Meikyuu No Ou (NL)

Volumen 3

Interludio 7: Eso No Funcionó

El minotauro respiraba con dificultad.

Había rebanado a todos los enemigos redondos y blandos de la sala. Se dio cuenta de que su regeneración era más lenta cerca de las raíces que en la parte superior de su cuerpo. Después de eso, hizo uso de una habilidad de aceleración para cortar tantos orbes como pudiera a la vez mientras hacía lo posible por cortar cerca de las raíces.

Eso no funcionó.

Los enemigos acabaron regenerándose de todos modos. No tenía fin. Siempre se regeneraban, disparaban el líquido que derretía el cuerpo y extendían sus tentáculos para atrapar al minotauro. Además, cada vez que el minotauro cortaba a uno de ellos, salía líquido corporal, lo que hacía que el cuerpo del minotauro se derritiera aún más.

El minotauro estaba en muy mal estado. Había sido bañado por el líquido de los orbes, y su piel estaba derretida por todas partes. Gastó algo de resistencia para usar una habilidad para curar sus heridas, pero no tuvo efecto.

Las partes derretidas de su cuerpo rezumaban y burbujeaban, y se volvieron de un color enfermizo tras mezclarse con la sangre que salía de su cuerpo.

Su cuerpo no era lo único que se estaba derritiendo. Partes de su cinturón que siempre usaba también se habían derretido, y ya no podía mantenerse en la cintura del minotauro.

Buscó en su almacén porque sintió que no tenía otra opción, y entonces recordó la existencia de pociones rojas. Cogió varias y se las bebió todas. Pero su cuerpo no se recuperó.

Ni las habilidades para curar heridas ni el jugo rojo parecían funcionar aquí. Esa fue la única conclusión a la que pudo llegar el minotauro.

El minotauro se tomó un momento para recuperar el aliento, luego aspiró una enorme cantidad de aire, activó una habilidad especial y sopló un poderoso aliento contra los enemigos redondos de toda la sala. El aliento era violentamente fuerte y hacía que todo lo que tocaba estallara en llamas con su intenso calor.

Esta habilidad se llamaba [Aliento Ardiente].

Con un solo soplo, redujo a cenizas un tercio de los orbes de la sala. Sin embargo, se regeneraron rápidamente.

El minotauro inspiró de nuevo, apuntó al enemigo redondo que crecía más cerca de él y liberó Aliento Ardiente sobre él de forma implacable.

Se quemó. Y ardió.

El redondo enemigo se redujo a cenizas y se abrió un agujero en la roca irregular que había debajo.

El ataque del minotauro se detuvo cuando sus pulmones comenzaron a doler.

La regeneración comenzó inmediatamente. Pero el minotauro vio algo. Algo que parecía unas raíces delgadas, densamente empaquetadas y que se retorcían, estaba enterrado en el suelo viscoso bajo el orbe quemado. El minotauro se preguntó qué pasaría si las destruía.

Una idea apareció en la mente del minotauro y cambió de arma.

Guardó su espada en su [Bolsa] y sacó un arma aplastante llamada martillo de barril. Parecía un tosco barril con un largo pincho que salía de él. Era un arma extremadamente robusta e inimaginablemente pesada.

El minotauro había obtenido este martillo de barril de un aventurero humano.

El aventurero que la había utilizado era ligeramente más bajo que el minotauro, pero estaba bastante más gordo y parecía pesar el doble. Su piel era de color rojo oscuro, la mitad superior de su cuerpo estaba desnuda y llevaba pantalones anchos. Su complexión hacía que pareciese que había acumulado carne sobre su propia carne y que luego tenía más carne cayendo sobre ella. Bramó y puso sus ojos brillantes en su cabeza mientras giraba su martillo de barril. Golpeaba al minotauro desde un lado y desde arriba, y cada ataque tenía la suficiente fuerza destructiva para resultar letal para el minotauro en ese momento.

Tenía una reserva inagotable de energía, y no dejaba de aullar y blandir su martillo por muchos golpes que el minotauro esquivara. Se convirtió en una larga y dura batalla debido a la inagotable resistencia del hombre y a su inusual capacidad para seguir luchando después de recibir daños, pero al final el minotauro ganó.

El minotauro levantó el martillo de barril por encima de su cabeza y lo estrelló contra el orbe más cercano. No apuntaba al orbe en sí, sino a las raíces que se retorcían en el suelo viscoso que había debajo. El enemigo estalló, sus pedazos se esparcieron por la habitación, y las raíces fueron aplastadas junto con la roca blanda.

El minotauro esperó, pero el enemigo redondo no se regeneró. Ahora entendía cómo matarlos.

El minotauro aplastó alegremente al resto de los enemigos redondos y sus raíces. Su cuerpo se estaba derritiendo rápidamente a causa de los fluidos que expulsaban los orbes, pero a él no le importaba.

Fue entonces que terminó de matar a todos los enemigos de la sala. Miró a su alrededor y se bañó en el resplandor de su victoria; entonces su cuerpo se vio envuelto en una suave luz. Comenzó a regenerarse y a restablecerse.

Era una subida de nivel.

Sus heridas también fueron curadas.

Esta era la primera subida de nivel del minotauro en mucho tiempo. Hacía años que no se encontraba con un humano que le diera suficientes puntos de experiencia.

Ahora que el minotauro lo pensaba, era extraño. Siempre ganaba puntos de experiencia al derrotar a los humanos, pero nunca cuando derrotaba a los monstruos. A pesar de ello, él acababa de subir de nivel al matar a estos monstruos. No sabía la razón, pero entendía que había encontrado un nuevo lugar donde podía hacerse más fuerte.

El minotauro se dio cuenta de otra cosa. Las piedras situadas junto a las planas y circulares que brillaban con luz roja habían sido de un gris apagado cuando entró en la sala, pero ahora brillaban en azul.

El minotauro pisó las piedras que brillaban con luz azul y luego desapareció.