Durara! (NL)

Volumen 13

Capítulo Diez: Un Tigre Muere Para Dejar Su Piel.

Parte 2

En una fábrica abandonada.

“Oi, oi, ustedes deberían saber que existe un límite en la forma en la que puedes escribir. Digo, realmente, ¿qué pasa con este chat?”

Él había estado usando esta sala de chat por solo medio año, pero todavía era un lugar importante para Masaomi.

Masaomi fue atacado por una gran ansiedad ya que el chat estaba siendo destrozado.

En el momento en el que estaba por decir algo, mientras fruncía el ceño, el ringtone de un celular hizo eco en la fábrica abandonada.

Chikage confirmó el hecho de que el número sobre la pantalla era el mismo número que recién había marcado y sonrió.

“Hey, es de tu amigo.”

“¡…!”

Él no pudo evitar ocultar su sorpresa porque había funcionado y Masaomi estuvo cerca de tomar el teléfono inesperadamente.

“Espera un segundo, espera, si yo no contesto esto no tendrá sentido.”

“Pero debería ser yo quien hablara…”

“Él colgará el teléfono una vez que sepa que estás a salvo, así que yo atenderé.”

Chikage miró a Masaomi mientras llevaba su dedo al botón de contestar llamada y añadió algo más.

“Ah… te diré esto primero. Lo siento.”

“¿?”

Chikage puso el celular junto a su oído mientras Masaomi frunció el ceño dubitativamente.

“Yo.”

“… ¿Tú eres ‘Rocchi’-san?”

“Sí. Estoy contento de que lo hayas leído rápidamente. Bueno, nos hemos encontrado una vez antes.”

“…”

“¿No te resulta familiar mi voz?”

Chikage hablaba con un tono de voz suave. Y al otro lado del teléfono, recibió una voz replicándole rotundamente:

“Rokujou… Chikage-san, ¿no?”

“Ohh, bien hecho. Te daré una ronda de aplausos y banzai. Bueno — fue mi culpa aquella vez. No pude creer que tú fueras el líder de los Dollars.”

“…”

Mientras sentía al silencioso Mikado del otro lado del teléfono, Chikage continuó la conversación sin preocuparse.

“Déjame ir al grano. Tus amigos… los Dollars, interfirieron otra vez con nosotros. Así que vine aquí para hacerlos pagar.”

Masaomi casi abrió su boca cuando oyó eso — pero Chikage lo frenó con su mano.

Probablemente tuvo una idea.

Masaomi decidió escuchar silenciosamente por un rato y cerró su boca.

Sin embargo, Chikage apretó su mano ligeramente haciendo que Masaomi no dijera nada y golpeó a Masaomi fuertemente.

“¡¿…?! ¡¿Uguga?! A… ¡guaaa!”

El dolor que sintió en los huesos se esparció por todo su cuerpo y Masaomi se quejó sin intención.

Después de poner su celular en la dirección de Masaomi, Chikage bajó su voz y dijo algunas palabras en el teléfono celular.

“Es exactamente como lo escuchaste. Si no me encuentro contigo en persona, tú amigo se irá a algún lugar muy lejos.”

Unos pocos minutos después —

Chikage colgó el teléfono y acarició la cabeza de Masaomi mientras sonreía.

“Okay, de todas formas, ahora hemos decidido a donde ir. De momento, te lo daré a ti, mi rehén, en la ciudad. Bueno, de alguna manera estoy conforme con esto.”

“… ¿Desde cuándo me he convertido en tu rehén? Ah, mierda, ¡eso fue muy doloroso!”

Chikage encogió su hombros y le respondió a Masaomi, quien había gritado como señal de protesta.

“Bueno — por eso me disculpé contigo antes de que lo hiciera…”

“Podría haber aceptado eso sin la necesidad de que me golpearas.”

“Tú podrías no haber gritado si no hubiese sido un acto improvisado, ¿no?”

Masaomi parecía estar harto de Chikage, quien hablaba mientras tarareaba y sacudía la cabeza.

“Ahh, de cualquier forma, ¿A dónde estás planeando llevarme a Mikado?”

“Oh, por supuesto que es un lugar que yo también conozco. Lo recuerdo bien.”

Mientras balanceaba ambos brazos como si estuviera haciendo un ejercicio de precalentamiento, Chikage continuó con su manera despreocupada.

“Es un lugar cerca de una escuela de chicas.”

***

En un edificio abandonado.

“No estarás pensando en ir hasta allá por ti mismo, ¿no?”

Aoba le habló a Mikado, quien estaba pensando profundamente con un rostro sin emociones después de que colgara el teléfono.

“¿Eh? Bueno… hablando de eso, él no mencionó con cuantas personas podía ir.”

“Hablando de Rokujou, él fue el primer oponente con el que me interpuse. Sin Mikado-senpai yendo allí por sí mismo, traeremos de vuelta a Kida-senpai”

Mikado abrió su boca después de pensar por un rato en respuesta a Aoba, quien hablaba muy a la ligera.

“Si vas a decir eso, ¿Dónde está Kida-kun para ustedes?”

“¿Dónde…? Él es tu amigo, ¿no, senpai?”

“Pero para ustedes, él es el líder de los pañuelos amarillos y solía ser un enemigo suyo, ¿no?”

“Eso es cierto para los viejos miembros, pero no es como si hubiéramos peleado directamente contra él.”

Después de que se encogiera de hombros, Aoba le afirmó a Mikado.

¨Para ser honesto contigo, no tengo rencor contra Kida-senpai y no siento alguna proximidad hacia él, así que si Mikado-senpai nos pide que vayamos a ayudarlo, nosotros seguiremos tus órdenes.”

“Ya veo, eso es útil. Pero Masaomi podría no tener una buena impresión de ti. Aunque Kida-kun pareciera ser un playboy que no piensa las cosas seriamente, sus características han sido muy honestas en el pasado.”

“:..”

En el medio de su conversación, Aoba notó cierto cambio en Mikado.

Es preocupante como cambia entre ‘Masaomi’ y ‘Kida-kun’.

Podría no ser algo significativo, pero pareció importante.

O quizás el mismo Mikado no lo entiende.

Hacia un individuo llamado Kida Masaomi — o hacia todos los conocidos incluyendo a Sonohara Anri, etc — qué tipo de relación ha estado teniendo o qué tipo de relaciones quiere tener en el futuro.

Aoba, quien asumió eso mientras observaba a Mikado, estuvo en silencio por un rato.

Y retorció sus labios profundamente desde un lugar en el que Mikado no podía verlo.

Mikado-senpai, como esperaba después de todo, es terriblemente interesante.

La sonrisa en el rostro tranquilo de Aoba desapareció y le preguntó mientras observaba la espalda rota del chico4 frente a él.

“De todas formas, ¿por qué elegiste ese lugar?”

El ‘lugar de intercambio’ que Mikado había mencionado en el teléfono era uno que Aoba conocía muy bien.

Es un lugar que de alguna manera, capta mucha la atención de la gente incluso si es medianoche.

“…”

Mikado, a quien se le preguntó una pregunta obvia, continuó en silencio por un rato.

• Con roto se refiere a ‘roto’ o ‘quebrado’ emocionalmente.

Él estuvo parado por un tiempo como si fuera una computadora procesando muchos datos sobrepasando su capacidad, y comenzó a hablar lentamente como si tratara de convencerse a sí mismo.

“Es un lugar importante.”

“¿Un lugar importante?”

“Como seguramente ya lo sabes… es el lugar donde todo empezó, para mí y los Dollars.”

Después de que dijera la palabra Dollars con un tono de voz nostálgico, continuó hablando mientras sonreía como un niño.

“Pero Sonohara-san y Kida-kun no estuvieron allí.”

Las palabras de Mikado ya no eran dirigidas hacia Aoba. Él pareció considerar la razón por la que escogió ese lugar en el último momento.

Eso fue lo que sintió Aoba.

Sin embargo, era ciertamente un lugar especial para Ryuugamine Mikado.

Es el lugar del comienzo para el actual Mikado, cuando lo ordinario y lo extraordinario cambiaron lugares completamente.

‘La intersección en frente de Tokyu Hands.’

Es el comienzo de la calle principal en frente de Shunshine y también el punto final.

Mikado eligió naturalmente ese lugar.

Al menos sería inevitable para Mikado.

Como el fundador de los Dollars y como solo un miembro —

Con el fin de darle la bienvenida a Kida Masaomi, quien no había estado ese día en ese lugar.

Si fuera posible, desearía que Anri estuviera en ese lugar también.

Mikado pensó sobre eso, pero no podía ser tan egoísta y entonces reprimió su deseo.

Eso era porque lo sabía.

Después de esto, algunos incidentes sangrientos seguramente ocurrirían en ese lugar.

Aunque se dio cuenta de que el secreto que Anri mantenía era mucho más que algo sangriento que cualquier pelea juvenil, Mikado no quería que Anri fuera involucrada.

O quizás era la terquedad infantil que todavía quedaba en él.

***

Ikebukuro. En cierto bar de un apartamento.

“…”

Por otra parte, una persona cuya carrera estaba algo lejos de ser considerado algo infantil, endureció su expresión facial mientras observaba la misma ‘pantalla’ como Mikado.

“¿Qué demonios?”

Akabayashi, uno de los miembros ejecutivos de  los Awakusu, dijo eso.

Él, quien estaba preocupado por el dolor de su vieja cicatriz de su ojo derecho, había seguido recolectando información por su propia cuenta en su apartamento, restaurado como una especie de bar secreto.

La cosa que llamó la atención de Akabayashi no fue el reporte del mail de ‘Jyan Jyaka Jyan’, quienes realizan algunos mandados, o el foro centrado en los Dollars — era el chat donde los residentes de Ikebukuro eran introducidos, y donde él fue introducido por una chica.

Extrañamente, el chat tenía una gran cantidad de información y Akabayashi, como si fuera un ángel guardián, trataba de verificar una vez al día que la chica, la cual cuidaba como si fuera su sobrina, se encontrara bien.

Solo encontró que el chat estaba algo raro.

“¿Qué pasa, Akabayashi-san?”

Su expresión era probablemente algo diferente a lo usual. El envejecido dueño del bar le habló a Akabayashi.

“No es nada, solo algunos problemas de trabajo.”

“Ya veo.”

Entonces el dueño no siguió preguntándole más.

Él probablemente pensó que no debería interrogarle mucho más sobre su trabajo.

Sin embargo, Akabayashi continuó hablando con un tono de voz suave mientras se reía.

“Bueno, que puedo decir, siento que fui pateado en un ángulo diferente del que esperaba.”

Mientras decía tales cosas, él observó nuevamente la pantalla de su smartphone.

En la sala de chat, una mujer llamada Yagiri Namie, estaba trolleando y acusando a Ryuugamine Mikado.

Si hubiera sido solo eso, él podía haberlo visto solo como un ‘problema de los Dollars’, pero estaba el hecho de que el nombre real de la chica quien lo invitó al chat, fue revelado, haciendo poner ansioso el corazón de Akabayashi.

Yagiri Namie [¿Dónde está la jinete sin cabeza?] Yagiri Namie [Tú novia, Sonohara Anri también.]

Yagiri Namie [¿Sabías que esa mujer es un monstruo, no?]

Yagiri Namie [La deberías haber visto esgrimiendo una japonesa la última vez.]

Yagiri Namie [¿Debería decirte lo que hizo durante el incidente del acuchillador?]

Normalmente, probablemente pensaría que es una persona loca gritando algo que no tiene sentido.

Sin embargo, Akabayashi lo entendió.

Él fue capaz de entenderlo.

Entendió que allí había una conexión clara entre las palabras que la mujer llamada Namie había mencionado sobre Sonohara Anri.

‘Monstruo’.

‘Espada japonesa’.

La vieja cicatriz de su ojo derecho comenzó a dolerle.

Un gran dolor como una sensación de ardor atacó a su cerebro alrededor de su cicatriz— como si ojo artificial estuviera ardiendo.

Pero Akabayashi se quitó sus anteojos de sol y puso ligeramente su mano derecha sobre su ojo y de alguna forma, expresó una sonrisa solitaria en su rostro.

Cálmate.

Tú no eres un adolescente.

Entonces pensó de forma nostálgica en el pasado.

La pasión y las muy dolorosas memorias de su primer amor que tuvo un poco tarde como para ser un hombre.

Una mujer que no podía creer que no fuera humana que partió su ojo derecho y su corazón. Ella estaba sosteniendo una extraña espada en su cuerpo y sus ojos brillaban de color rojo como un acuchillador.

Incluso ahora, Akabayashi todavía podía recordar a su primer amor.

Las personas dicen que esa mujer, quien era la espada misma, murió luego de ser apuñalada en su estómago con la espada.

Sin embargo, Akabayashi lo sabía.

Él era consciente pese a no haberlo visto directamente.

Ella — Sonohara Ayaka, cortó la cabeza de su marido y luego apuñaló su propio estómago. ¿Pero a donde fue a parar la espada que estaba sosteniendo su cuerpo?

Se fue dicho que no encontraron ninguna arma en el lugar del asesinato. Por lo tanto, fue por eso que a pesar de la herida que solo pudo haber sido hecho cortando ella misma su estómago, el suicidio se había descartado.

Me pregunto si la autopsia de la policía encontró alguna anormalidad.

Incluso si la hubieran encontrado, era demasiado extraño como para que lo publicaran. La espada siguió ahí después de la muerte de Sayaka Sonohara y alguien pudo haberse apropiado de la misma.

Si ese fuera el caso, lo más probable es que ese alguien hubiera sido Sonohara Anri.

Él lo había pensado muchas veces hasta ahora, pero siempre pensó que su propia ilusión no tenía ningún sentido y Akabayashi siempre se reía.

Sin embargo, al leer las líneas del chat, su prueba llegó.

La espada que apuñaló su ojo es propiedad de Anri, la hija de Sayaka.

El lado derecho de su rostro comenzó a calentarse.

En el momento en que su conjetura pudo ser un hecho, él sintió como su sangre que se había enfriado, hirvió.

Sin embargo, lo estimulante se detuvo allí.

Akabayashi reprimió forzosamente el dolor de su ojo derecho y oprimió sus emociones pasadas en su memoria.

Cálmate, maldición.

Anri-chan ha recibido un recuerdo de parte de su madre.

Pero esa no es la historia completa.

Si estuviera la edad en la que me emocionaba fácilmente, ya hubiera saltado del bar.

Pero pensar que dentro de su hija, parte de la mujer que amé todavía se encuentra viva.

Pero la mente de Akabayashi no era tan inmadura como para que tuviera un sentimiento distorsionado de amor por Anri, quien era bastante joven como para ser su hija.

A quien yo amé era una mujer llamada Sonohara Ayaka… una mujer hot.

No esa espada molesta.

Mientras recordaba las molestas ‘palabras de amor’ que habían sido vertidas dentro de él en el momento en el que su ojo derecho fue cortado, Akabayashi bebió el resto de alcohol y le habló al dueño.

“Hey, sensei.”

“¿Qué pasa?”

Akabayashi le preguntó mientras le sonreía al dueño, quien volteó su cabeza hacia él.

“Digamos que tú tienes una mujer que la amas pero rompe contigo al final, y entonces la mujer se casa con alguien más.”

“¿Si?”

“La hija de alguna forma, está metida en problemas y por ende, en peligro. Si no puedes dejar de pensar en ayudarla, ¿crees que eso es un sentimiento de apego?”

“…”

Después de pensar brevemente, el dueño se puso sus anteojos que estaba puliendo y le respondió con un tono de voz normal.

“Tú no eres el tipo de persona que ignora eso cuando los hijos de tus conocidos están en peligro, ya sea que tengas un apego o no, Akabayashi-san.”

“Bueno, tienes un concepto muy elevado de mí. Ah, cóbrese por favor.”

Akabayashi se paró mientras se reía y sacó su billetera de su bolsillo.

Esto no fue algo que necesitaba preguntarle al dueño.

No fue sino una excusa para dar un paso adelante.

Sin embargo, Akabayashi agradeció al dueño desde el fondo de su corazón y salió del bar lentamente.

Con el fin de meter sus narices en el incidente a su propia manera, por ser un ‘adulto’ del mundo clandestino.