Majo no Tabitabi (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: Un Político Devoto

Parte 1

 

 

Una denuncia anónima llegó cierto día a las oficinas de cierto periódico, y parecía ser—para sorpresa de nadie—un resentimiento tonto.

Dentro del sobre que había sido puesto entre las puertas de la oficina, había varias fotografías, junto a una carta. Cuando estás en el negocio de compra y venta de información, este tipo de denuncias anónimas son frecuentes, abarcando desde secretos que podrían dejar conmocionado a toda una ciudad, hasta la más pura tontería. El reportero, llegó temprano a trabajar esa mañana, abrió la carta, pero no le interesó su contenido.

Publicidad M-AR-2

Una elección presidencial estaba en curso. No tenía tiempo para historias baratas. Si no era algo importante, el reportero rompería la carta y la botaría en el acto.

La cuestión es que, lo que estaba escrito en esa carta eran puras bobadas.

Elaina, la Bruja Ceniza, es una bruja mala que entró hace varios días a la ciudad. Me estafó y perdí todo lo que tenía. Quiero vengarme de esa bruja. ¿Crees que podrías usar tus conexiones para darle caza?

No había nombre anexado, sólo fotos de una joven bruja adolescente, de cabello color ceniza y ojos color lapislázuli. El reportero ya estaba al tanto de que una joven chica con el rango más alto de mago—una bruja—había llegado a la ciudad hace un tiempo. No hacía falta que su intuición de periodista se lo dijera; que un usuario de magia se encontrara en la ciudad, era algo sin precedentes. Así que la visita de una bruja era un evento raro.

Tal vez en días más tranquilos, el reportero podría haber reunido material para un artículo sobre la visita de la bruja, pero ahora mismo, toda la ciudad estaba en proceso de decidir su futuro.

Publicidad M-M3

Los periódicos ya tenían suficiente material.

“……”

No obstante, el reportero metió la carta en el bolsillo de su camisa antes de abrir las puertas de la oficina.

***

 

 

“¡Sí, así! ¡Ese desprecio que se refleja en tus ojos está genial!”.

Una chica linda y de buen corazón, le lanzaba miradas asesinas a la cámara cada vez que sonaba el obturador.

¿Quién podrá ser ella?

En efecto, soy yo.

“Um… ¿no es ya suficiente?”.





“¡No, espera! ¡Déjame tomarte otra! ¡Por favor! ¡Para la siguiente quiero que sostengas estas flores y sonrías así!” El hombre sacó su cara de la capucha de la cámara y me dio una rosa blanca. “¡Pon esto en tu boca!” Me mostró el pulgar hacia arriba. Pensé que era mejor si destrozaba la flor.

Las personas de países vecinos me dijeron de ante mano que en este lugar la fotografía estaba de moda y era normal que fotógrafos aficionados te pidieran ser el modelo.

Aparentemente, muy común.

Hoy ya se cumplen tres días desde que llegué aquí y ya perdí la cuenta de las veces que esos cretinos me pidieron posar para una foto.

“¡Así!… Ah, aguarda. Te dije que la tuvieras en tu boca, pero… ya la tiraste… ¡Ah! Pero ese desprecio en tus ojos… ¡Es genial! ¡Increíble! ¡Lo mejor de lo mejor!”.

El obturador de la cámara seguía.

Publicidad M-M1

“Estoy cansada…”

Por fin, luego de pasar varias horas retenida por el camarógrafo aficionado, me escapé.

Publicidad G-M3



Ya son 3 días los que llevo aquí.

Y hoy, como siempre, había mucho ruido de la gente reunida en la calle principal. Entre tanto alboroto, yo iba ahí, caminando sola, ya estaba harta de todo esto, los gritos de la ciudad me golpeaban los tímpanos.

Al parecer, faltaban varios días para la elección presidencial, por lo que la campaña estaba en su punto máximo. Eso explica el porqué de tanto alboroto.

“¡Una luz para los de escasos recursos! Como político, Yo… ¡Yo me comprometo a servir a la ciudad, en consideración a aquellos que me mostraron el camino!”.

Seguí caminando por la calle principal y observé a un hombre hablando en voz alta encima de una carreta en media calle. Llevaba puesto un traje negro y había muchas personas a su alrededor. Se veía algo joven como para ser un político. Si tuviera que adivinar, diría que estaba en sus treinta años.

El nombre de ese hombre era Matthew.

Era tan famoso, que nadie que viviera en esta ciudad—no, incluso yo que sólo he estado aquí por tres días—lo reconocería.

¡VOTA POR MATTHEW, VOTA POR UN MEJOR FUTURO PARA NUESTRA CIUDAD!

Publicidad M-M5

Por todos lados se podía ver pancartas e imágenes del hombre con su traje negro.

Verlo todos los días con esa sonrisa, es algo que no podrás olvidar, ya sea para bien o para mal.

“¡Nuestros ciudadanos están luchando en esta recesión, nunca los abandonaría! ¿Saben qué es eso importante que ayudará a resolver esta disputa territorial? ¡El perdonarnos unos a otros! Yo también he cometido errores, en el pasado, dejé la política por un tiempo. Pero encaré las consecuencias, recibí el perdón de mi amada esposa y por eso estoy aquí”.

Bueno, todo lo que dice son sólo disparates para mí.

A juzgar por lo que la multitud dice, parece que hay mucha gente que lo apoya.

“Él debería ser nuestro nuevo presidente”.

“Nunca había visto a semejante político honesto”.

Desde que salí en mi viaje como bruja antes de llegar a la mayoría de edad, y como había vivido sin preocuparme por temas de la política, me temo que palabras dichas en tiempos como este, no entraban en mis oídos.

Te endulzan los oídos, pero sin dar resultados. Todos los políticos hacen las mismas promesas exageradas, por lo que no hay ninguno que no se parezca.

Las personas de esta ciudad, parece que lo ven de otra forma. No muy lejos de donde el señor Matthew estaba dando su discurso, otra persona—otro político—también estaba hablando desde la parte de atrás de un vehículo. Aunque en este caso, era un carruaje fino y no una simple carreta. Y ese hombre no era un joven. Sólo con verlo es fácil adivinar que era un político veterano.

“Quiero un futuro próspero para todos los ciudadanos. No habrá prosperidad si viene de un gobierno dirigido por un idealismo juvenil. Eso es algo que yo puedo ofrecer, precisamente por mis años de experiencia guiando el desarrollo de nuestra nación”.

El hombre de actitud tranquila que criticaba sin pelos en la lengua al joven político, era Bernard.

UN VOTO PARA BERNARD ES UN VOTO PARA LA PROSPERIDAD DE ESTA CIUDAD.

Este hombre era también uno de los candidatos a la presidencia. Yo ya había visto sus carteles de campaña pegados en las paredes de las casas de muchas personas.

En otras palabras, la elección para el próximo presidente parecía ser un concurso de uno a uno entre el joven Matthew y el veterano Bernard.

En cuanto a quien resulte ganador, era imposible saberlo con sólo mirar lo sucedido. Tanto el veterano como el aficionado tenían casi la misma cantidad de gente amontonada alrededor de sus coches.

“Hola, Señorita Bruja. ¿Me da un minuto?”.

Estaba distraída observando a los candidatos cuando un hombre de mediana edad, bastante modesto, se puso delante de mí, bloqueando mi vista.

……

“Si es para una foto, tengo que negarme”.

No pienso ser víctima de otro fotógrafo aficionado.

Me di la vuelta y me fui.

“¿Eh? ¡Espera, no, no! No soy fotógrafo”. El hombre se puso delante de mí, bloqueando mi escape.


“Así es, no eres fotógrafo… ¡Eres un aficionado que aspira a ser fotógrafo! Estoy en lo correcto, ¿verdad?”.

“No, no es eso…” Me mostró su tarjeta de presentación.

“Este soy yo”.

……

“Lo siento, pero no tengo ningún interés en la industria del entretenimiento”.

Vas a adularme y luego me harás entrar en el mundo del espectáculo, ¿verdad? Bueno, ¡no voy a caer en ese viejo truco!

De nuevo, me di la vuelta y huí.

“No, no pertenezco a ninguna industria del entretenimiento” De nuevo, me bloqueó el camino. “…Y tienes un concepto muy alto de ti misma…” murmuró.

“Uh… Entonces, ¿quién eres?”.

“…Ya te la mostré, esto es lo que hago”.

El hombre otra vez extendió su tarjeta de presentación.

……

No tuve de otra, así que la tomé.

PERIÓDICO AZAMI

FRANK – REPORTERO

Ya veo. Así que es un periodista, aparentemente. “Lo siento, pero eso de las entrevistas para mi es…” Me di la vuelta y me alejé.

“¡No, no, no! ¡Espera un segundo! ¿No quieres escuchar lo que tengo que decir? ¿Por favor? Te lo ruego”.

“Eh………………”

Me parece que será un fastidio.

“¡Te pagaré por tu tiempo!”.

  • ¡Pero ahora me siento con ánimos!

En un abrir y cerrar de ojos, yo ya estaba frente a él. “¿Qué quieres saber exactamente?”.

“Qué codiciosa…” El asombrado periodista sacó un bolígrafo. “Bueno, vienes de otra ciudad, ¿verdad? ¿Cuáles crees que serán los resultados de las próximas elecciones?”.

Ya me preguntaba por qué se tomó la molestia de hablar conmigo siendo yo una extranjera, pero es una entrevista cualquiera sobre las elecciones. Me parece que en esa multitud hay gente más capacitada que yo para responder a esa pregunta, pero… Lo más probable es que quiera la opinión objetiva de un extranjero. Apuesto a que es eso.

“No estoy del lado de ninguno de los dos, así que no sabría responder a eso”. Luego de observar a ambos participantes que estaban en medio de sus discursos, respondí: “Puede que en este momento estén igualados, ¿no crees eso? No me sorprendería si ganara cualquiera”.

“¡Ohh! ¿Y por qué crees eso?”.

“Pues… Para empezar, cuando el joven Matthew estaba en su discurso, mencionó la relación que tiene con su esposa, ¿verdad? Eso parece haber conquistado a la gente más joven”.

Antes de todo esto, un político rival había revelado que Matthew tuvo un amorío, y se vio forzado a retirarse de la política. Luego, reconoció su desliz y se disculpó con su mujer, y con el paso del tiempo recuperaron su relación. Ahora que tiene el apoyo de su esposa, ha podido volver a aparecer en estas elecciones. Admito que es una buena historia, pero un poco vulgar. Y la razón por la que recordaba esta historia es porque la escuché muchas veces en los anuncios de la campaña.

“En cambio, su competencia, Bernard, es político de muchos años y claramente se ve orgulloso de su distinguida carrera. Por cierto, las personas que lo rodeaban son todas personas mayores. Parece que ha conquistado a la multitud de más edad.

“¿Qué te parecen sus promesas?”.

“La verdad es que me da igual”.

“Qué horror”.

“¿O me vas a negar que las elecciones son un concurso pretencioso de popularidad?”.


“Pero qué horror”.

En una esquina tenemos al joven político que había salido de sus problemas personales, y en la otra, a un político que se interponía en su camino… Esta descripción se me hace conocida.

No me sorprende que a todos les interesa el resultado.

“Pues mira, en cuanto a nosotros los mayores, preferimos que Bernard sea nuestro presidente. ¿No crees que sería una vergüenza que alguien con semejante ideal tan ingenuo, consiguiera el cargo más alto de la ciudad? Además, es un adúltero”.

“Pero parece tener el apoyo de la gente más joven”.

“Es verdad, pero eso es sólo un efecto del ser joven. ¿Qué es lo que dice en sus discursos? No son más que historias tristes unas tras otras, ¿o no? Si un tipo así intenta dirigir al pueblo, te aseguro que el resultado será muy malo”.

“……”

“Por eso la gente mayor quiere que Bernard gane. Pero es como has dicho, en la situación actual, ambos están igualados. Y eso es un problema, ¿me entiendes? Él inclinó la cabeza hacia mí.

No tenía ni la más mínima idea de lo que me trataba de decir.

“… ¿Acaso quieres que yo haga algo malo?”.

Medio le había adivinado. Pero el reportero Frank dijo: “No, no, para nada” moviendo su mano de forma extraña. “Sólo quiero que hagas lo correcto”.

Entonces, asegurándose de que sólo yo pudiera ver, sacó unas fotos del bolsillo de su camisa y me las mostró por sólo unos segundos.

Eran varias fotos donde yo aparecía.

“Han pasado tres días desde que llegaste a esta ciudad, ¿verdad? Por cierto, ¿cuánto ganaste con esa cochina estafa en los primeros dos días?”.

En sus manos había una recopilación muy buena de fotos donde dejaba en evidencia mi actividad en esta ciudad. En la primera foto estaba yo comprando collares de mala calidad a un precio bajo. En la segunda foto estaba yo abriendo un puesto en la acera de la calle con un cartel que decía DICEN QUE GRACIAS A ESTOS COLLARES HAN ENCONTRADO LA FELICIDAD. En la tercera foto estaba yo vendiendo un collar al precio de una moneda de oro.

Bueno, eso no me lo esperaba. Si alguien viera estas tres fotos, podría parecer que estoy haciendo algo ilícito, ¿no?

“Entiendes lo que trato de decir, ¿verdad?” Y con una gran sonrisa, el reportero continuó. “Hay algo que me gustaría pedirte que hicieras, si eres tan amable de regresar a mi oficina en el periódico”. Se dio la vuelta.

“Estas fotos me llegaron como denuncia anónima de una persona a la que estafaste. No es que yo esté interesado en arruinar tu imagen o meterte en un asunto legal o algo parecido. Sólo quiero que cooperes conmigo un poco. Para hacer lo correcto”.

Y entonces dijo, “Si no te pones de nuestro lado, de una u otra forma lo harás”.

Creo que claramente me está diciendo que sucederán cosas malas.

***

 

 

“El joven político de nombre Matthew tiene una esposa llamada Laurie, y es muy bella—en serio, es la mujer ideal”. El reportero Frank me invitó a su oficina del periódico y encendió un cigarrillo mientras me lo contaba. “Aunque, como ya te habrás dado cuenta, no fue tan inteligente cuando decidió confiar en un político de pacotilla. Lo que trato de decir es que, incluso luego del escándalo de su marido, se quedó junto a él y lo ayudó a arreglar el desastre que hizo”.

Frank me pasó varios libros.

Parecían ser autobiografías, y en sus portadas había fotos de una bella mujer.

Viviendo como la esposa de un político.

Cómo perdonar a un marido infiel.

Estas y otras frases estaban en toda la portada.

“Sospechamos que Matthew forzó a Laurie a escribir todos estos libros” dijo mientras exhalaba el humo del tabaco.

La historia de esta pareja era demasiado común.

Fueron muchos los años forjándola.

Cuando él aún era un simple desconocido, el político Matthew comenzó un amorío con su secretaria, a pesar de estar casado, y con el tiempo, un contrincante político lo expuso.

La gente rápidamente juzgó al político por este asunto personal, que la verdad, no tenía nada que ver con la política y poco a poco fue perdiendo el apoyo. Y a pesar de tener un futuro prometedor, sus aspiraciones tuvieron un final abrupto.

Por último, Matthew prácticamente desapareció por muchos años. Nada de qué sorprenderse. Las personas nunca podrían confiar en un adúltero. Pero ahora ha regresado al ojo público y ha ido subiendo en las filas políticas hasta quedar como único aspirante a líder político.

Pero, ¿qué lo convirtió en el hombre que es ahora?

“Todo lo que ha sucedido hasta el día de hoy ha sido parte de la estrategia de Matthew”. El reportero Frank alejó el cigarrillo y le dio unos golpes suaves para deshacerse de la ceniza acumulada y continuó.

“Desde el día en que Matthew se fue a la ruina, hasta el inicio de esta elección, su esposa Laurie ha tomado un papel activo en el centro del escenario, como si los dos hubieran cambiado de lugar”.

Luego de que su marido perdiera su posición, la esposa, Laurie, le ha dado entrevistas muy seguidas al periódico y otros medios de comunicación. Hablaba muy sinceramente respecto a sus emociones, por ejemplo: “No puedo perdonar a mi marido” y “Pero creo que quiero confiar en él”. Actuaba a la esposa fidedigna inseparable de su marido sin importar nada, y por la forma en cómo se comportó con tanta valentía, sin mostrar el dolor que le provocaron las acciones de su marido, conquistó el corazón de muchas personas.

El tiempo pasó, y Laurie se quedó sin métodos para apoyar a su marido. Ella publicó autobiografías, dio conferencias, inició su propia línea de moda, hasta abrió un restaurante. Se vio tentada a bromear con que todo eso eran sus propios intereses, pero al menos la gente parecía apoyarla en sus muchos emprendimientos.

Y como su popularidad estaba vinculada a la de su marido, pudo recuperar la imagen de Matthew ante el ojo público. Pero los periódicos aún le recordaban a la gente lo dependiente que era él de la buena voluntad de su esposa.

“Después de que su infidelidad quedó expuesta, Matthew ideó una manera de recuperar la buena voluntad del público. Su esposa era la clave. El publicar esas autobiografías, las conferencias, los negocios, esa era ella cumpliendo lo que le decían”.

“¿Tienes prueba de eso?”.

Publicidad G-M2



En respuesta a mi pregunta, el reportero Frank negó con la cabeza.

“No tengo pruebas. Ni una sola”.

Ya veo. Así que, ¿todo es especulación?

“Pero, la ayuda que te pido es para poder conseguirlas. Periodismo sin evidencia es sólo ficción. Y ese tipo de periodismo no es más que inservible. Creo que, si logramos hacer que su esposa diga la verdad, podemos exponer las mentiras de Matthew”.

“¿Y qué quieres que yo haga?”.

“Eres una bruja, ¿verdad? ¿No puedes usar un hechizo para que no mienta? ¿O crear algún tipo de suero de la verdad? Algo como eso”.

“Estás sobreestimándome”.

“¿No puedes?”.

“No es que no pueda,” dije secamente. “Pero mira, si yo hiciera eso, ¿qué harías tú en caso de que Laurie no diga eso que esperas?”.

Publicidad M-AB

Este tipo actuaba como un periodista obsesionado con la verdad y la justicia y con hacer lo correcto, pero estaba bastante claro que en realidad sólo quería que Matthew se quitara de en medio. Sería conveniente para su empresa periodística que Bernard ganara las elecciones, y significaría un problema para la empresa si Matthew fuera elegido. Así que, naturalmente, este periodista quería impulsar la idea de un escándalo y ver al joven político retirado del centro del escenario una vez más.

Pero si continuaba con ese plan, y me hacía ponerle un hechizo a Laurie para que sólo pudiera decir temporalmente la verdad, entonces ¿qué le tocaba hacer si no conseguía las pruebas incriminatorias? Imaginé que, si lanzaba ese hechizo aquí y ahora, podría entrever una profunda y oscura relación entre Bernard y la empresa periodística, salido de la boca del reportero Frank.

“Eres una bruja, ¿verdad?” Me estaba provocando. Y luego dijo: “Si puedes hacer un suero de la verdad, entonces también puedes hacer uno para que alguien mienta, ¿verdad?”.

Que saliera de la boca de Laurie era suficiente. Verdad o no, me daba igual.

Al parecer, eso era lo correcto, eso según el periodista delante de mí.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios