Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 14

Capítulo 81: Bestias Atroces

Parte 1

En la Academia, los estudiantes solían obtener créditos por la asistencia y las puntuaciones de los exámenes, y desde que Alus había regresado a la Academia se celebraban exámenes periódicos. Por esa razón, Alus se había esforzado por conseguir el mínimo de asistencia y de notas en los exámenes, pero su comportamiento reciente se había alejado demasiado del de un estudiante.

La razón, por supuesto, eran todos los problemas que le habían caído encima. Pero eso hizo que dejara de preocuparse por la asistencia, y ya no tenía motivación para sacar buenas notas en exámenes inútiles.

―Se suponía que iban a ser flexibles, pero los profesores, que no saben nada, se opusieron y dijeron que habían llegado al límite. Es demasiado irracional no obtener ningún crédito sólo porque no tengo una buena asistencia ―se quejó Alus.

―Bueno, eso es cierto… pero ya sabes, dicen que el principal trabajo de un estudiante es estudiar ―dijo Tesfia, dándole la razón, con expresión amarga.

Pero no fue suficiente para desahogar su frustración.

―No lo entiendo. Saqué la máxima nota en el examen, y aun así no fue suficiente. Entonces, ¿los profesores están satisfechos con los alumnos que no sacan buenas notas pero asisten a sus clases? Si se llaman a sí mismos profesores de primera por eso, entonces…

―¿Entonces qué? ―preguntó Tesfia.

―Alpha tiene un futuro oscuro. A regañadientes o no, fui un tonto al aceptar las afirmaciones de Berwick. Quizá esta nación deba caer en la ruina ―Tras decir eso, Alus se desplomó descuidadamente sobre su escritorio. Hoy era el último día de una serie de exámenes.

Se había aferrado a la vaga esperanza de que obtener unas notas perfectas le ayudaría, pero después de los exámenes, se había enterado de que había una norma que decía que tenía que haber asistido un mínimo de días para obtener créditos. Le invadió la desesperanza. Después de terminar los exámenes, volvió a su laboratorio, pero todo le parecía inútil.

―Sir Alus, esto no significa que tenga que repetir un año ―lo consoló Loki, poniendo una taza de té sobre su escritorio. La taza humeante era su forma de demostrar que le importaba. Tenía un aroma cítrico con un fuerte sabor a Earl Grey.

Loki carecía de asistencia, como Alus, pero lo había asumido. Al ver lo tranquila que estaba, se sintió como un niño por quejarse de las normas de la Academia, pero no le pareció bien.

―Tendré que recurrir a mi último recurso. Si revelo mi ranking a todo el

mundo, la directora y el Gobernador General tendrán que hacer un movimiento…

―Ya estás otra vez aferrándote a la autoridad. No puedes dejarte llevar por la desesperación ―dijo Alice con cierta lentitud para no sonar demasiado crítica. Pero no era que Alus hablara en serio. La única razón por la que no se había producido un alboroto todavía era porque su ranking no había sido expuesto.

―Ella tiene razón. Si hace eso, entonces ¿por qué hemos pasado todo este tiempo manteniendo oculto el ranking de Sir Alus? Definitivamente, las cosas se volverán mucho más problemáticas ―dijo Loki con calma, amonestándolo.

Alus resopló y volvió a desplomarse sobre su escritorio. Los resultados del examen se publicarían en unos días, y como Alus había participado, también sería calificado. En parte para acosar a los profesores, Alus había resuelto todas las preguntas con explicaciones completas, y en algunos casos había señalado la ambigüedad de la pregunta.

―Es imposible que no den crédito a un alumno que obtiene una puntuación perfecta. Me encantaría ver la cara de un profesor tan insolente ―dijo.

―¿Sigues con eso? Has ido a sus clases, así que ya las has visto ―Tesfia estaba serena, pues aparentemente había salido bien parada en los exámenes. Pero como conocía su situación, no le contestó como de costumbre―. Aunque puedo entender que se sientan conflictivos dando créditos a un alumno que ni siquiera los recuerda.

―Eso no tiene nada que ver ―dijo―. Además, prefiero pasar de esas clases de nivel básico que ni siquiera son prácticas. Pero están jugando sucio.

¿Cómo puede ser que no me den créditos aunque saque una nota perfecta, es un acoso? Bueno, no es que me importen mucho sus lecciones triviales”.

Alus se dio cuenta de que se estaba quejando como cualquier estudiante normal, y le llamó la atención lo inútil que era. No podía negar que se sentía amargado, pero sería mejor cambiar de tema.

―¿Por qué no vamos al campo de entrenamiento después de esto para que puedas echar un vistazo a los resultados de nuestro entrenamiento?

Alus sonrió con amargura cuando Tesfia pareció leerle la mente.

―No tengas tanta prisa. Aunque vayamos ahora, no hay garantía de que el campo de entrenamiento esté abierto. Ya lo sé. ¿Por qué no lo hacemos aquí? También será una buena distracción.

―Sir Alus, hacerlo aquí es un poco… ―Loki se apresuró a intentar detenerlos. El laboratorio tenía todo tipo de productos químicos e instrumentos de precisión. Si un hechizo se descontrolara, sería bastante costoso. Por supuesto, los accesorios y cubiertos que Loki había reunido tampoco saldrían de una pieza.

―Bueno, han entrenado su control del maná durante tanto tiempo que dudo que ocurra algo grave. Además, esto podría servir de entrenamiento para mí también ―dijo Alus.

―¿Qué quiere decir?

Alus miró a Tesfia y a Alice antes de responder a la pregunta de Loki.

―Si fallaran, interferiría inmediatamente con la construcción y destruiría el hechizo por la fuerza antes de que pudiera manifestarse. Casi siempre es Fia la que mete la pata. Por si acaso, mantendré a Night Mist a mi lado.

―Así que eso es lo que quiere decir. Lo entiendo ―dijo Loki. Últimamente, Tesfia se había entrenado en la elaboración de hechizos, por lo que los hechizos desenfrenados de ella eran sin duda el mayor motivo de preocupación.

Al ver que Loki asentía con el rabillo del ojo, Alus se acercó al sofá para vigilar a las dos chicas, reubicando varios papeles y materiales en la mesa. Los revisaría mientras observaba el entrenamiento de las dos. Como había una enorme cantidad de material que citar y referenciar, Alus no podía perder el tiempo, lo que le llevaba a realizar múltiples investigaciones simultáneamente.

Una vez que Alus se sentó en el sofá, Tesfia y Alice se pusieron a entrenar directamente. Y por alguna razón, Loki se sentó al lado de Alus.

―Por cierto, Sir Alus, ¿cómo va el entrenamiento de estas dos? ―preguntó.

―No ha cambiado mucho desde la última vez. Y no puedo decir cómo va su entrenamiento independiente ―respondió, mirando a la chica a su lado. Respiró un poco antes de continuar―. Bueno, pensándolo bien, Alice lo captará más rápido que Fia. Ella es rápida una vez que le coge el truco a algo. Fia es, bueno…

Justo  en  ese  momento,  Alus  vio  algo  volar  por  el  aire  con  gran  fuerza.

Inmediatamente después, sonó un ruido ensordecedor.

―¡Ahh! ¿Qué voy a hacer…? ―Alice se llevó su lanza dorada al pecho, petrificada, con el rostro pálido.

Parte de su lanza dorada, Shangdi Fides, había pasado volando junto a Alus, y se había estrellado con todo su ímpetu contra un armario, destruyendo la puerta de cristal… antes de deslizarse lentamente y caer.

―¡Ahora sí lo has hecho! ―exclamó Tesfia asustada, pero a Alus no pareció importarle especialmente. De hecho, dijo―: No es habitual que Alice sea la que meta la pata. Bueno, deja la limpieza para más tarde y sigue entrenando.

Afortunadamente, no se había roto nada realmente importante. Aquel armario era donde guardaban todo lo innecesario.

―Lo siento ―Alice se encogió.

―Alice, realmente no tienes que preocuparte por eso. Sir Alus se encargó de entrenarla, así que la única desgracia es que ocurrió después de que yo limpiara ―dijo Loki para arreglar las cosas.

―Bien. Lo siento; lo limpiaré enseguida… ―Alice trató de apresurarse hacia el armario, pero Alus la detuvo por la fuerza.

―No hagas nada más durante el entrenamiento ―dijo―. Vas a estropear tu concentración. Tienes lo esencial, así que éxito o fracaso, sólo reflexiona sobre las cosas primero.

―O-Okay… ―tartamudeó Alice.

―Por cierto, Alice, le preguntaste a Fia sobre el cálculo de las coordenadas espaciales, ¿no es así? ―preguntó Alus.

―Sí, ¿cómo lo supiste? ―preguntó Alice.

―Si bien es cierto que usar el enfoque de Fia para Zepel y sus coordenadas espaciales podría ser efectivo para tu propio entrenamiento, hay una diferencia en sus naturalezas personales. Y ese enfoque requiere una gran cantidad de sentido común, así que prueba esto en su lugar ―Alus extendió una mano con el pulgar, el índice y el dedo medio en alto.

Alice lo imitó con su propia mano.

―Los tres dedos muestran los ejes x, “y” y z ―explicó Alus―. Y la combinación del maná fluctuante que recorre estos ejes crea un campo que muestra la direccionalidad del maná. Ten en cuenta esa forma y utiliza sólo tus tres dedos para controlar el círculo. Una vez que puedas hacer maniobras complejas con un solo círculo, aumenta los números de uno en uno hasta que puedas manejar los tres. Cuando te acostumbres, intenta doblar las articulaciones de los dedos, o cruzarlos y cosas así.

Mientras Alice miraba fijamente su mano, Alus continuó:

―Por ejemplo, intenta doblar y estirar el pulgar hacia arriba y hacia abajo. Incorpora esas instrucciones a tu AWR. Será un esfuerzo doble, pero vale la pena para acostumbrarse a manejarlo inicialmente. A medida que la AWR se vaya acostumbrando al maná de su usuario, el movimiento repetido se irá optimizando de forma natural, y al final podrás mover los círculos sólo con la imagen que tienes en la cabeza.

La AWR de Alice estaba dividida en la parte de la lanza dorada y la de los círculos, y podían actuar de forma independiente.

La lanza y los círculos estaban divididos, pero estaban hechos del mismo metal de meteorito, por lo que era muy fácil trabajar con ellos.

―¡Bien, lo intentaré! ―dijo Alice. Tras arreglar el armario derrumbado, Alice dio la espalda a los fragmentos y objetos para volver a entrenar.

Una vez que Alus terminó de explicar, Loki se inclinó suavemente hacia ella. ―Volviendo a la pregunta anterior, ¿cómo están progresando las dos?

Tal vez la rivalidad motivara su persistente interrogatorio. Pero cada uno tenía sus propios obstáculos y dificultades, así que no tenía sentido competir. Además, la tarea de Loki era mucho más difícil que la de ellas.

―Yo diría que Alice está a un treinta por ciento del camino. Una vez que le encuentre el ritmo, terminará rápidamente. Y no puedo asegurarlo cuando se trata de Fia, pero supongo que alrededor del cincuenta por ciento ―dijo Alus.

―¡¿Estamos hablando de la misma Tesfia?! ―Loki miró con asombro y acercó aún más su rostro.

Alus interpuso una mano entre ellos para bloquearla, pero podía entender su sorpresa. Para empezar, a Tesfia se le había encomendado el aprendizaje de Cocytus, que no era el tipo de hechizo que uno podía aprender con un poco de esfuerzo. Y la limitación de su área efectiva a la punta de un dedo no facilitaba su aprendizaje.

Sabiendo que Tesfia estaba escuchando mientras entrenaba, Alus continuó:

―¿Viste su simulacro de batalla contra Lilisha? Hubo un momento en el que cambió de repente, ¿no?

―Sí, el aire a su alrededor cambió… ―dijo Loki.

―Además de eso, su maná cambió. No siguió la construcción de Cocytus, pero creó un efecto similar ―recordó Alus, pensando en aquel día mientras explicaba.

Tesfia se había visto acorralada en su combate contra Lilisha cuando consiguió congelar el hilo de acero de maná de ésta, a pesar del hábil manejo de los hilos por parte de la otra chica y de su clara ventaja en el control del maná.

Francamente, había estado más allá de su capacidad para interferir con el hilo, pero lo había conseguido de todos modos. Para Alus no tenía mucho sentido. No había ningún paso en el proceso o la activación de Cocytus que requiriera que uno cambiara la calidad de su propio maná. Todo lo que Alus podía pensar era que había algo más en ella que el simple talento.

―Quizá fuera el tercer paso de la magia heredada de la familia Fable. Otra fórmula que se activó por sí misma ―reflexionó Alus.

―¿Es posible algo así? ―preguntó Loki.

Tesfia había dejado de fingir que practicaba, pero Alus no respondió a la pregunta de Loki. En cambio, su conciencia se hundió en un mar de pensamientos.

Era un fenómeno interesante. Pensó en la magia perfecta que Selva había mencionado. Alus creía que, en lo que respecta a la magia, la humanidad nunca podría vencer a los Demonios. La humanidad había probado todo tipo de métodos para crear una magia completa, pero tenía la sensación de que, por mucho que la desarrollaran, nunca se perfeccionaría.

Claro que tenía sentido seguir investigando, pero la gente acabaría alcanzando sus límites, mientras que los Demonios podían controlar la magia por su propio ser, ya que sus núcleos eran su fuente. Así que eran expertos en maná desde su nacimiento, y aunque los más débiles no podían utilizarlo, sus cuerpos estaban totalmente adaptados al maná.

Con esa premisa en mente, Alus reflexionó en qué forma la magia heredada de la familia Fable era perfecta.

No importa la forma, si es perfecta, no será algo a medias, pensó Alus con una sonrisa desafiante. Entonces respondió finalmente a la pregunta de Loki.

―Bueno… sinceramente no sabría decir si es posible. Pero hay una manera de averiguarlo ―dijo Alus, sobre todo dirigido a la figura que se acercaba detrás de él, que era todo oídos. Luego se giró y miró a los ojos de la pelirroja que estaba allí.

―¿Puedo preguntar de qué método se trata? Pero, por favor, ahórrate cualquier examen físico ―dijo Tesfia, probablemente refiriéndose al examen que Alice había recibido hacía un rato.

Alus fingió no ver que Alice se estremecía ante la mención.

―No te preocupes por eso. Sólo tienes que prestarme tu AWR. ¿Y te importa que la desmonte un poco?

―¿Perdón? ―exclamó Tesfia con voz desconcertada. Arrugó la frente y miró a Alus con desconfianza.

Era una pena, pero como era la AWR de Tesfia, no podía quitársela sin más.

―Es cierto que estás empezando a ser capaz de usar algo como Cocytus, pero hay muchas cosas que quedan sin explicar. Es peligroso dejar las cosas como están sin entenderlas. Voy a revisar a fondo las fórmulas mágicas básicas grabadas en la AWR. Eso significa desmontar la empuñadura.

―¿Qué? ¿Pero la volverás a poner en su sitio?

―No soy un experto, pero yo mismo puedo hacer algunas AWR, así que sé cómo funcionan. Y si no funciona, podemos llevarlo al taller de Budna.

Todo tipo de expresiones aparecieron en la cara de Tesfia, pero tras unos segundos, aceptó y le pasó su katana. Alus acercó su caja de herramientas -que no era más que una caja que había llenado de herramientas- a la mesa y sacó su contenido.

En primer lugar, sacó la AWR de su funda y acercó la hoja a la altura de sus ojos, observándola con detalle. Tesfia tenía una faceta poco refinada, por lo que él había imaginado que no la mantendría a diario, pero estaba en un estado sorprendentemente bueno. La hoja no tenía ni una sola mancha. La reliquia de la familia Fable era nada menos que magnífica; hacía honor a su nombre.

Puede que no utilizara metal de meteorito, pero no cabe duda de que estaba hecha con material de la más alta calidad. Pero incluso el ojo entrenado de Alus no podía decir exactamente de qué estaba hecha. Cuanto más la observaba, más se daba cuenta de que era una obra de arte, y no sólo la katana en sí.

―La colocación de las fórmulas mágicas también está muy calculada. Kikuri era su nombre, ¿no? ―preguntó.

―¿Lo sabías? ―preguntó Tesfia.

―Me lo contó tu madre. Es un nombre extraño, pero de nuevo, no entiendo la convención de nombres para las katanas ―respondió Alus.

―Bueno, yo tampoco entiendo el origen. Se ha utilizado durante generaciones ―respondió ella.

Normalmente, una AWR de alta calidad estaba hecha para tener un solo usuario. Una buena AWR se adaptaba al maná de un individuo, creando hábitos que dificultaban su uso por parte de otros. Fable también lo sabía, y probablemente por eso la había dejado en blanco.

―La señora Frose dijo que sólo se grabó la fórmula mágica básica, añadiendo después la fórmula de los atributos, pero es un poco antinatural ―dijo Alus, entrecerrando los ojos ante la hoja. Al final se dio cuenta de la peculiaridad de la posición de las fórmulas mágicas de Kikuri: los circuitos de conexión necesarios para el funcionamiento estable y fluido de las fórmulas mágicas básicas y de atributos estaban colocados en lugares extraños. Aunque sólo se notaba en una inspección cercana, sin duda sintió que algo estaba mal. A continuación, se dirigió a la empuñadura. Encontró el remache y utilizó sus herramientas para sacarlo.

―Esto también es extraño ―reflexionó.

―¿Qué es? ―preguntó Tesfia.

―¿Qué? ¿Qué? ―En algún momento, Alice había aparecido también, y todos observaron cómo desmontaban Kikuri.

―Echa un vistazo ―dijo Alus y le entregó el remache a Tesfia.

―Hay una especie de caracteres ―señaló ella.

―Es una combinación de Hechizos Perdidos. Son caracteres importantes para conectar fórmulas mágicas y servir de circuito de conexión. Ahora están bastante obsoletos. Nuevas fórmulas han ocupado su lugar. Pero para que conste, no has quitado y reemplazado completamente el remache antes, ¿verdad? ―preguntó Alus.

―No, sólo le he dado mantenimiento como de costumbre.

―Ya veo. Parece que también está hecha de un metal especial ―dijo Alus.

Algunos herreros de espadas usaban bambú como remaches para que no se oxidaran. Como el remache mantenía unidas la empuñadura y la hoja, normalmente se desgastaría al balancear la hoja. Sin embargo, a pesar del uso frecuente que Tesfia hacía del Kikuri, el remache no presentaba ningún signo de desgaste. Parecía haber sido reemplazado ayer mismo.

―Está usted bien informado, Sir Alus ―dijo Loki, impresionado.

―Sólo es conocimiento a nivel superficial ―dijo Alus.

Y tampoco estaba siendo modesto. Las AWR habían evolucionado, y en el presente no había talleres que fabricaran katanas como base para ellas. Llevaba demasiado tiempo y sólo la gente de gustos específicos las compraba, por lo que las pocas que había en circulación alcanzaban precios altísimos. Según Budna, era sencillo copiar la forma de una katana, pero había un mundo de diferencia en cuanto a resistencia y elaboración entre una hecha por un aficionado y otra por un profesional.

Una vez retirado el remache, Alus puso la mano en la empuñadura para retirarla. Con un sonido de deslizamiento, la empuñadura se acomodó perfectamente en su mano. Volvió a mirarla, y era tal como había esperado: un Hechizo Perdido estaba grabado en el filo, o la llamada “espiga”, de la katana. Parecía extrañamente rígido, como si hubiera sido grabado en una nota que protegía la hoja.

―Normalmente, aquí es donde se coloca el nombre del herrero que forjó la katana… ―dijo Alus.

―¿Qué es esto? ¿Una fórmula mágica? ―Tesfia se inclinó sobre el sofá y lo miró de cerca. Ella no tenía conocimiento de su existencia.

―Sí, es una fórmula mágica, sin duda. Pero parte de ella utiliza unos caracteres que nunca he visto antes ―dijo Alus. Sin embargo, tenía la sensación de haberla visto antes, aunque no directamente con sus propios ojos. Era un registro vago y fragmentado hundido en las profundidades de sus recuerdos.

Los Registros Akásicos… Es la primera vez que veo a estos caracteres y, sin embargo, los recuerdo. Debe ser porque lo he visto, pensó Alus.

Cuando había luchado contra el Shem Azah en Vanalis, éste había disparado gigantescas estacas negras. Habían contenido cantidades ingentes de maná, y cuando tocó una, ésta inundó su mente con las alturas del conocimiento -o quizá de la información sin sentido- mostrando a Alus recuerdos que no le pertenecían.

Había sentido una extraña sensación al alcanzar un nuevo nivel de comprensión de las fórmulas mágicas.

Pero no era como si hubiera aprendido a entender las fórmulas. En cambio, era como si hubiera llegado a ser capaz de descifrar de forma natural ciertas fórmulas que antes no había podido, como si hubiera aprendido un lenguaje que tendía un puente entre lo desconocido y él mismo. Y como resultado, convertía el conocimiento independientemente de las intenciones de Alus y lo enviaba a través de su mente.

Era una sensación extraña, como si alguien estuviera removiendo su cerebro. Sentía como si se hubiera añadido un espacio de almacenamiento a su cerebro, que contenía los registros extraídos de los Registros Akásicos. Al sacudirse para liberarse de la caótica sensación, la conciencia de Alus volvió a la realidad.

―Loki ―dijo, lo que le bastó para entender lo que quería. Con una pequeña cámara de investigación en la mano, tomó fotos de la extraña fórmula mágica―. Estos serán registros para analizar. Podría tener algún tipo de influencia en su entrenamiento.

Tras recibir el permiso de Tesfia, Alus volvió a mirar a Kikuri. No había nada extraño en la guarda, así que parecía que la fórmula mágica escondida por la empuñadura tenía algún tipo de función.

―Hubo una atmósfera extraña por un momento durante tu simulacro de batalla contra Lilisha. Como si hubieras entrado en trance. Tu conciencia y tus recuerdos de ese momento son vagos, ¿verdad? Esta podría ser la razón de ello. Bueno, no parece que tenga ninguna influencia negativa ―dijo Alus, invirtiendo el proceso y volviendo a colocar la hoja y la empuñadura, clavando firmemente el remache―. Ya está, de vuelta a la normalidad. Por cierto, ¿sabe la señora Frose de esta extraña construcción?

―No lo sé. Es la primera vez que la veo, así que no tengo ni idea de si mi madre lo sabía ―Tesfia negó con la cabeza, tomando de nuevo su katana.

―No obstante, el incidente con Lilisha ocurrió justo después de que empezaras a aprender Cocytus ―señaló Alus. Era difícil creer que no tuviera relación.

Hasta ese momento, la magia de Tesfia podía ser manejada por las fórmulas mágicas grabadas en su espada. Así que tal vez esa fórmula mágica oculta cubría una rama diferente de la magia, con un efecto distinto.

Por lo que Alus podía decir, no era una fórmula de atributos, sino más bien una fórmula mágica individual.

Dicho esto, no se seguía el estilo ortodoxo moderno para las fórmulas mágicas individuales, y la composición era original en gran medida. Incluso con los conocimientos de Alus, no sabía qué función cumplían los desconocidos Hechizos Perdidos en la fórmula mágica.

―Bueno, volvamos al entrenamiento. Esta es una reliquia de la familia Fable, y no muestra signos de que alguien la haya utilizado. Tampoco se han creado rarezas, así que no debería haber ningún daño en usarlo. De todos modos, no se trata de una historia oculta sobre una katana maldita.

Las AWR absorbían la información del maná y lo sometían a un algoritmo para analizar y adaptarse a su usuario.

Para lograrlo, se construían no sólo con materiales resistentes, sino con una excelente conductividad del maná.

―Sí, no sería extraño que fuera especial ya que es una reliquia. Y si no hay ningún problema con esa extraña fórmula mágica, entonces todo está bien ―Tesfia asintió, ya que siempre había usado la katana.

Mirando esa cara despreocupada, Alus pensó para sí mismo: Pero podría ser una historia diferente si esto está relacionado con la magia heredada. Selva también me advirtió, así que supongo que lo vigilaré.

Por supuesto, más tarde echaría un vistazo más de cerca a la fórmula mágica. Alus se sintió como si hubiera encontrado un juguete divertido con el que jugar después de rebuscar en un viejo cofre del tesoro.

―¿No tienes ningún consejo para mí…? ―Tesfia miró con avidez a Alus, que actuaba como si todo estuviera resuelto.

Quería aprovechar la situación para recibir algún consejo, como haría Alice. Eso preocupó a Alus, y fingió pensar por un momento. Consideró algunos consejos rudimentarios, como la postura ideal para aprender magia y cosas así.

Como había mencionado antes, Cocytus no era una especie de hechizo que se pudiera dominar sólo porque uno entendiera la lógica detrás de él. De repente, a Alus se le ocurrió algo y decidió intentar proponerlo.

―En tu caso, necesitas suficiente maná para interferir fuertemente con el espacio, y debe ser el atributo de hielo en ese caso. En la práctica, eso significa el espacio en su totalidad. En otras palabras, hay que congelar el propio concepto de información ―dijo Alus.

―De acuerdo, ¡¿y entonces?! ―Tesfia estaba completamente metida en el asunto, así que Alus agarró un papel cercano.

Dibujó varias líneas en él, creando un patrón a cuadros.

―Para darte una pista, vamos a dividir el espacio en pequeños cubos. Esto es sólo para darte una imagen, así que no tienen que ser todos del mismo tamaño. Para que te resulte más cómodo, puedes asignarles números, y luego especificar sus coordenadas y congelarlos en orden. Incluso si no los congelas, mientras haya signos de magia que se manifiesten dentro de los bloques, está bien.

―Así que reconocer el espacio y congelarlo… Hmm, puedo entender la lógica que hay detrás, pero no cómo hacerlo realmente ―dijo Tesfia, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.

Pero como había que hacerlo, sus preocupaciones no importaban, y Alus siguió explicando.

―Un espacio no es un vacío. Se trata de un entrenamiento rudimentario para reconocer los ejes de coordenadas y el punto de acción de tu maná, el propio concepto de espacio. Es importante entender que no es una línea o un plano, sino un espacio tridimensional.

―Hmmm, ahora es más difícil de entender que antes. ¿Cómo se supone que voy a congelar el espacio? ―preguntó Tesfia.

―Así ―dijo Alus despreocupadamente y chasqueó los dedos. La zona que tenían delante se llenó de aire frío y, con un sonido crepitante, algo tomó forma. Los ojos de Tesfia se abrieron de par en par cuando apareció un cubo de hielo. Emitió una luz azul y fría que se congeló en el aire, como si estuviera suspendido por una cuerda.

―Esto permanece inmóvil porque mantengo las coordenadas incluso después de manifestarlo, pero esto es sólo un juego de niños. Ni siquiera se podría llamar a esto un hechizo ―dijo Alus―. En tu caso, pasarás si puedes llenar un área cúbica con aire frío.

―¡Entendido! Con los exámenes terminados, ¡puedo ponerme a trabajar de verdad! ―Tesfia estaba visiblemente motivada. Parecía haberse olvidado por completo del Tenbram. Por otra parte, el entrenamiento también le sería útil para eso, así que Alus decidió no arruinar su motivación.

Pero dejando eso de lado, por lo que Alus podía ver, la magia congelante que Tesfia había usado contra Lilisha no era algo que pudiera usar actualmente.

Cuando miró los resultados del mismo, parecía ser un hechizo de nivel experto a medias, como si hubiera desmontado a Cocytus y sólo hubiera manifestado una parte.

Ya veo, pensó Alus, preguntándose por qué no se había dado cuenta. Al igual que Mistlotein se creó sobrescribiendo otros hechizos de nivel experto, era posible que Tesfia hubiera manipulado inconscientemente alguna fórmula mágica. Por supuesto, ella no tenía los conocimientos ni la técnica para lograrlo, así que tenía sentido suponer que tenía algún tipo de guía o ayuda. Y lo primero que se me ocurrió fue su AWR. Era muy probable que Kikuri tuviera capacidades únicas.

A Alus también le molestaba el hecho de que supuestamente había estado en manos de los herederos de la familia Fable durante generaciones. Me encantaría darle una inspección adecuada alguna vez, pensó Alus.

En el mercado normal de AWR, los productos universales se sometían a pruebas para garantizar su buen funcionamiento antes de ser vendidos. Sin embargo, cuando se trataba de AWRs hechas a medida, eso era responsabilidad del comprador, y se sometían a una agencia de inspección especial o simplemente se probaban por sí mismos. Alus tenía los dispositivos necesarios para ello en su laboratorio, por lo que podía realizar algunas pruebas especializadas.

Mientras tanto, Tesfia volvió a entrenar. Centrándose en los consejos que le habían dado, construyó su magia, paso a paso. Pero como Alus había señalado, renunció a intentar construir el hechizo por completo, y en su lugar hizo una simple reproducción. Centrándose especialmente en las coordenadas, abrevió los demás elementos de construcción.

Poco después de empezar, la temperatura de la habitación bajó al extenderse el aire frío. Alice, que había estado conteniendo la respiración mientras observaba, se estremeció. El aire frío la golpeó de cerca y se frotó los brazos para entrar en calor. Aunque el control dejaba mucho que desear, para Alus era un buen primer intento.

―Ese es el espíritu. Ahora sólo tienes que manifestar con precisión el aire frío dentro del bloque y luego pasar a las coordenadas del siguiente bloque y ampliar lentamente la zona donde se genera el aire frío. Pero no dejes de controlar el maná ―dijo Alus.

―Por supuesto. En todo caso, no podría hacer esto sin el control de maná ―dijo Tesfia.

―Por lo que veo, no haces mucho más que lanzar repetidamente la misma magia, y si no le pones maná, no durará mucho ―añadió Loki como explicación plausible. Parecía haberse puesto nerviosa por el rápido crecimiento de Tesfia y quería hacer alarde de sus conocimientos.

―Sí, es cierto ―Alus asintió. Loki lo miró con una pequeña sonrisa expectante, esperando que la elogiara.

Alus se sintió obligado a elogiar a Loki de alguna manera. Sin embargo, Loki era una Magicmaster que había luchado en el frente. A diferencia de una estudiante como Tesfia, se esperaba más de ella.

Hmm, ¿debería decirle que no se enorgullezca por algo así? No, eso no sería diferente a un instructor de ejercicios. Alus simuló decir un par de líneas teatrales en su mente, pero no pudo evitar sentirse cohibido.

Al final, decidió ponerle la mano en la cabeza sin decir nada. Loki soltó inmediatamente una gran sonrisa, y fingió no darse cuenta.

―Bueno, ahí lo tienes. Buena suerte. Si no procedes con eficacia, no avanzarás ―dijo Alus.

―¡No te preocupes! Déjamelo a mí ―declaró Tesfia con suficiencia, ganándose un golpe en la parte superior de la cabeza por parte de Alus―. ¡Ay!

Con eso, el aire frío de la habitación se disipó.

―Eso te pasa por creerte demasiado. Vuelve a entrenar ―dijo.

Mientras hablaban, el círculo de Alice salió volando, deseando la libertad una vez más. Pero esta vez, antes de que pudiera destruir algo, un objeto parecido a una varilla surgió por su centro, deteniéndola. Alus había hecho lo contrario de un lanzamiento de anillo, creando una varilla de maná y pasándola a través del anillo.

―Parece que Alice también tiene algunas dificultades por delante ―dijo Alus con un pequeño suspiro. Alice se rascó la mejilla como para disculparse.

Las dos chicas entrenaron intensamente durante dos horas después de eso, haciendo un descanso en la mitad. Una vez que terminaron con eso y se asearon, volvieron al dormitorio de las chicas a tiempo para la cena.

Loki estaba preparando la cena cuando de repente se detuvo y comenzó a hablar con vacilación.

―Sir Alus, uhm… me gustaría consultarle algo.

―¿Hmm? ¿Qué? ―Alus quiso preguntar por qué había esperado a que las otras dos se fueran, pero al ver la expresión de Loki, se tragó esas palabras.

Aunque Loki fuera su compañera y estuvieran viviendo juntos, eso no significaba que pudiera decir lo que se le ocurriera. No era que buscara que le llamaran considerado, pero había aprendido algunas cosas desde que empezaron a vivir juntos. Alus podía sentir su propio crecimiento. El paso constante del tiempo había sido una fuente de alimento para él. Pero Alus dejó eso de lado mientras miraba la expresión seria de Loki y escuchaba lo que tenía que decir.

―Es sobre ese hechizo…

Había esperado que estuviera relacionado con la magia basándose en su comportamiento. Alus se sentó en la silla de su escritorio y se enderezó. Era casi seguro que se trataba del vértice del trueno que ella estaba aprendiendo en ese momento, que era un hechizo de atributo de relámpago de nivel máximo, y de alto secreto. Era un hechizo difícil de aprender, incluso para Alus. De hecho, había tomado prestada la fórmula mágica de una base de datos de alto secreto.

Por supuesto, Alus no tenía mucha afinidad con el atributo relámpago, así que no tenía mucho interés en los hechizos de trueno. El Black Ikazuchi era uno de los hechizos menos eficientes que tenía Alus. Con un consumo de maná tan diferente entre afinidades, incluso si aprendía el hechizo, no podría utilizarlo fuera de circunstancias especiales.

Loki parecía un poco impaciente. Ver el crecimiento de Tesfia y Alice debió estimular su sentido de la rivalidad.

―Estaba pensando en el Fire Ikazuchi, pero basándome en los elementos estructurales de la fórmula mágica y en la cantidad de información, uhm, ¿es posible que un humano pueda utilizarlo? ―preguntó Loki―. Imagino que usted es el único que podría aprender esto, Sir Alus…

Alus conocía a Loki desde hacía tiempo, pero era la primera vez que la veía así. Extrañamente, a pesar de cómo estaba hablando, no parecía que se hubiera rendido. Él no pensaba que ella volvería a cometer un tabú como el uso de un catalizador, pero parecía que ella tenía sus pensamientos al respecto.

―Es cierto. Otros hechizos no se pueden comparar con la cantidad de información. Francamente, los detalles son prácticamente un misterio ―dijo Alus. Al estar basado en una antigua fórmula mágica, era difícil incluso ajustar la eficiencia del hechizo.

En la era moderna, la eficiencia era clave en las fórmulas mágicas. Las simplificaciones estaban bien, pero la magia antigua era la excepción. Viniendo de una época en la que cualquier hechizo de alto nivel se mantenía oculto, todos eran bastante originales en su construcción.

El equilibrio del hechizo que se construía se asemejaba a elaboradas torres de piedra, cada una con una filosofía de diseño diferente detrás. Incluso las partes que parecían irracionales a primera vista solían desempeñar un papel importante en alguna parte. Eso hacía que fuera difícil para un extraño hacer cualquier ajuste, ya que podría arruinar el conjunto sin querer.

Eso era especialmente cierto en el caso del Fire Ikazuchi, ya que podía tener resultados completamente imprevisibles. No era como la magia moderna, que normalmente sigue las mismas reglas. Por eso, era posible entender los efectos de un hechizo con sólo mirar su fórmula mágica.

Pero el Fire Ikazuchi y otros hechizos antiguos eran excepciones. Aunque con la habilidad de Alus para descifrar los Hechizos Perdidos a través de la fuerza bruta, podría ser posible.

―Las fórmulas mágicas no están totalmente grabadas en piedra, y hay espacio para la interpretación, dependiendo del talento y la comprensión del usuario. Es una parte misteriosa de la magia ―Alus hizo una pausa y le preguntó a Loki―: No te has rendido por desesperación, ¿verdad?

Ella asintió:

―Sí, se trata de esta parte de la fórmula. Tiene algo del atributo fuego mezclado, que tiene una gran influencia en esta parte y en esta otra.

Sorprendentemente, Loki había estudiado a fondo la fórmula mágica y había profundizado en su comprensión. Estaba claro que se esforzaba por leer y comprender todas y cada una de las partes de la fórmula. Pero eso requería el nivel de conocimiento de un especialista, por lo que a Loki le resultaba un poco difícil, así que pidió ayuda a Alus.

―No creo que las fórmulas de atributos de las AWR que tengo a mano sean suficientes para complementar la fórmula ―dijo Loki, sacando una de sus AWR tipo cuchillo y entregándosela a Alus. Era evidente que estaba meticulosamente cuidada y no tenía ni una sola mancha.

―Bueno, el Fire Ikazuchi es un hechizo compuesto, lo que lo hace particularmente difícil. Sin embargo, hay un límite a la hora de manipular esta fórmula. Es decir, es imposible que quepa en una sola fórmula ―dijo Alus.

Todos los cuchillos de Loki estaban grabados con fórmulas mágicas idénticas, por lo que podían tratarse como una sola AWR. Pero cuando se trataba de manejar múltiples tipos de magia o hechizos compuestos, carecían de versatilidad.

―Y así… ―Loki, aparentemente sin saber qué decir, puso los hombros contra Alus y señaló la AWR―. Por favor, espere un momento.

De repente, Loki notó algo y se apartó de Alus, oliendo sus hombros. Sólo eso bastó para saber lo que tenía en mente.

―No pasa nada ―Alus no fue lo suficientemente burdo como para preguntar qué pasaba. Sólo limpiar después de la destrucción de Alice no habría sido suficiente para que ella trabajara hasta el cansancio―. Hueles tan bien como siempre ―dijo, tratando de arreglar las cosas.

―¡¿Qué significa ‘como siempre’?! ―exclamó Loki, extrañamente persistente a pesar de que no había nada de qué preocuparse.

―No lo sé. ¿Tu champú? ―preguntó Alus.

―Pero usted usa el mismo champú, Sir Alus ―dijo Loki.

―¿Hmm? Supongo que sí. Supongo que no se puede decir ―dijo.

Incluso la charla trivial parecía ser una comunicación necesaria para Loki, ya que ahora se acercó lo suficiente a Alus para que sus hombros casi se tocaran.

―Ejem, de todos modos, estaba pensando en añadir esto bajo la fórmula de los atributos. Sólo en uno, por supuesto.

Loki sacó un memorándum del escritorio con tranquilidad. Estudiar las fórmulas mágicas a las que no estaba acostumbrada debía ser un gran trabajo. Su ensayo y error era bastante evidente.

Pero era su campo de experiencia, así que lo revisó a fondo. Tenía las típicas ideas poco prácticas de un aficionado y construcciones basadas en suposiciones optimistas. Sin embargo, valía la pena echarle un vistazo, porque aunque débil tenía una imagen concreta de un hechizo.

―¿Oh? ¿Así que interpretaste y diste forma al Fire Ikazuchi? ―preguntó Alus. La cadena de caracteres sin pulir que hizo Loki mostraba un camino claro para armar un hechizo con una imagen adecuada del producto terminado.

―¿Cómo está? Este fue el único método que se me ocurrió para replicarlo, pero… ¿funcionará una fórmula mágica tan burda como esta? ―preguntó Loki.

Era como una estudiante muy cohibida que se acerca a un profesor veterano para hacerle preguntas rudimentarias, pero Alus le dio a su idea toda la puntuación. La brillantez de la diligente estudiante era casi suficiente para conmover hasta las lágrimas.