Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 16

Capítulo 3: Ojos Impares

Parte 1

“Vaya, ¿así que por fin están haciendo un movimiento…?”

Eishirou Yabuki murmuró en voz baja. Había estado mordisqueando una bola de arroz con la mano izquierda y mirando por los prismáticos con la derecha. Mientras hablaba, se lamía los últimos granos de los dedos.

Era plena noche, pasadas las tres de la madrugada, y estaba apostado en el monorraíl elevado que atravesaba el perímetro de Asterisk. En la oscuridad, sin que la luz de la luna o las estrellas iluminara su entorno, siguió de cerca la salida de un coche de los terrenos del Instituto Negro Le Wolfe. Por la marca, el modelo y la matrícula, pudo deducir que era el vehículo reservado para uso exclusivo del presidente del consejo estudiantil; en otras palabras, Dirk estaba sin duda dentro. Desde esta distancia, habría tenido sentido que utilizara sus técnicas de visión lejana para vigilar lo que ocurría, pero por la noche era más fácil confiar en las máquinas y el equipo.

“Muy bien, entonces. Esta será probablemente mi última oportunidad. Será mejor que me organice”.

Eishirou saltó desde el paso elevado y salió en persecución del coche, sin apartar los ojos de su objetivo. Como Genestella, no le costaría mucho seguirlo, siempre y cuando el vehículo no saliera a gran velocidad. Afortunadamente, pronto entró en la zona de reurbanización, no lejos del campus. Al amparo de la oscuridad, saltando de ruina en ruina, continuó su persecución manteniendo una distancia sólida.

Su misión actual, encomendada por Claudia, consistía en conseguir pruebas de que Dirk era en realidad miembro de la Alianza de la Rama Dorada. Lo ideal sería encontrarlo con Madiath Mesa (alias Lamina Mortis) o con los Varda-Vaos, que ya se habían ocultado.

Por supuesto, como era de esperar, Dirk era un individuo increíblemente cauto, y hasta ahora no había ofrecido ninguna pista a Eishirou. Rara vez ponía un pie fuera de Le Wolfe, e incluso cuando lo hacía, era difícil seguirlo o rastrearlo con éxito sin la mano de obra necesaria. Eishirou, que operaba solo tras haber recibido instrucciones de no depender de otros agentes de Shadowstar, estaba muy limitado en lo que realmente podía hacer. Por si fuera poco, Dirk siempre llevaba consigo a miembros de Grimalkin como su seguridad personal. Cuando se trataba de la mejor agencia de inteligencia de las seis escuelas de Asterisk, la cautela era siempre lo más prudente.

Por eso, hasta ese momento, no había podido conseguir ningún resultado sólido, y se limitaba a esperar su oportunidad.

No sabía qué tipo de planes perseguía la Alianza de la Rama Dorada, pero cuanto mayores fueran sus ambiciones, más necesitarían comunicarse mediante reuniones cara a cara. La red de inteligencia de Sinodomius tenía ojos en todo Asterisk, así que por mucho cuidado que se pusiera en una conversación a través de un terminal móvil o un dispositivo de comunicación, nunca se podía descartar por completo la posibilidad de que alguien la interceptara. Las conversaciones cortas a distancia podían evitar la detección, pero una vez que se extendían más allá de cierta duración, podían ser interceptadas por el Orga Lux

conocido como el Ojo de la Providencia. Era peligroso utilizar incluso la línea directa del presidente del consejo estudiantil para algo más que una breve comunicación.

“¡Ah…!”

Tras atravesar el Rotlicht y adentrarse en una zona repleta sólo de ruinas ruinosas, el coche negro se detuvo en la esquina de una calle de la zona Re urbanizada. Eishirou vigiló los alrededores, pero no pudo percibir a nadie más cerca.

¿Pero qué…?

Mientras miraba sin aliento el vehículo desde el tejado de un edificio en ruinas, la puerta trasera del pasajero se abrió de repente.

El primero en salir fue un hombre que parecía un guardaespaldas, seguido de Dirk Eberwein, el Tirano en persona. Mientras Dirk salía del coche, el guardaespaldas le susurró algo al oído, e inmediatamente dirigió su penetrante mirada en dirección a Eishirou.

¡Uh-oh! ¿No puede ser…?

Sobresaltado, se dio la vuelta para retirarse, al menos por el momento, cuando-. “Eh, tú. El de Shadowstar”.

En la oscuridad sin luna, un hombre había aparecido detrás de él. “…” Eishirou se quedó sin habla.

Para un ninja, suprimir la propia presencia mientras detectaba a los demás tenía prioridad sobre todas las demás técnicas. La esencia del ninjutsu no estaba en la lucha o el asesinato, ni siquiera en las habilidades especiales de tu propio clan, sino en el sigilo. Incluso Eishirou, que llevaba practicando ninjutsu desde que tenía uso de razón, seguía considerando el sigilo su especialidad particular.

Y sin embargo…

“Me sorprende. Nunca habría pensado que alguien pudiera adelantarse a mí”, dijo Eishirou con una sonrisa forzada. Mientras hablaba, saltó hacia atrás para poner distancia entre él y el recién llegado.

“Oh, no, anímate. Ni siquiera yo fui capaz de acercarme más. Es usted de verdad,

¿sabe?”, dijo el hombre con una risa relajada, notablemente fuera de lugar dadas las circunstancias.

Parecía tener poco más de veinte años, el pelo rubio apagado y un fino bigote. Su rostro estaba bien definido, pero tenía un aire de pereza resaltado por sus ojos soñolientos. A primera vista, parecía el tipo de joven que se puede encontrar en cualquier sitio.

“¿Y tú eres…? Parece que ya sabes quién soy”.

Desde luego, a Eishirou no le resultaba extraño que le siguieran. Eso era simplemente lo que ocurría cuando entrenabas con un compañero superior, como su padre Bujinsai.

Sin embargo, esta vez se había preocupado de vigilar su entorno, y no había rastro de nadie.

En otras palabras, el hombre que tenía ahora delante debía de estar al mismo nivel que su padre, o quizá incluso un peldaño por encima.

“No me importan los nombres. Pero trabajo en lo mismo que usted”, dijo el hombre, sacando un cuerpo de activación Lux del soporte que llevaba en la cintura.

Entonces, ¿era miembro de Grimalkin?

“Oye, oye, al menos haz que parezca que te esfuerzas. Odio la forma en que los Gatos sois siempre tan impulsivos”, dijo Eishirou, midiendo cuidadosamente el tiempo mientras preparaba sus cuchillos kunai. “Dada la situación… supongo que me tendieron una trampa,

¿eh?”.

“Llevas tiempo vigilando a mi jefe, ¿verdad? Te dije que nos dejaras en paz, pero tenías que seguir metiéndote en medio”. El hombre activó un Lux en forma de garra en su mano izquierda.

¿Eso es… el Hilo de Aracne?

El Hilo de Aracne era un Orga Lux en posesión del Instituto Negro Le Wolfe, capaz de crear y manipular hilos invisibles desde las puntas de sus garras. No era particularmente poderoso, pero podía dar sorpresas desagradables.

“Heh. ¿Así que Grimalkin está montando un espectáculo especial sólo para mí? Supongo que debería sentirme honrado. Entonces… ¿estás con los Ojos Dorados o los Ojos Plateados?”

Los agentes que trabajaban para Grimalkin estaban organizados en dos grandes grupos: los Ojos de Plata, que actuaban principalmente en el campus, y los Ojos de Oro, que operaban fuera del campus. Dado que este enfrentamiento tenía lugar lejos de Le Wolfe, lo más probable era que el agresor de Eishirou perteneciera a este último grupo. Sin embargo, las operaciones de escolta estaban aparentemente bajo la jurisdicción de los Ojos de Plata, así que si había venido con Dirk, no podía descartarse esa posibilidad. En general, los Ojos Dorados tenían mayores habilidades de combate, pero…

Eishirou no esperaba una respuesta a estas preguntas. Simplemente estaba ganando tiempo para reevaluar su situación, confirmar si había otros soldados en las inmediaciones esperando para tenderle una emboscada y planear sus próximos movimientos. Ningún enemigo sería tan tonto como para proporcionar información a su presa cuando pretendía matarla en poco tiempo.

Y sin embargo…

“¿Yo? Estoy con los dos”.

“¿Eh?”

“Dije que estoy con los Ojos Dorados y los Ojos Plateados. Lo que tiende a mantenerme bastante ocupado. Ese imbécil cree que está bien llamarme cada vez que tiene un problema”, dijo el hombre con un suspiro cansado.

“¿…En serio?”

A Eishirou le sorprendió la facilidad con la que su homólogo le había respondido, pero fue esta nueva información la que le congeló en su sitio.

“Entonces… ¿tú eres el actual Ojo Impar?”.

Sólo el mejor agente de Grimalkin en un momento dado figuraba como miembro tanto de los Ojos Dorados como de los Ojos Plateados. En otras palabras, se trataba del agente más capaz de la agencia de inteligencia más capaz de Asterisk, la conocida con el nombre en clave de Ojo Impar.

Y ahora, Eishirou se enfrentaba a él.

“Supongo que eso debe convertirte en Baldanders”.

Después de Orphelia Landlufen como Erenshkigal y Hyougo Arayashiki como Ruffian, Ojo Impar era el tercer estudiante más poderoso de Le Wolfe. Su alias llevaba tiempo circulando por los bajos fondos, pero su rostro y su verdadera identidad seguían siendo desconocidos, por lo que no eran pocos los que cuestionaban su existencia.

“Ah. Pareces bastante enterado”.

“En absoluto. Si nunca hubiera oído hablar de ti en este negocio, merecería que me dejaras marchar”. Eishirou respondió despreocupadamente, pero no podía negar que su frente había roto a sudar frío. Por dentro, estaba totalmente perdido.

La situación no podía ser peor. Para empezar, su misión había acabado siendo un completo fracaso, luego había conseguido caer en esta trampa y ahora el operativo más poderoso de una facción enemiga pretendía acabar con su vida.

Para ser sincero, confiaba en sus habilidades.

Una vez había eliminado al Número Siete de Ojo Dorado, así que incluso contra otro Gato, debería haber sido capaz de mantenerse firme. Pero Baldanders era harina de otro costal. Por supuesto, siempre cabía la posibilidad de que su adversario fuera un farol, pero Eishirou podía ver perfectamente que las defensas del hombre que tenía delante eran impecables. Fuera o no realmente Baldanders, era obvio que Eishirou estaba superado.

Supongo que es hora del plan treinta y seis… Esto podría complicarse…

Pero en el momento en que Eishirou decidió dar un paso atrás, un repentino escalofrío recorrió su espina dorsal.

“¡…!”

Por reflejo, se detuvo en seco y miró a su alrededor. A primera vista, no había señales de ningún cambio visible. Pero Eishirou ya había cometido un error. Manteniendo su mirada fija en Baldanders, agudizó meticulosamente sus cinco sentidos y finalmente reconoció que, efectivamente, algo no iba bien.

Era el sonido.

El sonido del viento que soplaba en el aire era distinto al habitual, una discrepancia tan leve que habría pasado desapercibida para cualquier persona normal.

Se quitó rápidamente la chaqueta -todas sus prendas y equipo estaban diseñados para poder quitárselos con facilidad- y la arrojó tras de sí.

La chaqueta bailó en el viento nocturno, pero en lugar de ser arrastrada o caer al suelo, quedó colgando en su sitio, como atrapada por algo.

“…Ya veo. Me preguntaba por qué perdías el tiempo charlando, pero supongo que aprovechabas para pasar esos hilos invisibles a mi alrededor, ¿eh?”.

Como Orga Lux, el Hilo de Aracne y su capacidad para manipular cuerdas altamente pegajosas e invisibles no eran muy adecuados para el combate cuerpo a cuerpo. Por esa razón, rara vez se veía en la Festa, y las demás escuelas carecían de información detallada sobre sus especificaciones. Eishirou conocía sus capacidades, pero no había esperado que fuera capaz de atraparle tan rápidamente.

A juzgar por el sonido y la forma en que se movía el viento, su enemigo ya debía de haber desplegado una tela de araña de hilos a su alrededor. Sin duda, la razón por la que no le había atrapado directamente era para no ponerle sobre aviso antes de tiempo.

Sería difícil cortar los hilos producidos por un Orga Lux por medios normales, pero aun así, Eishirou dudaba que supusieran un problema siempre y cuando sólo le atraparan uno o dos de ellos. Después de todo, siempre podía quitarse una prenda si era necesario, o incluso rasparse un poco la piel si se le enganchaba una en el cuerpo. Así pues, para que el Orga Lux surtiera el máximo efecto, tendría que desplegar varias capas antes de que su presa quedara inmovilizada.

Al revelar ahora su identidad, Baldanders intentaba incitarle a optar por la retirada. El objetivo de Eishirou -perseguir a Dirk y obtener pruebas de su implicación- ya estaba frustrado, y no tenía sentido luchar aquí contra un oponente como Ojo Impar. En cualquier otra circunstancia, habría optado por retirarse.

Pero Baldanders había previsto todo eso, y había preparado su trampa en consecuencia. “¿Eh? Tienes muy buena intuición”, dijo Baldanders, con expresión aburrida mientras se

rascaba la cabeza. “Menudo dolor de culo”.

Sin detenerse siquiera a recuperar el aliento, Eishirou se precipitó hacia delante, acortando la distancia entre él y su oponente.

¡Esto debería bastar…!

Un poderoso ataque que intentaba pillar desprevenido a su enemigo, uno de los pilares del repertorio del clan Yabuki.

Incluso Baldanders debería haber tenido dificultades para enfrentarse a la técnica de la Marea del Vacío.

Y sin embargo… “¡Ups…!”

“…!”

Antes de que la oscura hoja kunai que parecía fundirse en la noche pudiera alcanzar su objetivo, la mano derecha de Baldanders, que hasta entonces había estado rascándose la cabeza, empuñaba de repente un fusil mosquete, con la boca presionada contra el flanco de Eishirou.

Aunque Eishirou se había movido claramente más rápido que su oponente, Baldanders había conseguido superarle. En otras palabras, eran simplemente incomparables. Eishirou se enorgullecía de su rapidez de movimientos y su agudeza visual, pero ni siquiera él había sido capaz de descubrir a su enemigo sacando el arma.

Entonces, como una carcajada aguda, sonó un disparo.

Una bala de color negro azabache atravesó la carne de Eishirou y, en el mismo instante, su cuerpo se desplomó en un montón de hojas. Al menos, así debió de parecerle a Baldanders.

“Supongo que ésa es tu técnica para esconderte entre las hojas. Nunca había visto un truco del clan Yabuki de primera mano”. El joven lo observó con una ceja levantada, aparentemente impresionado.

“…La verdad es que no. En realidad, no tengo adónde ir desde aquí. Esto es como una pesadilla despierto”.

Con una mueca, Eishirou volvió a su posición de hace un momento. No podía ni empezar a determinar dónde había desplegado su enemigo otros hilos. Mientras Ayato podía usar su habilidad shiki para tener una visión casi perfecta de cualquier situación, Eishirou sólo podía hacer predicciones basándose en los movimientos y el sonido del viento.

No. Tenía un movimiento más en la manga.

“De todos modos… ¿Puedes explicarme esa cosa?”

En sus manos, Baldanders blandía lo que parecía un mosquete tipo Lux. No. Eishirou se detuvo. Ese no era un Lux ordinario. Era un Orga Lux.

“¿Esta cosa? Estoy seguro de que has oído hablar de ella. Es el Gremlin Barrett”, dijo Baldanders blandiendo el arma.

Por supuesto, Eishirou estaba familiarizado con el nombre. En lugar de propulsar un proyectil directamente contra el cuerpo del objetivo, el Gremlin Barrett lanzaba balas diseñadas para alterar temporalmente su sentido del equilibrio. Al igual que el Hilo de Aracne, era otro de los Orga Lux de Le Wolfe, y como el coste que extraía de sus usuarios era relativamente bajo, éste aparecía en la Festa con cierta frecuencia.

Sin embargo, ese no era el problema ahora.

El principio fundamental de la distribución de los Orga Lux era que cada uno de ellos sólo podía tener un único usuario, y cada usuario sólo podía empuñar un único Orga Lux. Había ocasiones en las que ciertos individuos hacían uso de múltiples armas, pero incluso entonces, estaban limitados a usar un único Orga Lux en conjunción con Luxes regulares. Eishirou nunca había oído hablar de nadie capaz de blandir dos Orga Lux por separado.

La razón por la que Dantes y Stregas eran incompatibles con los Orga Lux era que las armas tendían a ser especialmente sensibles a otros poderes. Y por la misma razón, también eran incompatibles con otros Orga Luxes.

Y sin embargo…

¿Así que está usando el Hilo de Arachne con la mano izquierda y el Gremlin Barrett con la derecha…?

Era difícil creer que este enemigo pudiera ser compatible con dos Orga Luxes, pero los efectos del Hilo de Aracne no parecían haberse disipado. En otras palabras, Baldanders estaba usando de alguna manera el Gremlin Barrett al mismo tiempo. No se limitaba a alternar entre las dos, sino que las empuñaba simultáneamente.

Eso era aún más difícil de aceptar.

Esto es una locura… Pero no puedo negar lo que está ocurriendo delante de mis propios ojos, ¿verdad?

Eishirou controló de inmediato sus pensamientos y dio un ligero giro a su muñeca.

De repente, se desató una ráfaga de viento y las hojas caídas que había esparcido con su anterior técnica de transformación fueron lanzadas por los aires.

Luego, en una fracción de segundo, se congelaron en su lugar, cada una de ellas enganchada por hilos invisibles.

No puedo subir y no puedo volver… ¿Así que mi única salida es a través de él?

Gracias a esas hojas, tenía una idea aproximada de la ubicación de los hilos. Las telarañas normalmente se apoyaban en ramas y hojas para servir de puntos de anclaje, pero el Hilo de Aracne podía colgar su cuerda del aire vacío. El edificio abandonado ya estaba envuelto por una cúpula de hilos, y sólo quedaba abierta la parte trasera en dirección a Baldanders, que sin duda se rellenaría en poco tiempo. Mirando atentamente, Eishirou pudo ver que la mano izquierda de su enemigo se movía ligeramente, sin duda ocupada extendiendo más hilos.

Cuanto más esperara, menos opciones tendría. “Je. Supongo que es hora del siguiente”.

Mientras los pies de Eishirou ardían de impaciencia, Baldanders cambió tranquilamente el Gremlin Barrett de su mano izquierda por otro Lux inactivo.

“¿…Qué tal la Campana de Zelus?”

Un tercer Orga Lux. Esta vez, Eishirou no se sorprendió. No sabía qué tipo de truco estaba usando su enemigo, pero no cabía duda de que era totalmente capaz de blandir varios Orga Lux al mismo tiempo.

La campana de color óxido, con la forma de la cara de un cadáver a punto de estallar en un lamento, tenía características similares a los Lyre-Poros de la Academia Queenvale.

En otras palabras, funcionaba atacando con sonido.

Aunque no era tan potente como el Lyre-Poros, las demoledoras ondas sónicas producidas por la Campana de Zelus resonaban en todas direcciones, sin dejar ninguna zona sin cubrir. Al igual que el Hilo de Aracne y el Gremlin Barret, no era un Orga Lux especialmente poderoso, pero sería una gran molestia.

“¿…Cuántos Orga Luxes tienes?” “¿Por qué no lo adivinas?”

Sin responder a la pregunta de Eishirou, Baldanders agitó su mano derecha y, en ese momento, el aire que le rodeaba se estremeció con un gemido grave que hacía retumbar la tierra.

“¡Ngh…!”

Ondas sonoras lo bastante fuertes como para distorsionar el espacio rasgaron la piel de Eishirou, haciendo crujir sus huesos por la presión.

No obstante, seguía siendo tolerable. El poder de la Campana de Zelus aumentaba con la proximidad, y del mismo modo disminuía a medida que te alejabas. En ese momento, la distancia entre Eishirou y su oponente era de menos de cinco metros. La aplastante onda sonora podría haber sido un ataque a distancia imposible de esquivar, pero no debería resultar mortal a esta distancia.

Aun así, el daño podría acumularse con golpes sucesivos. Si se alejaba demasiado, corría el riesgo de quedar atrapado por los hilos; aun así, hizo todo lo posible por poner más distancia entre ambos.

El siguiente momento- “¿Eh…?”

De repente, el aire a su alrededor se distorsionó, y Eishirou se encontró con que había caído al suelo.

No perdió el tiempo intentando ponerse en pie, pero tropezó, incapaz de sostenerse del todo.

Aún podía hacer acopio de fuerzas, así que el problema no estaba en sus extremidades. “¿Esto es…?”

Parálisis del sentido del equilibrio, probablemente a causa del Gremlin Barrett.

Pero pensó que había evadido completamente el último ataque. Entonces, ¿por qué …? “¿Qué te parece? El Gremlin Barret y la Campana de Zelus funcionan bastante bien

juntos, ¿eh?” explicó Baldanders.

La piel de Eishirou estalló en un sudor helado. Apenas podía creerlo.

Se suponía que no era posible.

“¿…Combinaste…las habilidades…de dos Orga Luxes…?” No sólo estaba en posesión de múltiples Orga Luxes.

No sólo era capaz de blandirlos todos al mismo tiempo.

Para colmo, era capaz de combinar sus efectos en uno solo…

En otras palabras, había fusionado el ataque sónico de la Campana de Zelus con la habilidad del Gremlin Barrett de paralizar temporalmente el sentido del equilibrio de su objetivo.

“Tienes que estar de coña…”, boqueó Eishirou con incredulidad.

“Bueno, entonces será mejor que acabemos con esto… Por desgracia, no tengo a mano ningún Orga Lux que pueda atacar a larga distancia”.

Con esas palabras, Baldanders desactivó la Campana de Zelus y la cambió por una Lux de tipo pistola de gran calibre.

“Es un Lux normal y corriente, pero está modificado para aumentar su nivel de potencia. Un disparo a un órgano vital, y caes”, dijo, apuntando el cañón a Eishirou mientras el núcleo de manadita empezaba a brillar.

“¡N-ngh…!”

Eishirou consiguió incorporarse sobre los codos, pero su visión era borrosa, su equilibrio inestable, y cayó de bruces.

En su estado actual, no sería capaz de evitar un ataque… A menos que… “Nos vemos, entonces.”

Justo antes de que el hombre que tenía enfrente apretará el gatillo y saliera disparada una potente bala de luz, Eishirou estiró los brazos, saltó en el aire con un giro y aterrizó firmemente sobre sus pies.

“Ugh…”

“¡Vaya, cosas peligrosas!”.