Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 1

Prologo: ¡El Lector De Almas Despierta!

“¡Mamá! ¡Yu ha despertado su visión mágica! ¡Esto requiere que lo celebremos con arroz sekihan!”

“Oh, querida. No sé muy bien de qué estás hablando, pero si eso es bueno, entonces preparare arroz sekihan.”

Yuichi casi escupió su desayuno, el cual era sopa de miso.

No, estoy bien. Realmente nadie hace eso fuera del anime y el manga.

Su hermana mayor, Mutsuko, le había dado un gran discurso sobre cómo no podía contarle a nadie lo que veía, ¡¿y si una sociedad secreta lo terminaba persiguiendo?! Sin embargo, al parecer, ella no veía nada malo en decirles a sus padres.

Él la fulminó con la mirada, deseando que ella dejara de hablar sobre eso.

Mutsuko le devolvió una sonrisa, claramente malinterpretando el gesto. Ella no lo entendía en absoluto. Mutsuko acababa de comenzar hoy su segundo año de escuela secundaria, la misma escuela secundaria a la que Yuichi asistía. La gente decía que era guapa, aunque Yuichi, siendo su hermano y todo, realmente no podía confirmar ni negar esto.

Su cabello era largo y se mantenía en su lugar con una variedad de pinzas de metal para el cabello. Para el observador casual, sólo parecían pasadores que tenían la apariencia de cuchillos, pero ella siempre se jactaba de que eran cuchillas reales hechas de acero de Damasco.

Su constitución era delgada y su pecho era modesto, pero eso no parecía molestarla. Ella siempre decía que tener un gran pecho se interpondría en el camino, y parecía que realmente lo decía en serio.

Su madre era muy tranquila, por lo que la conversación sobre la visión mágica no la molestaba. Probablemente ni siquiera sabía qué era la “visión mágica”.

Yuichi verificó la reacción de su padre, pero estaba concentrado en su periódico, ocasionalmente comiendo algo. No parecía especialmente interesado en la conversación.

La hermana pequeña de Yuichi, Yoriko, estaba disfrutando su desayuno como si todo fuera normal. Mutsuko siempre estaba diciendo cosas raras como esa, así que apenas parecía darse cuenta.

Hoy Yoriko comenzaría su segundo año de escuela media. A diferencia de Mutsuko, quien prestaba poca atención a su apariencia, Yoriko estaba muy preocupada por lucir bonita. Su largo y negro cabello le sentaba muy bien, y lo cuidaba igual de bien. Ella no soñaría con afligirlo con adornos extraños como lo hacía su hermana. Su cara se parecía a la de Mutsuko, pero tenía un aire sereno a su alrededor, y en cuanto a las proporciones femeninas, ya la había superado.

La conversación sobre la visión mágica continuó. Yuichi miró alrededor de la mesa, y dejó escapar un suspiro. Tal vez debería haber hecho más para  que ella mantuviera la boca cerrada. Recordó el incidente de la noche anterior.

Había sido después de la medianoche. Yuichi había golpeado suavemente en la puerta de la habitación de Mutsuko.

Para entonces sus padres y su hermana pequeña ya estaban durmiendo profundamente, pero él sabía que Mutsuko se acostaría tarde haciendo algo raro.

La puerta se abrió de inmediato y Mutsuko se paró frente a él. Estaba vestida con un pijama rosa, mirando a Yuichi algo confundida.

“¿Yu? ¿Qué estás haciendo aquí a esta hora?” “Um, hay algo en lo que quiero pedirte ayuda…”

“¡Claro que sí! Vas a contarme sobre tu colección de juegos de fetiches de hermana mayor, ¿verdad? ¡No te preocupes, eso no me molesta, ni un poco!” Mutsuko hinchó su pecho.

Yuichi no tenía idea de dónde había sacado esa idea, pero parecía extremadamente orgullosa de ello. “¡No es eso!”

“¡Esa es la única razón por la que un hombre joven visitaría la habitación de su hermana mayor en medio de la noche! ¡Lo he visto en los anime!”

“Pero esto no es un anime, es la vida real.”

La respuesta careció de la fuerza de sus convicciones. Lo que estaba a punto de preguntarle era lo opuesto a la vida real.

“De todos modos, deja de estar ahí fuera y entra para que podamos hablar, ¿de acuerdo?” Mutsuko le hizo una seña para que entrara.

Ella todavía tenía su kotatsu, aunque el calentador debajo de la mesa baja era innecesario debido a que era principios de primavera. Ambos se acercaron y tomaron asiento.

Yuichi no había estado dentro de la habitación de Mutsuko en mucho tiempo. Al verla aún más desordenada de lo que solía dejarla, se sintió un poco drenado.

Agarro un folleto de la mesa. El título era “Abdominales a Prueba de Balas”. La portada mostraba una imagen ampliada de un conjunto de abdominales. Ciertamente parecían que podían desviar las balas.

Yuichi comenzó a hacer una organización básica de los libros esparcidos al azar sobre la mesa. El Rey de la Fuerza de Agarre, El Rey de las Articulaciones, El Bajiquan Completo, ¿Por qué Masahiko Kimura no Mató a Rikidozan?, La Ciencia de Liberar tu Poder Interno… esos títulos y más juntaron en una pila en el borde del kotatsu. Simplemente no podía estar sentado en una mesa desordenada.

Pero resolver ese pequeño desorden no cambió el deplorable estado del resto de la habitación. Las cosas de más obvio desorden eran las armas esparcidas por todas partes.

Había muchas armas chinas: guandao, emeici, látigos de cadena, martillos meteoro, miaodao…

Respecto a las armas de estilo occidental, había una lanza larga, ballestas, una daga de paradas…

Había armas indias como un Madu y un Katar…

Por supuesto que también había armas de estilo japonés. Manri- gusari, jutte, shurikens, e incluso katanas. Los abanicos al menos parecían un poco femeninos, pero estaban hechos de acero… en otras palabras, también eran armas.

Yuichi sabía que tenía armas, pero no que tuviera tantas, ni que las dejaba tiradas de tal manera. La pregunta paranoica de lo que sucedería si alguien pisaba una comenzó a roerlo.

Aun así, incluso si ignorabas las armas no era como si la habitación fuera apropiadamente femenina. El suelo estaba lleno de cables sinuosos y misteriosas placas de circuitos. Contra una pared había una fila de lo que parecían casilleros apilados, llenos de máquinas parpadeantes. E incluso en las paredes de los lados, había máscaras, talismanes de papel y un altar, todo ello con fines desconocidos.

Yuichi lo sacó todo de su mente. Si se preocupaba de ello, nunca se detendría.

“¡Ok! ¿De qué querías hablar?” Preguntó Mutsuko con entusiasmo. Ella a menudo perseguía a Yuichi para hablarle de algo, pero él no podía recordar la última vez que había acudido a ella para pedirle consejo. Tal vez por eso sus ojos rebosaban de anticipación.

“Um, bueno, mira… desde ayer, he estado viendo cosas extrañas, y no estoy seguro de por qué.” Explicó Yuichi, buscando las palabras correctas.

“¿Oh?” Mutsuko se inclinó hacia adelante sobre la mesa, explotando en un interrogatorio.

“¿Qué es? ¿Qué? ¿Qué estás viendo? Eh. ¿Líneas? ¿Líneas de muerte? ¿Tienes los místicos Ojos de Percepción de Muerte?

¡Tenemos que conseguirte unas gafas! ¿Pero qué sacaríamos con eso?

¿O puedes ver Chakras? ¿Puedes ver todo a través del Byakugan? ¿O despertaste el Sharingan? ¿O puedes ver fantasmas? ¿Tienes visión fantasma?”

“¡Tranquilízate! ¡No es nada tan serio!”

“¡Lo tengo! Espera un segundo.” Ella respiró hondo, claramente tratando de calmarse. “¡Ok! ¿Qué estás viendo?”

“Um, realmente no es nada grave… espero que no te hayas ilusionado demasiado, porque es sólo… um… palabras.”

“¿Palabras?”

“Veo palabras sobre las cabezas de las personas.”

“¿Eso es todo?” Mutsuko estaba claramente decepcionada. A pesar de que él era el que acudía a ella para pedirle consejo, casi sentía que la había decepcionado.

Pero ella se recuperó rápidamente, inclinándose hacia adelante de nuevo.

“¡Correcto! ¡Tal vez no sea una visión mágica basada en el combate! ¡Pero sigue siendo increíble! Entonces, ¿hay algo sobre mi cabeza en este momento? ¿Puedes ver mi vida útil, tal vez? ¡Lo he visto en películas de terror!”

“Sólo dice ‘Hermana Mayor’.” “¿Huh?”

Las palabras ‘Hermana Mayor’ estaban flotando sobre la cabeza de Mutsuko en letras grandes y negras.

“Por encima de la cabeza de mamá dice ‘Mamá’. Sobre la cabeza de Yori, dice ‘Hermanita’.”

Mutsuko, Yuichi y Yoriko eran hermanos. Ellos y sus padres formaban la familia Sakaki de cinco miembros.

“¿Qué significa eso? No lo entiendo.”

“¡Yo tampoco lo entiendo! No tengo idea de lo que está pasando, así que no he salido desde que comenzó ayer. Pero mañana tengo escuela, así que no puedo quedarme en casa. Pensé que podrías saber algo.”

Yuichi había dormido el último día de las vacaciones de primavera, y luego había ido a la cocina a tomar un desayuno tardío.

Fue entonces cuando se dio cuenta.

Su madre estaba en la cocina cocinando, con la palabra ‘Mamá’ flotando sobre su cabeza en letras negras.

Parpadeó varias veces, pensando que quizás todavía estaba medio soñando. Pero no importó cuántas veces parpadeó o se frotó los ojos, las letras negras permanecieron.

Devoró su comida, luego regresó a su habitación. Pensó que tal vez estaba demasiado cansado de las vacaciones de primavera, así que volvió a la cama. Pero fue lo mismo cuando se despertó. Lo único que logró hacer fue confirmar que también podía ver palabras sobre las cabezas de sus hermanas.

“Entonces, ¿puedes ver algo por encima de tu cabeza?”

“No pude ver nada cuando me miré en el espejo. Tal vez tenga que mirar directamente… de todos modos, eso es todo lo que sé.

¿Alguna idea de lo que podría ser?”

“¡Espera! ¡Sólo espera un minuto!” Mutsuko se llevó una mano a la frente y empujó la otra hacia Yuichi, con la palma hacia afuera.

“Está bien, pero ¿qué me pasa?”

“¡Estoy pensando! ¿Tienes algún problema con eso?” Mutsuko mantuvo la postura, aparentemente sumida en sus pensamientos.

Era el tipo de persona que, una vez entraba en su pequeño mundo, no podía ver nada más a su alrededor. Si él la dejara ella podría permanecer así toda la noche.

Yuichi estaba a punto de regresar a su habitación cuando Mutsuko se movió de nuevo.

“Lector de Almas… ¡Eso es! ¡Eso posees! ¿Tal vez tienes ojos mágicos que pueden leer la verdadera naturaleza de una persona?”

“¿Huh? Entonces, ¿‘Hermana Mayor’ es tu verdadera naturaleza?”

“¡Sí! ¡No hay una Hermana Mayor más Hermana Mayor que yo!” Mutsuko hinchó su pecho. Ella siempre parecía estar orgullosa de ser una hermana mayor, incluso más allá de su jactancia habitual.

“Supongo que eso se aplica también a ‘Mamá’, ‘Hermanita’ y ‘Papá’. Tal vez no vale la pena preocuparse por eso.”

Escuchar a Mutsuko hacer tanto ruido al respecto hizo que Yuichi se sintiera un poco tonto por preocuparse. ¿Y qué si él veía las palabras ‘Hermana Mayor’ sobre la cabeza de su hermana mayor?

“¡Por cierto! ¿Tienes idea de lo que podría haber despertado el poder dentro de ti?”

“¿Eh? No… Cuando me desperté por la mañana ya estaba allí.”

Aunque él había acudido a ella para pedirle un consejo, se sorprendió un poco por lo rápido que ella creía en cosas como una visión mágica. Ella siempre hablaba de cosas de anime y el manga como si realmente existieran, pero siempre había pensado que era al menos en parte una puesta.

“¿Te dispararon una flecha o algo así?” “¡Si fue así, no lo recuerdo!”

“¿Has comido una fruta con espirales en ella?” “De haber sido así lo recordaría.”

“¿Oíste una voz preguntándote: ‘Deseas poder’?”

“Si lo hubiera hecho, habría sido lo primero que te hubiese dicho.”

“Hmm, creo que es el tropo donde no estás al tanto de eso… puede ser la influencia de un Temblor Demoniaco o la apertura de las Puertas del Infierno…”

“Lo siento, pero no puedo contarte más de lo que ya te he dicho.

Ya he destrozado mi cerebro por posibles causas.”

Nuevamente Mutsuko se hundió en su mente para hacer profundas reflexiones. “¿Nano máquinas, quizás… o una Caja de Pandora? Tampoco podemos descartar que tengas una Persona…” Después de reflexionar durante varios segundos, finalmente volvió a mirar a Yuichi. “¡No debes decirle a nadie sobre esto! ¡Podrías terminar siendo el objeto de una caza de sobrehumanos!”

“¿Quién haría algo así?”

“¡Una sociedad secreta! ¡Sí, podría haber una sociedad secreta para cosas como esta! ¡Ten cuidado! ¡Es posible que te encuentren y te saquen los ojos!”

“Hey, ¡no digas cosas así!”

Obviamente, Yuichi no tenía ninguna intención de contarle a nadie más sobre esto. Sólo su hermana rara tomaría en serio una historia como esta. Cualquiera más dudaría de su cordura.

“No voy a decirle a nadie. Así que es un secreto, ¿de acuerdo?”

“¡De acuerdo! ¡Yu, te protegeré de las sociedades secretas!” Había orgullo en su voz mientras ella golpeaba una mano contra su pecho. La vista realmente lo llenó de confianza.

Pase lo que pase, mi hermana estará de mi lado. Ella puede que sea un poco excéntrica, pero hasta ahora nunca lo había decepcionado. Aunque se sentía un poco patético por tener que confiar en ella de esta manera, hablarle realmente había aliviado muchas de sus preocupaciones.

Pero comenzó a arrepentirse en el momento en que escuchó a su hermana pedir arroz sekihan.

Después de todo tal vez no debió de acudir a ella.

Podía sentir nubes oscuras formándose cuando se enfrentaba a su primer día de escuela secundaria.