Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

NECESITABA MATAR un poco más de tiempo después de ir al Gremio de Comerciantes, así que me dirigí a los puestos de comida que bordeaban la plaza. Había estado allí lo suficiente como para que nadie me mirara con sorpresa. Claro, de vez en cuando, pero sólo cuando alguien abría un nuevo puesto de comida.

Deliciosos aromas me llegaban desde los puestos.

“Haciendo las rondas hoy, ¿verdad, niña oso?” me llamó un hombre en un puesto de brochetas.

“Caminando, matando el tiempo. Tres brochetas por favor, señor”.

“Enseguida.” El hombre me hizo unas brochetas a la parrilla y olían muy bien. “Muy bien, aquí están”.

“Gracias.” Tomé las brochetas a la parrilla y me senté en un banco cercano para comer.

Era agradable y tranquilo. En cuanto a Fina, probablemente se estaba probando un vestido bonito en este momento. Bien por ella, ¿verdad?

Después de hacer las rondas en los puestos de comida, me dirigí a mi casa de osos.

Me preguntaba si podría llamar a Fina por el teléfono del oso. Quería hablar con ella sobre ese regalo. Por otra parte, Noa estaría allí en ese momento, así que… podría causarles problemas a todos.

Mientras pensaba en qué hacer, llegué a la casa de los osos. Fina estaba de pie al frente, haciendo pucheros.

“¡Yuna! ¡No puedo creer que te hayas ido a casa sin mí!” Me abrazó, todavía furiosa. Podría haber sido un intento de placaje, pero la atrapé justo en mis brazos.

“Culpa mía. Pensé que te llevaría más tiempo elegir un vestido”. No podía decirle que salí corriendo para evitar que me arrastraran al vórtice de las pruebas de vestidos. “Pero tengo muchas ganas de ver lo que elegiste, Fina”.

También lo decía en serio. Tenía muchas ganas de ver a Fina y Noa con vestidos.

“Uhm… Yuna, ¿no vas a usar un vestido?”

“No. No me vería bien en uno incluso si lo intentara”. Ponerme un vestido sería un desperdicio total. Perlas antes que cerdos, como dicen.

“Eso no es cierto. Creo que te verías bien con un vestido”.

Estaba feliz de escucharlo, incluso si ella solo me estaba halagando. O… ¿Quizás Fina realmente estaba tratando de hacerme usar un vestido? Como no podía dejar que toda esta conversación sobre el vestido continuara sin posibles problemas, usé mi movimiento característico: cambiar de tema.

“Ahora que lo pienso,” dije, “¿qué vas a hacer con el regalo de Misa?”

“B-bien. Oh. ¿Qué harás con su regalo, Yuna?” preguntó ella, claramente sorprendida. “Le pregunté a Lady Noa qué comprar y ella dijo que Lady Misa disfrutaría cualquier cosa que le diera. Pero no puedo pensar en nada para un regalo que le gustaría a Lady Misa. No creo que una piel de lobo funcione”.

Se había olvidado por completo del vestido, demasiado ocupada preocupándose por otra cosa. Exactamente como estaba previsto. No pude evitar sonreír cuando vi su rostro preocupado.

“¿Por qué sonríes?” Fina me preguntó.

“Oh, no es nada. Entonces… ¿por qué no le compramos un regalo juntas?”

“¿Juntas?”

“Estaba pensando en hacer un pastel y animales de peluche de Kumayuru y Kumakyu. ¿Qué piensas? Podemos hacer el pastel juntas y luego podemos darle cada uno de los animales de peluche”.

“Entiendo el pastel, pero ¿qué son los animales de peluche de Kumayuru y Kumakyu?”

Oh, cierto, no le había dicho. Le expliqué cómo pedí animales de peluche de Kumayuru y Kumakyu a Sherry.

“Creo que el pastel es una buena idea, pero los peluches de tus ositos harán muy feliz a Lady Misa”, me dijo Fina. Sus ojos brillaron. Parecía tan feliz que ni siquiera parecía recordar el desastre del vestido. Era como si hubiera olvidado por completo que la había abandonado.

“Entonces, para ser claros, le vamos a regalar a Misa pasteles y peluches en conjunto”, dije.

Fina lo pensó por un minuto. “Yuna, ¿podríamos aprender a hacer esos animales de peluche de Sherry? ¿Y luego podríamos hacerlos nosotras mismas?”

“¿Hacerlos nosotras mismas?”

“¡Sí! Ya que son regalos, quiero hacerlos yo misma”.

Entendí de dónde venía, pero… ¿podríamos realmente hacerlos? O no, ¿podría realmente hacer uno? No tenía ninguna habilidad en lo que respecta a la costura, pero tampoco quería poner freno a la inspiración de Fina.

“Vamos a ver a Sherry e intentemos preguntarle. Si parece que podemos, intentémoslo”.

“¡De acuerdo!”

Después de decidirnos por algunos regalos de cumpleaños, comenzamos a dirigirnos hacia donde Sherry solo para verla venir hacia nosotras con una bolsa gigante. “¿Sherry?”

“Yuna. Ah, y Fina. ¿Van a salir?” Sherry bostezó levemente, balanceándose un poco de lado a lado.

“Estábamos planeando ir hacia ti, pero ¿por qué estás aquí, Sherry?” pregunté. “Todavía no los terminaste, ¿verdad?” Miré la bolsa grande que llevaba.

“Uh-huh, trabajé duro para hacerlos—hwaaah.” Sherry volvió a bostezar levemente. Parecía bastante satisfecha, pero completamente agotada… ¿y todo después de un día? Eso parecía demasiado rápido.

“Espera, ¿has dormido?” pregunté.

Sherry trató de reírse, pero… no necesitaba sacrificar su sueño solo para trabajar. Silenciosamente puse mi mano sobre la cabeza de Sherry. ¿Por qué había trabajado tan duro? Sherry sonrió cuando le acaricié la cabeza, pero las bolsas debajo de sus ojos la hacían parecer un panda.

Espera, ella no se había convertido en un oso para hacer un oso, ¿o sí?

El pensamiento me hizo temblar. “No tenías que apresurarte”.

“Hacerlos fue muy divertido”. Sherry estaba sonriendo, pero pude ver la fatiga en su rostro. Cielos, necesitaba que durmiera. “Entonces, Yuna… ¿puedo hacer que los mires?” Me tendió la bolsa gigante que estaba acunando.

“Gracias, pero ¿por qué no tomas prestada mi cama primero? Duerme un poco”. Necesitaba que Sherry descansara un poco antes de revisar los animales de peluche.

“Yuna, estoy bien”.

Seguro que no se veía bien, considerando el enorme bostezo que estaba dejando escapar. Ella todavía se balanceaba de lado a lado también.

“¡Descansa un poco!” Dije con más firmeza. “Estoy feliz de que hayas trabajado tan duro, pero nunca quise que te esforzaras tanto”.

“Yuna… lo siento”, dijo Sherry mansamente.

“Puedes enseñármelos más tarde. Por ahora, por favor descansa un poco. Y si no descansas, ni siquiera los miraré. ¿Entendido?”

Acepté la bolsa grande, llevé a Sherry a una habitación y la metí en una cama. Estaba dormida cuando golpeó el colchón; sí, realmente se había esforzado demasiado.

“Se durmió de una”, reflexionó Fina.

No pude evitar preguntarme en voz alta. “¿Por qué se esforzó tanto?”

Sin embargo, había sido divertido para Sherry; estaba bastante claro por la expresión de su rostro. Probablemente ni siquiera se había sentido como trabajo haciendo los animales de peluche, pero aun así no debería haber perdido el sueño por eso.

“Todos quieren ser útiles para ti, Yuna”.

“¿Para mi?”

“Para todos en el orfanato, eres su salvadora. Ellos te ven como ejemplo. Creo que están felices de hacer algo al respecto”.

Pero si se esforzaban más allá de sus límites, solo me causarían más problemas. ¿Tratándome como una salvadora? ¿Aspirando a mí? Sólo estaba haciendo las cosas por mí misma. Simplemente di trabajo al orfanato porque descubrí los huevos de kokekko. Solo los contraté en la tienda porque no había tenido suficiente personal. No necesitaban agradecerme por cosas como esa. Era una relación mutuamente beneficiosa…

“Yuna, ¿qué debemos hacer?”

Bueno, Sherry estaba durmiendo, así que mirar los animales de peluche estaba descartado. “¿Qué tal si hacemos el pastel del que hablamos antes?”

“¿En este momento?”

“Si pongo el pastel en mi bolsa de artículos, no se echará a perder. Podemos hacerlo con anticipación, no hay problema”. No sabía cuánto tiempo tomaría hacer los animales de peluche, así que pensé que sería mejor comenzar con el pastel mientras tuviéramos tiempo.

El plan era trabajar en el pastel de cumpleaños con Fina hasta que Sherry despertara. Sería el típico pastel de fresas, aunque los dos niveles lo diferenciarían. No sabía cuántas personas asistirían, así que haríamos toneladas de pastel. En el peor de los casos, si no hubiera suficiente, sacaría más pastel de mi almacén de osos.

En poco tiempo, cubrimos la mesa con toneladas de pastel, pero uno era muy elegante: el regalo de Misa, por supuesto.

“Yuna, ¿escribo en él?” preguntó Fina.

“Sí, escribe”. Le dejé el deber de escribir a Fina. Ahora tenía que terminar el pastel escribiendo Feliz cumpleaños.

“Uhh, estoy tan nerviosa”.

“No pasa nada si te equivocas. Sólo hazlo rápido”.

“Ok.”

Fina respiró hondo y empezó a escribir letras con la nata montada color fresa. Con cuidado, muy despacio, escribió cada letra.

“Yo-yo lo hice.” De repente, Fina dejó escapar el aliento que estaba conteniendo.

“Parece que está hecho”.

Miramos el pastel. El Feliz Cumpleaños nos miraba de color rosa.

“Espero que a Lady Misa le guste”, dijo Fina.

“No te preocupes por eso. Trabajamos duro para lograrlo” le aseguré.

“Ajá.”

“Está bien, lo guardaré mientras está fresco”.

Puse el pastel en un estuche, cerré bien la tapa y lo guardé en mi almacenamiento de osos.

“Tu bolsa de objetos de oso es tan extraña. Nunca he oído hablar de una bolsa de artículos para osos que evite que la comida se eche a perder”.

“¿Qué puedo decir? Está hecha especialmente”. Estaba agradecido por lo que podía hacer mi equipo de oso, incluso si no me gustaba cómo todos mis poderes estaban vinculados a mi equipo de oso. Hubiera sido bueno si todas las habilidades fueran solo… mías.

Al menos no había terminado en otro mundo sin nada en absoluto. Estaba agradecida por eso, al menos.