Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

AL DIA SIGUIENTE de comprar la tienda, me dirigí al orfanato para encontrarme con la directora y hablarle sobre la tienda. Vi a un grupo de niños pequeños jugando fuera del orfanato. Espera, ¿conocía siquiera a esos niños? Seguro que sí, ¿verdad?

Reuní a los niños que se me acercaron y repartí frutas que compré en la capital como recuerdo. Cuando probé la fruta, estaba dulce y agria. Les dije que compartieran. Después de que me dieron una respuesta cortés, se dirigieron al orfanato. Los seguí adentro para ver a la directora.

“Oh, ¿qué tienen todos ahí?” Escuché la voz de la directora.

“¡Nos lo dio la chica oso!”

“¡Oh! ¿Yuna está aquí?”

“Yuna está aquí”, dije, apareciendo a la vista. “Volví.”

“Debes estar agotada por el viaje”.

Correcto. Técnicamente fui a la capital para trabajar en una misión de escolta, pero todo se sintió más como unas vacaciones.

“directora, ¿cómo han estado los niños?”

“Lo están haciendo bien, gracias a ti. Comen bien, duermen bien y hacen todo lo posible para mantener a flote el orfanato”.

Buenas noticias para todos, entonces. Le dije que estaba abriendo una panadería y le pregunté si podía prescindir de algunos huérfanos.

“¿Una panadería?”

“Sí. Me gustaría que los niños me echaran una mano”.

“Tenemos niños que no trabajan bien con los pájaros, y también hay algunos a los que simplemente les encanta cocinar. Si hay niños que quieran ser voluntarios, permítales hacerlo”.

Si hubiera niños a los que les gustara cocinar, definitivamente sería una ventaja. Hacer pan seguía siendo un trabajo manual, después de todo, así que les iría mucho mejor si se ofrecieran como voluntarios. Nada de trabajos forzados para los huérfanos, muchas gracias.

“¿Cuántos niños necesitarías?”

“Necesito gente para preparar la comida y para servir a los clientes, así que me gustaría tener tres niños para cada una de esas tareas para un total de seis. Por supuesto, los pondría a trabajar por turnos, para que aprendieran en cierta medida todo el trabajo”. Eso sonaba como una cantidad decente de huérfanos.

“Veo. Entonces, reunamos a los niños para preguntarles directamente”.

La directora les dijo a los niños que estaban cerca de ella que reunieran a todos, y los niños se separaron para buscar a los demás. Deberían haber estado principalmente en el gallinero, pero probablemente había algunos en el orfanato. Mientras esperaba, los niños comenzaron a reunirse en el comedor.

“¿Qué pasa, directora?”

“Te lo diré una vez que todos estén aquí. Por favor, siéntense y esperen”.

Los niños siguieron obedientemente las instrucciones de la directora. Algunos de los niños se dieron cuenta de mí y se acercaron, pero la directora les advirtió que se fueran y tomaron sus asientos. Cuando todos los huérfanos terminaron de reunirse, estaba segura de que había más.

“Todos, por favor escuchen atentamente lo que voy a decir. Esto puede decidir su futuro”.

¿Decidir su futuro? Eso seguro que parecía exagerado. Supongo que no era como si eso no tuviera sentido en un mundo de fantasía. Si pudieran aprender a hornear, podrían ganarse la vida con eso. Para los huérfanos, fue como mostrarles un nuevo futuro.

“Parece que Yuna está abriendo una panadería, así que quiere que seis de ustedes la ayuden. Habrá trabajo físico involucrado, así como servicio al cliente. Probablemente será difícil de muchas maneras. ¿algún interesado?”

“¿Solo estás haciendo pan?”

“Principalmente, pero también harás pudín”.

“¡Yo! Lo haré.”

“¡Oh! Oh, yo también.”

“¡Cuenta conmigo!”

En el momento en que dije que haríamos pudín, un grupo de niños levantó la mano. “Vamos a vender el pudín. No puedes comerlo”.

“Awww.”

“Vamos, ¿no hace falta decirlo? Además, dado que tendrías que manejar el dinero, daré prioridad a los niños que saben leer, escribir y hacer matemáticas”.

“Awwwwwwwww.”

Como iban a hacer negocios, necesitaba que fueran capaces de memorizar la mercancía, y sería un problema si no pudieran contar el dinero.

“Puedo leer, escribir y hacer matemáticas. ¡Me ofrezco!”

“¡Sí yo también!”

“No soy tan bueno en matemáticas, pero quiero intentarlo”.

“¡Quiero hornear!”

Levantaron las manos una tras otra. La directora usó su juicio para elegir algunos de ellos para mí. Terminamos con cuatro niñas y dos niños. Hicimos que Miru, la mayor con doce años, actuara como líder y le pedimos que dirigiera a todos.

“Una vez que tenga la tienda lista, los llamare”.

Después de terminar las cosas en el orfanato, me dirigí a la mansión para poner en orden los preparativos necesarios. El lugar era realmente enorme; no pude evitar sentirme un poco intimidada cuando me paré en frente, a pesar de que estaba imaginando algo más parecido a un lugar de comida rápida. Sin embargo, ya había comprado la cosa, así que era inútil pensar en eso.

La ubicación seguía siendo genial. El amplio terreno estaba cerca del orfanato y un poco alejado de la carretera principal del pueblo, pero no tan lejos como para no tener clientes. Utilicé la llave que Milaine me había dado para abrir la puerta y me dirigí al interior.

Primer paso: me dirigí a la cocina y preparé el horno de piedra que necesitariamos para hacer pan y pizza. Dejé temporalmente cualquier cosa que se interpusiera en mi camino en el almacén de osos, luego miré la cocina ahora vacía para encontrar un lugar para el horno.

Instalé tres hornos en el borde de la cocina. Revisé el almacenamiento en frío el otro día, así que no tuve que hacer nada al respecto. ¿Qué más necesitaríamos? Hice una lluvia de ideas, pero no se me ocurrió nada. Hablaría con Morin sobre esas cosas cuando llegara.

Eso era todo para la cocina, así que subí las escaleras hasta el segundo piso. Era pequeño en comparación con el primer piso, pero tenía una planta abierta. Probablemente podría encontrarle un uso.

Más allá de la planta abierta, había pasillos a derecha e izquierda que conducían a habitaciones como salones o dormitorios con sus propias camas y muebles. Un par de ellas serían sin duda para Morin y Karin. Tras un último recorrido por la segunda planta, me dirigí al jardín.

¡Bastante espacioso! Tal vez podría convertirlo en una cafetería al aire libre cuando hiciera buen tiempo, aunque de momento estuviera más que cubierto de maleza. Necesitaría preguntarle a Milaine sobre eso.

Los preparativos transcurrieron sin problemas a medida que pasaban los días. Gracias a Milaine, conseguí limpiar el interior y el jardín. También pedí la opinión de Milaine y Tiermina sobre el diseño del interior, como el número de sillas y mesas, el mejor uso de las habitaciones vacías y el jardín, y todo eso, pero sobre todo les dije el ambiente que quería conseguir y les dejé que lo solucionaran.

Mientras todavía estábamos preparando la tienda, Morin y su hija llegaron de la capital y fueron directamente al orfanato.

“Yuna, ¿ya estás aquí?”

“Sí, eh, me adelanté un poco”. Después de todo, no quería mencionar la puerta de los osos.

Me di cuenta de que estaban cansadas; era un largo viaje desde la capital. Decidí dejar la discusión detallada para mañana y darles un poco de tiempo para descansar. Después de una rápida presentación a la directora, las tres nos dirigimos directamente a la tienda y sus habitaciones.

“Yuna, ¿la posada está lejos?” Karin preguntó detrás de mí.

“No vas a ir a una posada. Nos dirigimos a la tienda en la que trabajarán”.

“¿La tienda?”

“Hay algunas habitaciones vacías bastante bonitas allí, así que pensé que podría ser un buen lugar para dormir. Hacer que el trabajo sea más conveniente y todo”.

Las llevé a las dos a la tienda… y cuando la vieron, se congelaron.

“Yuna, dijiste que esto era una tienda. Esta es una mansión”. Se cernía ante ellas.

Me encogí de hombros. “Antigua mansión, futura tienda. Qué son las palabras, ¿verdad?”

“¿Esto va a ser una tienda? ¿Quieres decir que vamos a vender pan en una mansión?”

“¡Anterior! Quiero decir, solo he terminado de remodelar el interior hasta ahora”.

Todavía no tenía un letrero ni un nombre; Esperaba intercambiar ideas con todos. Quizás era un snack bar, o quizás un salón de café. ¿O no, una panadería, una pizzería, un lugar de pudines, quizás una de esas caras combinadas de juego de mesa, jugador, snack-bar, café y cervecerías?

“Quieres hornear pan en un lugar como este…”

“Mañana nos pondremos manos a la obra. Solo descansen por hoy”.

Conduje a las dos a la mansión.

“Esto es increíble.”

“Mamá, ¿realmente vamos a vender pan aquí?”

Los dos inspeccionaron el piso abierto ahora impecable.

“El primer piso es una tienda, así que… sí. Puedes usar las habitaciones del segundo piso”. Les mostré sus habitaciones momentáneamente.

“Vaya, ¿realmente podemos vivir aquí?”

“El viaje corto es una verdadera ventaja, ¿verdad?”

Las llevé a las habitaciones interiores del segundo piso. La decoración no era exactamente impresionante, pero seguía siendo muy agradable. Con una ventana, la sofisticada planta parecía realmente la casa de un noble.

“Eso es todo. Voy a sacar el equipaje que traje de la capital para ustedes, así que avísenme si algo no les gusta”. Sus muebles y demás de la capital estaban en mi almacén de osos. Empecé a sacar las cosas. “Puedes usar los muebles que ya están aquí como quieras”.

“¿Realmente podemos dormir en una cama como esta?” Karin lo tocó, maravillada.

“¿Por qué no? La ropa de cama también es nueva, por lo que es bastante cómoda”.

“Muchas gracias por todo.” Morin inclinó la cabeza.

“Limpie el baño también, así que úsenlo cuando quieran”.

“Un baño…” Morin prácticamente jadeó.

“Sólo pensarlo me produce escalofríos”, balbuceó Karin.

“Genial”, dije. “Si necesitan algo más, díganme”.

“Nada en especial. Esto es simplemente demasiado.”

“Si…”

Eh. Después de vivir aquí por un tiempo, supongo que descubrirían qué más necesitaban. “Está bien, pasaré mañana, así que tómenselo con calma por hoy”. Con eso, las dejé y salí de la mansión convertida en tienda.

Al día siguiente, lleve a los seis huérfanos voluntarios a la tienda. Ya habían venido varias veces. La primera vez se sorprendieron, pero aun así parecían muy entusiasmados por trabajar allí.

El delicioso aroma del pan flotaba sobre nosotros; Morin y Karin estaban horneando pan en la cocina. Hombre, si hubiera sabido que iban a hornear, no habría desayunado.

“¡Buenos días!”

“Buenos días, Yuna,” dijo Karin.

“¿Durmieron bien anoche?”

“Sí, me desvanecí en el momento en que me metí debajo de las sábanas”.

“Eso es bueno.”

“Buenos días, Yuna,” interrumpió Morin.

“¿Ya estás horneando?”

“Quería tener una idea de los hornos. Como encontré los ingredientes para el pan, preparé las cosas por la noche”.

Supongo que exploraron la cocina después de que me fui a casa. “¿Cómo están los hornos y demás? ¿Todo funciona bien?”

“Hasta aquí todo bien. Tomará un tiempo descubrir cualquiera de las peculiaridades de los hornos, pero eso es de esperar”.

“¿Los hornos tienen peculiaridades?”

“Oh, ciertamente. Hay puntos que estarán más calientes que otros, y necesito saber cuánto tiempo tarda la temperatura en subir. Esas cosas varían de un horno a otro y afectan la forma en que se hornea el pan”.

Realmente era una profesional. Cuando hice pizza, simplemente la hice a la ligera. No es de extrañar que el pan de Morin terminara tan bien.

“Yuna, ¿quiénes son esos niños?”

“¿No los mencioné ayer? Estos chicos te ayudarán en la tienda”.

Los niños le dieron a Morin un enérgico saludo.

“¿Podrías enseñarles a hornear? No es necesario que les cuentes la preciada receta de tu esposo ni nada, pero eso también estaría bien”. Si eso estuviera fuera de discusión, simplemente los mantendría en pudín y pizza.

“Está bien. Saber que el pan de mi esposo se compartirá con la gente me hace feliz”.

“Está bien, todos, después de que ella les enseñe, asegúrense de llevarse el pan al orfanato”.

Los huérfanos dejaron escapar una animada ovación. ¡Oooh!