiempo Aisha? La Banda de Mercenarios… un montón de beastfolk. Aisha, ¿con esa manada de animales salvajes? ¡No, señor, no voy a entregar a mi hermanita a lo que sea que el gato haya arrastrado!

Si le preguntara a Orsted, probablemente sabría con qué tipo de compañero se casó Aisha… pero creo que me abstendré. Me sentiría mal por ella si me dijera que acabará siendo una solterona.

Ah, cierto. Debería asegurarme de algo antes de dormirme.

“Aisha, mañana llevaremos a mi madre a casa de su familia… ¿Qué harás?”

“…”

Aisha se apartó de mis brazos y tomó distancia, volviendo a donde estaba tumbada al principio.

“Iré. Mamá no hizo que sonara opcional.” “Ya veo…”

“Sí.”

Oír que Aisha estaría allí me tranquilizó. Mañana visitaría la casa de Zenith. Pasaría por el terreno de juego habitual y haría conexiones, pero la idea de ir a una casa de clase tan alta solo me ponía inquieto.

“Bueno, agradezco la ayuda.”

“No te preocupes, yo me encargo.”

“En serio, eres un salvavidas. Y también gracias por la limpieza de esta noche. En fin, buenas noches.”

“Mmh, de nada… Buenas noches… Fwah…”

Escuché el murmullo somnoliento de Aisha mientras cerraba los ojos.